Naruto no podía creer lo que veían sus ojos ¿Una orden de restricción? Era verdad que hace semanas que Sasuke le había dicho algo de una orden de restricción, algo sobre si Naruto no paraba de… ¿Qué? La verdad es que no le había puesto mucha atención, estaba demasiado concentrado viendo sus labios al hablar como para fijarse… pero era algo así de perseguirlo, acosarlo…Divertido, Sasuke tenia una manera muy dramática de hablar, pensó Naruto.
¿Desde cuando preocuparse por un amigo era acoso?
Talvez había sido algo insistente y había sido un poco exagerado meterse así a su casa pero si no le abría la puerta ni le contestaba sus llamadas ni mails y si lo había borrado de todas la redes sociales…
¿Cómo esperaba Sasuke que hablaran?
Casi lo estaba obligando a “perseguirlo” ¡Que palabra más absurda! Y meterse a su casa a la “fuerza” ¡Como si el fuera el culpable que el Uchiha tuviera un sistema de seguridad tan malo! Era como si le estuvieran diciendo: Por favor pase. No nos molesta, esta en su casa. Hay jugo en la nevera.
Naruto pensaba que Sasuke tenía una manera muy extraña de comunicarse, una manera retorcida de darse entender por lo que había que interpretar con cuidado cada una de sus señales, gestos, palabras… Y Naruto podía pasarse horas pensando cual era significado oculto de una ceja levantada, de un suspiro, de un “no quiero verte mas” y a veces por más que pensará y reflexionará Sasuke resultaba indescifrable. Un “no quiero verte más” podría perfectamente un “estoy asustado de este lazo tan fuerte que nos une” o “siento que no me quieres lo suficiente ¡A tu amor le falta determinación!” Sasuke podía ser muy exigente y Naruto no podía fallar. Tanto si era la razón A o B Naruto tenía que estar ahí para él, para disipar sus miedos o para demostrarle lo gigantesco de su amor ¡Ellos eran lo mejores amigos del mundo! Eran más que amigos ¡Eran hermanos! Más que hermanos incluso. Su relación era tan fuerte e intensa que no existían palabras para describirla, era amor puro y duro. Su destino era estar juntos para siempre
¿Acaso Sasuke no lo veía? ¿Acaso no lo entendía? ¿Acaso…?
No. Era obvio que debía sentir lo mismo ¡Así de unidos estaban! Lo que sentía uno, lo sentía el otro. En ocasiones, Naruto sentía que sus corazones latían al mismo tiempo, cerraba lo ojos y, aunque los separaran kilómetros de distancia, podía escuchar el latir del corazón de Sasuke junto al suyo ¡Había tanta paz y tranquilidad! Ellos eran, en el fondo, uno y, en esos momentos, Naruto sabía cuales eran los verdaderos pensamientos y deseos de Sasuke porque también eran los suyos propios, ya que ellos eran uno solo.
Aunque no todo el tiempo tenía esa confianza y seguridad… Aunque no lo reconociera, a veces se angustiaba pensando en que, tal vez, era verdad que Sasuke no quería verlo más, que era verdad cuando le decía que lo destetaba y que no lo aguantaba… y que era verdad cuando decía que sentía repulsión…
Bueno, el dolor que sentía en esos momentos era tan grande, tan desgarrador, que había llegado hacer ciertas cosas un poco…
¿Absurdas? ¿Preocupantes?
En fin, no era en algo en que le gustaba pensar. Todavía tenia los vendajes de la herida de la mano izquierda, la herida que el mismo Sasuke le había curado. Había sentido tanta pena, tanta rabia y frustración que se había clavado un cuchillo en la mano.
Recordaba la palidez de Sasuke ¡Estaba trasparente! Los ojos asustados y Naruto pensó que se veía tan vulnerable así ¡Tan diferente a su maldita mirada prepotente y fría! En ese momento no era inalcanzable, no era de piedra, era solo Sasuke y estaba ahí. Y a pesar de todas las palabras hirientes ¿Qué había hecho Sasuke? Le limpió la herida con delicadeza y dedicación, le vendó la mano y lo tranquilizó. No con palabras, solo su presencia y su manera silenciosa de hacer las cosas, su manera silenciosa de aceptarlo y Naruto encontró nuevamente la paz. Incluso lo dejó descansar en su cama, Naruto durmió abrazado al olor de Sasuke y fue feliz.
Si eso no era una muestra de amor y preocupación ¿Qué era entonces? Sasuke se había manchado con su sangre, Naruto lo había marcado con su sangre y Sasuke lo había aceptado ¡Lo había vendado! Y el rojo era claramente el color del Uchiha. Naruto sintió fascinación al ver su sangre en Sasuke, le había manchado su ropa, sus manos e incluso su hermoso rostro. Naruto pensó que la sangre era una muestra del lazo que los unía…
Bueno, después de aquello las cosas se habían puesto un poco complicadas ¡No lo dejaban solo ni un minuto! Todo el mundo murmuraba a su espalda y todos lo miraban de una manera muy desagradable. Nadie comprendía el amor que lo unía a Sasuke. Y Naruto solo quería verlo y agradecerle por todo el amor y dedicación que le había demostrado al aceptarlo tal cual era y haberlo cuidado y sanado ¡Solo quería verlo! tocar su suave piel y el oler sus cabellos. Quería decirle lo mucho que lo amaba y que nunca los iban a separar. Pero ahí estaban Jiraya y Tsunade que no le quitaban los ojos encima y hablaban cada tipo de payasadas sobre psiquiatras, doctores, pastillas, enfermedad… medidas drásticas…obsesión… da da da… bla bla bla… un asco.
Entonces: ¿Qué intentaba Sasuke poniendo una orden en su contra? ¿Qué le estaba diciendo con ese papel que tenía entre las manos? Naruto no sabía, a veces pensaba que a Sasuke le gustaba hacerlo sufrir y castigarlo por vaya a saber dios por qué. Realmente no tenía sentido.
¡Cómo si un papel los pudiera separar!
¿Qué esperaba Sasuke? ¿Qué quería? ¿Por qué le gustaba hacer las cosas tan complicadas si era todo tan simple? ¿Era, acaso, un juego perverso de su parte? ¿Qué quería? ¿Maltratarlo? ¿Llevarlo al límite? ¿Volverlo loco?
Si Sasuke quería jugar con él, no quedaba nada más que hacer que jugar. Pero…
¿De que iba el juego?
Naruto presionó la herida de la mano, le gustaba ese dolor ¡Le recordaba tanto a Sasuke! Sus manos al moverse al vendarlo, el ceño fruncido, su sangre sobre él… sea cual fuera el juego lo jugaría hasta al final. Si Sasuke quería todo de él, el feliz se lo daría.
¿Acaso no era eso lo que buscaba con la orden?
Invitarlo a su mundo, una invitación a amar sin limites, una invitación ha entregarlo todo el uno por el otro.
¡Era una carta de amor! Pensó Naruto con satisfacción.
¿Qué más podía ser? ¡Nada más! Era la forma de Sasuke de expresar su amor por él ¡Que más iba a ser! Una confesión de amor sin límites. Naruto abrazo la carta con amor ¡Que felicidad amar y que te amen con la misma intensidad! No esperaba los minutos para ir donde Sasuke y decirle cuanto lo amaba y lo feliz que lo había hecho con su carta de amor.