No quiero que seas su segunda opcion
Y te tengo tan cerca, que tu aire respira
Que por dentro se moría
Y tu lo mirabas soñador y em mis brasos te soñaba…
-acaso siempre tiene que ser igual? Acaso por más que te ame siempre iré después de aquella rubia, que te ha dejado mil veces?, acaso siempre que ella te lastime será cuando recurras a mí?,
te amo, amo tus labios, tus caricias, tus ojos celestes como el cielo mismo, tu pelo castaño, pero odio, odio, esa maldita adicción tuya, la odio, por eso he decidido ya no seguir tras de ti, no quiero ser aquel que va segundo- fue lo que le dijo Shizen Shimazaki un chico de 17 años, pelo castaño claro y ojos que parecían negros a Tai Fugunaga de su misma edad, quien lo miro con un poco de tristeza para luego sonreírle.
-claro… y luego te tengo tras de mi pidiendo perdón - le respondió este haciendo una burla para voltearse he irse.
Shizen pensó que moriría, pero tomo su bolso que había dejado a un costado, pensando que luego de decirle aquello a su amor, él lo abrazaría y diría que ya no estaría con ella- tonto- pensó acomodando su camisa negra la que se le enrosco al ponerse el bolso- agacho su cabeza dejando caer su flequillo que ocultaba un rostro bañado en inocentes y desapercibidas lagrimas que iban resbalando por sus hermosas mejillas para terminar en sus delicados labios que iba mordiendo para callar sus sollozos, mientras caminaba hacia el colegio.
Llego al establecimiento, entro al curso y se sentó en el primer banco contra la pared de la tercera fila, recostó su espalda en aquel muro color natural y acomodo sus piernas en la silla de su costado, una muchacha morocha con unos jeans azules rotos y una remera negra ajustada, con un bolso fucsia como sus ojos, cruzado desde su hombro izquierdo finalizando en el lado derecho de su cintura, se acercó con un caminar elegante e insólito, cada paso de la muchacha era un suspiro enamorado de algún chico.
-Como te fue vida mía?- le pregunto tirando las piernas de aquel de la silla, se sentó a su lado, pero el no respondió, la muchacha le tomo la cara y la levanto observando que lo poco de rostro que se le notaba brillaba, entonces le corrió el cabello dejando ver sus ojos tristes, enrojecidos y empañados -haaaa- suspiro- lo matare.
-n… no, no lo hagas-dijo este, entristeciendo aún más el rostro- no le digas nada, no quiero, no;
-pues puede agradecer que esta en el curso de al lado, porque ya lo hubiese hecho- termino ésta al sentir una mano en su hombro- volteó para ver quién era ya que antes estaba con su cuerpo dirigido a la pared en la que se encontraba su amigo- hola, gracias por llegar Shun - dijo la morocha con cara de n_n.
-estas bien primo?- pregunto un muchacho de pelo castaño un poco más claro que Shizen con sus ojos verdes que vestía una chaqueta de cuero bordo y unos pantalones de cuero negro ajustados igual que su primo junto a unas zapatillas negras, -haa que torpe soy, claro que no estás bien- dijo sentándose en el asiento de atrás del muchacho – poniendo sus brazos cruzados en éste, para apoyar su cabeza sobre los mismos y mirando a su primo, Shunsuke y Akane, la muchacha, eran los mejores amigos del chico, aquellos dos siempre estaban a la defensiva por cualquier sentimiento. Shun vivía de cama en cama con cualquier chica, procurando no enamorar ni enamorarse de nadie pues así era él, trabajaba de mesero en una cafetería a unas 4 cuadras del colegio, Akane era una modelo, no muy sociable, nunca había tenido novio y no planeaba tenerlo tampoco, ella “no estaba para boludeces”, En cambio Shizen estaba locamente, perdidamente, destructivamente enamorado de Tai, quien nunca le daba un respiro a su sufrido corazoncito.
Entro el profesor de historia, con sus ojos ámbar mirando acusadoramente a todos los alumnos con sus lentes en mano.
-dejen de moverse, los quiero en su lugar y que no vuele ni una mosca!- ordeno sentándose en su escritorio, como siempre que el profesor se levantaba de mal humor, no harían nada en las 2 horas.
-Mi amor por que tienes que sufrir tanto por un estúpido que no aprecia tu amor?- …
Continuara....