–Ahora, ahora es el momento, si no es ahora no será nunca– JiYong no podía soportarlo un minuto más, viéndole de lejos, sin hacer nada, si dejaba que su precioso tiempo se desperdiciara, todo habría sido en vano, era momento de pasar a la acción.
Flashback
– ¿Qué es lo que haces Seung?
–Oh Ji, no te preocupes, no es nada.
– ¿Cómo que no es nada? Estás tocándote el cuello hace 15 minutos.
–Algo está molestándome.
–Déjame ver –inspeccionó JiYong, encontrando cual era el problema– Eres tan babo Seung, lo que te molestaba era esto –le mostró, arrancando una pequeña etiqueta de su ropa– ¿Olvidaste quitarla no?
–Supongo que soy un poco torpe a veces… –contestó apenado, el pelirosa sonrió.
–Te has dejado una marca rojiza de tanto toquetearte –explicó, pasando sus finos dedos sobre aquella zona– Es como si… te hubiesen mordido…–balbuceó, organizando mentalmente algún tipo de plan.
End Flashback.
Seung se encontraba sentado esperando el abordaje del vuelo que los llevaría a Hong Kong al igual que los demás, mientras que JiYong le contemplaba desde lejos, a piernas cruzadas, un poco inquieto, torturándose con sus pensamientos. Pasaron así unos cuantos minutos hasta que repentinamente el pelirosa se puso de pie caminando directo hasta el mayor de todos.
–Hola –exclamó tranquilamente mientras cruzaba su brazo con el de Seung.
– ¿Te has puesto cariñoso?
–Sí, sabes que esperar me pone inquieto…
–Te ves tan dulce con ese sombrero.
–Tú también estás cariñoso Seung…
–Sólo estoy dándote un cumplido Ji –el menor se aferró con fuerza al agarre del brazo, lentamente iba encimándose cada vez más, algo que le pareció extraño al otro pero no dijo nada, hasta que JiYong le besó el cuello, y Seung estalló– ¿PERO QUÉ ES LO QUE ESTÁS HACIENDO? –Los demás miembros los miraron– No pasa nada, solo estoy bromeando…–mintió Seung, para tomar de un tirón a JiYong y llevarlo detrás de una pared dónde nadie los viese ni escuchase.
– ¿Te ha gustado no? – Preguntó lascivamente el pelirosa– Por eso me traes aquí, ven… –le llamó, intentando abrazarlo.
–Suéltame, ¿Has perdido la cabeza?
–Sssi…ven –continuaba el otro, queriendo tirársele encima por todos los medios.
–Basta. Compórtate ¿Cómo puedes ponerte así en un lugar público?
–Nadie nos está viendo, no seas tan paranoico.
–Kwon JiYong, para ahora mismo.
– ¡SI, HAY ALGO QUE SE ME VA A PARAR Y ES ESTO DE AQUÍ! –contestó eufórico mientras le tomaba la mano al pelinegro y se la llevaba hasta su propio miembro para que lo tocase.
– ¡Te dije que no!
–Y este de aquí abajo me dice que sí.
– ¿Por qué estás así? ¿Has visto porno?
–Sí…hace unos días…
– ¿Hace unos días? –El mayor no lograba comprender nada.
– ¡Ven Seung, Ven!–JiYong le arrastró por el aeropuerto llegando a un lugar aparentemente vacío.
– ¿Qué hacemos aquí?
–Todavía nada…
–NO. Lo que sea que quieras, la respuesta es no.
– ¿Pero porqué?
– ¿Qué parte de estamos en un aeropuerto no entiendes?
–Iremos a esa sala VIP, no hay nadie dentro, es toda nuestra Seungie…–JiYong abrazó a su mayor, poniéndole un tono de voz cariñosa– Seungie…mi Seungie…
–NO. Basta. ¿Quieres ir? Ve tu solo, enójate si quieres, cuando se te baje la calentura me entenderás, que es una locura cada cosa que piensas –Seung realmente odiaba tratar así a JiYong, pero ese tipo de ideas que se le ocurrían a su novio lo irritaba al máximo, cuando la gente podía verlos, era prácticamente un suicidio para ambos, por lo que, con su malestar interior tuvo que retirarse y volver con los demás dejando solo al pelirosa, el cual entró de todas formas a esa sala.
– ¿Dónde está Ji? –preguntó Young Bae.
–Se ha quedado…caminando por ahí.
– ¿Han peleado no es así?
–No quiero hablar del tema. –Finalizó el mayor, dejando en claro que la cosa iba en serio. Había pasado un largo rato, Young Bae estaba tratando de olvidarse del tema, pero JiYong era su mejor amigo, sentía pena por él y saldría en su defensa.
–Sea lo que sea, no te da derecho a dejarle solo por ahí ¿Sabes cómo debe sentirse ahora? No respira si no te tiene al lado.
–Ocúpate de Seungri.
–Ve a buscarlo, sé que también lo quieres al lado.
–Tú ni te imaginas lo que ha sucedido…–Contestó, pero en cierto modo Young Bae tenía razón, Seung se sentía mal por dejarle solo, aún si lo que el pelirosa le proponía era una locura, probablemente estaría pasándola mal. Se paró y caminó en dirección a dónde aparentemente estaba JiYong, rebuscó por los alrededores sin verle, cuando recordó la sala VIP. Entró y lo primero que vio fue a su novio tirando fuego por los ojos, de brazos cruzados intentando ocultar su rostro– Ji…
–Vete.
–Ji, por favor, solo piensa en lo que me estás pidiendo.
–No, si pienso tendré ganas de hacerte el amor, algo que tú no entiendes.
–No es lo que quieres hacer, el problema es el lugar.
–No quieres tocarme…es eso, dímelo.
–Por favor, no empieces…
– ¿Porqué siempre soy yo quién quiere hacértelo, quién propone todo, y tú, siempre tienes que ponérmelo difícil?
–Es que tú quieres las cosas más extrañas en los peores momentos, en los peores lugares.
– ¿Hacer el amor para ti es tan complicado? ¿Tanto te disgusta?
–En qué idioma tengo que decírtelo…
–Dejándome solo aquí, tirado como un perro, cuando yo solo quería que nos amásemos un rato, la he pasado mal todo el rato, vienes y solo sigues diciéndome cosas feas… –balbuceó bajando su cabeza, lucía deprimido y al mayor le estaba partiendo el corazón.
–Babo… –comenzó el pelinegro, tomándole una mano a su compañero– ¿Cómo puedes pensar que no quiero tocarte? –Continuó dándole una caricia en el rostro– O que me disgusta hacernos el amor… –Seung tomó la otra mano del pelirosa y se la colocó en su miembro, provocando al otro.
–No necesitas hacer nada que no quieras, no quiero que me mientas, ni que finjas, te entiendo. Vuelve con el resto, en un minuto voy.
–Sé que quieres todavía, lo siento porque tu mano tiembla cerca de mí, Yongie…
–No soy tu Yongie.
–Sí lo eres –susurró sobre sus labios para besarlo después.
–Nn..no. –el menor corrió la cara separando el beso. Seguía luciendo triste y Seung entendió que a pesar de que su novio era caprichoso, el hecho de no cumplir con sus deseos era algo que a JiYong le lastimaba y él no quería que sufriese.
El pelirosa se estiró en su asiento dejando medio trasero fuera, escurriéndose por la silla, una realidad era que, aunque no lo quisiese admitir, Seung también se comportaba como un caprichoso, ya que ante la indiferencia de su pequeño comenzó a ponerse…inquieto. Con su mano derecha le pegó una palmada a la polla del otro, apretándosela con fuerza.
– ¡SEUNG NO!
–JiYong, SÍ –la mano del mayor apretaba y amasaba con fuerza el miembro del otro, que le sujetaba el brazo inútilmente tratando de que parase, pero la verdad era que Seung le estaba apretando tan bien, que se estaba olvidando hasta del nombre.
–Mmmmhhhnnn….erees un maldito Seung… –mientras el pelirosa seguía siendo amasado, el mayor cruzó su mano izquierda por detrás del otro para sostenerle mejor y le mordió el labio inferior.
–Cuéntame por qué estás tan caliente.
–Ya..y-a te dije… he visto porno…
– ¿Qué tipo de porno? –preguntó apretándole desde abajo, tomando parte de los testículos, algo que su menor disfrutó de manera exquisita.
–AHHHHH….
–Qué tipo de porno…YONGIE –esta vez le mordió una oreja, tironeando un poco.
–Es solo q-ue…cuando ví tu nuca enrojecida por…uhmmmmmmm –Seung estaba haciendo demasiado bien su trabajo, y JiYong no lo toleró más, sentándose encima de él, comenzando a frotarse sobre la polla del pelinegro– ¿SABES LO QUE SE SIENTE IMAGINARME TU NUCA SIENDO MORDIDA HASTA DEJARTE LA PIEL TIRANDO FUEGO A CAUSA DE MIS DIENTES? –exclamó parándose un poco y comenzando a morder la nuca del otro tal y como lo había imaginado, su lengua lamía toda esa extensión de piel, mientras que percibía al mismo tiempo el perfume que desprendía el pelo de su novio, la más exquisita piel que jamás hubiese probado, bajo su dominio, dejando su saliva en cada mordisco, marcando su territorio como un animal, succionándola para degustar cada centímetro, ese tipo de piel que cuánto más la pruebas, más parece gustarte, como si de ella se desprendiese algún tipo de droga volviéndose más adictiva en cada contacto. JiYong tenía su polla bajo ese pantalón de cuero negro, grande y deliciosa a los ojos del otro, quién no desaprovechó el momento y, mientras el menor le chupaba la piel, se deshizo de las prendas dejándole el miembro expuesto para masturbárselo– Nnno…me verán…
– ¿Ahora te preocupa eso?
–Es mi culo el que está tomando frío…uhmmmmm –Seung estaba empalmado, y una vez que entraba en acción no podía ser detenido bajo ningún motivo, ya había dejado que JiYong se diese el gusto de violarle la nuca, ahora le tocaba a él, y un ataque de moral no le arruinaría la fiesta. Se bajó el cierre del pantalón dejando escapar ese tremendo pedazo de miembro por el bóxer y ordenó.
–Ven Yongie, quiero follarte duro –le tomó de las piernas y trató de sentarle sobre él, cara a cara.
–Seung…–dijo parándose en frente del otro– para que podamos en esta posición debo quitarme todo el pantalón, no voy a hacer ess…ahhhhhhhh –el mayor le había apretado los testículos.
–Quiero en esta posición Ji…déjate…
–Mmmmmn-no…–JiYong sintió como, aún estando parado, era girado levemente y dos dedos le entraban en el ano con intenciones de convencerlo, dos dedos que entraban en lo más profundo de su estrecha entrada, moviéndose desesperadamente para enloquecerlo y que cediese. Después de un par de masturbadas Seung sacó los dedos de su interior y se los llevó a la boca saboreándolos.
–uhmmmmmm ¿Me vas a decir que no? ¿Vas a dejarme sin probar con mi polla también, ese delicioso culo?
–Probaremos así –propuso el pelirosa, sentándose de costado sobre Seung, sin tener la necesidad de abrir sus piernas, manteniéndolas cerradas, pasando su mano izquierda detrás del cuello del pelinegro y aprovechando la vista para mirar en dirección a la ventana por si alguien venía. Sintió como las manos del otro le rodeaban su cadera y cerró sus ojos a la espera de la penetración, que no se hizo esperar, pero contrario a lo que pensó, Seung comenzó a embestirle lentamente.
–Me gusta así –el mayor estaba disfrutándolo, haciéndolo lentamente, sintiendo como su miembro entraba y salía de ese cálido lugar. Tomó el pene del otro y también comenzó a masturbarle lentamente, pasando su mano por toda la extensión, sintiendo las venas de ese miembro duro pasar por debajo de su mano– ¿Se siente bien no es así?
–Sssi…lenta…mente puedo sentir cómo me partes en dos….ammmm –disfrutaron un buen rato de las penetraciones lentas y deliciosas pero el mayor sintió que era hora de ir por más.
–Pero no lo olvides, dije que te follaría duro –al decir esta última palabra, la embestida fue profunda y ruda contra la próstata de JiYong haciéndole gritar como un gato en celo, la posición era beneficiosa para que la polla le tocase la próstata en cada estocada, aquel empalado miembro dentro de su estrecha entrada le estaba dando duro y directo– Yongie…cuando será el d-día que dej..es de ser ta..ahhhhn estrecho…
–Lo disfr..ut-tas…
–Me encanta Yongie –Seung aumentó el ritmo todavía más, llevando la misma rapidez a la masturbación que le estaba haciendo al pelirosa– me encanta aaaahmmmm, me encanta que tengas el culo así…
–Me encanta que me lo lle…ennnes entero…–el mayor metió una mano por debajo de la camiseta de JiYong y le apretó con fuerza uno de sus pezones, enloqueciéndolo– AHHHH AHHHHH –jadeaba desesperado, con el aire entrecortado– Mmmás adentr..o mmás…
–Hasta el fondo Yon-g-ie –las embestidas estaban siendo rápidas agotando el aire de ambos, sintiendo sus orgasmos cerca– Apriétame, aprie-tame-e…–rogaba el mayor.
–Lléname Ssseung, llénamee…–en ese momento el mayor le embistió acabando dentro de él, al liberar su esencia apretó con más fuerza el pezón del menor provocando que éste estallase en su mano. JiYong se paró inmediatamente y se subió los pantalones pero Seung le detuvo.
–Espera ¿Por qué tan apurado? – Aún le costaba respirar bien– No estás del todo limpio –explicó, tomando de un tirón el miembro recientemente eyaculado para chuparle un poco la punta de la que colgaba algo de semen– Listo, vístete ahora, “paranoico”. Él también se vistió, relamiendo su mano llena de semen, regresando posteriormente juntos dónde se encontraba el resto del grupo.
Abordaron finalmente el avión, Seung y JiYong se sentaron juntos por supuesto y en medio del viaje, Seung le habló preocupado.
–Van a notarse las marcas Yongie…
–No sería la primera vez.
–Pero esta vez se van a notar mucho.
– ¿Te arrepientes?
– ¿Vas a comenzar otra vez? Te he dado con el gusto Ji, hemos follado en esa sala del aeropuerto, ¿Qué más quieres? Imagino que con eso estarás satisfecho ¿No?
–Aunque la he pasado bien, has sido malo dejándome solo todo ese rato hasta que viniste a buscarme…
–Pero te he compensado bien –contestó lascivamente.
–Ese no es el punto Seung… –JiYong hizo un puchero.
–Eres tan adorable, vamos, dime que estás satisfecho Ji…
–Lo estoy.
– ¿De veras?
–De veras.
– ¿Seguro?
–Por supuesto –contestó mirándole con una sonrisa al pelinegro, éste cerró los ojos intentando dormir después de ver a su novio tranquilo– Por supuesto que voy a vengarme – Pensó el pelirosa riéndose para sus adentros, mirando en dirección a Seungri.