Iron Clown
Los Vengadores caminaban confundidos por los pasillos de la jefatura de policía, a todos les sorprendía la petición de aquel criminal, ¿Por qué quería ver a Tony? ¿De qué le serviría? ¿Qué quería?
Ese día empezó normal, bueno tan normal como podía ser siendo ellos. Un momento estaban entrenando y curando sus heridas y al otro persiguiendo a una banda de villanos maniáticos: Encantadora, el barón Stroker, lo mismo de siempre… pero hubo una excepción… el Joker. ¿Qué hacía en Nueva York? Por el momento no importaba, solo tenían que derrotarlos y capturarlos así que se movieron rápidamente y en cuestión de minutos acabaron con todos, ya que Batman y Robin se les unieron a la pelea pues iban persiguiendo a Mr. J.
Sin embargo algo curioso ocurrió cuando llevaban a los criminales a la cárcel: Joker pidió hablar con Iron Man, quería que fuera él le hiciera el interrogatorio. No es poco decir que todos (policías y héroes) creyeron estar alucinando, el Príncipe Payaso del Crimen, némesis del Caballero de la noche… ¿pidiendo que otro héroe lo interrogara? Eso los descoloco pero aún más el hecho de que Iron Man aceptara como si nada, al contrario sonrió levemente... era como si lo hubiera estado esperando.
Batman intento hacerlo cambiar de opinión diciéndole que podía ser una trampa, que podría resultar herido pues el Guasón era impredecible y era capaz de usar cualquier cosa como un arma, pero contrario a lo que el murciélago espero, Stark solo le dijo que no se preocupara, que estaba acostumbrado a lidiar con locos.
Así que ahí estaban, dirigiéndose a la sala donde tenían al Joker porque los Vengadores no se separarían mucho de Tony, eran una familia y como tal se protegerían. Batman también iba con ellos quería saber porque el payaso pedía hablar con el héroe de hierro, desde que lo capturaron solo abría la boca para pedir que trajeran a Iron Man ¡ni siquiera pregunto por el! Vamos, no es por ser presumido ni nada por el estilo pero sabía que él era la parte central de la diversión en la creación y ejecución de sus obsesivos proyectos y carrera criminal, así que no entendía porque…
-Tony no tienes por qué hacer esto – dijo preocupada Avispa.
-Jane tiene razón Stark, seguramente es una trampa ¿sino porque lo pediría? Tú no eres policía ni psicólogo – Viuda, al igual que todos temía por la vida del castaño.
-Se preocupan demasiado – el desinterés podía notarse a la perfección en su rostro. Cosa normal en el genio pero que solo los ponía más nerviosos - .Nada va a pasarme.
-Pero es que tu…
-Señor Stark – un policía interrumpió la “platica” - . Insiste en verlo.
-Bien, hora del show – su sonrisa burlona enmascaraba magníficamente la verdadera sonrisa que quería mostrar, pero sabía que no podía hacerlo. No aun.
Con el andar elegante y seguro que lo caracterizaba entro, mientras el resto de su equipo, Robin, Batman y algunos oficiales se pegaban al cristal para ver y oír tan extraña situación (también para vigilar que Iron Man no saliera herido). Solo había una simple mesa y dos sillas adentro, sentado en una se encontraba el As de bandidos mirándolo divertido y… ¿aliviado?
-Iron Man – rio audiblemente crispando los nervios de cierto rubio ojiazul.
-¿Para quería verme Príncipe Payaso del Crimen? – pregunto con un tono burlón sentándose frente a él.
-¿Te cuento algo? Eres el primero en mucho tiempo que esta tan tranquilo frente a mí. – Tony inclino un poco la cabeza hacia un lado como sino entendiera. – Después de todo soy un psicópata homicida…
-Sádico con tendencias autodestructivas – completo el castaño -. Lo sé, leí tu expediente psiquiátrico. Pero eso no responde mi pregunta, ¿para que querías que estuviera aquí? –pregunto nuevamente un poco curioso.
-Incluso el valiente Batman permanece de pie cuando nos encontramos en la jefatura de Gotham City, creo que en el fondo me teme aunque sea un poco… sí, me teme pero lo oculta con su indiferencia y sus amenazas. En fin. ¿Te cuento un secreto? Yo soy tu admirador – con semejante declaración todos los que estaban afuera se sorprendieron enormemente y estuvieron a punto de salir a ver si no se estaba acabando el mundo. - ¿Me darías tu autógrafo… y otro para mi pequeña Harley? Ella también te admira y te extraña, dice que fueron muy amigos.
Ok, eso sí fue demasiado, ¿Cómo que Tony era admirado por dos peligrosos criminales y era amigo de aquella desequilibrada arlequín? ¿Qué más ocultaba el héroe de hierro? De no ser porque Pepper se encontraba arreglando unos asuntos legales en Los Ángeles la estarían atosigando con preguntas sobre el pasado de Stark. Y ellos creían conocerlo.
-Claro.
¡¿Acaso habían entrado en un mundo paralelo?! Algo dentro de sí les decía que después de eso tendrían que ir con un psiquiatra.
-¡Gracias, gracias eres muy amable! –rio y aplaudió el payaso cuando Tony le entrego dos papelitos con sus iniciales. – Harley me cuenta mucho de cuando eran amigos, la pobrecita quiere verte pero sabe que si se acerca el murciélago la llevaría inmediatamente a Arkham.
-¿Y porque vino usted aquí?
-Oh, eso es un secreto que no te puedo contar – canturreo burlón viendo el cristal que había en la pared, no podía ver a nadie pero sabía que Batman estaba ahí, observándolo.
-¿Por qué? ¿Temes que se lo diga a los policías?
-Nop.
-Bien… entonces dime porque querías verme.
-Solo porque te extrañaba.
-¿Extrañarme? Usted y yo no somos nada.
-Jajaja, ¡claro que sí! ¡Tú estuviste conmigo en Arkham dos años! – Joker se levantó de un salto y se colocó detrás del héroe de hierro, él se veía tranquilo al contrario de los que se encontraban afuera; las palabras y acciones del criminal los pusieron a la defensiva.
-¿En qué te basas para decir eso? En este mundo hay dos tipos de verdades: la histórica y la probable, una es lo que en realidad paso y la otra lo que se puede comprobar. – giro la cabeza para verlo cínicamente -. Dices que fuimos compañeros en ese psiquiátrico, pero… ¿tienes pruebas? Es tu palabra contra la mía. ¿A quién piensas que le creerán: a un criminal o a mí?
-Oh si, el asesino contra el héroe que hace el bien – se puso nuevamente frente al castaño lo cual relajo a los demás - . Claro, claro. El maravilloso Anthony Stark, el niño bueno que cumple todas las reglas…
-Disculpa me estas confundiendo con el Capi-paleta, yo no soy un héroe y tampoco pretendo serlo. –Se levanta.- Por lo visto no me dirás nada interesante así que me voy – da media vuelta – que te diviertas en la cárcel.
-Nos veremos muy pronto Iron Man – prometió el payaso al castaño que salía tranquilo de aquella habitación.
Afuera todos miraban inquisitivos y sorprendidos a Stark, querían respuestas pero no sabían si lo que decía el Joker era cierto o no. Adivinando sus pensamientos Tony sonrió indescriptiblemente y dijo:
-¿Qué? No me digan que piensan que es cierto lo que él dice – nadie le contesto -. A quien le van a creer más, ¿a un asesino psicópata o a mí? – pregunto antes de dirigirse a la salida.
Todos –especialmente los héroes- estaban desconcertados, no sabían que pensar ni a quién creerle. Pero una cosa si sabían: descubrirían la verdad sin importar que.