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Olvidar trae consecuencias por kekka

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Notas del capitulo:

bien primero, ya s q les dije q no tardaria en subir el cap -cosa q no cumpli u.u- pero esq tuve un bloquoe mental DX no sabia como continuarlo.

segunda recibi buanas y malas notas en el fic. Sorimasen por hacer el cap anterior tan corto, pero las ideas no me flotan se apagan -.-u y luego no s q poner. Arigatou gozaimasu por seguir leyendo a pesar d ya tardarme D: y hacerlos tan...horribles y cortos u.u

y tercera la historia tuvo un cambio algo...extraño, no s si les gust porq a mi en lo personal no m convence el cap y ps si no les gusta ps lo cambiare-y me esforzare para q mis idias vengan a la cabeza-. Ustedes decidiran si lo cambio o no, me basare por lo q diga los primeros 3 comentarios ¿de acuerdo?

y una ultima cosa, les agradezco a todos nuevamente por seguir el fic

ADVERTENCIA: Se presenta vocabulario vulgar

POV Hikaru

   Me encontraba en la solitaria habitación que solía compartí con mi alma gemela, mis esperanzas de encontrarlo se hacían mínimas con el paso del tiempo.

   Dos meses habían pasado desde la llamada de Tura, tan solo escuchar aquel nombre mi sangre hervía. El maldito no me había llamado en ese tiempo, lo único que me envió fue una foto de mi Kaoru y un mechón de su cabello.

   Muchas veces me despertaba adolorido de mi cuerpo y sabía la razón, Kaoru estaba siendo maltratado. Siempre me sentía impotente, una basura, un asco de persona ¡no podía encontrar a mi hermano! A la persona que más amo en este mundo.

   No me levantaba de la cama  más que para ir al instituto. Ya no me daban ganas de ir, solo asistía para no causar alborotos.

   Los profesores preguntaban por la ausencia de Kaoru, yo solo respondía con una seca mentira “Se encuentra enfermo” o “Está de viaje por una beca”. La última excusa la utilizaba con frecuencia, ya que el director Suoh me apoyaba en todo e incluso me propuso dejar de asistir al instituto, mas no acepte, me imaginaba a Kaoru regañándome por no asistir.

   El Tono me dio vacaciones del club, me mencionaba que no era necesario actuar felicidad frente a las damiselas si no era feliz. De este modo en cuanto se terminaban las clases iba a mi mansión a recostarme en mi cama. Una vez salían del host club me dirigía a la casa de Kyouya para seguir con la investigación.

   La policía privada de los Ootori estaba al pendiente de todo lo que sucedía, todos los días me escoltaban directo al Ouran y luego de regreso. Trataban de localizar la ubicación donde se escondían esos malditos, pero por más que se esforzaran no daban con el dichoso lugar.

   Todos los días, a todas horas trataba de comunicarme con mis padres, siempre era lo mismo, nunca se encontraban. Su viaje se había alargado más tiempo, no se sabía cuando regresarían, ni siquiera los empleados sabían cuando aparecerían. ¿Qué no se preocupan por sus hijos? Al parecer no. Kaoru estaba desaparecido, estaba siendo maltratado y nuestros padres bien gracias, ellos despreocupados.

   En estos meses he adelgazado, mi rostro se ve pálido y cansado, mis ojeras se hacían presentes. Muchas veces pienso en desaparecer de este mundo, pero las pocas esperanzas de encontrarlo me lo impedían.

   Mi vida estaba maldita, me di cuenta desde que Kaoru se fue de mi lado, no era nada sin él. Realmente lo extrañaba y lo único que deseaba era su bien, lo sé suena patético pero era lo que deseaba y si pudiera cambiar su lugar por el mío lo haría, al fin y acabo yo soy un inservible. Me arrepiento de mis errores, pero sé que nunca podre cambiarlos. De verdad que soy un inútil bueno para nada.

   Observe la hora, tenía que asistir al Ouran, con pesadez me levante y cambie. Baje a desayunar, Layla se encontraba en la cocina sirviendo mi platillo. Últimamente me llevaba mejor con ella, algunas veces me subía el ánimo, entendí la razón por la cual Kaoru le hablaba.

—         Buenos días Hitachiin-sama —se reverenció como de costumbre.

—         Hola- Respondí al saludo.

—         Hitachiin-sama debería descansar mas, sus ojeras ya se hacen presentes, ademas su rostro se ve pálido y cansado ––mientras me regañaba -y sabía que era un regaño- me servía mi almuerzo. Tome mi lugar en el comedor.

—         Ya sabes que no puedo, solo pienso en Kaoru, el cómo estará. Me preocupa todo esto.

—         Él está bien, se lo aseguro señor. Kaoru es una persona fuerte —me mostró una sonrisa, mostrando lo confiada que estaba al darme aquellas palabras.

—         Me retiro —me levante del comedor sin tocar una minúscula parte del platillo. Como siempre no desayunaba, no comía y de vez en cuando cenaba muy poco.

   Salí de la mansión, mi limosina y las patrullas ya me esperaban, suspire, todos los días se repetía la historia, pero algo me decía que hoy cambiaria la esto.

 

   La jornada estudiantil había dando su fin, en la salida se encontraban mis amigos esperándome, este día el host lo habían cerrado por algo importante mas no me dijeron que, aunque poco quería saber últimamente no asistía al host club.

       —         Hikaru —Kyouya llegó hasta mí—, mis hombres atraparon a un criminal que conoce a Tura —me sorprendí al escuchar esto.

      —          Hika-chan, Hika-chan este hombre sabe dónde se esconde, pero no quiere hablar —Honey mostró enfado, mori solo asintió con la cabeza.

      —          Pero no hay necesidad de preocuparse hijo mío, haremos hablar a ese maleante —el tono comenzó a dar sus típicos discursos, sonreí un poco, a pesar de la situación Tamaki siempre me sacaba una sonrisa con sus idioteces.

      —          Hikaru, lo encontraremos ¿ne? —Haruhi, como siempre me mostraba su apoyo. La apreciaba demasiado, era de esas personas que te apoyaban en todo y siempre estaban ahí para lo que fuera.

      —          Se los agradezco a todos —últimamente no estaba muy hablador. No me apetecía hablar ni un poco.

       —         ¡Chicos! —a lo lejos pude visualizar una silueta, venía corriendo una persona hacia nosotros.  

       —        ¿Qué sucede? —Haruhi volteo hacia la persona recién llegada.

       —         Me quería despedir, hoy me regreso a mi país y no me quería ir sin despedirme de ustedes.

       —        ¿Ya de vas Yuri-chan? —Honey miró a la pelirroja.

       —        Si, Honey-sempai —Sayuri le sonrió triste.

       —         Hitachiin-san espero y encuentre a Kaoru, les deseo lo mejor a los dos. Como pueda me estaré comunicando con Ootori-sempai.

       —         Gracias Ishikawa, me has apoyado mucho en todo esto —le sonreí. Con ella también comencé a llevarme bien, ya no la odiaba ni le echaba la culpa de lo sucedido.

       —         Bien me retiro —se fue directo a su limosina que la esperaba enfrente de nosotros.

       —         Ahora a lo que estábamos —prosiguió Kyouya con el tema pendiente—. Al hombre se le interrogara en cuanto lleguemos a mi mansión, lo podremos ver a través de una pantalla gracias a unas cámaras que fueron instaladas en la habitación donde se encuentra el sujeto.

       —         ¡Vamos a verlo! —gritó tono con entusiasmo—. Sacaremos toda información de él.

 

   Nos encontrábamos en la mansión Ootori, Kyouya nos dirigió hasta una habitación donde se encontraba una enorme pantalla, muchos micrófonos e incluso más pantallas pequeñas donde se mostraban grabaciones de diferentes ángulos de las mansiones de nuestros amigos, inclusive la mía.

   La pantalla principal - la más enorme de todas - se encendió dejando ver a un oficial y un sujeto amarrado a una silla.

   Este sujeto era de estatura media, cabello color del puro chocolate y corto, sus ojos eran negros como la inmensa noche, su tez era morena, pero no un moreno común si no uno claro. En su mejilla se apreciaba una cicatriz como una cortada de navajazo y en su brazo izquierdo llevaba un tatuaje en forma de serpiente rodeando a un cráneo incrustado por una navaja.

   Al decir verdad el sujeto era temible, pero eso no me importaba lo único que quería era saber de Kaoru, en dónde se encontraba y cómo se encontraba, y si este hombre daría esa información con eso me complacía.

       —         Habla de una vez —comenzó hablando el oficial. El sujeto guardo silencio, se encontraba viendo el asqueroso suelo y no respondía.

       —         Dije que hablaras —volvió a insistir el policía—, te hare una pregunta y quiero que respondas —no recibió respuestas por el otro así que prosiguió—. ¿Dónde se encuentra escondido Tura?

   Nuevamente invadió el silencio en aquella habitación, todos los del Host esperaban la repuesta y yo ansiaba con ganas esa respuesta también.

       —         Si no hablas te meteré tras las rejas.

       —         Prefiero eso que traicionar a mi familia —respondió el sujeto.

   El oficial tomó el machete que llevaba en manos y golpeó el estomago del hombre, el sujeto no se retorció ni quejó. Se encontraba como si nada, eso me enfureció el maldito no dejaría ver su sufrimiento y eso era lo que me ansia ahora, verlo sufrir y suplicar.

       —         Responde a la pregunta que se te fue formulada —insistió el policía.

       —         Ya lo he dicho oficial, es mejor que me arreste porque no abriré mi boca para confesar —otro golpe departe del oficial recibió el moreno.

       —         Eso no ayudara en nada —sonrió el maldito, como burlándose de lo que pasaba en estos momentos.

   Otro golpe fue lo que recibió, este solo escupió sangre, sonrió y volteó a la cámara.

      —          Solo diré que se está divirtiendo —su sonrisa se ensancho mas, una estúpida sonrisa maléfica.

      —           ¿Dónde se encuentra el señor Hitachiin?

      —          Se encuentra bien. Se divierte, le dan alimento y duchas —el maldito seguía volteando a la cámara—. Goza todo lo que hacen con él.

   Rechine los dientes, no aguantaría ni un segundo más, ese maldito me lo decía a mí. Sabía perfectamente que lo estaba vigilando a través de la cámara.

      —               Dame la dirección de donde lo tienen —interrogó el oficial.

      —               No se preocupe por él, disfruta todo, debería observar su rostro, se refleja el gozo en sus propios ojos —el machete fue recibido en su rostro haciendo que callara.

      —          ¿Dónde lo tienen? —pregunte a Kyouya el cual me miró confundido.

      —          ¿Hikaru? —Tamaki se acercó hasta mí y me tomó el hombro. Con un movimiento brusco me decide de su mano.

      —          ¡¿Dónde está ese perro desgraciado?! —ante mi actitud todos se exaltaron.

      —          Hikaru trata de calmarte —me pidió amablemente Haruhi.

      —          Llévame hasta él —le pedí a Kyouya. No hacía caso a los llamados de los chicos.

      —          De acuerdo —respondió Kyouya.

      —          Pero oka-san si lo haces él…

      —          Tamaki lo llevare, Hikaru sabe lo que hace —dicho esto me observó y me dijo con la mirada que lo siguiera.

   Salimos de la mansión, Kyouya ordenó que nos llevaran con el delincuente. Rápidamente obedecieron al pedido y ya nos encontraban escoltando hacia el dichoso lugar.

   Llegamos a un edificio, Kyouya me hizo saber que en este lugar encerraban a los criminales que atrapaban por razones importantes. Entramos a este, todo lo dicho por Kyouya era cierto, el edificio tenía miles de habitaciones con rejas y en cada una se encontraba algún criminal.

   Entramos a un elevador, para ser un edificio donde estaban los delincuentes, estaba muy bien equipado. Llegamos al lugar correspondiente, había una puerta de metal la cual tenía una pequeña ventanilla, Kyouya se acercó a esta y susurró algo que no llegó a mis oídos, la puerta se abrió de inmediato dejando a la vista al maldito cerdo amarrado en una silla.

      —          Salga de la habitación, Hikaru se encargara del interrogatorio —el oficial obedeció enseguida.

   Kyouya y el policía se quedaron parados en la puerta por seguridad mía, temían que el hombre se soltara y me atacara.

      —           Así que has venido niño rico —el sujeto sonrió, esa maldita sonrisa me enojaba más.

      —          ¿Qué le han hecho a Kaoru? —pregunte un tanto calmado, pero mi paciencia en cualquier momento llegaría al límite.

      —          Ya lo he mencionado, lo cuidan eso es todo.

      —          Eso no es cierto, tu y yo lo sabemos, ahora dime ¿qué quiere tura?

      —          Eso quien sabe, lo único que demuestra es estar demasiado interesado en tu hermanito —ya estaba al límite, no sabría lo que sería capaz de hacer.

      —          ¿Dónde lo tienen?

      —          En un lugar donde disfruta de todo —ante tal respuesta me agache, observe hacia el oficial percatándome de la bonita arma que cargaba este y sonreí para mis adentros.

   Nuevamente mire a la basura que tenía enfrente de mí, su mirada me repugnaba, no sabría cuanto me mantendría “paciente” con el maldito.

      —          ¿Dónde se encuentra?

      —          Ya te lo he dicho —adiós a mi “paciencia” le di un puñetazo en el rostro, el labio del criminal se reventó, de este salió un chorro de sangre.

      —          Pegas como una niñita asustada —sonrió tan repugnantemente.

      —          Si esa será tu respuesta —me acerque al oficial—, no me sirves de nada —en un movimiento rapido le quite el arma al policía y le dispare en la cabeza. Todo en cámara rápida.

   Kyouya solo miró la escena algo asustado, el oficial me tomó rápidamente y me estrelló contra la pared. Solo tire el arma y sonreí.

       —        Espera suéltalo —le ordenó Kyouya al oficial, este no hizo más que obedecer.

   Salí del edificio, Kyouya se quedó hablando con el hombre vestido de azul. Subí a la limosina, unos momentos pasaron para que Kyouya se subiera al auto, no mencionó nada solo le dio instrucciones al chofer para retirarnos.

   Llegamos a la mansión Ootori subimos a la habitación donde el Host estaba reunido. Atravesamos la puerta y todos centraron su asustada mirada en mí, la pantalla estaba aun encendida solo no se mostraba imagen alguna.

      — Hikaru —mencionó Haruhi con temor— ¿qué paso?

      — Nada, solo me deshice de la basura —la sonrisa que mostraba en ese instante era escalofriante, me di cuenta por la expresión en los rostros de todos.

   Todos se habían dado cuenta que no era el mismo Hikaru de antes, había cambiado puede que para mal o para bien eso no se sabía. Sin embargo, no me importaba, lo único que era importante para mí en estos instantes era Kaoru y si eso significa mancharme las manos de sangre no me importaba lo haría si fuese necesario. Ademas Tura y sus hombres hacían cosas peores, así que no pasaría nada.

   Al igual me di cuenta de que esta manera había cambiado mi rutina de siempre.

Notas finales:

bn esto es todo ustedes deciden ¿ne?

y ps dependiendo d lo q eligan lo hare

tratare d poner en marcha mis ideas y crear una base para el siguient cap

les agradezco mucho su tiempo ^^

nos vemos

 


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