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Notas del capitulo:

Espero les sea de su agrado, y de paso, arreglar un error mío al comienzo del anterior cap, este fic contiene itasasu y leve NARUSASU...

ahora, disfrutenlo tanto como yo al escribirlo ^^

Testarudo

Seguimos amándonos… tú y yo….

Disfrutándolo… sintiéndolo… besándonos….

Chiquillo tramposo… ¿Cómo pude caer en tu juego?

........

……

….

..

.

El transcurso del viaje en el carruaje fue callado. Ni yo, ni Sasuke pronunciamos palabra alguna. De vez en cuando mi hermanito me miraba por un largo rato, para finalmente aburrirse y mirar el ventanal aburrido y fastidiado.

En cambio yo, lo único que hacía era mirar el paisaje que me ofrecía el lugar. Al parecer, me era mucho más interesante ver como un anciano y unos niños guiaban a su ganado hacia una dirección contraria a nosotros, que observar por siquiera… ¿cinco?... no, creo que ni por dos segundos, el cual se haya molesto por la nula atención mía hacia él.

De improvisto, el carruaje se detuvo de manera brusca, causando que aquel encantador doncel cayera tumbado sobre mis piernas; debido a la posición en la que nos hallábamos antes: yo sentado delante de él

-          ¡Llegamos!- anunció el encargado de dirigir el carruaje.

-          Go-gomen…- te excusaste avergonzado, con aquel delicado sonrojo que contagiaba a tus mejillas. No respondo nada, solo me dedico a ayudarte.

A lo que apenas rozo mis manos con las tuyas; pude sentir la suavidad de tu piel, percibo el aroma de tu pelo… a jazmín, observo la profundidad de tus ojos… un abismo de sentimientos alborotados… me doy cuenta de la proporcionada figura que tienes y como aquel traje resalta la sutil estrechez de tu cintura… pero ante todo, tus labios son los más atrayentes… rojos, suaves, exquisitos…

No puedo evitarlo

Me siento atraído hacia ti…

Te quiero solo para mí…

Sasuke, ¿qué hiciste para tenerme así?

¿Qué clase de hechizo usaste para tenerme a tus pies?

Sasuke, Sasuke, Sasuke, Sasu…

-          ¡BIENVENIDOS!- un joven rubio de coleta aparece en la entrada del carruaje.

Rápidamente nos acomodamos, creando un escenario distinto al que por poco estuvimos casi por protagonizar.

-          Domo arigato- saludamos cortésmente al estilo oriental, inclinándonos levemente  hacia aquel personaje, después de pisar finalmente tierra firme.

Él solo nos dedica una sonrisa para invitarnos a pasar al castillo, mientras algunos sirvientes se hacían cargo de llevar nuestro equipaje.

En eso noto como está vestido aquel chico y cómo es en sí físicamente:

Rubio de pelo largo hasta la cintura amarrada en una media coleta, ojos azules y de piel ligeramente bronceada, estatura media; vestía un traje similar al de Sasuke,  lo que me dio a entender qué se trataba de un doncel, por lo tanto, debía pertenecer a la familia real del lugar, solo que a diferencia de Sasuke, las tonalidades de su traje eran en contraste con el blanco, celeste y un ligero toque de amarillo y rojo. Un poco extravagante para gusto mío y el de Sasuke, quien solo optaba por colores oscuros y rara vez, el blanco.

 

-          Espero les sea de su agrado las habitaciones- comentó el rubio amablemente mientras ordenaba a los criados donde dejar las maletas

-          Dudo lo contrario- argumenté de la misma manera al observar el lugar, realmente se ve que cálido y cómodo es la pieza la cual me tocó, la cual por cierto, se hallaba al frente a la de Sasuke, que minutos antes nos indicó aquel rubio.

-          Por cierto- se detuvo en medio del corredor - ¡Qué modales los míos!- se apenó a la vez que se daba la vuelta viéndonos tanto a Sasuke como a mí- Mi nombre es Deidara, sobrino del rey Minato y primo del príncipe Naruto, un gusto.

Nos saluda con una leve inclinación hacia adelante, a la vez que va hacia Sasuke y besa  sus mejillas… Ambos suponemos que debe de ser su forma de saludar acá, un poco más abierta a comparación de nuestro hogar, en el cual solo se permite dar un ligero beso al torso de la mano, sobre todo si al que se saluda es de un rango mayor al mismo.

En seguida, va hacia mí a realizar la misma acción, solo que a diferencia de la de mi hermano; el joven se ruboriza después y da la vuelta rápidamente evitando poder apreciar un poco más ese juguetón color cereza en sus mejillas.

-          Bueno, que disfruten su estadía, cualquier cosa, pueden decirme- se aleja apresurado.

Se ve tan tierno…

-          ¡Itachi nii-san!- me llama Sasuke, a lo que lo miro…

-          ¿qué sucede?- cuestiono

-          ¡BAKA!- me saca la lengua como un mocoso maleducado

-          Sasuke, eres un  Uchiha, compórtate como tal- le regaño de manera fraternal

-          Lo haré, cuando tú te limpies la baba por ese rubio imbécil- sale molesto de la habitación

Sonrío.

 ¿Quién diría que aquel niño mimado sintiera celos por mí?

...

..

.

Minato Namikaze, el actual rey:

Un hombre de cuarenta y siete años, el cual al parecer no aparentaba más de treinta. Mirada azul oscuro y afilada, de cabello rubio y alborotado, alto y con aquella sensación de tristeza en su mirada.

Viudo, perdió a su esposa Kushina Uzumaki a causa de la fiebre tifoidea. Misma razón por la cual, para recordar a su amada esposa, decidió que su único hijo: Uzumaki Naruto, deba llevar con orgullo el apellido de su madre, el cual se halla sentado a su lado derecho de la mesa.

Ahora, su hijo, el príncipe Naruto es el vivo retrato de su padre: Rubio alborotado, ojos azules claros y piel un poco más bronceada que la de su primo Deidara, quien se halla sentado a la izquierda del rey.

Los tres, poseían un semblante serio y se notaba en su físico que compartían la misma sangre, debido a los rasgos particulares que ambos presentaban.

La cena se estaba retrasando demasiado

El ambiente lo sentía tenso, nadie pronunciaba palabra.

Y para colmo… solo a mi querido hermanito se le ocurre tardarse más de dos horas cambiandose para bajar…

Veo como el rey ya está por su cuarta copa de vino, por lo que lo noto un poco ido.

El príncipe resopla aburrido aquel mechón de cabello que accidentalmente se había salido de lugar

Mientras el joven primo del príncipe, solo atinaba a tomar delicados sorbos de su vaso con agua.

¿Dónde estará?

-          Y pusssss… shi no estaa…

-          ¡Minato-san!- exclama Deidara a la vez que sostiene a su tío, quien por efecto de las copas, no puede ni mantenerse sentado correctamente.

-          Además de arruinarme la vida, me hace esperar… jeh!- susurra el príncipe que se halla frente mío, que finalizó aquella frase con una risa amarga.

-          Creo… creo que lo iré a buscar- me levanto del asiento- si me discul…

-          ¡Ya llegué!- anuncia fuertemente Sasuke a la vez que entra después de haber dado un fuerte portazo.

¡Ay Dios!...

..

.

La cena transcurrió… bueno, lo que sí, para mí no transcurrió del todo normal…

Sasuke había llegado vestido totalmente de negro, con un par de pantaloncillos sumamente cortos dejando ver sus lampiñas y largas piernas, seguidas de la extensión de las botas negras con taco alto. Pero ahí no acababa, sino que también se colocó un millar de cadenas alrededor de la cadera, con la cintura al descubierto dejando entrever el aro en su ombligo, con una cadena de cuero y púas envolviendo su fino cuello. Llevaba un adorno en el cabello en forma de calavera y un labial color negro…  La chaqueta… Dios, le quedaba larga por atrás y totalmente descubierta por delante, con el cuello de la misma sumamente levantado…

Parecía un ángel… un ángel negro, el cual te conduciría directamente al infierno por el camino de la lujuria…

Minato apenas lo vio, ensanchó los ojos al igual que todos los presente, incluyendo a la servidumbre… y de paso, dejó caer la copa de cristal al suelo, manchando el piso con el vino tinto.

Nadie dijo nada… era un silencio incómodo…  Hasta que el mismo causante de tal, lo rompió:

-          Valió la pena la tardanza ¿no?-  preguntó seductoramente Sasuke al tiempo que se acercaba al asiento al lado mío con aquel movimiento sensual de sus caderas.

Una vez sentado, las criadas pusieron frente nuestro los platillos de la cena.

Todos empezamos a comer, incluyendo al rey Minato, quien al parecer ya se le había pasado parte de la borrachera.

-          Así que tú eres… Sasuke ¿no?- preguntó el joven heredero al trono Uzumaki

-          Exacto, y que no se te olvide, tarado- contestó rudamente

-          ¡Sasuke! ¡Compórtate!

-          Solo me comportaré si…- susurro bajo a mi oído- vienes a mi pieza esta noche- en eso palpó disimuladamente cerca de mi entrepierna. Así que lo detuve antes de llegar a ese lugar para luego mirarlo directo a los ojos.

-          Quieto… - le susurre bajo y con autoridad, ante lo cual solo vi una sonrisa burlona de su parte y continúo cortando la carne con los cubiertos.

La velada siguió normal…

Minato empezó a contar chistes sin sentido al punto de estar tan embriagado que cayó dormido al suelo, dejando la ardua labor de cargar al soberano a su habitación, al pobre de Deidara a la vez que pedía disculpas por tan patética escena.

Sasuke y yo nos retiramos agradecidos por la comida, o más bien… fui yo quien agradeció mientras mi hermanito solo se dedicaba a criticar la cena y a la persona misma del príncipe, quien no hizo más que sonreír ante las ocurrencias de este doncel obstinado.

En cuanto caminábamos por el pasillo que nos conducía a nuestras habitaciones, agarré sorpresivamente a Sasuke de la muñeca en la penumbra oscura del lugar.

-          Y a ti, ¿qué te pasa?- estaba enfurecido, con rabia… Semejante vergüenza que tuve que pasar por la culpa de este pequeño testarudo.

-          ¿Quieres saber qué es lo que me pasa?- me mira de cierta manera extraña a la vez que se acerca lentamente a mí, volteándose para dirigir aquella oscura mirada a la mía- ¿SABES QUÉ ES LO QUE REALMENTE ME PASA?- ahora el asustado por aquel cambio de actitud soy yo. En eso, me arrincona a una esquina de su cama, para después tumbarme sobre la misma… ¿Qué me sucede? ¿Por qué no me defiendo?

-          Sasuke… ¿qué ha…- antes de poder terminar la pregunta, suelto un jadeo…  Está  sobre mío, sentado de cuclillas a la vez que empieza a besar mi cuello… Su aliento choca contra mi piel… Sentir esos suaves labios, calientes, hambrientos, desesperados por probar más…

-          Nii-san… -gime de una manera tan lujuriosa  cerca de mi oído que me hace entrecerrar los ojos… - nii-san… onegai… - otra vez esa sensación en mi parte baja, se restriega con una delicia que me está quitando poco a poco la cordura… - onegai… Itachi nii-san… - no creo poder más… estoy a punto de botar al caño mi autocontrol… - onegai… - por favor… para Sasuke…- … Hazme el amor, onegai…

Solo necesitaba esa frase para perder la cordura total que tenía, rompiéndola como si de una frágil y simple capa de cristal se tratase.

Agarre entre mis manos su rostro y empecé a penetrar aquella pequeña cavidad bucal con desespero, utilizando mi lengua; sus delgados brazos rodearon mi cuello y mis fuertes manos apretaron aquella delicada cintura bajando de manera lenta y pausada, queriendo finalizar en aquellos par de músculos que resguardaban celosamente aquel exquisito punto de placer.

Empecé a descender mis besos hacia su pecho, desabotonando aquella inservible camisa que poco cubría. Sasuke solo se dedica a gemir soltando palabras sin sentido. Ya voy construyendo un camino de saliva desde su pecho a su ombligo, en el cual me detengo momentáneamente para simular embestidas con mi lengua.

Jadeas, gimes, ruegas.

Vamos, di mi nombre, di quien es el responsable de producir tanto placer que no sabes soltar alguna frase cuerda.

Vamos, dilo más fuerte…

Di mi nombre…

Grita el pecado salido de tus labios…

Exalta el hecho que nos vamos al infierno…

Exclama nuestra relación sanguínea, la cual no nos detiene en convertirla en una carnal…

Dilo, dilo, dilo…

Que retumben por estas cuatro paredes que tanto tú como yo…

… estamos cometiendo incesto…

-Nii… - eso, dilo… - Nii-s….- dilo…

Mis labios  cunden a acercarse al borde de tu ropa interior, mis manos presurosas disfrutan como con tal lentitud los deslizo por tus caderas, para dejar libre tu miembro, el cual siento palpitante y erecto…

-          Nii-sa…

Tocan la puerta…

-          Sasuke, soy Naruto.

En eso despierto horrorizado. Miro a mi hermanito debajo de mí.

Pero… ¿Qué estuve a punto de hacer?

Me levanto con rapidez de la cama, Sasuke solo dirige su vista fastidiado a la puerta, de donde proviene aquella voz.

-          ¡¿QUÉ QUIERES IMBÉCIL?!

-          Solo vine para desearte buenas noches- ronronea desde el otro lado de la puerta.

-          ¡VETE AL DIABLO!

-          Contigo, con gusto-ríe despacio luego de contestarle, para así, después retirarse.

En eso me mira cariñoso estando semidesnudo.

-          ¿continuamos?- me intuye a la vez que gatea por la cama acercándose sensualmente hacia mí, sosteniéndome por el cuello de mi camisa.

Aún estoy sudando, hasta que finalmente decido reaccionar y quito de un manotazo su agarre.

-          ¿Nii-san?- doy media vuelta, me siento una basura…

Dando unos cuantos pasos llego a mi habitación y de un portazo cierro la puerta, sin importarme si se lo estreché o no en la cara de Sasuke, para luego echar llave y  caer despacio al suelo sosteniendo mi espalda a la puerta.

-          Itachi… - me llama, más no me atrevo a contestar

¿Qué clase de depravado hermano soy?

-          ¿Itachi?... – lo escucho preocupado, aún no se va…

-          Sasuke… - me escucha atento desde el otro marco, lo sé porque aunque no lo vea, él espera a que continúe- vete a dormir… - le ordeno con dulzura

-          De acuerdo- responde resignado mientras se levanta perezosamente del suelo y con pasos ligeros se aleja.

Pensando que tal vez así tuviera un poco de paz para poder analizar las cosas con calma, siento como algo se desliza debajo de la puerta.

Un sobre…

Con curiosidad, acepto el sobre y decido ver lo que lleva en su interior

¡Maldición!...

-          Este chico…- miro un poco consternado el objeto… a la vez que oigo una risita traviesa desde fuera

Al paso que voy, siento que el que va terminar siendo violado soy yo…

Y por nada más ni nada menos que…

…Por mi propio hermanito menor…

… Sasuke.

 

 

Eso pienso al observar aquel pedazo de tela que no es nada más que la ropa interior que mi hermanito me dejo como recordatorio de lo que sucedió hace poco, ya que… se halla manchada con cierto líquido que al parecer era su pre-semen…

 

 

Estoy empezando a lamentar el haber venido contigo, mi ángel…

.

.

.

 

Notas finales:

Espero su opinión de ustedes mis querid@s lectores ^^ y aprovechando, alguien se podría ofrecer de voluntario para ayudarme a editar mejor este fic? hay ciertas cosas que quiero arreglar pero al ser nueva, se poco como hacerlo. bueno, gracias y hasta pronto ^^


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