Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Castigo Divino por kiritokumo

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ehm.... la idea central nacio de un sueño que tuve, tenia que escribirlo y ademas tenia ganas de compartirlo :p

Por lastima los personajes de KHR no me pertenecen, porque si asi fuera el manga aun seguiria xD

En fin espero les guste~~

¿Cuántas veces hemos pasado por lo mismo? Realmente es doloroso, pero a la vez es algo que me hace feliz, ¿Contradictorio verdad? Pero el poder encontrarte eternamente en cada una de mis vidas es lo que me da fuerzas, el tenerte entre mis brazos aunque sea por un instante, esta es mi única fuerza, mi única motivación, pero no se que esperar del destino, nunca se que esperar de cada nuevo inicio.

Abrí mis ojos, mi alma había ido a parar a otro cuerpo, estaba en otra época, ¿Cuántos años habrá estado vagando mi alma en la nada? Antes de empezar a buscarte, tengo que…

-¡DINO!-una mujer de cabello largo entro a  mi habitación, es bastante linda, pero jamás lograra superarte, nadie nunca lo hará-si no te das prisa vas a llegar tarde… vamos… levántate…

La mujer comenzó a jalarme, yo estaba en una enorme cama, y según los recuerdos de este cuerpo, está linda señorita es mi hermana en esta vida, lo que no se es a que voy tarde. Me fui a bañar, me vestí con lo que encontré en el closet y se suponía acorde para mí. Seguí a la que era mi hermana que más bien me tironeaba hasta un enorme salón. Tengo un extraño presentimiento, ¿Es algo malo? Algo como…

Y entonces quede de piedra, frente a mi había una hermosa mujer, de cabello negro como el que solías tener en todas tus vidas, pero claramente no eras tú, era la esposa del alma que anteriormente utilizaba este cuerpo, y entonces te vi, no eras más que un bebe…

-Eres tan malo Dino… esperaba que fueras por nosotros y te dormiste… ¿Acaso no te interesa conocer a la hermosura que tenemos por hijo?

Ahí te destapo con cuidado, y vi tus ojos rasgados de ese extraño color grisáceo, tu cabello negro como la noche y tu piel tan blanca como la misma nieve, eras un recién nacido, y mi hijo además, en tus ojos no podía ver nada más que pureza, tu alma aun no llegaba a este contenedor.

¿Qué es lo que hare? Nunca antes había sido tan complicado, amigos, primos, hermanos, eso logramos superarlo, pero, ¿Cómo superas el que yo sea su padre? Es un pequeño recién nacido, aun no sé si su alma este ahí, pero lo estará y eso no cambiara.

-¿Dino?-la voz de la que era mi esposa me trajo a la realidad, la mire sin entender mucho, entonces suspiro-¿Qué nombre quieres darle?

-Kyoya…-sentencie sin pensarlo siquiera, no podía tener otro nombre que no fuera ese.

La vez anterior fue a Kyoya a quien le toco la peor parte, creo que ahora seré yo quien lo sufra. Quizás hasta los recuerdos de él se pierdan al iniciar como un recién nacido, después de todo su alma esta casi en blanco, sería muy duro para mí si algo así llegase a suceder, pero seré fuerte, por ahora solo tengo que esperar, aguantar todo este castigo solo hasta que vuelvas.

-Eres un idiota papa…

Kyoya había cumplido recién sus primeros cinco años, y la personalidad de MI Kyoya está igual que siempre, claramente se trata de él, pero sus recuerdos se mantienen ausentes, es doloroso en ese ámbito, pero el verlo tan lindo e inocente, tan… feliz… es lo único que me permite aguantar y esperar.

-¿No vas a levantarte? ¿Estás muerto?-empezó a moverme con el pie, este niño tan malcriado, hasta sin recuerdos eres como siempre.

-Estarías feliz si así fuera…-le dije riéndome mientras me ponía de pie, siempre he sido torpe,  el suelo me llama muy frecuentemente, y eso siempre puso de los nervios a Kyoya, siempre se enojaba conmigo por mi torpeza.

-Eres más divertido que mama, aunque seas un idiota, así que no estaría contento

Desde pequeño ha crecido como un niño muy despierto, es un poco incomodo el ver como desprecia a su madre, pero intente lo que intente, diga lo que le diga, no hay caso con él, lo testarudo está totalmente latente en el. Ha crecido bastante, lo que me hace sentir cada vez más viejo, no he visto ningún indicio de que recuerde algo, incluso eh llegado a pensar que quizás limpiaron su alma de todo lo que tiene que ver conmigo y quizá fue perdonado, no lo sé, pero como cualquier adolecente ahora ni siquiera aparece por casa, quizá tiene amigos, pareja, en fin… no lo sé… y eso me tiene totalmente desesperado.

-Dino… te vez pálido… luces enfermo… ¿Te sientes bien?

Esa mujer siempre se ha mantenido a mi lado, quizá fue un error mio utilizarla, no lo sé, quería darle una vida feliz a Kyoya, que disfrutara nuevamente de ser niño, que por lo menos una vez no sufriera… pero ahora siento que quizá no fue lo mejor, por lo menos para mí, ¿Y si recordó? ¿Y si prefirió guardar silencio al verme con ella? No sé nada de lo que pasa, tampoco puedo seguirlo y espiar… maldición…

-Estoy bien… voy a salir…

Cruce la sala y camine directo a la salida, quizá un poco de aire fresco, de soledad, el alejarme por un rato me ayude, porque mi mente ahora está demasiado nublada como para actuar de forma correcta. Realmente me mantengo como un idiota, siempre seré el mismo idiota. Ya van quince años,  no sé que pasara, no sé si pueda esperar, pero hablarle o cualquier cosa seria demasiado precipitado. ¡MALDICION! Necesito una respuesta…

Ser un idiota me caracteriza, creí que lo que hacía estaba correcto, pero ahora no sé nada, absolutamente nada.

Deambule por las calles era bastante tarde, pero por hoy lo que buscaba era perderme, no saber nada de nada ni de nadie. Aunque bueno nada funciona como yo lo deseo.

-Viejo estúpido… ¿Qué haces aquí? Pareces un vago…

-Kyoya…-quede de piedra, mi careta de fuerte, la que eh llevado durante estos quince años ahora no está-ve a casa…-casi le roge de forma inconsciente.

-Vamos… ¿O piensas quedarte aquí?-me tomo del brazo con fuerza, me estaba obligando a poner de pie.

-Ve solo a casa… no me siento bien… quiero estar solo un rato…-nuevamente le roge.

-¿Peleaste con esa mujer aburrida?-se sentó a mi lado, mirándome casi aburrido, Kyoya, por favor vete, me duele el tenerte aquí, ahora que no tengo fuerzas, por favor, no quiero actuar, por lo menos ahora no.

-Es tu madre…-suspire, nunca pude convencerlo de quererla, ni respetarla ni nada, pero esa  mujer siempre lo espera con una sonrisa, como si no le afectara, si los recuerdos de Kyoya aun no vuelven y me habla así de ella, siento que no lo he hecho bien, y eso implica que mis decisiones han sido erradas, lo cual me destruye aun mas.

-Ok… ok… lo que tu digas… ya viejo nos vamos… si no me dirás que es… entonces te llevare obligado a casa…

-¿Qué hacías tan tarde por aquí?-lo mire serio, mis celos salieron a flote, aunque bueno espero él no lo vea de esa forma, no es normal después de todo, para el ahora no lo es.

-Cosas de la escuela… ya viejo…-me tomo del brazo, quitándole toda la importancia con un regaño para mí-a casa y no quiero más problemas o te morderé hasta la muerte…

Esa frase, es… Kyoya siempre me decía eso, el siempre… pero… ahora en esta reencarnación jamás lo hizo… el… ¿Recordó? No puede ser, el, no pude siquiera contenerme, lo tome de ambas manos con fuerza y lo quede mirando ilusionado, totalmente esperanzado, ¿Se cumplió mi deseo?

-¿Qué te pasa viejo?-me miraba enojado y contrariado a la vez.

-Yo…

Lo solté de golpe y comencé a caminar en silencio, así mismo me siguió, fueron tan solo ideas mías, me ilusione tanto con una simple frase, soy un idiota, un imbécil… al parecer esta vez seré quien sufra… aunque si es por el… ¡NO ME IMPORTA SUFRIR! Si es por el puedo pasar por esto y mucho mas…

Fue difícil continuar y hacer parecer que todo iba bien, que a mi nada me pasaba, aguantare… es lo mínimo que puedo hacer por ti… mi amado Kyoya…

 

¿Dónde estoy? ¿Una vida nueva? La vez anterior fue horrible, pero supongo que es lo que nos merecemos, soy un adolecente, vida tranquila creo, una madre y un padre, lo normal de siempre, no me agrada mi madre, mi padre es un idiota… en fin… tendré que analizar lo que pasa aquí de otro modo, después de todo los recuerdos del cuerpo aparecen cuando son necesarios…

-Kyoya… ¿Me ayudas a mover un mueble? No me lo puedo… y tu padre no está…-esa mujer entro a mi habitación, es una inútil herbívora.

-Mmm…

Ver a los que me rodean me hacen más fácil analizar lo que sucede, más que indagar en los recuerdos de este cuerpo. Realmente es una herbívora esta mujer, supongo que por eso no le agradaba a la anterior alma o lo que sea. La seguí en silencio, necesito observar todo rápidamente, y lo mejor será buscar al haneuma luego… o me meteré en problemas antes de siquiera poder hacer algo…

La casa luce normal, incluso diría que aburrida, lo único que encontré fue una fotografía, donde salía con los que eran mis padres y ahí quede de piedra, era él, y de eso estoy seguro, ¿Qué  mierda hace con una mujer? Mmm… se supone que su alma debe de estar mucho más tiempo acá, pero aun así, lo morderé hasta la muerte… por engañarme…

-¿Pasa algo con la foto Kyoya?-la mujer se me acerco como si nada mientras cargaba unos manteles.

-Nada… ¿Dónde está haneuma?

-¿Haneuma? ¿Qué es eso?-su cara era totalmente de duda.

-Maldición… el idiota este…-le enseñe la foto.

-Oh Dino…  dijo que tenía que ir a comprar unas cosas, debe de estar por llegar, ¿Por qué no te preparas  Kyoya? Vienen tus abuelos deberías de esperarlos ya listo…

La ignore y me fui a m habitación, busque ropa y me metí a bañar, ese idiota me va a escuchar, ¿Cómo permite que llegue todo hasta este punto? Sé que soy su hijo y que le cuesta todo esto y blabla… pero solo debió esperarme sin involucrar tanta gente, realmente me va a escuchar…

Me vestí con lo que encontré más cómodo para mi, había una yukata negra en el closet, la cual jamás había usado este cuerpo, hasta parecía que me esperaba, según recuerdo fue haneuma quien me la dio, por lo que supongo aun me espera… y…

-Kyoya… ¿Puedes ir a ayudar a Dino a sacar las compras del auto?-me quedo mirando-¿Qué haces con eso puesto?-se rio de mi, realmente la detesto.

-Yo veo lo que uso…

Salí directo a la puerta que daba a la calle y lo vi, estaba muy delgado, tenía unas enormes ojeras y nada de su acostumbrada fuerza, realmente está convertido en una basura…

-¡HANEUMA!-le dije molesto mientras caminaba directo a él, realmente me va a escuchar, lo morderé hasta la muerte.

-Kyo… ya… ayúdame con esto…

-¿Eh?

Esa cara, realmente lo ha pasado mal, pero se está tratando de convencer de que no soy yo, realmente se ha convertido en un idiota, lo ayude en silencio a bajar cosas y entre directo a dejarlas y me fui a mi habitación, el idiota se preocupa de todo el mundo y eso se lo hace más difícil aún. Lo convenceré de que soy yo y eso será simple… pero tendré que esperar, ahora estoy demasiado molesto con él como para llevar a cavo mi plan.

-Kyoya… tus abuelos ya están aquí… ponte otra ropa y sal a recibirlos…-hablo desde fuera de mi habitación.

Era el idiota de haneuma, no iré a ver a gente que no quiero ver, me estire en la cama y me dispuse a dormir. Estoy tan molesto que no pienso siquiera con claridad quiero mis armas, con eso lo castigaría, aunque con lo débil que esta sería demasiado aburrido. ¡MALDICION! Idiota…

-Kyoya despierta…-abrí mis ojos molesto, como odiaba que me despertaran-¿Qué te dije hace un rato?

-Haneuma imbécil…-suspire mientras me sentaba-no me interesa esa gente… además no eres quien para venir a darme ordenes…-lo agarre del cuello de la camisa-estoy molesto así que déjame solo… o te morderé hasta la muerte…

-Kyoya…-me miraba contrariado, ¿Tan bien se había auto convencido de que yo  no vendría? Realmente lo golpeare.

-Te lo ganaste imbécil…-lo  empuje y me puse de pie para golpearlo-has hecho todo mal mientras no eh estado aquí… la única regla que puse fue que no había que involucrarse con nadie y al parecer la rompiste con creses…

Iba a golpearlo en el rostro con todas mis fuerzas cuando me afirmo de las muñecas y me miro con una sonrisa, entonces me abrazo con fuerza, se quedo así quieto, suspire y no hice nada, solo lo deje aferrarse a mi nuevamente, después de todo había perdido las esperanzas y aunque me moleste esto se lo debo por aparecer tan tarde…

-Pensé que nunca aparecerías… Kyoya…

-Aun así sigo molesto Haneuma…

-Siento los errores… no supe cómo actuar… y…

-Matare a esa mujer si la veo cerca de ti…-le levante el rostro y lo quede mirando fijo-estas viejo y destruido…

-Se supone que soy tu padre… claramente soy mucho mayor que tu…

-¿Cuántas veces has estado con esa mujer?-me solté de él y lo quede mirando molesto y de brazos cruzados.

No alcanzo a hablar cuando la estúpida mujer entro, la mire realmente molesto, ya que con ella aquí Dino no iba a decirme nada, el muy estúpido siempre se preocupa de los que nos rodean en cada uno de nuestros castigos, si hiciera las cosas a mi modo no habrían problemas, pero no… el idiota es así…

-Estaban tardando y me preocupe… ¿Aun no te cambias Kyoya? Mmm… será mejor que vayas a comer así…

-No voy a ir a comer con ustedes… Haneuma, llévatela de aquí… antes de que…

-Ya entendí Kyoya… término con todo esto y hablamos en la noche

Se la llevo diciéndole no se qué cosas, que en verdad no me interesan, aunque la mujer esa sea una molestia a la cual estoy que elimino en cualquier momento, maldita promesa en la que acepte no dañar a los que te rodearan en tus reencarnaciones… Dino me va a escuchar… hacia tanto tiempo que no me hacia enojar tanto…

La vez anterior fui yo el inútil que tenía un cuerpo defectuoso, y fue realmente molesto,  era horrible tener que depender tanto de Dino… pero ahora ambos somos normales… el me escuchara…

-Kyoya… cariño...-abrí mis ojos y vi a una anciana sentada en mi cama, a mi lado, se supone que es la madre de Haneuma por ende mi abuela, como si me importara.

-¿Qué quieres?-la mire molesto.

-Quería verte antes de irme… Dino dijo que te sentías un poco indispuesto… pero si no comes te seguirás sintiendo peor…

-Mmm…

-Cuida de tu madre… aunque siempre tenga una sonrisa para ti le duele él como la tratas…-se puso de pie-ella te ama y mucho… después de todo eres su hijo… a mi me dolería que Dino fuera así conmigo… cuídate Kyoya…

Me dejo solo, suspire molesto, maldita mujer que se entromete donde no debe, y maldito Dino que se encariña con inútiles humanos que ni siquiera recuerdan lo terrible que fueron sus vidas anteriores. Hablare con Haneuma y lo primero que le pediré será irnos de aquí y alejarnos de todos estos estorbos…

Salí de mi habitación al rato y ahí los vi a ambos conversando tranquilamente, la odio, a ese maldito estorbo, decidí pasar por el pasillo y salir de la casa sin decir nada. Aunque claro esta me vieron.

-¡Kyoya!-Haneuma venia tras de mi corriendo.

-Me voy…

-No espera… Kyoya tu…

-No voy a quedarme aquí con toda esa gente, la odio a ella…-apunte a la mujer que estaba en la puerta mirándome con muchas lágrimas en sus ojos-detesto la situación… detesto que hayas permitido que todo estuviese así… ¡Estoy molesto Haneuma!

-Deja de estar tan celoso Kyoya…-me abrazo por la espalda-sabes perfectamente que te amo más que a nadie…

-Lo sé… y no continuare aquí… así como me pides que no mate a nadie de los que nos rodean… yo te pido que no quiero ver a nadie a mi alrededor… detesto a toda la gente ¡Y LO SABES!-me solté de sus brazos-si tanta pena te dan estas personas quédate con ellos, yo no lo aguantare

Me fui de ahí lo más rápido que el cuerpo este me permitía, hasta que llegue a un sitio lleno de arboles y naturaleza, es el mejor sitio para mí, no encontrare gente aquí… podre estar tranquilo por ahora, o por lo que quiera que dure mi vida, en verdad no me importa si muero ahora, después todo comenzara de nuevo, aunque no lo quiera, porque esta reencarnación es una mierda…

 

Y nuevamente dejo salir todo lo inmaduro que puede ser, aunque bueno, siempre ha sido un celoso y recuerdo claramente como la primera vez que reencarnamos los mato a todos, ahí le pedí que no lo volviese a hacer, y ha cumplido, pero su crueldad con esas personas es mucha, esta mujer está destrozada, y aunque yo también la utilice bastante es un poco molesto estar en mi lugar ahora, pero mi prioridad es y seguirá siendo Kyoya…

-¿Qué hice mal Dino? ¿Qué hice mal para que me odie de esta manera?-lloraba destrozada.

-Nada…-suspire-el problema aquí somos Kyoya y yo…

Tuve que dejarla sola, pero tengo que encontrarlo pronto, se lo molesto que esta, se que le desagrada todo esto, pero necesito tenerlo más tiempo en mis brazos, el alcanzar a estar un tiempo con él antes de que todo nuevamente se desvanezca. Corrí desesperado, no tengo en muy buenas condiciones este cuerpo, pero debo que encontrarlo, puede haber ido bastante lejos, pero de lo que estoy seguro es que será un lugar sin gente.

Perdí un par de horas hasta que llegue a u enorme bosque, si estaba aquí sería realmente difícil encontrarlo, maldición Kyoya, tan solo ven aquí…

-¡KYOYA! Maldición… Kyoya…  ¿Dónde estás?

Camine una hora y ahí lo vi sentado en una fuente jugando con un ave que estaba posada en sus manos, nunca amo a la gente, los animales siempre fueron su debilidad. Gracias a que logre romper esa barrera es que recibimos este castigo terrible. Normalmente la gente cuando muere olvida todo, pero nosotros en algún momento recordamos todo… todo vuelve a nosotros… estamos malditos por los dioses…

-Kyoya…-susurre cansado mientras caminaba a su lado-te encontré…

-Te tardaste…-me regaño, entonces el ave salió volando-ven…

-Por lo menos se te quito el mal humor…-le sonreí para caminar a su lado-no te imaginas lo que te eh extrañado…-lo abrace con fuerza.

-¿Cuánto tiempo me has esperado?

-Quince años… fue terrible descubrir que eras mi hijo… mi alma despertó cuando tu madre llego contigo en brazos y me pregunto qué nombre quería para ti…

-Mmm… entiendo… me quedare aquí hasta que tu alma abandone ese cuerpo… lo siento por este Kyoya, pero no esperare mi muerte real…

-No quiero que te suicides… es horrible cuando lo haces…

-Es mi cuerpo… yo decido que hacer con el… y lo que quiero hacer ahora es besarte…

Hizo que me sentara donde él estuvo antes y se puso de pie para volver a sentarse ahora sobre mis piernas, me abrazo y entonces junto sus labios con los míos. Ha pasado tanto tiempo desde que esto no pasaba, realmente me siento en las nubes.

-Te amo Kyoya…

-Ahora dime cuantas veces estuviste con esa asquerosa mujer-llevo su mano a mi cuello en amenaza, porque con su fuerza podría matarme rápidamente-porque dependiendo de la respuesta veré lo que haremos ahora…

-Realmente nunca cambias…-me reí-me alegra encontrarte como siempre… creo que fueron muchas veces Kyoya… si vas a matarme…-hable nervioso.

-Maldito cerdo asqueroso…-me miraba serio y realmente enojado-por eso me pedias ser bueno con ella… eres libre por esta vida…-se puso de pie dispuesto a caminar más adentro en el bosque.

-¿Qué? No… pero… Kyoya… maldición… no te vayas… quería que tuvieses una linda infancia, una familia normal… y…

-¿Y por eso te acostaste con ella no sé cuantas veces?-me miro realmente molesto.

-Yo…-suspire-Kyoya lo siento… recibiré el castigo que quieras darme… cualquier cosa… pero no me abandones… aunque sea solo por una vida… por favor eso no…-me puse de pie para caminar hacia él.

Nuevamente lo tome entre mis brazos y lentamente lo deposite en el suelo, entonces comencé a besarlo con cuidado y mucha lentitud, quiero aprovechar este instante, que como siempre seria el ultimo hasta que nuevamente reencarnemos y volvamos a vernos, y eso no sabemos en cuento tiempo más será…

Kyoya se entrego totalmente, se lo enojado que esta, se que quizá no tomé ninguna buena decisión, pero también se lo mucho que te amo como para dejarte ir así de buenas a primeras.

Todo fue totalmente mágico, como siempre era estar contigo, tu cuerpo de adolecente era bastante fácil de hacer reaccionar lo que me divirtió enormemente, tu cara de vergüenza al tener reacciones tan exageradas en verdad que me hacían sentir completamente en las nubes. Así como me has logrado poner desde la primera vez que te vi. Desde esa vez que te vi en un templo curando a una pequeña ave de color amarillo, cuando eras considerado una deidad…

-No te imaginas como te amo Kyoya…

-Haneuma estúpido…-susurro.

-Nuevamente te agradezco por haberme elegido por sobre todo…

Lo vi totalmente sonrojado, desvió su mirada, realmente puede ser tan lindo, aunque su carácter no sea el mejor, aunque odie a toda la gente, puedo sentirme realmente lleno al encontrarme contigo por un día cada reencarnación…

Mi amado Kyoya, te agradezco el haber decidido acompañarme en este castigo, el haber seguido a este simple humano a pesar de que a ti ya te habían perdonado… el entregar todos tus poderes y calidad divina tan solo por mí…

-La próxima vez que nos encontremos te golpeare…-cerro sus ojos y se acomodo a mi lado con cuidado, dispuesto a dormir.

-Nos veremos la próxima vida mi amado Kyoya…

Notas finales:

¿Y que les parecio? ¿Algun error dramatico de redaccion o algo?

En verdad me gustaria saber para ir mejorando y todo.... despues de todo es la primera vez que subo un ficto de esta serie...

Les agradesco mucho que lo leyeran~~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).