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Quimera de un amor imperfecto por Daymin

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Capítulo 1: De comienzos, malos entendidos y situaciones vergonzosas.

Cuando los recuerdos se oscurezcan…  Será la hora de que se desvanezcan… En ese tiempo… le pondré una cerradura a mi corazón…

 

–Seul, Corea del Sur–

                            

– ¿Cuántas veces te he dicho que no? En verdad es molesto hacerlo por…–El pelinegro callo pensativo por unos segundos mientras contaba con los dedos de su mano derecha –y esa sonrisa de satisfacción en el rostro– el número de veces que había rechazado ya las insistentes invitaciones a salir dela rubia recargada contra los casilleros del pasillo que dirigía a la primera planta de la Universidad.

–Yoochun~OppaMurmuro con voz falsamente dulce, apartándose un poco de su posición para jugar con la corbata que caía elegantemente sobre la camisa color negro que vestía Yoochun.

– ¿Tienes dignidad acaso? –Pregunto empleando ese tono de fastidio que siempre funcionaba cuando se trataba de casos “especiales” Rodo los ojos y bufo cruzando los brazos a la altura de su pecho con ese aire de galán que siempre había tenido ante los ojos de los demás.

–Oppa es muy malo, pero está bien–La muchachita sonrió con algo parecido a la ternura intentando abrirse paso en sus ojos, acerco la palma de su mano derecha –algo temblorosa–Al brazo del pelinegro para obligarle a abandonar esa postura forzada que mantenía todavía.

– ¿Quién te ha dicho que puedes tocarme? –Park soltó una risita amarga y arrogante antes de apartarse lo suficiente como para que esa caricia no sucediera bajo ningún concepto.

–Pero Oppa–Se quejó la rubia pucheando indignada y enojada ya, porque era la primera vez que alguien tenía el “valor” de rechazar su flirteo con tanta facilidad.

–Ohh–Murmuro Yoochun algo divertido con la expresión de la chica, sonrió burlón cuando esa idea vadeo sus pensamientos–Oppa te dará algo que nunca olvidaras–Prometió casi susurrando para luego llevar sus dedos a las mejillas de ella, acaricio la tersa piel un poco ampliando esa mueca en sus labios otros centímetros más hacia arriba, ladeo el rostro convencido de que la rubia había cerrado obedientemente los ojos tal como le pidió

 

El pelinegro dio la vuelta ajustando la corbata a su elegante cuello para hacer una retirada digna de su porte, con el cabello perfectamente acomodado, la sonrisa destellante y las miradas de todas las adolescentes encima de su figura.

 

Y Yoochun sonrió algo más con el ego creciendo peligrosamente hacia el cielo como la espuma del mar, sintiendo que ese era su lugar, que siempre seria de esa manera, porque él había nacido para ser querido por todos, y jamás entendería la razón por la cual…

 

Su madre pudo pensar diferente alguna vez.

 

~QDUAI~

–Universidad Nacional de Seul–

                            

– ¡Junsu~Ah! ¡Déjame explicarte! –Grito Lee Hyuk Jae sin detener sus pasos incluso cuando Junsu ya había terminado de bajar las escaleras hacia la primera planta de ese edificio que ahora le parecía exageradamente grande, se sonrojo levemente al sentirse observado por esos estudiantes de ciclos superiores que transitaban los pasillos a esa hora de la tarde, pero era aún más importante el poder decirle a su EX Novio la verdad.

 

– ¡Que me dejes en paz! –Respondió con la voz ronca por el esfuerzo, y sintiéndose algo más humillado cuando al terminar de descender un montón de ojos se cernieron sobre su persona con reproche, como si hubiese interrumpido algún evento realmente relevante.

– ¡Su! –El peli castaño soltó un suspiro con la respiración todavía trabajosa, se obligó a mover las piernas otra vez, no podía dejar que Eunhyuk pensara en el cómo en quien se puede usar y desechar cuando se quiera, era nerd, pero no tonto, y eso se lo había dicho a su novio hasta la saciedad.

 

El hecho de que no usase pantalones apretados de colores, y poleras con escotes que no dejaban nada a la imaginación no le hacia menos masculino –o eso creía– cerro las manos en puños con ese pequeño nudo en la garganta, había tenido bastante de llorar la noche pasada cuando le vio besando a su compañero de banca en esa fiesta donde solo los “cara bonita” podían entrar sin ser víctimas de burlas o insultos por demás infantiles.

 

Y Junsu jamás comprendería por que la apariencia tenia tanto precio para las personas, creía firmemente que cuando uno se enamora lo hace con el corazón, no con el rostro o un poco de maquillaje para no dejar ver las imperfecciones, sacudió la cabeza molesto consigo mismo, había veces que llegaba a pensar como una quinceañera con las hormonas alborotadas y esas ilusiones que derramaban demasiada miel para ser ciertas.

 

Los gritos se hicieron un poco más fuertes a lo largo del pasillo con ese peli castaño caminando despistado, ese pelinegro que aun miraba sonriente la expresión de la rubia apoyada contra los casilleros esperando por su sorpresa, Yoochun evito soltar una seca carcajada por los pensamientos que cruzaban su mente en ese mismo instante, giro el rostro encontrando una mirada marrón oscura sorprendida y algo asustada tras esos lentes de botella que iban medio montados sobre la nariz de Junsu.

 

Los vitoreos y esos: “¡Yoochun Oppa es tan apuesto!” comenzaron a asfixiar escasamente al peli castaño que dio dos pasos hacia atrás repentinamente nervioso.

 

– ¡Junsu! –La voz de Eunhyuk entre la multitud de estudiantes que vociferaban le acelero el corazón, se debatió entre alejarse de esos ojos negros que le contemplaban como si algo en esa situación fuese divertido o en volver otra vez con Hyuk Jae.

–Oppa–La rubia mascullo con la paciencia algo limitada ya, soltó escuchaba exclamaciones sin sentido, y Yoochun no vivía con lo prometido.

 

Al Peli castaño se le revolvió el estómago, y la respiración se le des acompaso cuando atisbo al pelinegro acercándose con un caminar sumamente lento y seductor, sin saber exactamente como termino acorralado contra la pared continua al baño de mujeres, trago saliva cuando esos brazos –Bien formados–formaron una especie de cárcel alrededor, sus lentes resbalaron algo más casi a punto de caer al suelo, y Junsu solo podía cuestionarse…

 

¡¿Por qué maldita sea esas cosas le sucedían a el?!

 

~QDUAI~ 

¿Podría clasificarse eso como “infidelidad”?

 

Se cuestionó Eunhyuk con cierto descaro y bastante desubicado ya al terminar de descender las escaleras, el rubio detuvo todos sus movimientos cuando fue participe de esa escena desarrollándose unos cuantos casilleros más adelante, sin querer llegar a conclusiones apresuradas, porque sabía de primera mano que Junsu no era de esa clase de chicos que tenían aventuras o romances efímeros con el primero que se les cruzara en frente, se descubrió a si mismo dudando patéticamente de la honestidad del otro muchacho.

 

El peli castaño opto por cerrar los ojos, dejando que sus pupilas marrón sean ocultadas tras sus temblorosos parpados, le temblaban los labios por la anticipación y sentía un repentino hueco en el estómago que le obligaba a mantener cerrada la boca, seguro que si la abría tan solo para quejarse terminaría devolviendo lo poco/nada que había desayunado unas horas antes en la cafetería de la Universidad.

 

El pelinegro robo acorto un poco más la amplitud del espacio vital del menor, coloco ambas manos contra la pared formando una especie de cárcel, cuyo único “prisionero” era el muchacho de camisa a cuadros y pantalón hasta más allá de la cintura unos cuantos centímetros más bajo que si mismo, una sonrisa ladina apareció en el rostro del mayor, abandonando la posición de depredador-Victima por unos segundos llevo a tiempo sus dedos índice y pulgar para sostener por el armazón esos lentes de botella que estaban a punto de resbalar de la nariz del peli castaño.

 

Un suspiro ahogado se le escapo cuando sintió ese roce leve en alguna parte de su nariz, parpadeo un par de veces antes de enfocar la mirada en los ojos negros del más alto mordiéndose el labio inferior inconscientemente, dejo de jugar con las manos a su espalda para limpiarlas disimuladamente en la tela del vaquero que vestía, todavía con las duda asaltándole traicioneramente extendió hacia delante los brazos mostrándole las palmas libres de ambas manos al otro muchacho con la esperanza soñadora de que entendiera el mensaje de ese silencio, porque simplemente no le apetecía cruzar palabra con ese “acosador”

 

Y aun así ese chico era guapo, Yoochun era atractivo.

 

~QDUAI~

 

Sonrió convencido de que ya había conseguido fijar su atención totalmente cuando observo los ojos marrones con ese brillo de admiración que era ya en demasía típico y obvio para su gusto, Observo ese gesto nervioso que hizo el menor con diversión en la mirada asintiendo despacio para que bajara las defensas unos grados más, se felicitó mentalmente, la gente siempre era tan fácil de engañar y ese chico definitivamente no era la excepción.

 

Cerro los ojos otra vez presa de esa ansiedad que le helo el cuerpo trepando desde su garganta hasta su boca, seguro de que si seguía acercándose le dejaría un recuerdo inolvidable sobre la ropa que afirmaba era de marca, el olor a colonia cara puso las cosas más difíciles para Junsu, era una esencia que conseguía marearle, y estaba en exceso cercana, no tuvo siquiera tiempo de pensar que carajos estaba sucediendo pues los labios del Pelinegro alto y sexy se apoderaron de los suyos sin pedir permiso.

 

“¡¿Qué mierda es esto?!”

 

Casi grito al ver que se aparta con ese gesto de arrogancia jugando en sus labios, y esa mirada de satisfacción personal que solo le provocaba ganas de virarle la cara de un puño.

 

¿Acaso tenia cara de payaso?

 

La respuesta a esa pregunta formulada mentalmente llego rápidamente, esas risas estruendosas y las carcajadas desvergonzadas no se hicieron esperar haciendo eco en el pasillo del primer piso, Junsu se encogió en su lugar sabiendo que el rubor en sus mejillas era desmesuradamente visible para los otros estudiantes, le clavo una mirada llena de desprecio y odio, aguardando a que al menos volteara a verle luego de que terminara de susurrarle algo en el oído a esa rubio alta y guapa.

 

El pelinegro ladeo el rostro aun con esa expresión de felicidad, y Junsu se quedó algo atontado, ¡¿Por qué coño era así de apuesto?! Y se pateó figurativamente por esos pensamientos fuera de lugar, exploro el lugar algo aturdido todavía, dándose cuenta de que el “acosador” había desaparecido ya, fue apenas consciente de la rubia que lloraba contra los casilleros de enfrente como si le hubiesen herido de verdad, para luego ser arrastrado por un muchacho alto y moreno que robo suspiros y chillidos bajitos a las chicas que rodeaban ya a la mujer que no cesaba de sollozar y lamentarse

 

Hyuk Jae permanecía aun al filo de las escaleras con la mirada perdida y la intención de cuestionarle varias cosas a Junsu–a sabiendas de que ya no tenía derecho alguno para siquiera pensarlo– sin embargo se vio interrumpido por ese Changmin que le advirtió con un gesto silencioso que no se acercara, Eunhyuk evito bufar molesto, porque ese chico siempre había estado allí, entre Junsu y el desde que podía recordar, Shim era como…

 

La defensa invisible de Junsu.

 

~QDUAI~

 

El viento revolvió algunas hebras de cabello que caían desordenadamente un poco más arriba de su cuello, acomodo los brazos cruzados sobre su pecho antes de apoyarse con el brazo derecho en el filo de la puerta corrediza, era el único lugar de la universidad donde el ruido del resto del edificio no se percibía con esa claridad aplastante que sucedía en las plantas bajas.

 

El peli-castaño observo a su amigo con tranquilidad sentado sobre esas alfombras desgastadas y viejas en el suelo de cemento, sin saber si debería hablar primero, o si tal vez Changmin le ayudaría esta vez, descarto la última opción de inmediato , conocía en exceso al menor como para saber que no le haría las cosas tan fáciles.

 

–Changmin…–Murmuro casi en un tono inaudible.

–Pensé que te comieron la lengua los ratones–Comento el muchacho de sonrisa torcida y ojitos encantadores tabaleando el pie contra el piso a la espera de que Junsu prosiguiera con su relato.

– ¡Lo que ha pasado allá abajo, ni siquiera estaba en mis planes! –Replico el mayor aunque Changmin aún no hubiese formulado ningún cuestionamiento.

–Hyung...

– ¡Me ha besado un extraño Changmin! Ni…Ni siquiera le conozco…No sé cómo se llama…No… ¡No sé nada! –Espeto perdiendo los estribos frente a su compañero, consciente de que quizás era una reacción exagerada, pero es que no todos los días un chico alto, acosador, pelinegro y…sexy te besa contra la pared continua al baño de chicas, otra vez esos pensamientos de quinceañera, sacudió la cabeza de un lado a otro apartando todos esos adjetivo que pudieran calificar a Park como prospecto de pareja.

 

El menor no tardo en soltar una sonora carcajada ante las palabras de Junsu, había sonado como si fuese uno de esos muchachos populares que contaban con un largo historial de novias– ¡Solo te ha besado Hyung!

 

– ¡¿Qué has dicho?! –Pregunto moviéndose inquieto en su lugar, con la tentativa de ponerse de pie– ¡Que no soy esa clase de persona! –Se quejó con un puchero, ocultando el rostro en las manos, extremadamente avergonzado.

–Te gusta–Soltó Changmin enarcado las cejas, y borrando la sonrisa que pintaba minutos antes en sus labios para remplazarla por esa expresión sarcástica y algo molesta.

– ¿Eh? –Cuestiono el peli-castaño alzando la mirada para observar al menor como si se hubiese vuelto loco ¿Cómo iba a gustarle alguien a quien ni siquiera conocía?

–Nada de ¿Eh? Conozco esa cara de bobo que pones, es la misma que tenis cuando Eunhyuk tuvo el “valor” –Tosió recordando la forma tan estresante en cómo se le declaro el muchacho a su amigo–para decirte que te quería y esas cursilerías que hacen ustedes los enamorados.

Junsu rodo los ojos, y carraspeo un poco para aclararse la garganta, intento hablar, pero noto a las ideas dispersándose de sus pensamientos justo al momento de querer rebatir los argumentos de Shim.

– ¿Lo ves? Tengo razón.

–Que no–Susurro débilmente.

 

Changmin abandono la postura que ocupaba ya desde hace bastante tiempo acercándose al mayor para acariciarle la cabeza como a un niño de diez años, antes de desacomodarle algunos mechones del mismo, recibiendo un gruñido como respuesta, no pudo evitar reír de nuevo al notar que las gafas de Junsu no estaban donde se suponen deberían estar situadas.

 

–Hyung…

– ¿Ahora dirás que me gusta quien eh...? ¿El profesor de baile... Ji. –

El moreno no tardo en llevar una de sus manos a los labios del peli castaño para que guardara silencio– ¡Te han pirado los lentes! –Le dijo con las mejillas infladas para no burlarse.

– ¡Joder! –Grito con exasperación Junsu colocándose de pie, y corriendo entre trompicones a la puerta corrediza de vidrio que conducía de la modesta terraza a las oficinas de la última planta de la facultad de Ingeniería.

– ¡Junsu, pequeño idiota! –Vocifero el moreno pasando la mano derecha por sus ojos y nariz en una expresión clara de frustración, ladeando algo el rostro para recoger el pequeño bolso/mochila que Kim se había dejado tirado en el suelo a la buena de Dios.

 

Se apresuró a abandonar el sitio cerrando la puerta con cuidado de no ser pillado por alguna autoridad importante, el lugar era exclusivo para el uso de los profesores según tenía entendido, aun así el y Junsu siempre solían ir allí cuando necesitaban conversar de asuntos importantes, que no debían ser de dominio público.

 

Dio un giro de noventa grados para comenzar a acercarse a la puerta, con la punta de los pis únicamente apoyada sobre la alfombra color vino que acompañaba el resto de la decoración del pasillo.

 

“Todo va bien, todo va muy bien”

 

Se repitió mentalmente unas cuantas veces ya con una sonrisa pequeña en los labios ante el evidente éxito que estaba teniendo

 

“Salta la tablita, yo ya la salte…”

 

Canto tranquilamente como si se tratase de jugar al avioncito, apretó su mochila a la espalda y el bolso de Junsu al hombro completamente feliz.

 

“Nada va a salir mal, Na…”

 

– ¿Con que rompiendo las reglas? –Esa voz masculina…

“¡Mierda!”

 

Shim mostro su perfil unas milésimas de segundo al –hasta ahora– desconocido, quedándose sin aire al reconocer a Rain…

 

“¡Mierda, Mierda!”

 

 

                ~QDUAI~

 

–Centro de Seúl, Corea del Sur–

 

Quizás había dormido más de lo debido, o tal vez ese punzante dolor en la sien era producto únicamente de la cantidad de alcohol que había ingerido la noche pasada, soltó un suspiro seguido de un rápido bostezo casi imperceptible por ese muchacho de cabellos negros alborotados que rodo aun envuelto en las sabanas horizontalmente en el colchón aun ajeno a esas orbes negras que no dejaban de observarle con una atención por demás aplastante.

 

Entreabrió los labios para balbucear unas cuantas apalabras inentendibles antes de dar otra de esas vueltas que comenzaban a menguar la paciencia del otro muchacho, con ese dolor todavía presente en la cabeza opto por incorporarse, al instante noto ese mareo que le obligo a ir casi corriendo a la primera puerta que encontró cerca de ese enorme ventanal que todavía tenía las cortinas cerradas, como pudo empuño la perrilla para abrir y prácticamente caer arrodillado frente a la taza, noto el sabor amargo del alcohol treparle por la garganta, seguro de que sería solo liquido lo, que estaba devolviendo por que no recordaba haber comido absolutamente nada…

 

¡Vamos que no recordaba ni como había terminado en una cama con otro hombre!

 

– ¡Yunho Hyung! –La voz dulce del muchacho provino de la habitación alterando algo mas sus ya desmadejados nervios, y cerro de un portazo recargándose contra la madera sin la más mínima intención de abrirle.

– ¡Yah! ¡Yunho! –Sacudió al cabeza confundido ¡¿Quién demonios era ese tal Yunho que tanto llamada el pelinegro guapo?! Y se pateó mentalmente por tener ese tipo de pensamientos sin sentido en esa situación de relativo riesgo, si, sobre todo para su amigo allí abajo, por que no recordaba nada, todo en sus pensamientos era como un extenso lienzo blanco.

 

–Abre la puerta, de verdad no estoy para este tipo de tonterías, mama acaba de llamar ha llegado más temprano–Le escucho murmurar todavía pegado a la puerta, pero sin moverse ni para subirse los calzoncillos, que noto bajarse un poco del lado derecho casi alcanzado más allá de su muslo derecho.

–No…–Susurro inseguro de si alzar la voz sería buena idea.

– ¿Ha pasado algo? ¿Qué te ha sentado mal? –Pregunto otra vez esa voz que ya comenzaba a parecerle estúpidamente atractiva aun a pesar de que solo tenía la remembranza del rostro que había mirado dormido contra esa almohada, seguro de que esa habitación todavía seguía oliendo a los dos…

 

A sexo y confusión.

 

–Llamare a Changmin, no soporto cuando te pones así… –Pasos firmes se alejaron sobre la madera del suelo poniéndole aún más nervioso. ¡¿Por qué mierda estaba en ese aprieto?! No tenía  a nadie, descarto en segundos la ida de comunicarse con Jaejoong seguro de que le colgaría el móvil antes de que pudiera siquiera explicarle el asunto

 

Abrió la puerta del baño despacio, maldiciendo por lo bajo el rechinido que dio, camino casi de puntas  hacia el dormitorio encontrándose de lleno con ese Heechul de espaldas a su persona que sostenía el teléfono inalámbrico entre su oreja y el hombro, dándole ese aire sensual que le fue inevitable notar.

 

–Oh–Mascullo Kim antes de ladear el rostro y abrir los ojos tan grandes que parecía que estaban a punto de salírsele de las orbitas, se quedó de piedra al no reconocer a ese hombre medio desnudo en la mitad de SU habitación.

 

– ¿Quién eres tú? –Pregunto con la voz tomada y repentinamente baja, apenas fue capaz de abandonar el teléfono sobre el colchón y contener esas ganas que tenia de salir corriendo por la puerta del departamento vociferando ese: ¡Me han violado! A todo pulmón, porque no era exactamente eso lo que pareciera a los ojos de los vecino, seguramente.

 

–Yo…–Intento hilar una frase al menos coherente y decente, pero se vio incapaz de siquiera mirar esos ojos castaños que poco a poco comenzaban a destellar casi furiosos.

 

– ¡¿Quién eres tú?! –Repitió Heechul esta vez en n grito víctima del desespero, porque no era justo.

–Choi Siwon–Explico, bajando la mirada una vez más–No, no  es lo que parece, yo.. –

 Y Heechul solo miraba los labios de Choi moverse por inercia, consciente del peso que ese nombre tenia para la alta sociedad de Seúl, un resquicio de escalofríos recorrió su espina dorsal, tenía miedo, pronto los malos entendidos empezarían a llover sobre ellos dos cuando en realidad no existía nada, absolutamente NADA.

 

Y es que solo tenía trazos de lo ocurrido ayer en la noche en esa discoteca a la que Yunho le quiso llevar, repentinamente su corazón se sintió herido al darse cuenta que su “amigo” no llego a esa especie de cita improvisada, y el…

 

Él se había acostado con un desconocido.

Después de todo el y Yunho no eran tan distintos.

               

~QDUAI~

 

–Vamos ¿Hace cuánto que no te has acostado con alguien? –Cuestiono con cierto cinismo uno de sus amigos para después tomar entre sus manos esa copa de vino, asegurándose de seguir manteniendo ese porte sexy y elegante a los ojos de todas esas muchachas acomodadas en las mesas continuas que prácticamente se les devoraban con la mirada.

 

Y Para Jaejoong no había mejor sentimiento que el de sentirse deseado.

 

Aunque quizás el saberse querido también le parecía importante, pero muchas veces rechazaba esos dejos de cursilería y dulzura demasiado empalagosa que solía tener, porque él no era débil y amar siempre te volvía vulnerable, no es que lo supiera por experiencia propia, pero con Siwon había estado muy cercano a descubrirlo.

 

Amar era dar libertad al otro para que tu corazón sea intercambiado para recibir el ajeno e intentar cubrirlo con calidez y amor mientras durara ese “para siempre” tan efímero como el correr del viento, y Kim Jaejoong definitivamente no era de ese tipo de personas que daban algo de sí mismo a los demás a cambio de nada, no, a sabiendas e que todo ese cariño puede esfumarse con solo unos cuantos soplos de terceras personas.

 

Rio un poco, bebiendo el vodka contenido en ese vaso de cristal que apretaba en un puño en la mano derecha, aun a pesar de que ni siquiera escucho correctamente el chiste –seguramente malo– que soltó Yi Han, pero los demás parecían sinceramente divertidos por ese amague de broma.

 

Ladeo el rostro unos centímetros sin intención de hacer o decir nada, sin embargo esos ojos chocolate oscuro le llamaron casi enseguida y Jaejoong no tuvo el tiempo suficiente para pensar bien en sí debería o no sostenerle la mirada a ese extraño, porque era guapo, no ese tipo de hermosura que tenían los hombres cuando se parecían en algunos rasgos a una mujeres, era ese tipo de belleza repleta de masculinidad, de fuerza y de entereza, evito parpadear durante unos segundos para no perder detalle alguno de sus expresiones.

 

Y esa sonrisa que el moreno le brindo después sería el principio del desastre, seguramente.

 

 

~QDUAI~

 

 

Los clientes seguían concurriendo en la entrada de ese Pub bajo el nombre de: “Mirotic” Desde señoras algo mayores ya, hasta jovencitas quinceañeras que seguramente venían a celebrar que por fin eran “grandes” aunque solo fuese en números y que mentalmente todavía les faltase bastante para madurar.

 

Sonrió encantadoramente al aparcar el auto justo enfrente del establecimiento, esos golpecitos sutiles en el cristal de la ventana no se hicieron esperar, se apresuró a abrir la puerta del Lamborghini notando que el mesero se apartaba, Yunho asintió satisfecho y deposito las llaves en la mano del sujeto, seguro de que se había creído del todo esa fachada de niño rico que ostentaba en ese mismo momento, aunque no le perteneciese para nada.

 

Ajusto el saco a su cuerpo, despidiéndose con la mano en ese típico gesto de autosuficiencia que solía convencer aún más a los ingenuos, notando que las manos aprecian temblarle al otro muchacho cuando alzo una de estas para repetir su acción, evito carcajearse solo par no avergonzarla, porque no era tan malo, y ese chico era solo un niño ajeno a toda esa mierda de vida que llevaba, porque no es como si dentro fuese a encontrarse con alguna cita especial.

 

Esta vez solo cobraría el dinero que le debían, estaba cansado y debía volver antes de que Changmin regresara de la Universidad, sería la última vez, la última vez que usaba un auto que no le pertenecía solo por placer, la última vez que tenía que recibir algún sustento económico por haberse acostado con la esposa de uno de esos secretarios que trabajaban de sol a sol mientras en su casa todo tomaba otro rumbo.

 

Entro al bar, acomodando algunos mechones de cabello que caían sobre su frente, noto al instante las miradas descaradas sobre su persona, y le quito importancia buscando con la mirada el rostro de la Sr. Lee para acabar con eso más rápido, en realidad estaba harto de vivir esa situación siempre.

Fue como encontrar una luz entre la oscuridad, no le dejo ir sosteniendo sus nerviosas orbes negras, solo para ser partícipe de ese sonrojo casi imperceptible en las mejillas del ruido sentado con ese grupo de hombres que reían escandalosamente, repentinamente la garganta se le seco obligándole a  carraspear disimuladamente, porque era diferente, porque a…

 

Jung Yunho nadie debía acelerarle el corazón de esa forma, sino estaba dispuesto a sufrir.

 

Fin del Capitulo

 

Sin importar cuanto el viento sople contra mi  aun si parece que me perderé en él  solo hay una solo una persona por quien luchare...tu

Notas finales:

Holaaaaa, se que me he tardado muchisimo con este fic, Pero bien e aqui el primer capitulo ^^ Esperare por sus reviews, Gracias por leer.

 

Saludos

 

Daymin


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