Bella estaba harta de la constante discusión entre ambos por ella, ella amaba a Edward aunque quería a Jake, pero lo que sentía por el vampiro superaba cualquier frontera con otra persona.
Edward acababa de ser "salvado" por Bella, al creer que quería morir por ella, pero en verdad... No era del todo claro, y ahora se dirigían de nuevo hacia la casa de los Cullen para regresar, pero en ese momento, un fuerte humano, con el torso muy definido y fuerte unicamente en pantalones y zapatillas, apareció en medio de la carretera frenando el coche con fiereza, Jacob, el cual quería hablar con el vampiro y a este se le erizó la piel, ya que sabía de qué se trataba.
- Bella, quédate en el coche.- Le medio ordenó saliendo del lujoso coche en el que iban, no quería que viese de lo que iban a hablar...
Pero como siempre, Bella no atendió a razones y siguió a Edward cuando este desapareció entre la maleza para ir al encuentro de Jacob.
Hacía ya unos meses, a Jacob le había sucedido algo, algo, que le hacía querer a Bella por el bien de... Edward, se había imprimado del vampiro cuando tuvo el cuentro con él en el baile de graduación de Bella, no sabía como había sucedido, pero en cuanto vió su tez pálida y sus ojos dorados tan penetrantes como dagas pero cálidos como fuego, sintió como su corazón daba un vuelco y no podía hacer otra cosa que tratar de hacer todo por su bien, de ahí ese amor por Bella, por cuidarla, porque este bien, por Edward, porque él este bien.
Edward sin embargo, no se había enterado hasta poco después, ocultandoselo a Bella y a miradas curiosas, sinceramente, nunca había imaginado que algo así pudiera suceder, y mucho menos a él, y muchisimo menos con Jacob, pero si los vampiros pudieran imprimarse, él sabía perfectamente que Jake sería un perfecto candidato.
Cuando ambos se conocieron, ambos se odiaban ya que sus clanes estaban separados, pero algo los unía Bella, ya que a través de ella se conocieron. Edward había llegado con Bella hasta extremos que ni él ni ella habían llegado, revelando su secreto a una humana, saliendo con ella, muriendo por ella y aunque con el tiempo fuese cambiando, seguía teníendole tanto cariño que no quería que sufriera, asi que ambos fingian su enemistad, se evitaban, luchaban por Bella, la amaban, cuando en verdad ambos querían amarse entre ellos.
Ese mes, por culpa de Edward, Bella había estado en peligro y decidió tratar de apartarla de él definitivamente y dentro de un tiempo en el cual Jacob la conquistase y la volviese a dejar, ambos podrían estar juntos finalmente, mano con mano entrelazadas... Pero una llamada certera hizo que todo se viniese a bajo, él pensaba apartarla de él, pero cuando se enteró de su muerte, pensó que había sido por su culpa y no merecía vivir si se había cobrado la vida incoscientemente de alguien que le amaba...
Pero Jacob, se había hartado, no podía más...
Edward siguió caminando entre la maleza hasta llegar a un Jacob que se situaba imponente encima de una enorme piedra que ascendía en niveles, pero él se había quedado solo un nivel más alto que el suelo normal, verde y húmedo donde se encontraba Edward. Ambos conectaron sus miradas, Jacob sabía lo que sentía, Edward aún no entendía que le sucedía con el hombre-lobo, Bella quería acabar con la supuesta discusión de ambos, pero ninguno quería acabar en todos los sentidos de la palabra.
El fuego enfrentando el hielo, instinto contra sentimiento, contradicción pero sed de sus labios, incoherencia frente a ganas de abandonarlo todo, uno contra otro, ambas miradas recibiendo cariño y preguntas, respuestas que ninguno de los dos emitía ni pensaba.
<<Edward...>> Pensó en silencio Jacob mirando con los ojos entristecidos y con algo de rabia aparentemente al chupasangre, pero en ese momento en el que Edward hizo ademán de caminar hasta él, Bella se puso en medio de los dos con los brazos extendidos, Bella creía que iban a pelear, pero la verdad no la sabía.
- ¡Parad!- Gritó derepente mirando a uno y a otro con ansiedad.- ¡¿Por qué no podeis parar por mí?!- Preguntó sin saber que hacer desesperada mientras Jacob rechinaba los dientes, él también le tenía un cariño infinito a Bella.
- Porfavor Bella.- Pidió Edward con el rostro frío e insensible como se solía mostrar siempre, tomandola de la mano y trayéndola consigo hasta que quedase su boca cerca de su oido.- No voy a hacerle nada.- Murmuró en el oido de Bella suavemente.- Te lo prometo.- Prometió separando su cara de Bella y asintiendo ante una Bella rehacia, pero no podía ir en contra de Edward... Lo amaba.
- Me lo has prometido.- Le recordó separándose de él con nerviosismo mirando a un Jacob contemplativo y expectante, la sangre le hervía por todo el cuerpo al ver esa escena, pero consiguió contenerse al ver la mirada de súplica que le dirigía Bella y un breve movimiento de cabeza a modo de asentimiento.
La inocente joven humana se acomodó el pelo nerviosa y caminó dubitativa hasta el coche, dejando la puerta abierta de este por si acaso, no se fiaba mucho ya que ya había visto lo que podían hacer juntos si se les iba de las manos.
- Lo siento.- Murmuró Edward a Jacob tras asegurarse de que Bella no les interrumpiría y este bajaba de su piedra para acercarse al vampiro.
- Edward... Yo...- Jacob no sabía que decir.
- Jacob, creo que lo mejor sería que todo siguiera como siempre.- Sugirió Edward no muy convencido pero sin dejar notarlo en su voz, no estaba seguro pero creia que era lo mejor.
- ¡¿Qué?! No, no.- Comenzó a negar Jacob empezando a desesperarse agitando su respiración, notaba el aura fría cerca de él y eso le relajaba, pero sus palabras no le eran de gran ayuda y aunque sus labios le tentaban, ahora el cerebro le dictaba que arreglase aquello pero no sabía que hacer.
- Jacob.- Le llamó seriamente para que este volviese a su cordura.- Sabes que es lo mejor...-
- No, no es lo mejor.- Protestó Jacob acercándose más aún a Edward.- Tú sientes algo parecido a lo que yo, ¿por qué lo ocultas?-
- Yo... Bella...- Dudó en la respuesta el vampiro al sentirlo más cerca, más tentador, nunca un licántropo había tenido esa esencia que ahora mismo le hacía cavilar.
- No, no digas que es por ella, si fuese por ella no estarías aquí ahora.- Replicó el hombre-lobo frunciendo el ceño y mirándole fijamente, Edward sabía que no podía resistirse a esa mirada desde hace unos meses.- Yo... Te eché de menos...- Continuó con un hilo de voz sin poder articular bien las palabras en un tono emotivo y, sobre todo, sincero.
Edward levantó aún más la cabeza gacha que había tomado como posición anteriormente por no saber que decir, pero ese momento le acababa de desarmar por completo, nunca se había imaginado esta situación, aunque el licántropo tampoco, pero este último no tenía decisión alguna en cambio Edward era el que manejaba la situación claramente y aunque Jacob no lo creyese... Era el primer hombre y encima licántropo que le atraía, pero no le atraía él en sí, si no su esencia, el ardor de su mirada al mirarle, no sabía que iba a hacer, pero en ese momento el rojo volcán entró en contacto con el frío tempano de hielo al coger Jacob de la mano a Edward sin importarle su tacto frío y helado.
- Edward.- Lo llamó mirándole con tremendo cariño.
- Jacob...- Susurró apretando la mano de Jake con fuerza, no le dolía nada a ambos, habían sido creados para aguantar ese dolor, al igual que poseer esa fuerza que lo ejerciera.
Un incómodo silencio se apoderó del paraje, nada, solo el siseo del viento entre las altas hojas de los árboles y el piar de algunos pájaros, y solo un suspiro amargo y cansado de Jacob rompió el silencio.
- Vale, está bien.- Concluyó decepcionado y dándose por vencido, mirando hacia el suelo apartándo la mano de la de Edward, y entonces, este sintió que echaba de menos su tacto.
Levantó la cabeza mientras Jacob retrocedía con una amarga sonrisa de derrota al pensar que prefería a Bella, no lo iba a dejar escapar, él lo... lo... Lo quería frente a todos sus principios éticos y morales y contra toda contradicción.
- No Jacob.- Negó Edward avanzando hasta Jake ante la sorpresa de este por frenarle.
Edward rodeó con uno de sus brazos la cintura desnuda sin camiseta del licántropo, acercándolo con fuerza hacia su cuerpo para que no se separase, entrelazó los dedos de la otra mano con los de la fuerte mano de Jake y posó su frente en la suya.
- No... Te vayas nunca...- Susurró suavemente con algo de amargura Edward ante la idea y un sorprendido y emocionado Jacob que no le dió tiempo a reaccionar.
El tiempo se detuvo un segundo, Edward inclinó la cabeza de su compañero hacia arriba al igual que la suya misma, encajando todo en un momento. Ambos labios se posaron en los del otro con suavidad y dulzura, sin prisa, todo era precioso, Jacob transmitía el calor que le faltaba a Edward, y Edward bajaba la temperatura de Jacob hasta unos niveles normales, ambos se complementaban, y es que los polos opuestos se atraen.
No sabían que hacer en ese momento en el que ambos se separaron tímidos y ruborizados, hasta el más insensible de los dos, y como rompiendo esa tensión post-romántica que podía cortarse con un cuchillo, Jacob sonrió tenuemente satisfecho mientras Edward aún procesaba toda la información y la decisión que acababa de tomar asombrado.
- Edward... Quédate conmigo.- Pidió Jacob ahora algo tembloroso por su respuesta, un beso no quería decir nada.
- Jake...- Susurró Edward poniendo cara de amargura, pero derivando en una cara dulce mientras lo rodeaba con sus brazos.- Creo que es más que evidente, mi pequeño lobito.- Le contestó cariñosamente dándole un suave beso que hizo estremecer el cálido cuerpo de Jacob.