En el momento en que sintió como el colorado retiraba su peso de encima de él;
-creo, que, deberíamos..- empezó a decir el colorado rascándose la nuca- ir a comer- dijo un poco exaltado, el peli blanco lo miro con duda, un poco enfadado, un poco angustiado ¿acaso había hecho algo que molestara al colorado?
-si, lo siento- se disculpó cabizbajo -por un momento pensé que todo estaba bien que tus palabras eran verdaderas, pero lo que se ha dicho se ha dicho por decir, te habrás dado cuenta de la verdad que mis torpes palabras llevaban, no volverás a hablarme tal vez y ahora es horror lo que único que sientes- empezaba a deprimirse Near
-vamos a comer – dijo acomodándose sus lentes mirándolo a través de aquellas lentillas amarillas, fueron hasta la puerta, el peli blanco iba cabizbajo, casi sin vida, sin animo, simplemente, no entendía que había hecho mal, Matt desapareció tras la puerta;
-que idiota soy- dijo en voz baja-soy pésimo para relacionarme- pensó, tomo un avión de juguete, algo pesado, que se encontraba allí y fue hasta el comedor, en el que se encontró sentado a su apreciado L, Mello y al lado de aquel a Matt, estos dos se estaban molestando uno al otro mientras L miraba su cuchara en la cual apiladas se encontraban unas diez gominolas, sin decir ni una palabra se acercó a la silla que se ubicaba en la punta de la mesa y se sentó, allí comenzó a jugar con su avión, aquel comenzó a tener turbulencias en el momento en que vio como Matt abrazaba a la fuerza a Mello, quien se encontraba súper enojado… sin darse cuenta su brazo callo haciendo chocar al avión contra un vaso situado en la mesa, partiendo aquel, Matt lo miro asustado igual que Mello, Near se encontraba espantado mirando a su avión, el vaso hecho trizas y las leves cortaduras en su mano, miro a L esperando que aquel lo retara, pero este seguía observando su cuchara, pasaron segundos para que el temblor en la mesa llegue a él y caigan todos sus dulces a la mesa, L miro a Near
-te duele?- le pregunto, en el lugar reinaba el silencio- no has matado a nadie no te espantes- agrego el morocho
-mi avión- dijo el de pelo blanco, recordando el día en que Matt decidió regalárselo, tenían tan solo trece años, Near estaba sumamente aburrido y el colorado se apareció con aquel avión y se lo regalo, fue su primer juguete, su primer objeto personal, en aquel lugar.
-y ahora lloraras?- interrumpió Mello con un tono sarcástico
-quizás- dijo el muchacho de cabello blanco, ocultando su rostro con su cabello- no quiero comer, iré a dormir- aviso levantándose de su silla yéndose al baño con su avión en mano, algunas gotas de sangre iban cayendo, aunque las heridas no eran muchas algunas de ellas tenían algunos vidrios aun que le pinchaban la piel. Llego al baño allí enjuago su manos, y miro su juguete, cual tenía la pintura que lo decoraba algo rasgada- estúpido- peso, luego miro su mano, cual ardia intensamente, salió del baño y comenzó a caminar por los pasillos. Estaba perdido en sus pensamientos jugaba con sus dedos enrollando su cabello, mientras miraba perdidamente las ventanas del lado derecho del pasillo, fue aquel brusco movimiento cual lo trajo a la realidad, de repente, ya no estaba en aquel pasillo, estaba en una de las tantas habitaciones que se encontraban a la izquierda de aquel. El peliblanco se asustó en cuanto sintió aquel peso acorralándolo contra la pared, pegado a su cuerpo, mantenía sus ojos serrados, pues no quería saber que sucedía
-te, tengo- escucho decir, rápidamente abrió sus ojos y vio a aquel colorado sonriéndole,
-eh?.. Creí que..- se quedó callado el muchacho
-que no quería?- dijo gracioso separándose un poco tomando la mano del mas palido
-tal vez- le respondió
-nunca, si tan solo L no hubiese estado esperando a que regresara…- comenzaba a decirle mientras besaba sus pequeñas heridas- no me hubiese ido en ese momento de la habitación, pero ahora me ha enviado a ver como estas, y tengo todo el tiempo que quiera- dijo subiéndose los lentes; el de ojos oscuros se sonrojo y se sintió un poco más torpe que antes
-entonseeees…- dudaba el más bajito, miró fijamente al colorado, con cara de póker, aquel lo miro con ternura, pues no podía comprender como hacía para ser tan inexpresivo, lentamente se acercó a su rostro, esta vez a pesar de saber que el otro lo aceptaría, no estaba tan seguro de sí mismo, tímidamente lo beso, y así comenzó a deslizar su lengua hacia su boca, el sabor de aquel pequeño se le hacía tan adictivo, tan necesario, con su espalda algo doblada lo abrazaba por la cintura, mientras el otro del cuello lo tomaba y ponía en punta de pies, lentamente, estos comenzaron a despegarse del piso, el de ojos verdes lentamente lo iba subiendo, enderezando su espalda, hasta tenerlo sujeto a su espalda con sus piernas, el colorado, lo sostenía con sus propias manos entrelazadas situadas debajo del trasero del más pequeño, aquellos iban dándose tiernos besos cargados de dulzura y cariño, dando pequeños pasos, hacia la cama que allí se encontraba, Matt comenzó a quitar las frazadas con una de sus manos, sin despegar sus labios de los del peliblanco, allí lo recostó, Matt comenzó a quitarse la ropa, cosa que también hizo Near, ambos quedaron solo en ropa interior, pues ninguno se había animado a deshacerse de aquella ultima prenda, el de cabellos carmesí, se acomodó encima del más pequeño, besando sus labios, rosando su entrepierna, bajando a su pecho suavemente, con sus dedos delineaba el torso del pequeño, su respiración comenzaba a agitarse, aun así, no iba más allá de sus caricias, aquellas que levemente rosaban al muchacho que se encontraba debajo quien no hacía más que disfrutar, aunque luego de ya no poder más, de ya no soportar más aquellas caricias que lo enloquecían, también comenzó a acariciar al colorado, aunque sus caricias eran más directas, sin rodeos concentraba sus manos en el miembro del más alto
-“hermoso tierno, adorable inexpresivo”- pensaba el colorado quien no hacía más que disfrutar aquellos roses por encima de aquella prenda, iba despertando el deseo en su miembro, intentaba respirar normal, pero aquella excitación que crecía en él se lo impedía, se inclinó hacia el menor y besos sus labios, sintió como aquel entre besos y caricias comenzaba a deslizar su mano por debajo del bóxer empezando a quitarlo, Matt se separó y lo miro fijo, el peli blanco desvió la mirada, para luego sentir, como el más alto le tomaba la mano y con ella comenzaba a quitarle el bóxer, solo sus miradas eran las que hablaban, solo sus cuerpos eran lo que se expresaban, las palabras no eran necesarias, ante aquella acción, las palabras sobraban, solo ellos sabían lo que estaban sintiendo, Matt comenzó a bajar la ropa interior del mas pálido dejando ver un miembro bastante erecto cual luego de liberar por completo, comenzó a acariciar, aquellas caricias se volvieron más rápidas y un poco más violentas, teniendo en cuenta la delicadeza que debía mantener en cada uno de sus movimientos, aunque hiciera lo que le hiciera al más pequeño, Matt comenzaba a necesitar cada vez más atención en su olvidada erección; beso nuevamente al peli blanco, aprovechando para hacer algo que lo ponía tan nervioso, con los dedos de su mano libre, comenzó a rosar la entrada del más pequeño, quien se exalto un poco, pero con sus ojos serrados lo continuo besando, el pelirrojo dudaba, pero sin más comenzó a meter su dedo índice, ya estando dentro comenzó a moverlo hacia atrás y hacia adelante, haciendo gemir levemente al peli blanco entre besos, luego metió un segundo dedo, este hizo que aquel separe sus bocas y haga un gesto de dolor, aun así rápidamente beso al colorado intentando acallar cualquier reacción, este jugo un rato en su interior intentando ser lo menos brusco posible, separando levemente sus dedos adentrándolos, haciéndolos girar, cuando el peli blanco estuvo más calmado y se hubo acostumbrado, metió un tercero, aquel hizo que aquel se quejara un poco, pero al paso del tiempo, los movimientos del colorado, cuales comenzaban a ser un poco más rápidos, ya que necesitaba rápidamente atención, hacían que el pequeño gimiera, fue cuando Matt comenzó a adentrar su miembro en aquel cuando este separo sus bocas nuevamente, serró fuertemente sus ojos y rasguño la espalda del de cabellos carmesí, intentando no quejarse por aquel dolor que comenzaba a inundarlo, cuando al fin estuvo dentro, este comenzó a dar pequeñas envestidas, cuales al principio molestaban un poco al muchacho de ojos negros, el dolor empezaba a desaparecer, y de sus labios, comenzaban a brotar pequeños gemidos, cuales fueron acallados por la insistente boca del pelirrojo, quien comenzaba a masturbarlo al compás de sus envestidas, cuales comenzaban a acelerar, entre dulces besos los muchachos empezaban a sentir aquella sensación que les avisaba lo que estaba por suceder, el colorado comenzó a envestir con más rapidez al peliblanco con la misma intensidad acariciaba aquel miembro, fue aquella ultima envestida, aquella ultima caricia las que hicieron que ambos muchachos acabaran, dejando salir un intenso gemido de sus bocas, jadeante de placer el colorado, con las pocas fuerzas que le quedaban se recostó encima del más pequeño lentamente y lo miro a los ojos
-me amas?- le pregunto con sus ojos brillosos, pero el peliblanco aparto la mirada- no me amas?- le pregunto en un tono más triste, el más pequeño rápidamente lo miro
-si te amo- le dijo, para que repentinamente sus labios fueran asaltados, allí se quedaron, bajo las fresadas se acomodaron abrazados uno al otro, mirándose tiernamente.
“-el solo rose de tus labios, el leve rose de tu piel, el mínimo segundo en la que nuestras miradas se cruzan, el solo pensar que tu estas ahí, es lo que hace que mi corazón se acelere, el solo pensar en que hoy tú me amas, en que hoy tu y yo hemos sido uno es lo que me hace sentir que siendo como soy tengo lo que siempre quise, en poder pensar que tu estas hecho para mí, en que nadie podría haber comprendido mis sentimientos como tú lo has hecho, tan inexpresivo como soy tu hoy te arriesgaste por mí, te amo hoy y siempre, aunque quisiera decirte todo esto, no puedo, aun así sé que tú ya lo sabes, te amo-“
Fin