Hikaru, todas las clases estaba pensando en Kaoru y esa estúpida (así la decidió llamar, entre varias cosas mas). En su mente solo había una pregunta, la cual lo traía desesperado en no encontrar respuesta.
Esa idiota porque le sonríe a Kaoru, que se cree, pero me las pagara, yo le diré que no se acerque a Kaoru y le daré una buena razón, si…espera qué razón le puedo dar…Kaoru es mi hermano y yo…si eso es lo que le diré, que Kaoru es MIO y le diré que…espera… ¿mío? Es mi hermano, el no es mío, solamente es mi hermano. Demonios ahora que estoy pensando.
Las clases pasaron, Kaoru y Sayuri se la pasaban bien, lo que a Hikaru no le agradaba en nada, estaba bastante molesto por lo que pasaba.
Esa maldita, desgraciada. Solo le sonríe a Kaoru, pero me las pagara cuando salga del club. Que no sabe que Kaoru es solo MIO, y yo no…espera ¿mío?...espera, otra vez diciendo que es mío. ¿Qué me pasa?, yo…Kaoru es mi hermano y no soy nadie más para decir que es mío…pero si es MIO. ¿Por qué me molesta el que Kaoru hable con la estúpida, y que hable con otras personas?
Kaoru es MI hermano, entonces es solo MIO y de nadie más…pero soy solo su hermano, no puedo decir que Kaoru es mío…pero es la verdad…pero no…yo soy su hermano…pero soy solo su hermano…yo…
— ¡Demonios! —Hikaru terminó gritando, ya se había hecho un desastre en su cabeza.
— Señor Hitachiin, estamos en clase. Deje de gritar —se quejó, era cierto aun estaban en clases y se sentó en su lugar. Pero aun seguía pensando en por qué le molestaba tanto que le hablaran a Kaoru, se le acercaran o le sonrieran.
Las clases al fin se habían acabado, Hikaru y Haruhi se salieron del aula para esperar afuera a Kaoru y poder dirigirse al Host Club.
— Ya te dije que no puede venir —le decía Haruhi a Hikaru.
— ¿Pero por qué no?, si tenemos que ir al Host Club —le decía Hikaru un poco molesto.
— Hikaru, ya me voy si llegamos tarde Kyouya-sempai se enfadara.
— Pues haz lo que sea, yo esperare a Kaoru.
— Está bien —así Haruhi se marchó dejando a Hikaru solo.
Kaoru por que aun no sales, ya es tarde y aun sigues en el aula. ¿Qué estarás haciendo?
En ese momento Hikaru observó a Kaoru colgando el teléfono y dirigirse al aula, Hikaru lo detuvo agarrándolo del hombro.
— ¿Hikaru? —le contestó mientras se daba la vuelta.
— Kaoru… ¿no piensa venir al club? —Hikaru le llamaba.
— Hikaru recuerda que tengo que mostrarle el instituto a Sayuri, perdón Ishikawa.
Y ahora se atreve llamarle Sayuri, esto es el colmo, pero pondré a es tonta en su lugar. Que se cree.
— Bueno Hikaru ya me voy. Te veo en casa, ¿ne? —Kaoru le sonrió.
— Está bien —le dijo algo desanimado. Kaoru que se metió al aula y Hikaru se dirigió a la tercera sala de música. Una vez allí se encontró con Kyouya.
— Hikaru me ha llamado Kaoru y me dijo que no vendría.
— Si lo sé —le contestó molesto.
— Tendrás que trabajar lo doble.
— ¡Que, ni de loco! —Kyouya solo lo miró con frialdad lo que hizo que Hikaru temblara de miedo —etto…yo…
— Hikaru no pierdas ganancias, tu hermano no estará, por lo cual tu trabajas por él y por ti.
— Pero es muy pesado.
— Lo harás ¿verdad? —lo miró con frialdad.
Si que da miedo
— Está bien Kyouya-sempai.
Una vez que empezó a atender se comenzó a desesperar y estresar. Eran demasiadas clientas, incluso eran mucho más de las que atendían él y Kaoru. Lo que más le molestaba era que hacías preguntas, muchas preguntas y todas le daban coraje a Hikaru.
— Hikaru-kun, ¿dónde está Kaoru-kun? —le preguntó una de las clientas.
— No lo sé —fue lo único que contestó.
— ¿Acaso se han peleado? —preguntó otra clienta.
— ¿Cómo me pelearía con mi hermanito? —contestó Hikaru como un Host, aunque estaba molesto por dentro. Las clientas solo suspiraron.
— De hecho acabo de ver a Kaoru-kun con una chica —dijo otra clienta.
— ¿Enserio? —preguntó una de las clientas que ahí se encontraba.
— Si así es, la chica es muy bonita.
— Que envidia le tengo —agregó otra clienta mas.
— Si aparte Kaoru-kun la acompaño hasta la salida.
— Kyyaaa, que tierno.
Y entre toda esa platica se encontraba Hikaru, con un aura negra rodeándole y una venita en su cabeza. Si que estaba celoso.
— ¿Crees que sea su novia? —pregunta una de las clientas.
— Tal vez, lo más seguro es que estén saliendo.
— Me gustaría ser esa chica.
— Si además sonreían bastante, se les notaba demasiado.
— ¿Y hacen una bonita pareja? —cuestionó una clienta.
— Sí, claro que sí. Son la pareja perfecta.
— ¡Se pueden callar de una buena vez! —y ahí exploto Hikaru— ¡¿Dónde está Kaoru!? —se dirigía a la clienta que lo había visto.
— yo…etto…pu-pues…es-esta-ta-ban —todas las chicas estaban congeladas del miedo.
— ¡Maldita sea, habla bien que no se te entiende! —Hikaru estaba bastante molesto.
— ¡Ahhh!, ¡Hikaru-kun da miedo! —algunas chicas salieron corriendo de la tercera sala de música.
— ¡Dime donde esta Kaoru!
— Él…es-es-ta en…ah…la en-entrada —la chica solo balbuceaba cosas sin sentido.
— ¡No se entiende, habla bien! —Hikaru estaba irritado.
— Hikaru, a una señorita nunca se le falta el respeto —llegó Tamaki a tratar de salvar a la chica ya que estaba toda blanca del miedo que le daba Hikaru al estar enojado —, siendo un host es tu deber respetar a las princesas y darle lo mejor que…
— ¡Ya cállese tono, que no me importan sus discursos! —Tamaki se le quedó viendo.
— Oka-san mi hijo no me quiere —fue con Kyouya, el cual se acercó a Hikaru.
— ¿Se puede saber que estás haciendo? —le preguntó con su voz fría y calculadora.
— ¡Me voy a buscar a Kaoru! —Hikaru se puso en marcha a la puerta del club y se fue.
Una vez que salió se fue a tomar la limosina, pero vio que esta no se encontraba
— Genial, ahora tendré llamar al chofer y esperar a que llegue —dijo Hikaru muy molesto.
Cuando sacó el celular para llamar al chofer llegó una de sus limosinas. Así que guardó el celular y se subió a esta.
Una vez que llegó a la mansión se puso a buscar a Kaoru pero no lo encontraba, en el recorrido para encontrarlo se encontró con la gemela de Layla.
— ¿Dónde está Kaoru? —le preguntó Hikaru con voz enojada.
— No lo sé señor Hitachiin.
— Maldita sea, aquí nunca saben nada —Hikaru decidió ir al cuarto, pues tarde o temprano tenía que llegar.
Una vez llegó al cuarto escucho que alguien estaba en el baño así que supuso que era Kaoru, se sentó en la cama dispuesto a reclamarle del porque estaba con Ishikawa hasta que le cruzó un pensamiento.
Pero por qué le voy a reclamar, el puede hacer lo que quiera con su vida, no le puedo prohibir algo, además porque me enojo si solo es mi hermano. Yo no sé ni lo que pienso ahora —se recostó en la cama y miró el techo— el es solo mi hermano, no le prohibiré algo si solo somos hermanos, que haga lo que le plazca. Pero aun así me da coraje que se arrime a otras personas o que le hablen los demás, la razón, no sé, ¡ya no se no lo que digo! —y así se quedó hasta que se quedo durmió.