Naruto salió corriendo después de haber besado a Sasuke, no podía creer que hubiese sido tan impulsivo, por lo menos no le dio tiempo al azabache a protestar, en el futuro tendría que ser más cuidadoso, no era adecuado ir besando a los empleados, el era el jefe, no podía demostrar ningún tipo de favoritismo para sus empleados o podría tener problemas, incluso podían denunciarle por acoso. Por suerte, lo había besado en la calle, después de que el Uchiha le obligase a invitarle a cenar, esperaba que Sasuke no se lo tuviese en cuenta y no se lo explicase a nadie.
Llego a su casa, se metió corriendo a darse un baño y reflexionar sobre lo ocurrido, debía controlar sus sentimientos, no se permitiría bajar las defensas otra vez debía ser conciente de que como mucho podían llegar a ser amigos, jamás podrían tener una relación íntima, la política de la empresa lo impedía y no quería despedir al azabache… en que lío se había metido…
Después de reflexionar durante toda la noche Naruto decidió comportarse con naturalidad, no es como si le hubiese dado un beso en los labios, solo le había dado un beso en la mejilla, algo completamente normal e inocente, los amigos muchas veces se besaban así, y él le había pedido ser su amigo así que nada reprochable, pero… no podía evitar sentirse nervioso por la reacción que tendría Sasuke al verle
- Buenos días
- Buenos días Uzumaki-san- ¿Por qué tenia que coincidir con él en el ascensor? normalmente ni se veían, pensaba el rubio - Que pase un buen día
- Eh? Si lo mismo para usted- dijo saliendo de sus pensamientos y esbozando una hermosa sonrisa dejando de nuevo sin respiración al azabache.
Sasuke se quedó embobado viendo como se cerraban las puertas del ascensor, llevándose consigo a su rubia adoración, se dirigió con desgana hacia su despacho y con la leve esperanza de ser llamado por su jefe para solucionarle cualquier problema informático que pudiese tener, aunque fuese la mayor tontería…
Como cada día los lusers le llamaban y le hacían perder el tiempo, Karin le había llamado porque no encontraba un campo en el programa de contabilidad que ni siquiera sabia como se llamaba, pero según ella era importantísimo y el Uchiha debía encontrarlo… Lee había intentado arreglar la impresora a golpes porque según él era la única manera de que le aceptase el papel… lo único que tenía que haber hecho era escoger la bandeja adecuada…
Así fueron pasando los días y Naruto y Sasuke no volvieron a hablar, el azabache se sentía solo y molesto con el rubio, como se atrevía a enamorarlo y después pasar de él durante toda la semana, ya ni siquiera lo veía en el ascensor… ¿es que acaso lo estaba evitando? Y entonces se acordó, si el dobe no lo llamaba el haría que lo llamase…
Por su parte Naruto había pasado toda la semana intentando esquivar a Sasuke y por el momento lo había conseguido. Después de su encuentro en el ascensor no habían vuelto a coincidir, se sentía extraño, no podía ser que ese azabache despertase todos esos sentimientos en él y su obligación como jefe era mantenerse al margen de toda relación intima con sus empleados, pero realmente lo echaba de menos… ¡joder! Solo lo conocía de un día y ya no podía vivir sin él…
Entonces pasó, su ordenador empezó a volverse loco, no entendía por qué, pero se le cerraban solos los programas, enviaba cosas a imprimir y desaparecían de la cola de impresión, los archivos se le cambiaban solos de carpeta… el no era un genio informático como el azabache, pero si era lo suficientemente hábil para sobrevivir y realizar las tareas de usuario, por lo menos se sentía superior a muchos de sus subordinados en ese aspecto…
Tardó 3 días en darse por vencido y llamar al objeto de su insomnio, no quería admitirlo pero lo necesitaba, solo esperaba que el problema de su ordenador no fuese tan grave como para perder todos sus archivos o que fuese una soberana tontería y ganarse las burlas del azabache.
- Buenos días Uzumaki-san ¿A qué debo su llamada?
- Verás, a riesgo de que te rías de mi… están pasando cosas muy raras… al principio creí que era cosa mía puesto que he tenido muchas cosas en la cabeza estos últimos días…
- Echemos un vistazo
Mientras Sasuke miraba el ordenador, Naruto le explicó con sumo detalle los problemas que había tenido deseando que no fuese un virus que le obligase a formatear el ordenador, sabia que tenia que hacer copias de seguridad de vez en cuando, pero sinceramente se había olvidado por completo.
- Hmp
- Me esta asustando Uchiha-san…
- Es un virus, formateando el ordenador se arregla…
- ¡No!- gritó el Uzumaki sobresaltando al Uchiha- debe haber otra solución…
- Bueno puedo pasarme todas las tardes por aquí, introduciendo los códigos de seguridad y restablecer la configuración inicial sin borrar los archivos ni programas existentes
- ¿Y no me puede dar esos códigos y enseñarme como se hace?
- Usted estableció en los protocolos de seguridad que solo el equipo técnico podía tener esa información, evitando que el resto de socios de la empresa pudieran acceder libremente a la información de los demás, por mantener ese código en secreto me paga un plus de confidencialidad…
- Esta bien, pero… ¿me promete que si hace eso cada tarde mi ordenador funcionará como antes?
- Si
- De acuerdo, ¿y cuanto tiempo necesita?
- Una hora será suficiente por el momento
- OK, a partir de mañana me reservaré todos los días de 16h a 17h para que pueda realizar los ajustes pertinentes- dijo Naruto
- ¿Y por qué no a partir de hoy?
- Tengo una reunión a las 16h con la señorita Yamanaka en mi despacho…
- Puedo realizar los ajustes mientras están reunidos…
- No se si querrá que tengamos público… mmm… ya se pásate por el despacho si ella no tiene inconveniente puedes quedarte, sino lo podemos dejar para las 17h aunque eso significaría alargar tu jornada…
- De acuerdo, hasta la tarde
Sasuke se fue sin decir nada más, después de todo su plan había funcionado, al ordenador del rubio no le pasaba nada, pero gracias a que el tenía acceso a todos los ordenadores de la planta pudo acceder al de su jefe y sabotearlo desde dentro, sabía que lo que hacía estaba mal, pero necesitaba a su rubio más de lo que había imaginado en un principio, y si para estar a su lado tenía que poner en peligro su puesto de trabajo lo haría…
A las 16h se presentó en el despacho del rubio, ni un segundo antes ni uno después, cuando llamó a la puerta vio a una rubia que llevaba el pelo recogido en una larga coleta, tenía los ojos azules y llevaba un traje ajustado que no dejaba nada a la imaginación… si no hubiese conocido al Uzumaki seguramente le hubiese llamado bastante la atención pero al lado del rubio las facciones y las características de la joven quedaban palidecidos…
- oh!? Uchiha-san ya está aquí… ahora mismo le comentaba a la señorita Yamanaka si no le importaba que usted estuviera presente durante nuestra reunión…
- No se preocupe Uzumaki-kun, me fío del personal de su empresa, además que me haya recibido tan pronto es todo un honor para mí- dijo la rubia melosa
- No ha sido ninguna molestia señorita Yamanaka, sabe que estoy a disposición de mis clientes
- Se lo ruego Uzumaki-kun llámeme Ino, que me llame por mi apellido me hace sentir mayor
- Entonces llámeme Naruto, jamás me he acostumbrado a que me llamen por el apellido…
- Esta bien Naruto-kun
Sasuke se había colocado en el escritorio de Naruto detrás de su ordenador, haciendo ver que trabajaba, presenciar esa escena le estaba poniendo enfermo, su sangre estaba empezando a hervir de celos, sabia que no tenia ningún derecho sobre el rubio pero… A él no le había llamado más que una vez por su nombre*…
Después de eso la reunión había transcurrido bastante rápido, Sasuke se dio cuenta que Naruto había accedido a los caprichos de la Yamanaka para metérsela en el bolsillo puesto que había conseguido venderle uno de los sistemas de seguridad más caros de la empresa. La chica se había ido muy satisfecha por el trato recibido, incluso dijo que recomendaría a sus amistades la empresa, ya que aunque fuese un poco más cara que los competidores el trato recibido merecía ese sobrecoste.
- Vaya dobe, eres más bueno de lo que imaginaba
- Por supuesto teme… Un momento, Uchiha, esa no es forma de referirse a un superior
- Yo creía que éramos amigos…- dijo Sasuke encogiéndose de hombros
- Y lo somos, pero ya te dije que no debías olvidar que soy tu jefe, si quieres podemos dejar de usar los apellidos y llamarnos por el nombre mientras estamos en las oficinas ¿Qué pensarían tus compañeros si te oyesen llamarme dobe?
- Entonces… esta bien que te llame Naruto- El aludido se estremeció ante la forma en que su compañero pronunció su nombre, e intentó por todos los medios que no se notase su nerviosismo
- Por supuesto, Sasuke- el azabache tubo una reacción similar, le encantaba como sonaba su nombre en los labios del otro pero por el momento no se lo demostraría, tenia que ir paso a paso…
Las semanas fueron pasando y Sasuke y Naruto se iban haciendo cada vez más cercanos, el azabache iba cada día al despacho de su jefe, tal y como habían quedado, se pasaban toda la hora charlando amenamente, en realidad era el rubio el que hablaba mientras él hacia ver que arreglaba el sistema. Día a día confirmaban que sus sentimientos cada vez eran más fuertes… Ahora se iban juntos cada día, el rubio acercaba al azabache a casa y les costaba no llamarse por sus motes en el trabajo.
En la empresa todo el mundo había descubierto lo bien que se llevaban, lejos de molestarles muchos estaban felices, puesto que gracias a eso al azabache se le habían bajado un poco los humos y era algo más cordial con los compañeros… aún los consideraba unos lusers pero por lo menos no era tan déspota con ellos, además que ya no le llamaban tan seguido como al principio…
Uno de los días mientras salía de atender una incidencia, después de explicarle por centésima vez a Suigetsu que para ver en pantalla lo que proyectaba el cañón era necesario que pusiese el AV2 escuchó a Naruto interrumpir a uno de sus comerciales en una reunión, le picó la curiosidad y se puso a escuchar.
- ¡Orochimaru! Dale un respiro a Chiyo-sama, déjame hablar con ella
- Pero Uzumaki-san, si no la presionamos ahora nunca firmará
- Orochimaru, te tengo dicho que no quiero que presiones a los clientes, deben sentirse cómodos y tener confianza en nosotros, no deben sentirse amenazados
Naruto se giró y miró a Chiyo-san
- Disculpe a mi compañero, no tiene mucha paciencia, en verdad no es necesario que decida ahora mismo si somos la compañía que le interesa y si nuestros productos son los adecuados para usted. Puedo ver en su mirada que está confundida y asustada ¿Hay algo que pueda hacer por usted?
- Verá es que no se si sus productos me convienen…
- Olvídese de eso, hay algo que la esta preocupando y me gustaría poder ayudarla
- La verdad es que mi marido murió hace poco y mi nieto no esta en el país… no conozco la situación de mis cuentas, pero estoy asustada, en el barrio en el que vivo han asaltado ya dos casas y 2 mujeres han sido llevadas al hospital por robo con violencia
- No se preocupe, lo primero que necesita es sentirse segura en su casa, se lo que se siente al tener miedo de estar en tu propia casa.
- ¿Le asusta regresar a su casa?
- Ahora ya no pero cuando era más pequeño si- esas palabras hicieron que el azabache se olvidase por completo de Suigetsu y toda su atención recayese e escuchar al rubio- ¿de verdad quiere escuchar una aburrida historia?
- Me gustaría saber porque le daba miedo
- Vera…- Naruto suspiro profundamente y Sasuke se acercó más a la puerta para escuchar mejor- a mis padres los mataron cuando tenía 10 años delante de mí… ellos me protegieron de unos atracadores que entraron a robar a mi casa… Era de noche y escuché unos ruidos en la cocina, pensé que eran mis padres y fui a ver que pasaba, entonces me encontré con los ladrones cara a cara y grité. Los gritos despertaron a mis padres, y los atracadores asustados por mi grito me dispararon, mis padres se interpusieron entre las balas y yo, quedé lleno de sangre y me desmayé. Cuando desperté los policías me explicaron que habían conseguido atrapar a los ladrones antes de que se llevasen nada y que me había salvado gracias al sacrificio de mis padres… Estuve meses sin hablar con nadie, me encerré en mi mismo. Tiempo después mis tutores me llevaron a mi casa pero yo no me atrevía a entrar, estaba aterrado, todo me recordaba a aquella noche y tenía miedo de que se repitiese… No fue hasta que pasaron varios años que me atreví a quedarme a dormir, pero fue gracias a mis amigos y tutores que me pude recuperar, sin ellos por mucha seguridad que hubiesen instalado no hubiese vuelto a pisar aquella casa.
Sasuke se quedó impresionado por la intervención del rubio, sabia que los padres de Naruto habían muerto, el mismo se lo había dicho, pero averiguar el motivo… seguramente por eso había creado una empresa de seguridad, y por eso le molestó tanto cuando le habló de la expansión, para Naruto lo realmente importante es ayudar a sus clientes, los balances y la situación de las cuentas era algo secundario…
- Por eso, antes de instalar un sistema de seguridad le recomiendo hablar con su nieto y sus amigos, recuperar la confianza en ellos le hará sentirse mejor. Si después de ello sigue queriendo contratarnos estaremos esperándola, sino significará que no nos necesita- concluyó con una sonrisa melancólica
- Siento lo de sus padres, debió ser muy duro para usted, se nota que es buena persona y no intenta aprovecharse de mí… no como su compañero… ¿podría pedirle un último favor?
- Si está en mis manos le ayudaré
- ¿Podría venir a mi casa y decirme exactamente que es lo que necesito?
- Mmm no entiendo
- He decidido instalar un sistema de seguridad, pero me gustaría que usted le echase un vistazo antes…
- Por supuesto que iré, pero prométame que hablará con su nieto y se reconciliará con él
- ¿Cómo ha…
- Lo he visto en sus ojos
- Gracias joven…
- No hay de que- Naruto sonrío – ¿quiere que la acompañe?
- No será necesario, conozco el camino- dijo Chiyo sonriendo
Tras despedirse de Chiyo, Naruto se acercó de nuevo a Orochimaru y le dio unas indicaciones para después salir. Sasuke se percató de que estaba al lado de la puerta y se alejó lo más rápido posible para que no se dieran cuenta de que había oído todo
- Sasuke, no sabes que es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas
- Hmp
- Bueno, tarde o temprano te lo iba a explicar… después de todo somos amigos… - dijo Naruto con voz queda
En ese instante comprendió que al rubio le había afectado muchísimo recordar esos sucesos, no debía ser agradable recordarlo… miró a ambos lados y se dio cuenta de que se encontraban al lado del cuarto de impresoras... Tomó al rubio de la muñeca y lo arrastró al cuarto, cerró la puerta y lo abrazó.
Naruto se sintió vulnerable y abrumado por todos los recuerdos, se había prometido a si mismo ser fuerte, crear una empresa capaz de ayudar a las personas y no permitir perder la vida de ninguno de sus clientes, ser fuerte por sus amigos y las personas que lo querían, pero en esos instantes necesitaba desahogarse. Se aferró a Sasuke y lloró, permitió que las lágrimas se llevasen todos los malos recuerdos.
Ninguno de los dos se dio cuenta que alguien los había observado, sabía que entre ellos existía una fuerte atracción que se había convertido en amistad, pero lo que necesitaban ambos era declararse y complementarse mutuamente. …l conocía a Naruto desde que era un bebé, siempre lo había cuidado, aunque al principio el rubio lo había necesitado a él, con el paso del tiempo las posiciones se invirtieron.
Naruto conocía perfectamente su pasado y sabía que él se culpaba por la muerte de sus amigos de infancia, y pese a ser alguien que odiaba la traición y el abandono se convirtió en su amigo y le tenía un gran cariño. …l estaba firmemente convencido de que gracias al rubio conseguiría expiar sus pecados y olvidar sus miedos, no volvería a abandonar a un amigo y lo apoyaría en todo lo que necesitase, aunque no se lo hubiese pedido.
Cuando Naruto se calmó se separó inmediatamente del Uchiha, al que le molestó que rompiera el contacto, pero no dijo nada.
- Yo… gracias…
- ¿Por qué?
- Por no dejar que el resto vieran mi debilidad, un jefe no debe ponerse a llorar frente a sus empleados…
- Un jefe puede llorar frente a sus empleados y amigos cuando lo hace por los motivos que tu lo has hecho… llorar no te hace débil… ignorar el sufrimiento ajeno y no ayudarles, sí
Naruto solo pudo abrazar de nuevo al azabache haciendo que cayeran al suelo, cuando se separó se miraron a los ojos y esbozó una enorme y sincera sonrisa, el Uchiha se ruborizó ante tal sonrisa, solo atinó a desviar la vista y levantarse observando el reloj que había en el cuarto
- Creo que deberíamos irnos ya son las 18h
- ¿Ya es tan tarde? Lo siento, te he entretenido más de la cuenta, seguro que te estaban esperando…
- No tengo a nadie que me espere, pero si me invitas otra vez a cenar olvidaré que me debes una hora extra… dobe
- ¡Teme aprovechado! -Dijo haciendo un puchero- esta bien, te invito a cenar, vamos
Dijo Naruto con energías renovadas, tiró del azabache acercándolos a la puerta pero cuando fue abrirla se dio cuenta de que estaba cerrada
- ¡Mierda!
- ¿Qué pasa dobe?
- No se abre…
- Déjame a mi usuratonkachi
- ¿¡Cómo me has llamado teme?!- Sasuke ignoró su reclamo
- Pues es verdad no se abre…-
Naruto lo miró con reproche y dándose por vencido se sentó en el suelo, con la espalda apoyada en la pared, Sasuke se sentó a su lado imitándolo, se quedaron en silencio durante un largo rato. Ninguno de los dos sabía que decir, Sasuke se encontraba abrumado, por su impulso se quedaron encerrados, odiaba no pensar, tener al dobe tan cerca, a su lado después de haberlo sentido entre sus brazos era casi una tortura… no resistiría mucho tiempo sin tirársele encima.
Por su parte Naruto, extrañaba los brazos protectores de Sasuke, hacía semanas que se había dado cuenta que estaba enamorado de ese teme, pero no podía mantener una relación sentimental con él mientras fuera su empleado, por eso intentaba mantener las distancias, aunque su estrategia no había funcionado, puesto que ahora pasaban mucho más tiempo juntos.
- Dobe… ¿Por qué no llamas a alguno de tus empleados?
- El único que tiene acceso es Kakashi, ya he intentado llamarle pero tiene el móvil apagado… hasta mañana no vendrá nadie a abrirnos…
- Hmp
- No se porqué te molestas si ha sido culpa tuya que acabemos aquí encerrados…
- ¿Culpa mía? ¿Quien ha sido el dobe que se ha puesto a llorar delante de todo el mundo?
- No estaba llorando, he empezado a llorar cuando estábamos dentro, si no me hubieses abrazado no hubiese empezado a llorar
- ¿Encima que me preocupo por ti me vas a echar las culpas? ¿Tanto te molesta estar a solas conmigo?
- Sabes que no es eso… y si… tienes razón… lo siento… discutiendo no ganamos nada…
Al azabache le sorprendió que el rubio dejara de lado su orgullo, los meses que habían pasado juntos, había llegado a conocerle bien y a pesar de ser alguien muy alegre y amable también era muy orgulloso.
- Pensemos en cómo salir de aquí, te debo una cena, y Uzumaki Naruto siempre cumple sus promesas
Pasaron un par de horas pensando en como salir de ahí, el azabache había empezado a ilusionarse con la idea de pasar toda la noche juntos y realmente no estaba poniendo mucho empeño en discernir una solución…
- ¡Mierda!
- ¿Por qué gritas dobe?
- ¿Qué día es hoy?
- Viernes- contesto Sasuke simplemente, Naruto le miro con cara de ¿no lo entiendes o que?- ¿Quieres decir que hasta el lunes no vendrá nadie?
- Y luego me llamas dobe, teme…- dijo encogiéndose de hombros y negando con la cabeza
En ese momento el Uchiha pensó seriamente como salir de allí, una cosa era estar encerrados una noche, si era cuidadoso podría conseguir que la relación avanzase pero 3 días ahí encerrados sin poder comer o ducharse era demasiado, y conociendo como era su relación era más probable que acabasen a golpes en algún momento…
- ¿Y si intentas salir por la ventilación? En las películas siempre funciona…
- ¿Y quien de los 2 lo intenta?
- Tú por supuesto, eres más pequeño
- Oye, que somos casi del mismo tamaño solo me sacas un par de centímetros
- Tengo más espalda que tú dobe…
- Eso no es cierto, déjame tu camiseta
- ¿qué?
- Que me dejes tu camiseta te voy a demostrar que somos casi del mismo tamaño
- Ni lo sueñes dobe- dijo el Uchiha sonrojado y apartando la vista para que su compañero no se percatase de su estado
- Pues si no te la quitas tú te la quito yo
Dicho esto, Naruto se tiró encima de Sasuke, empezaron a forcejear, dándose manotazos, esquivando las manos del otro, el azabache retrocedía lentamente, era plenamente consciente de sus sentimientos y si se dejaba llevar sabía exactamente como acabaría el ataque del rubio. Finalmente chocó contra la pared, ya no había escapatoria, ese dobe lo tenía contra la pared
- Ya eres mío Uchiha- dijo Naruto con una sonrisa un tanto macabra
- Ni lo sueñes Uzumaki, ¿por qué no lo hacemos al revés?- preguntó Sasuke con una sonrisa de lado, si el rubio quería jugar, jugarían
- Oee teme que piensas… no sonrías así… pareces un psicópata
Sasuke empezó su “ataque” no iba a permitir que ese dobe le saltase encima, intentase quitarle la camiseta y que se quedara tan ancho, no señor, si el se probaba la camiseta del rubio también podrían saber si tenían la misma talla o no…
Ahora fue el turno de retroceder del Uzumaki, pero la suerte parecía no estar de su lado, pisó algo que había en el suelo, lo que hizo que ambos cayeran, el azabache quedó encima del rubio y sus miradas se encontraron, negro y azul chocaron el uno contra el otro y el mundo desapareció, solo existían ellos dos, notaban la respiración del contrario chocar contra su boca.
Naruto intentaba reprimir sus ganas de besar al azabache, esos ojos lo atraían, la mirada del Uchiha le robaba el aliento, el alma, si Sasuke hacia un leve movimiento no lo detendría, olvidaría de una vez por todas las objeciones que tenía, se dejaría llevar y saborearía los labios del dueño de sus desvelos, más tarde pensaría en las consecuencias de sus actos.
Sasuke sabía que la persona que estaba debajo suyo no era un cualquiera, era su jefe, pero en la situación en la que estaban no podía concentrarse en todos los peros que se había autoimpuesto para controlarse y no saltar encima del Uzumaki al menor descuido de este. Sus ojos vagaban entre los zafiros del rubio y sus carnosos labios… Y entonces lo vio, el deseo en los ojos de Naruto, no pensó solo actuó, cuando salieran de la sala ya pensaría en lo que vendría.
Sasuke lo besó, un beso tierno y apasionado, intentaba transmitir todo lo que estaba sintiendo y había callado durante los últimos meses, Naruto no respondió enseguida pero cuando lo hizo el beso se volvió ardiente y necesitado, y se percató que nadie lo había hecho sentirse tan completo… El rubio se dio cuenta de que necesitaba a ese hombre como no había necesitado a nadie en su vida, mientras probaba esos labios supo que jamás encontraría a nadie que le hiciese sentir así…
Naruto subió sus brazos lentamente y los colocó en el cuello del azabache, acercándolo más a su cuerpo, Sasuke dejó de hacer fuerza para aguantar todo su peso y fue recontándose sobre el rubio, empezó a acariciarle, reconociendo el cuerpo del rubio, sin desvestirlo, quería disfrutar de todo el momento, no había prisa, estaban encerrados y nadie vendría a buscarlos.
Quizás se estaba aprovechando de la situación, pero era consciente de que si le daba al rubio un momento de descanso, no volvería a tener oportunidad, el dobe estaba preocupado por el trabajo de ambos, pero si avanzaban podrían pensar una solución conjunta y no tendrían porqué separarse…
Se atrevió a separarse un poco, sin dejar de acariciarlo, para contemplar a su rubia adoración, tenía los ojos entre abiertos, la respiración agitada, los labios un poco separados y un leve sonrojo en sus mejillas, ante tal imagen, el azabache no pudo más que confirmar sus pensamientos, si Naruto le dejaba lo acompañaría de por vida y jamás se alejaría de él.
Volvió a besarle, esta vez era un beso más pasional, más demandante, ese beso estaba haciendo que subiera la temperatura de su cuerpo, la ropa empezaba a molestar, le quitó la americana al rubio y esperó por su respuesta, notó que Naruto no oponía resistencia, al contrario estaba muy colaborador, por lo que se atrevió a desabrochar lentamente la camisa del rubio, quería contemplar su cuerpo, tocar cada rincón de su piel, poseerlo…
Naruto se sentía desfallecer, nunca había sentido tanto placer… los besos y caricias de Sasuke le hacían ver el paraíso y no dudaba que si seguían así llegaría a alcanzarlo. Sentía al azabache recorrerle el cuerpo como si ya lo hubiese hecho anteriormente, como si conociese todos los puntos que le hacían enloquecer… el no quería quedarse atrás, rompió el beso sacando un gemido de queja por parte del azabache, pero antes de darle tiempo a protestar empezó a repartir suaves besos, caricias por el cuerpo contrario y se colocó encima de él.
Un repentino golpe los sacó de su ensoñación, se separaron de golpe, Naruto recobró la cordura que había perdido, se miraron sonrojados y con las respiraciones agitadas. Sasuke se acercó a él y le acarició la mejilla con ternura para intentar besarle de nuevo.
- No Sasuke, no podemos, aquí no- dijo mientras apartaba la mano de su mejilla y le tapaba la boca al azabache