Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cambio de planes por Yuikochan

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Sabeis esas cosas que nunca te planteas escribir y que de repente te encuentras frente al ordenador haciendolo? XDD pos eso! jajajaja siempre havia pensado que ren era muy uke... (?) ok, tampoco jeje

Perdón por el lenguaje, es solo en un intento de meterme en la piel de un personaje estresado y de mal humor (yo tampoco se porque me disculpo)

Ya no aburro mas. ¡Enjoy! ^^

Ah, dos semanas, dos putas semanas ya. Debería haber ido con él, maldito mi orgullo. Y además es que me lo pidió, y yo como el inútil que soy voy y le digo "Nah, mejor te espero aquí..." Y es que ¿quien le mandaba al tío marcharse un mes entero a Estados Unidos? Que si, que si la agencia, que si el productor americano, que si las pruebas de voz, blah, blah, blah,... pero yo llevo dos semanas durmiendo solo.

Y aun tengo que esperar dos semanas más a que vuelva...

No pensé que le necesitaría tanto. Hasta ahora lo nuestro era más una rutina que otra cosa. Somos compañeros, amigos, conectábamos muy bien, había una cierta atracción física, y un día nos descubrimos besándonos. De aquí a decidir ser pareja y permitirnos los besos y el sexo... Casi no hubo diferencia, es como si tuviese que ser así. Pero... No pensé que me importaría tanto... Era algo con lo que tenía que vivir, más que deseaba. Me acostumbré a que por la noche buscara mis caricias, y yo me abría de piernas para él. Pero ahora... ¡Joder, que solo de pensar en sus besos me empalmo! Le necesito. Necesito sentir de nuevo su cuerpo, su calor... ¿Cuándo me ha perdido tanto el maldito tigre descolorido? ¡Quiero una noche de sexo!

Y de repente estoy en el aeropuerto, con unas gafas de sol que ocultan las noches que llevo sin dormir por no tenerle a mi lado y con el corazón a cien por hora. ¿Que pensara cuando me vea? Ni siquiera le he avisado...

Diez horas, diez inacabables y malditas horas metido en ese minúsculo sillón, con la vieja dormida al lado y el par de pánfilas esas que me miran y cuchichean. Al principio finjo estar dormido, igual así se apiadan y no me suplican por un autógrafo.

Malditas las horas que se alargan... Azafatas con sonrisas postizas repartiendo comida. Azafatas con sonrisas postizas recogiendo platos. Turbulencias, películas aburridas en la pantalla frente a mí y más azafatas de plástico, ahora dan galletas...

Y después de tres películas, cinco viajes a lo largo del avión y tres autógrafos al fin, ¡AL FIN! El maldito avión decide bajar a tierra. Cojo mis cosas y salgo de ahí el primero.

Cojo un taxi a la salida del aeropuerto y le digo al taxista adonde quiero ir. Me cansa su maldita charla en ingles. Ya podría callarse e ir más rápido. Pero no, parece que se entesta en meterse en todos los colapsos y todas las rotondas de la maldita ciudad antes de llevarme a su hotel.

Y una vez allí la recepcionista no quiere decirme ni en que habitación se aloja ni cuándo volverá ni si irá a dormir ahí esa noche. Maldita zorra.

Así que termino muriéndome de nervios y aburrimiento en una de las butacas del hall mientras hojeo revistas que no me interesan en un idioma que no acabo de comprender. Genial. ¿Cuánto más vas a hacerme esperar Baek? Maldito hijo de perra...

Al final me quedo dormido. En corea deben ser las 2 o las 3 de la madrugada, y ya hace días que no duermo, y es tan cómodo este sillón...

- ¿Ren?

Su voz me despierta, me pega tal susto que salto de la silla y se me caen las gafas.

- ¿Qué haces aquí?

- ¿Eh...? Ah... Yo... - buena pregunta, ¿Que hago aquí? - Pues venir a buscarte, que llevas ya medio mes en la otra punta del mundo.

- ¿Me echabas de menos? - Sonríe como un niño. Es tan tierno...

- Bueno... Un poco... - ni en broma voy a admitir hasta que punto le necesito. - ¿Subimos? - me pongo en pie, cogiendo mis cosas - Hay mucha gente aquí...

Salta hacia mí, atrapándome entre sus brazos, casi asfixiándome.

- Que feliz estoy de verte Rennie, que feliz me haces. Te he echado mucho de menos, y casi no podíamos hablar...

- Ya, ya... - le separo - Hay mucha gente aquí Baek...

En parte me siento incomodo abrazándonos en público, en parte como no me suelte esto no terminara solo con un abrazo, y eso si que no estaría bien en publico...

- Claro. Vamos arriba.

Pide la llave a recepción, sin soltar mi mano, y yo le saco la lengua a la zorra de la recepcionista que se encoge de hombros y desvía la mirada. Si, si, tu haz ver que no te importa rubia pelo-paja.

En el ascensor estamos solos, y aprovecha para besarme rápido. Demasiado rápido. Le cojo del cuello y lo acerco a mí, comiéndole la boca como hace días que quiero hacer. Y si, ahora tengo un problema entre mis piernas.

- Vaya fogosidad que llevas hoy...

- Es que se acumula. - respondo desinteresado besándole de nuevo. Me devuelve el beso y me atrapa contra la pared, pero hoy no consigue someterme.

Odio con toda mi alma el clic del ascensor justo en el momento en que su mano se dirigía a mi entrepierna. No nos separamos lo suficientemente rápido, y el botones del otro lado se queda mirándonos pasmado.

Paso a su lado sin que me importe mientras Baek murmura una disculpa sin sentido. Llego ante su puerta y espero, impaciente, a que abra. Una vez los dos estanos dentro cierro de un portazo y le estampo contra la pared, me lo quiero comer...

Pero él me aparta y me coge en brazos. Me rio, porque hacía mucho que no hacia eso. Me lleva hacia la habitación, pero a mi me parece demasiado largo el trayecto y me entretengo mordisqueando su oreja. Chocamos contra un par de muebles y rompemos un jarrón al pasar, pero finalmente me deja sobre la mullida cama. Se quita la camiseta y sube a la cama conmigo. Yo me quito los zapatos, pero dejo los calcetines, no hay tiempo para más.

Se sienta en la cama, y yo me siento sobre él con mis piernas a sus lados, buscando sentir su cuerpo contra el mío. Realmente le he echado tanto de menos... Esa sublime sensación de cosquilleo, de calor, el corazón a mil por hora...

Nos besamos, mordiendo labios y lenguas, peleando entre el mar de saliva y de jadeos entrecortados. Siento sus manos en mi trasero y llevo mis labios a su cuello, mordiendo con fuerza.

- Rennie... - murmura entre mis labios. - ahg...

Sigo resiguiendo con mis labios su cuello grueso, devorándole con hambre.

Sus manos se cuelan bajo mi ropa acariciándome, clavando los dedos en mi cuerpo con fuerza. Me estremezco. Nuestros labios se buscan y se enredan. Necesito sentir más de él.

Sentado sobre su regazo abro aun más mis piernas, moviéndome para frotar mi cuerpo contra el suyo.

- Aahh... - ambos gemimos. Excitados, necesitados de placer.

- Te necesito Rennie...

- Tómame...

Sus labios me devoran mientras sus manos bajan a mi cintura. Desabrocha mis pantalones y yo hago lo mismo con los suyos. Mis dedos se enredan, nerviosos, ansiosos. Consigo abrirlos y deslizar mis manos hasta su entrepierna.

- nnnggg- su gemido refleja el que yo no he soltado. Le acaricio, deleitándome con el tacto de su pene, con su creciente rigidez. Me encanta... Pero quiero sentirle más...
Sus dedos siguen luchando con el cierre de mi pantalón que se resiste a soltarse. Le ayudo, no pudiendo esperar ni un segundo más a tenerle en mí.

- ¡Ostia! - maldito, maldito cierre encallado - Ábrete so...

La cremallera atascada, y no contribuye a mi habilidad para desatascarla que Baekho vaya acariciando mis partes...

- Aaaah... - ya no sé si mis gritos son de placer, necesidad o frustración.

Calor, tengo mucho calor, le necesito. Le necesito ahora.

"Crack" ¡al fin! Roto. Pero no me importa. Al fin la molesta tela vuela lejos, y yo vuelvo a sentarme sobre su cuerpo, buscándole.

No hay tiempo. Necesito quitarme de encima todo este calor, ese calor palpitante que se concentra contra mis piernas.

Su erección roza mi entrada y ambos jadeamos de gozo. Le quiero dentro...

Intento bajar sobre su cuerpo, empalarme en el, pero es imposible, estoy demasiado estrecho, y él demasiado hinchado.

- No seas bestia Rennie...

- Quiero ser bestia. Quiero que me folles hasta que no puedas más. Y lo quiero ahora. Ya he esperado suficiente.

Mis palabras le excitan aun más y lleva tres dedos a mi boca mientras con la otra mano busca mi pene.

Arqueo mi espalda, grito y me muevo contra su cuerpo, intentando aun engullirle.

Sus dedos ya chorrean saliva y, al fin le siento entrar dentro de mi.

Me muevo sobre él, buscando sentirle más hondo, más fuerte, más duro.

Su dedo pronto pasan a ser dos, luego tres, humedeciéndome, abriéndome. Vamos, ¿a qué esperas?!?

Le aparto. Me da igual si aun no es suficiente. Cojo su miembro, apretándolo, guiándolo a entrar en mi cuerpo.

Duele, me desgarra. Me cuesta moverme, esta tan grande... Pero le necesito, le necesito hasta el fondo, y empujo con fuerza. Vuelvo a subir y empujo más hondo aun. Y otra vez más. Y otra. Le necesito más profundo...

- aaah... Más...

- ñññggg...

Los gemidos de ambos se mezclan y se pierden. Sus dedos se clavan en mis muslos y los míos entre su cabello oscuro.

Acelero, embriagado, drogado de excitación y placer.

- Mas Baek... Más...

Entra y sale de mi cuerpo de forma frenética, y al movernos mi pene golpea nuestros cuerpos. Voy a correrme. Me vengo. No aguanto más.

- DONGHO! - grito su nombre Al llegar al orgasmo. Me descargo entre nuestro cuerpos y al instante me empuja hacia atrás. Quedando él sobre mi cuerpo.

- ¿Prefieres... Estar arriba...?

- Me encanta... - sale de mi cuerpo - De todos modos... - se separa - pero quiero... - Me da la vuelta, y yo me arrodillo para él - tenerte así ahora.

Busco su miembro, necesitándole otra vez. Y me siento morir cuando entra en mí. Me contraigo y le oigo jadear, vuelvo a estar duro.

El ritmo es frenético. Entra y sale, casi con desespero, y ambos gritamos.

Me agarra con fuerza. Mis brazos no me sostienen. Muerdo las sabanas con fuerza, acallando puros aullidos de lujuria. Y aun le quiero más fuerte, más hondo, más duro, más, más, más.

Llega al clímax, y siento como me llena, como su esencia se esparce por mi interior. Y sigo moviéndome, queriendo sentir más aún.

Sale de mí, se separa. No, aun no... Necesito más...

Se tumba a mi lado sobre la cama, agotado. ¿Y ya está? De eso nada.

Me subo sobre su cuerpo, rozándonos, frotando nuestros cuerpos. Jadeo, necesitado, desesperado casi, moviéndome cada vez más rápido sobre él.

- Rennie...

Jadea suave. Para él es suficiente. Pues para mi no.

Separo sus piernas y me coloco entre ellas, llevando mis dedos llenos de su propio semen a su entrada.

- ¿Qué...?

Se queja al sentirme entrar, gime y se retuerce.

- No Rennie...

Ignoro sus quejas, quiero sentirle... ya...

Me abro paso en su cuerpo. Le oigo gemir, de dolor, de placer...

Me aprieta, me engulle, sublime...

Me muevo con fuerza, rápido, mientras él grita. Sus agudos chillidos me ponen... y mis uñas arañan su piel, gritando yo también de placer.

El ritmo es frenético, como mi corazón que retumba en mi pecho y el bombeo de la sangre que siento latir en todo mi cuerpo.

Rápidas embestidas, gritos entrecortados y los golpes de la cama contra la pared. Sus quejidos, casi gimoteos, su expresión contraída y su cuerpo caliente bajo el mío, tan excitado... y calor, mucho calor... ardiente, como un volcán en explosión.

Busco su pene, lo aprieto, lo sacudo, quiero que gima aun más... y lo hace, chilla casi. Y llena mis oídos de lujuria.

Siento su líquido caliente y como se contrae, me aprieta, y cual erupción del volcán yo también estallo, llenándole de mi lava ardiente.

Y me derrumbo, sobre su cuerpo jadeante y caliente, cubierto en sudor que hace que brille a la luz tenue.

Busco sus labios dulces mientras salgo de su cuerpo. Un último gemido y se acurruca cual gatito contra mi pecho, abrazándome.

Jadeo con fuerza, intentando normalizar mi respiración y mis latidos, algo imposible. Ha sido tan intenso... El respira también entrecortadamente. Tiembla. ¿Le habré hecho daño? El siempre es muy tierno conmigo, y recuerdo que las primeras veces dolía horrores...

- ¿Estas bien? - no me responde, pero se aferra con más fuerza a mi. - si te he hecho daño yo...

Me interrumpe negando con la cabeza contra mi pecho.

- Ha sido perfecto - murmura.

Apenas le oigo, pero siento mi corazón hinchándose de felicidad.

- Te echaba de menos. Dos semanas sin ti... - sigue susurrando - Y incluso antes... Nunca te había visto tan... No sé, no sabía que me necesitases tanto. Me ha encantado...

Me sonrojo. Siento mi corazón acelerado. ¿Por qué me pondrá tan nervioso que me diga estas cosas?

- Pero... Tú prefieres... Que yo... - No me hagas decirlo Baek...

- No. - se incorpora y me mira a los ojos. - o sea, no me importa si tu lo prefieres, pero me siento mas cómodo siendo el seme. Solo digo que me ha gustado verte así.

Asiento, avergonzado. Para nada del mundo voy a contestar a eso.

También lo prefiero así, cuando me besa, cuando me acaricia, cuando siento como me llena por dentro, como me invade... Tan grande...

- ¿Que estas pensando...? - oigo como se ríe y bajo la mirada. Me estoy volviendo a poner duro... Bueno, no mucho, ahora tampoco soy capaz de más.

Me remuevo en la cama y bajo hasta poder recostar mi cabeza sobre su pecho. Es más cómodo así. Sus brazos me rodean, con ternura, y yo aspiro con fuerza el aroma de su piel.

También echaba de menos estos momentos, estos instantes en que solo somos él y yo, y el mundo parece detenerse. Lo adoro...

Acaricio su pecho, su piel suave y caliente, algo pegajosa por el sudor, trazando círculos con mis dedos hasta que estos se encuentran con su pezón. Siento como se estremece, es gracioso, así que lo acaricio de nuevo, suave, jugando con él.

- ¿Aun quieres jugar bebé?

- Te hace sentir como un pervertido llamarme así ¿No?

Me rio y me estiro para alcanzar sus labios mientras sigo jugando con su pezón, ahora con más ganas.

Nos besamos largo y lento, disfrutando cada roce de nuestras lenguas y de nuestros cuerpos desnudos, que ya se mueven sincronizadamente buscando al otro. Y ya quiero sentirle de nuevo.

"I don't care, A don't care" ¿Qué es eso? ¿Mi voz?

Me incorporo de un salto, sorprendido.

- Mierda, mi mobil... - murmura estirándose para recoger su pantalón y hurgar en los bolsillos.

¿En serio? Me tiene de tono en el móvil? Que tierno...

- ¿Min? - responde.

- ¡BAEEEKHO!!! - le oigo gritar des del otro lado. - ¡NO SE QUE HACEEER!!!

Se aparta el auricular del oído, asustado por su grito.

- ¿Que pasa Min??? - le pregunta preocupado.

- Aish, déjame a mi... - esa voz es de JR... - Nada Baek, no es por preocuparte pero... Es que nos ha surgido un pequeño problema y... Ya imagino que tu no podrás hacer nada pero...

- ¡Suéltalo ya! - le espeta - ¡Me estas poniendo de los nervios!

Si, a mi también.

- Pues que...

- ¡REN HA DESAPARECIDO!!! - vuelve a gritar Minhyun.

Oh, cierto, no les dije nada...

- Vamos Min, cálmate, le encontraremos... - Aron intentando calmarle...

- Pero no responde, lleva casi un día desaparecido, no ha dormido en casa, no responde al móvil y...

Baekho me mira con reproche, diciéndome claramente "No preocupes así a mamá..."

- Chicos...

- Pero no te preocupes ¿vale Baek? - vuelve a ser JR. - le encontraremos, seguro que...

- ¡Ei! - les corta. - ¡Que Ren esta aquí conmigo!

Silencio.

- ¿Perdona, que has dicho? - pregunta Aron unos segundos más tarde.

Baekho suspira.

- Que está aquí conmigo, me lo he encontrado en el hotel cuando he llegado, imagino que acababa de llegar...

- ¿REN ESTA AHI??? - hoy Minhyun va a dejarnos sordos a todos. - ¡YA ME LO ESTAS PASANDO! Voy a decirle un par de cosas al irresponsable ese...

Oh, dios, sermón ahora no por favor...

- De eso nada. - le replica Baekho sorprendiéndome.

- ¿Cómo?

- Que no te lo paso. - se echa hacia atrás, tumbándose en la cama y tira de mi para que quede tumbado sobre su pecho otra vez. - Que ahora está conmigo y está muy ocupado, ya hablaras con él cuando vuelva. Total, solo son dos semanas...

- Kang Dong Ho te juro que... - le cuelga a media frase, tirando el móvil en algún lugar sobre la cama y me sonríe.

- No tenía ganas de dar explicaciones.

Le amo. Me estiro sobre él para llegar a sus labios y los devoro con ansias.

- Gracias.

Él sonríe, de nuevo contra mis labios. Sus brazos me rodean y sus manos me acarician mientras sus labios se funden con los míos y nuestros corazones laten a la par.

Dos semanas aquí con él, a solas.

Preveo unas vacaciones realmente agotadoras.

Notas finales:

os ha gustado? shi?

Reviews porfi! que me anima muchiiiisimo a seguir escribiendo ^^

(si, aunque sean quejas me animan XD )


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).