La única princesa de este mundo
Un día normal en mi vida comienza al salir de mi casa, jejeje aun vivo con mis padres porque es más cómodo, y bueno lo digo porque mis amigos Minho y Key viven “solos” sus madres se la pasan en el trabajo que muy apenas los visitan unas dos o tres veces al mes. Volviendo al tema de mí así se me facilita mucho el poder estar más tiempo con Key, él es la persona que más quiero, lo amo aunque sea una Diva sin remedio.
Hace poco fuimos a una nueva tienda de ropa a comprar el nuevo guarda ropa de Key, ¡una aventura! ¡A-Ven-Tu-Ra! Me gusta pasar el tiempo con él no lo niego pero no comprando, me traía de un lado a otro, cargando kilos y kilos de ropa.
Se de corazón como hay que tratarla
Mientras pasábamos entre los pasillos para ir hasta los probadores, el señor que antes me había dado un par de volantes se nos quedaba viendo, no le tomé importancia ya que llevábamos mucha ropa, si yo fuera el dueño también nos seguiría por todo lo que llevaba en los brazos. Llegamos a los vestidores y él entró, me hizo pasarle algunos conjuntos, se los ponía y me hacia esperar alrededor de 10 minutos entre los cambios. Después abría las cortinas para que lo viera.
¿O no?
El primer conjunto era un bonito, se ajustaba bien a su cuerpo y se le veía bien, así que le dije que ese en definitiva lo comprara, sonrió y me hizo pasarle otro conjunto, este era una especie de saco en color café claro, solo que el pantalón era corto, apenas y llegaba a sus rodillas, parecía que le gustaba porque no dejaba de mirarse en el espejo, entonces me pregunto “qué te parece este, Jonggie” le sonreí y dije “-Ese se ve raro, no lo compres no te acomoda-“ me cerró la cortina en la cara.
Ahí aprendí a que si a Key le gusta es porque se le ve bien.
Después de medirse o probarse aun mas ropa, fuimos a pagar solo cuatro o cinco conjuntos, el resto lo devolvimos, salimos de la tienda esa y Key suspiró tranquilo, parece que también notó el acoso del dueño, aunque me pareció conocido, no solo porque me había entregado volantes antes sino que hay otra cosa que se me hacia familiar en él, pero no sé qué sea.
Primero, creo darme cuenta, cuando tu cabello luce diferente.
Fuimos a un salón de belleza porque se quiere hacer un cambio de imagen, dijo que no es solo la ropa, el cabello también, como buen novio lo acompañé, mientras él entró a que le hicieran no sé qué yo me quedé afuera en la sala de espera, leyendo revistas viejas y de chismes.
No supe en qué momento me quedé dormido, ¡dormido! En la sala de espera, me desperté porque Key se sentó a mi lado y se recargó en mi hombro, me tallé los ojos y le sonreí un poco apenado.
Agudicé mi mirada y noté su cabello de otro color, rubio otra vez por lo que le sonreí y despeiné un poco, también tiene el fleco de color rosa pero no tan marcado.
-rubio otra vez, te ves hermoso.- pasé mi mano por su mejilla y él se sonrojó. –¿ahora a donde?- le pregunté, él se levantó y me obligó hacer, me estiré y salimos de la tienda después de que pagó el servicio, fuimos a una tienda de calzado, también se tiene que comprar tenis, botas y zapatos.
Segundo: Te recorro con la mirada
Empezó a buscar entre los estantes de tenis stake, converse, botas, botines, bla blá. Hasta que me hizo cargar cajas y cajas, fue a probárselos y mirarse en un espejo. Cuando por fin se decidió por un par para llevárselos puestos lo miré, tenía una playera que se ajustaba un poco a su cuerpo y sus brazos, el pantalón era de su talla y entubado, los botines no hacían anda más que hacerlo ver más sexy que antes.
Me quedé mirando sus piernas, inconscientemente no quité la mirada de ellas y mi boca cayó levemente.
Lo siento
-ehh… ¿Jonggie?- salí de mi trance y lo miré. –Me sentí violado.- sonrió y solo me encogí de hombros. Después de pagar salimos de la tienda, hora con las bolsas de su ropa y ahora también los zapatos.
-¿Ahora a dónde iremos?- le pregunté mientas metía todas las bolsas a la cajuela del auto, menos mal que nos venimos en el mío sino seria más difícil el cargar todo esto, y posiblemente no sea todo lo que quiere comprarse.
Tercero: cumpliré con facilidad todos tus deseos egoístas
-vamos a Piercing & Tatto, me quiero hacer una nueva perforación, tú te puedes hacer uno también.- alcé las cejas por eso ultimo, oh vamos, los que tengo hechos fueron porque él me “obligó” hasta cierto punto y ahora hacerme otro será difícil.
No tanto porque me duela y esas cosas sino por el aseo que tengo que tener al quitarlos y ponerlos. Pero en fin, veremos qué sucede.
Caminamos hacia la tienda esa, en donde nos hemos hecho y más él las perforaciones, entramos y ahí estaba este sujeto Americano, creo que le dicen Steve, es un sujeto alto y musculoso, la típica imagen de un tatuador.
Hablamos un rato sobre lo que quería hacerse Key, una perforación más pero ésta podría ser más dolorosa por la zona en la que será hecha, es también en el oído pero es en dirección de los pómulos. Cómo sea, le va a doler.
Después de la metalización se sentó en la silla para que lo perforaran, tomé su mano y la apreté cuando la aguja tocó su oído. Cerró los ojos y presionó mi mano, tanto que sentí que se me iban a salir los dedos en cualquier momento, no gritó sino que se mordió el labio.
Después de su perforación, le dejó un hielito para que no le duela tanto, y me sentaron a mí. Yo no quiero otra perforación, intenté hacerme el ánimo de esto pero cuando sentí el frio de la aguja grité “¡alto!” Cobra me miró extraño y Key también.
-no puedo, no quiero otra perforación.- los miré alternativamente. Me levanté de la silla y pedí al cuenta de la de Key, él solo me volvió a mirar y salió de la tienda, supe que se había molestado o enojado conmigo, suspiré cansado y pagué para salir a buscarlo.
Está bien si consigo que me perdones con solo sostener tu mano
Lo encontré en La Fuente de Sodas, leyendo una revista mientras tomaba refresco de naranja. Suspiré un poco triste y me senté a su lado, él no me dijo nada, ni me miró o cosas así. Seguía leyendo su revista. Pero tampoco le hablé, dejé que terminara de leer un artículo y después al darle la vuelta a la hoja tomé su mano, él me miró.
No creo que seas egoísta pero…
-me hiciste quedar mal, pareciera que te obligó a hacer las cosas ahora seguro piensas que te trató mal.- me dijo mientras me miraba a los ojos. –no quiero que piensen que lo que yo digo es lo que haces, si no querías debiste de haberlo dicho desde un inicio.- le sonreí y me acerqué a sus labios para apenas rozarlos con los míos.
La verdad, creo que eres muy bonita
-es que creí que podría con una nueva perforación, pero pues no.- sonreí mientras pegábamos nuestras frentes. –Perdóname.- sonreí y él también.
-Jonggie, estamos en público.- nos separamos y suspiré.
Y no me atrevo a decírtelo
-…- solo lo miré y sonreí otra vez, tan lindo mi novio. –¿a dónde vamos?- tomé su manso y nos levantamos de las bancas, él fue a dejar la revista y a tirar lo que quedaba de la soda.
Con la princesa número uno en el mundo
-¿quieres ir a comer algo? Podemos ir a Chicken Pollo y pedir alguna ensalada.- caminamos hacia el auto. –¿o quieres ir por pizza o comida italiana? No sé, ¿de qué tienes ganas?- abrí la puerta del copiloto y él entró.
-estaría bien comida italiana.- asentí y cerré la puerta, caminé por delante del auto hasta llegar al asiento del piloto, entré y encendí el auto, me puse a conducir hacia el restaurante, mientras lo hacía me estaba platicando sobre cómo le hizo para conseguir un nuevo empleado para Buena Miel, la dulcería que tiene Onew y en la cual trabajo.
Llegamos al lugar y salimos del auto, revisé mi billetera y aun tengo dinero, de los 10 000 won que me gané en el Ritmo se Seúl, el concurso de música, 6 se los di a ChangMin, él sabrá para qué usarlos, 3 le di a Key por ayudarme a ensayar y el apoyo moral, y uno lo dejé para cortarme el pelo y otros gastos, y lo de hoy entra en “otros gastos”.
Nos fuimos a ubicar a un mesa con vista hacia la calle, es más des estresante así, de menos él se des estresa mirando los atuendo de las de sus prendas, ahora sé que sí se puede combinar el negro y el café, o que los estampados tiene que combinar con los detalles o accesorios no necesariamente con toda la ropa. En fin, clases de moda.
Estaré siempre a tu lado
Comenzamos a hablar sobre nuestra infancia, se me hizo un poco tierno que él sacara el tema diciendo “¿te acuerdas cuando tú me enseñaste a hacer los aviones de papel?” y es cierto.
Nunca nos hemos sentados juntos en las clases, siempre lo hacemos alejados porque a veces prefiero no trabajar y solo escuchar música y él no, siempre tiene que estar atento y sentarse conmigo solo lo perjudicaría, así que empezamos con el sistema de comunicación de los aviones, solo que no se le daban mucho por lo que decidimos hacer bolas de papel.
Cuando recién empezamos con eso estábamos en la educación secundaria, tiene tiempo. Después entramos a preparatoria y por suerte quedamos en el mismo salón, recuerdo que cuando Minho me vio entrar pensó en voz alta “también estás aquí” jejeje como que no le agradó mucho la idea.
También hablamos sobre Yuri, hace más de dos días que no la he visto y eso que es mi vecina. Antes cuando éramos niños jugábamos juntos, los cuatros porque Minho también. Fue cuando empecé a juntarme más con Key, preferí estar con él ya sea solo viendo las nubes pasar o armando legos, era más divierto él que ella.
También hablamos de cuando le dije de lo que había pasado con ella cuando le dije que me gustaba más él que pues una chica, literalmente nos peleamos como en las películas o los doramas. Recuerdo que en un último intento me dijo “él o yo” jajaja respuesta simple y sencilla.
De ahí ella comenzó a estar más tiempo con Minho. Key me preguntó porque lo elegí a él. Me quedé pensando en eso mientras recordaba todo aquello.
Así que no dejes de sonreír
-no lo sé, tal vez desde ese momento ya te quería de una manera poco sana.- sonreí y él me devolvió el gesto. Después de eso, acabamos de comer, pagué la cuenta y salimos de ahí. Seguimos recuerdo aquellos tiempos en los que se podría decir “éramos felices los 4” porque una vez que me peleé con ella, las cosas caminaron en un giro de 190°.
Tú y yo somos uno cuando estamos juntos
En tanto bueno y malo. Pero lo que importa ahora es que ya estamos juntos, no tenemos problemas y somos felices. Decidimos ir a la cabaña que tiene mis padres al salir de la cuidad, cerca de una especie de bosque artificial con un lago.
Así que fuimos hacia allá, en el camino seguimos hablando del pasado, de nuestras primeras citas y por qué no, de cuando se lo dijimos a Minho. Recuerdo que recién estábamos en primer semestre en preparatoria, llevábamos saliendo poco más de un año, mi madre ya lo sabía y la de Key también, las personas importantes para los dos lo sabían excepto Minho y la razón por la que decidimos no decirle nada, es por su posible homofobia.
Él siempre vivió al margen de lo que la sociedad dice que está bien, así que la homosexualidad era un tema delicado para él. Incluso la misma palabra lo sacaba mucho de onda, y más cuando Taemin se le empezó a insinuar jajaja, ok no tanto así pero como que se daba a la idea.
-¿recuerdas cómo se puso?- le pregunté a Key, salimos del auto al estacionarme afuera de la cabaña, caminé hacia él y nos tomamos de las manos.
-claro cómo olvidarlo. Fue algo como “Minho, eres nuestro amigo y creemos que es necesario decírtelo, Jonghyun y yo estamos saliendo en planes de pareja, él y yo nos queremos, sé que no lo ves positivo pero es lo que hay. Y si ya no quieres ser nuestro amigo solo por eso, se nos hace una inmadurez”- repitió igual que cuando se lo dijo.
-¡exacto! Y él se noqueó y dijo “Pero y tú… entonces tú… es que yo… deberían de ser… no, no pueden serlo… Key, tú no, tú no puedes ser gay ¡y se olvidó de mi! Solo se acordó de ti pero no de mí.- le dije e hice un puchero. Él me apretó las mejillas y sonrió.
-bueno sí, tal vez porque era o más bien soy más su amigo que tú.- suspiré y asentí. –pero igual después me dijo que estaba igual o más noqueado por ti que por mí, dijo que ya lo veía venir porque empecé a mostrar más interés en la ropa y accesorios de lo normal.- nos sentamos a la orilla del lago y miramos el agua. –Jonghyun, si pudieras cambiar algo en tu pasado, ¿qué sería?- contrajo sus piernas y las abrazó.
Lo miré extrañado, si hubiera algo que pudiera cambiar…
Nunca haría algo para que te alejaras
-creo que nada, mi vida o más bien la vida es como una pila de naranjas, en donde al retirar una se cae todo y no tienen sentido. No cambiaría nada, más porque si cambio algo por más pequeño que sea, estoy seguro que afectaría lo nuestro. Incluso podría decir que hubiera querido no conocer a Yuri, pero por ella también pasaron cosas buenas en mi vida, de hecho antes de que yo te dijera que me gustas, le dije a ella que me sentía atraído por cierta persona, qué me aconsejaba, y me dijo, díselo, por eso fue que te lo dije, sino olvídalo, creo que no me hubiese animado.- sonreí apenado, pero sí fue ella quien me dijo que se lo dijera, que le arreglara algo bonito así le gustaría más.
Creo que creyó que me refiera a ella, jejeje, pero no hablaba de eso, sino de Key.
-¿entonces fue ella? ¿Ella te dijo eso y por eso estamos así?- me miró esperando una respuesta. –¿no debo de odiarla?-
-no, si quieres ódiala pero si fue porque ella me convenció de hacerlo. Si no me hubiera amenazado creo que si te lo hubiera dicho pero no en ese momento, tal vez como hace 3 o 2 años, si en ese momento me temblaron las piernas y sudé como si hubiera hecho ejercicio, aun no tenía el valor de decírtelo. Temía de tu reacción.- susurré y escondí mi mirada.
Hey princesa, te amo.
-jejeje bueno, consideraré el odiarla o no, yo en ese momento cuando me dijiste que gustabas de mí, no me lo esperaba, tal vez lo había pensado o imaginado antes pero nunca creí que fuera a ser cierto, era así como mis sueños más raros. El que me hayas correspondido fue un alivio, pensé que al menos lo que había pasado en mi casa valdría la pena.- suspiró cansado y me miró.
-sabes Key, no importa lo que haya pasado antes, lo hemos podido sobrellevar muy bien. Somos felices y eso es lo que interesa. Lo único que me preocupa es la universidad. Yo aun no tengo una carrera en la cual quiera estar, tú ya la tienes, diseño de interiores. Puedo tomar también esa carrera pero…- me puso su índice en los labios.
-por el momento no hablemos del futuro, a mí también me agobia. Disfrutemos estos días que estaremos juntos y ya. Después veremos qué hacer con eso.- me sonrió así que quité su dedo de mis labios.
-ok, no me preocuparé por eso.- suspiré y me acosté en el pasto. –Solo prometamos estar juntos, con eso me basta.- él se acostó al lado contrario de mi, de modo que nuestros cuerpos estén en direcciones opuestas, él no se mojara con el agua mientras yo sí. –Te amo.- giré la cabeza hacia la izquierda y le di un beso en la mejilla. Él solo me miró por el rabillo del ojo.
¡Defectos! Tiene demasiados
-recién recordé que me acabo de arreglar el cabello y yo en el suelo, además de la perforación que me hice.- se sentó y yo también, vi como se sacudía. –se me puede infectar.- se levantó y fue hacia el auto, ahí se miró en el espejo lateral. Suspiré y me levanté para caminar hacia él.
Nunca he tenido un día en el que no se queje
-¿está bien?- me acerqué al auto, aun se sigue mirando.
-no lo sé, ¿y si se infectó? ¡Pero mira mi cabello! Apenas estaba bien y ya lo arruiné, ayúdame con esto.- asentí y acerqué a él, su “arruinado” cabello es solo la marca de la almohada, que estuvo acostado en el pasto, pero aun así pasé mi mano por su parte posterior de la cabeza y le bajé el cabello. –¡y mi ropa! Ashh, seguro está toda sucia de la espalda, sacúdeme por favor.- empecé a sacudir su espalda.
Es más, ella nunca me escucha, sabes…
-estás limpio, no te pasó nada.- le dije mientras le terminaba de sacudir.
-ahora mi nuevo con atuendo está sucio, ashh ya ni lo que gasté en el cabello, también quedó arruinado.- see… ignorándome, pero soy yo, si fuera Minho estaría bien pero soy yo, Jonggie.
Bueno, pero creo que si me llama con esa tierna sonrisa y su dulce voz puede pedirme lo que sea
Terminé de sacudir su ya limpia espalda y caminé hacia la cabaña, pasé mis manos por mi nuca y miré hacia el cielo.
-¿estás molesto? ¿Arruine el momento JongKey?- sentí que venía caminando tras de mí, por lo que bajé mis brazos y miré por encima de mi hombro.
-no, no estoy molesto además podemos volver a formar un momento JongKey, solo ven aquí entremos a la cabaña porque empezará a oscurecer.- Aunque recién son las 5 pm.
No odio sus “oh, no me molestes” “déjame en paz” “cállate…” tú eres la princesa ¿ok?
Decidimos salir y mojarnos un rato en el lago, digo si está allá afuera de menos podremos usarlo para algo bueno o no tanto, igual y nos quitamos la ropa, excepto los bóxer como no traemos short eso servirá.
Yo no tuve problemas para desvestirme pero Key fue lo contrario, más porque no le despegué la mirada de encima. Vi como se empezaba a desnudar, lo hacía lento y dudosos que me dolió.
-Key, yo ya estoy listo, solo te espero.- me volteó a ver, estaba dándome la espalda por lo que me miró por encima de su hombro.
-no me molestes.- se sonrojó. –Lo hago a mí manera.- dejó de verme y escuché un suspiró. Solo me senté en una de las camas, por cierto hay dos la ultima vez solo era una, eso ser más divertido, dos camas jejeje.
-¿podrías hacerlo más rápido? Me estás matando.- le dije mientras no le quitaba la mirada.
-lo hago así para que te duela, Jonggie.- me susurró y afilé la mirada.
En verdad no creo que seas egoísta, pero…
-¿ha si? ¿Te gusta hacerme sufrir, cierto?- caminé hacia él y puse mis manos en la cintura de su pantalón, pasé mis manos hasta desabotonarle y empezar a bajarlo.
-sí, me encanta.- susurró y recargó su cabeza en mi hombro. –Pero yo puedo solo.- me dio un beso en la mejilla y se separó de mi.
¿No quisieras ser amable conmigo al menos por una vez?
Asentí y me regresé a la cama, en donde me volví a sentar a esperar que Key se desvistiera. Hace mucho que no le desvisto, mph, ojala que pronto me deje hacerlo.
Después de unos interminables minutos, salimos los dos en bóxer hacia el lago, mientras caminamos hacia ahí, no dejé de ver el cuerpo de Key, es más blanco de cómo lo recordaba, ¿hace cuando que no lo veía?
Tengo que empezar a tratar mis fetiches, eso de copular con él vestido no es tan bueno como parecía en un inicio.
Eres la princesa numero uno para mí
Empezamos a entrar en el agua, no era mi intención pero al mirar el pecho de Key sus pezones estaban erectos, sé que es por el frio pero aun así se ve sexy. Entramos hasta que el agua nos llegó hasta las rodillas.
Nos separamos un poco porque Key vio algo en el agua, dijo que brillaba así que lo iba a sacar, nota mental, a las Divas les gusta todo lo que brilla.
Cuando se agachó a sacar lo que sea, le aventé un poco de agua, así le mojé un poco la espalda y el cabello, él se encogió por el frio y me miró, afiló su mirada y solo le sonreí e hice el signo de paz.
-tú pequeño Puppy.- empezó a caminar hacia mí pero se enredó creo, porque cayó dentro del agua, entonces recordé que no sabe nadar por lo que me apresuré a estar a su lado y lo jalé del brazo. –Casi muero, otra vez- estaba agitado, así que lo levanté y quité el cabello que tiene en la cara pegado.
-¿quieres que te enseñe a nadar?- le pregunté y solo me miró extrañado. –vamos, será divertido.-
Eres más hermosa que todas las demás
-okey~- me contestó dudando. –Pero si me ahogo estará en tu conciencia.- asentí o negué, más bien las dos cosas.
-no te preocupes, no pasará nada.- primero le enseñé a flotar, que fue una aventura también porque me rasguñaba, supongo del miedo pero aun así le hice flotar, más bien tenía miedo de no flotar y por eso tardamos tanto.
Yo seré el único en sostener tu mano…
Después de enseñarle a flotar, empecé a enseñarle como patalear y los braceos para avanzar, aunque no quería hacerlo solo por lo que aun lo estuve ayudando con eso.
De un momento a otro se soltó de mí y lo hizo solo por uno o dos metros, después se hundió, por lo que lo saqué del agua.
-ah…- estaba agitado. –Suficiente por hoy.- se paró y me miró. Se sacudió el cabello y empezó a temblar de frio. –¿nos vamos?- me miró y vi como su labio comenzaba a temblar también.
¿No estás satisfecha con estar solo conmigo?
Bajé la mirada y suspiré, yo que creí podría estar un tiempo a solas con Key.
-si estás más cómodo, entonces vamos.- intenté sonreír y fingir que no pasaba nada malo. –no te quería obligar a hacer cosas que no querías, como exponer tu cuerpo.- dije y empecé a caminar fuera del lago, no escuche el movimiento del agua por lo que me detuve y volteé a verlo, tenía la mirada baja.
No me refería a eso
¡Rayos! Creo que eso es tema tabú, porque él pensaba que a mí no me gustaba su cuerpo y por eso no le desnudaba, creo que eh metido la pata.
¡Solo estaba bromeando, en serio!
-digo, así como tu dijiste en La Fuente de Sodas, no te quiero obligar a hacer cosas que no quieres.- lo miré y esperé una respuesta, ésta fue una mirada fulminante, una mueca llena de orgullo y me evadió cuando salió de agua.
-Key~- chillé mientras lo seguía hacia la cabaña de mis padres. –no lo dije con la intención que tú crees, solo no te quiero obligar a hacer otras cosas.
-no, lo dijiste. Y ya no importa.- se empezó a secar con mi playera.
No entiendes nada en absoluto.
-Key~- volví a chillar. –no lo dije con intenciones ofensivas, por favor perdóname, cuidaré más lo que diga pero no estés molesto conmigo.- caminé hacia él y puse una de mis manos sobre las de él, mientras se seguía secando.
Enserio solo estaba bromeando
-te perdonaré solo porque no quiero tener problemas contigo, pero para la otra mide más lo que dices, hay cosas que sabes de mí y las dices tan a la ligera que me lastiman.-arqueé una ceja pero asentí.
-te lo juro, mediré más lo que digo. ¿Pero cómo que hay cosas de ti que no sé?- dejó mi playera sobre la cama y se sentó en ella.
-es mejor que no saberlas, todos tenemos secretos jejeje así que es normal, además yo tampoco sé todo de ti, eso es como más atractivo para una relación, ¿no crees?- bueno, creo que no me lo dirá y no quiero incomodarlo aun más.
-cierto.- fue lo único que dije. Después salimos otra vez de la cabaña y fuimos hacia el lago. Comenzamos a lanzarnos agua y ahora que Key podía más o menos nadar bien, empezamos a hacerlo de un extremo a otro, hasta donde él podía porque no quería sobre esforzarlo.
En estar dando vueltas al lago, él se me acercó, dijo que estaba cansado así que nos fuimos a sentar debajo de un árbol del que colgaban sus ramas al agua, ahí estuvimos unos minutos más.
-Jonggie, amo estar contigo.- susurró cuando aun lo tenía abrazado, entre mis piernas y con la mitad de su cuerpo debajo del agua.
-a mí también me encanta estar contigo.- escuche que el gua se movió esto porque Key se dio la vuelta, me hizo sentarme bien y de mi cintura hacia abajo estaba debajo del agua, él se sentó sobre mi pelvis, me tomó de las mejillas y comenzó a besarme.
Le correspondí a la vez que mis manos pasaron por su cuerpo desnudo, toqué su espalda y sus costados. Comenzó a moverse sobre mi entrepierna, subía y bajaba, lo hacía lento.
-Jonggie… quiero tenerte dentro.- un escalofrió me recorrió. Él se encargó de bajarme los bóxer hasta que salió mi semi erecto miembro, yo le bajé los suyos sin quitárselos, solo dejando sus partes al aire libre. –quiero sentirte dentro de mi.- me susurró al oído y sus movimientos no paraban. –porque me encanta como me partes.- sentí mis mejillas arder y las de él también estaban rojas.
Siguió provocándome con sus palabras y la manera en las que la decía, hasta que él solo se penetró, no lo lubriqué ni dilate, pero se sintió como si lo hubiese hecho. El agua nos ayudó mucho con esto.
Él subía y bajaba en mi cuerpo tan rápido que incluso todo mi miembro entro en él, sentía la piel de Key rozar con la base de mis testículos, él apretaba deliciosamente su trasero y esto me hacía ver estrellas.
Tenía su cara sonrojada y su boca entre abierta, su entrada comenzó a contraerse, sentía esas contracciones tan placenteras que sería pecado sentir tanto placer. Finalmente eyaculé dentro de su cuerpo, vi como le llegaban los espasmos por mi esperma que era lanzado en su interior.
Después me di cuenta de que él aun no eyaculaba. Le quise masturbar pero no me dejó, sino que aun con mi miembro dentro de él comenzó a masturbarse él, a la vez que se estimulaba empezó a pellizcarse uno de sus pezones iba a tomarlo de las caderas para volver a empezar con un vaivén pero eyaculó diciendo mi nombre y se dejó caer sobre mi cuerpo.
-nos vamos a enfermar.- susurró cuando su respiración se calmó. –si no es por al agua, serán por sus bacterias.- oh, eso era cierto por lo que abracé a Key, lo cargué y le acomodé la ropa antes de salir de debajo del árbol, también me subí la mía y después caminé hacia la cabaña, tuve que nadar un poco para poder salir.
Al hacerlo sentí frio pero no tanto como lo hizo Key, ya que temblaba violentamente. Tanto juntarse con Minho lo está haciendo friolento.
Entré a la cabaña y lo dejé sobre la cama que ya había estado mojada, lo sequé otra vez con mi playera y ropa, después lo cobijé y fui a prender la chimenea, así se empezó a calentar la habitación.
Me sequé y me cambié la ropa mojada por una limpia, menos mal como es la cabaña de mis padres aquí hay de mi ropa y por Key no hay problema ya que hay mucha de su ropa en el auto.
Después de acomodar todo me fui a acostar en la cama junto con Key, le presté un pantalón pijama para que no tuviera tanto frio, no se quiso poner la sudadera solo la playera, así que lo abracé.
-te amo, Jonghyun.- se acurrucó contra mi pecho.
¿Cuál fue la primer canción que cantamos juntos?
-yo también.- le contesté. Saqué mi reproductor de música y le conecté los audífonos, le puse uno a Key, se quejó un poco pero al final se lo acomodé, yo me puse le otro y empecé a reproducir una canción, la que Key y yo cantamos en el festival, Love’s Way.
-aun tienes la canción.- escuché que susurró.
-¿por qué tendría que no tenerla?- lo apreté contra mi cuerpo y él suspiró.
Nada, nunca olvidaré nada, todos esos momentos que pasé con mi princesa, así que…
-hace años que la compusimos y aun la tienes.- me susurró. –te acuerdas de que en ese festival teníamos que componer algo y le pedimos ayuda a los profesores.- me miró desde abajo, ya que está recargando su cabeza en la almohada y yo aun estoy semi sentado.
No me digas “¿lo recuerdas?”
-claro que lo recuerdo, fue cuando de algún modo, sufrimos porque no podíamos adaptar tu letra con mi música.- él arqueó una ceja.
“Tú también debes recordarlo”
-¡claro! Al final fue la canción de los profesores jejeje porque ni mi letra ni tu música, pero está bonita, al final quedó mejor de lo que me esperé- se acurrucó aun más.
¡Por supuesto! Porque tú eres…
-exacto, aunque con el paso de los años hemos podido hacer nuestras propias canciones, ahora que podemos hacerlas bien eh podido participar en El Ritmo de Seúl, y quiero entrar a Compositor Brillante.- tendré que ponerme a trabajar con la canción que mandaré.
La princesa número uno en el mundo
-Jonggie, ¿ya te dije que te amo? Justo cuando las cosas se mejoran tu las puedes hacer aun mejores, hoy fue uno de los mejores días que he tenido, espero que los podamos repetir más seguido.- me miró hacia arriba y le sonreí, me bajé hasta recostarme en la almohada.
-yo también te amo, mucho, mucho Key. – lo abracé y apachurré contra mí hasta que se quejó. –jejeje lo siento.-
Siempre estaré cuidándote, así que sé como quieras
-me lastima tanto amor.- aflojé un poco mi abrazo.
Repentinamente saque mi mano derecha y repentinamente… como un apretón
Con mi brazo que está bajo su cuerpo traté de buscar su mano, él vio lo que estaba haciendo así que me lo facilitó poniendo su mano sobre la mía.
“Solo quería sostenerla”
-quería sentir tu mano, tus dedos entrelazándose a los míos, así me siento más querido y al mismo tiempo, que te puedo proteger.- susurré y le miré.
Cuando dije eso ella me regresó el apretón
Sus dedos se entrelazaron a los míos, como pudimos claro. Sentí el calor de su mano y sonreí feliz.
Ciertamente, mi princesa es la mejor
-te amo Key, gracias por ser tan lindo conmigo, te amo, enserio te amo Diva.- le besé la frente. –Eres él mejor.- susurré. –él mejor.- cerré los ojos.