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Blanco Corazon por RAMSIN

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Blanco Corazón


Capítulo 12


Aprendiendo a ser útil


Su mente estaba bloqueada con recuerdos melancólicos de un pasado no muy lejano, pensando en todas las cosas que vivió junto a su hijo en ese complaciente castillo de naipes que llamo hogar, tan solo eran un cumulo de materiales adaptados a la lujosa vida de Chronos. Nada de lo dejado allí realmente les perteneció, todo era una pequeña recompensa dada al conocimiento de su amado hijo Shion.


Suspiro tan profundo que podía escucharse lejos, muy lejos, con su mano recargadas del vidrio ahumado del auto de Yoming, despidiéndose silenciosamente de su casa, viéndola perderse en un horizonte distorsionado.


- no llores por lo que nunca fue verdaderamente tuyo Karan. - el periodista le miraba seriamente de vez en vez mientras conducía -


- pero... los recuerdos si eran míos, las vivencias en esa casa eran mías. - hablo quedito y afligida -


- los llevas contigo también.


- es cierto. - al final se acomodo en su asiento, mirando atentamente el nuevo destino de su vida. –


-apenas estés acomodada me ocupare del caso de tu hijo.


- te he relegado demasiadas responsabilidades Yoming.


- las asumo gustoso, haría lo que fuera por no verte llorar otra vez Karan.


Se sonrojo levemente, intentando que su antiguo compañero no notara la evidente vergüenza que desencadenaron sus palabras. No sabía a qué punto tendría un compromiso con él, pero no tardaría en descubrirlo.


el viaje en auto tomo unos 20 minutos, pasando de la moderna Chronos a una menos llamativo y ostentoso distrito donde ella vivió en su juventud, Lost Town, una especie de lugar donde no eras ni rico pero tampoco pobre, quien vivía en ese lugar, trabaja duro para ganarse el sustento, cubrir sus necesidades y luchar para vivir relativamente cómodo.


- no ha cambiado casi nada... - murmuro sorprendida ante el paisaje, habían terminado entre una maraña de callejuelas en bajada, el lugar era realmente más acogedor que Chronos-


- llegamos. - yoming estaciono cerca a una casa pequeña, con fachada angosta y de dos plantas, a Karan le recordó mucho su antigua casa, la que dejo cuando Shion nació -


- me trae recuerdos estos lugares.


- todo Lost Town es igual, los cerebritos de no.6 no quisieron ser muy creativos con las zonas sub urbanas y de clases inferiores.


Karan obvio el comentario cargado de amargura y se dispuso a seguir con mente positiva a su antiguo compañero, simplemente ella era una mera invitada a su casa. Ambos caminaron unos pasos hasta la entrada de la casa, yoming saco un juego de llaves, muy diferente al modo en que los habitantes de Chronos que usaban tarjetas magnéticas para ingresar, el resto de los mortales de no.6 usaban llaves en sus anticuados hogares.


- ¡tío Yoming! - la puerta no culminaba de abrir si quiera para cuando una pequeña niña salto a las piernas del nombrado, sonriendo y ansiosa de que le tomara en brazos. -


- tranquila Lili. - le acaricio la cabeza tiernamente mientras se abría paso por su hogar - tenemos visitas.


- permiso. - Karan entro tímidamente y dando un reverencial saludo que nunca fue respondido, la sala estaba vacía, tan solo la pequeña niña les recibió - ¿siempre la dejas sola?


- claro que no, Lili, ¿dónde está tu mama? - pregunto curioso al no verla por la casa -


- mami está arriba, se siente mal.


- ¡dejaste a una niña pequeña sola con su madre enferma para buscarme!, eso no está bien yoming, me hubiese esperado sin ningún problem...


- cálmate, mi hermana no esta gravemente enferma, solo esta incomoda por los típicos malestares de las embarazadas.


- ¿embarazada?


- si señora, ¡voy a tener un hermanito! - la niña salto feliz ante la noticia -


- que alegría entonces. - sonrió con alivio por no ser causante de mayores problemas -


- dejemos que mi hermana descanse un poco. Más tarde la conocerás.


No estaba muy convencida de meterse en la intimidad de una familia, con esa situación delicada de un niño mas en camino, estaba segura que no les sobraba espacio dentro de la pequeña vivienda.


- vamos Karan, te mostrare donde vivirás. - sin pena alguna le tomo de la mano llevándola otra vez fuera de la casa -


- ¿no será aquí con ustedes? - sus ojos llenos de confusión miraban a todos lados mientras yoming caminaba firmemente calle abajo, unas tres casas exactamente -


- llegamos a tu nuevo hogar. - le señalo con orgullo la fachada de una pequeñita casa de dos plantas, pero esta resultaba muy diferente a las demás por el simple hecho de tener una entrada tapizada con vitrinas bajas, como si hubiese sido un local en tiempos mejores - ¿que te parece?


- es... es muy bonita, pero no creo que deba quedarme aquí, es mucho espacio para mi sola Yoming.


- no digas tonterías, esta casa no la usamos hace ya más de 6 años, esta prácticamente vacía.


Karan noto el cambio drástico de ánimos en su amigo cuando entraron, el lugar olía a encerrado, con una enorme película de polvo cubriendo el mobiliario escaso. El sitio parecía un antiguo café, con mesas pequeñas y una larga barra de mostrador, en el fondo las paredes tapizadas de bibliotecas vacías con uno que otro viejo libro u adorno.


Yoming se quedo silencioso al ver como Karan recorría el lugar, inspeccionándolo en un vaivén tierno a ojos del moreno, hacía años que una hermosa mujer no entraba allí, la ultima que lo hizo perdió su vida en vano.


- ¿tenias un café aquí? - cuidadosamente quito la polvorienta manta blanca descubriendo un sillón -


- era algo como una librería, un café, un sitio para sentirse diferente - bajo la mirada melancólico - era el lugar favorito de mi esposa.


- ¿estabas casado? - volteo a verle impresionada -


- con una mujer encantadora, era maestra de preescolar, le encantaban los libros y enseñar.


- lamento removerte esos recuerdos Yoming.


- no te preocupes, debo tenerlos frescos todos los días de mi vida, esto es algo que no puedo dejar perder en la memoria.


-¿y... me quedare aquí? - se encamino hacia una pequeña escalera que daba al piso superior. -


- arriba hay todo lo necesario para vivir cómodamente, pero no podrás quedarte aquí hasta que limpiemos y pongamos a punto todo.


- no sé cómo pagarte este favor Yoming, es algo que sale de mis manos. - agacho la cabeza realmente avergonzada -


- solo te pediré una cosa, quiero que revivas este lugar, necesito que le regreses la vida que perdió.


- ¿pero como hago eso? - miro con terror todo su entorno -


- te doy la libertad de escoger, pondremos lo que tu desees, me pagaras con tu trabajo.


- ¿trabajar? - se quedo estática, desde que Shion nació ella había vivido y dependido de los beneficios que le daba la ciudad, jamás se valió por sí misma en más de 15 años. -


- te daré una idea, ¿aun sabes cocinar aquellos deliciosos ponquesitos que hacían delirar a todos en la universidad?


- ¿ponquesitos? - un chispazo de recuerdos le vino en torrente, lo único que nunca dejo de hacer en Chronos fue cocinar para ella y Shion, comidas cargadas de tiempo, esmero y mucho amor. -


- ¿qué te parece una panadería?, no algo grande, prefiero lo pequeño y tradicional, diferente a la mediocre perfección asfixiante de Chronos.


- yo podría intentarlo.


Sonrió nerviosa, esto parecía un sueño surrealista que paseaba descaradamente entre la tragedia y la risa, en un segundo era elite de la elite y ahora tan solo era una ciudadana promedio esforzándose por salir adelante. El mundo de Karan comenzó a girar a favor de ella, con un ir y venir de impresionantes ayudas.


Karan luchara a su modo, mientras que su hijo experimenta un amargo sentimiento contradictorio, tanta pasión reprimida fue liberada y luego de aquella locura desatada, el albino no sabía si quiera como tratar a Nezumi, no eran pareja, no eran amigos, lo más que habían sido en esos días era captor y secuestrado, solo eso.


- arréglate, necesito seguir trabajando - la frialdad de ojigris volvió a sus venas, el instante de calor y pasión se esfumo -


- yo... - estaba quieto, sentado aun desnudo en el diván, con tan solo su camisa blanca húmeda tapando su masculinidad - ¿qué somos?


- perseguidos, eso somos y seguiremos siéndolo hasta que pongamos punto final a esta locura.


- me refería a nosotros Nezumi, ¿qué somos?


- aun lo estoy pensando. - espeto contrariado, las emociones desbocadas le habían nublado el juicio, es que para él, Shion tenia escrito por todos lados "poséeme", era algo más fuerte que él. El albino despedía un aroma dulce, embriagante y seductor, un olor que lo saco del plano racional en segundos -


- podríamos empezar con una amistad.


- los amigos no se revuelcan como lo hicimos nosotros hace un momento.


- ¿novios? - pregunto en un susurro nervioso y con las mejillas encendidas en rojo pasión -


- no sigas preguntando cosas banales. - acaricio delicadamente la cabellera blanca de Shion - ve a terminar tu trabajo, no quiero a Inukashi reclamándome.


- está bien.


Shion salió nuevamente vestido, con su mente clavada en las palabras de Nezumi, para él no era banalidad establecer su tipo de relación, se había entregado en cuerpo y alma, había dejado su inocencia, pureza y cariño en esa habitación, regalándola a Nezumi, o mejor dicho, siendo ultrajado totalmente y sin vergüenza alguna.


Regreso a su labor con los perros, esperando terminar antes que Inukashi le interrumpiera, pero sus intensiones se fueron al caño cuando sintió la presencia de alguien entre los jardines salvajes, espiando descaradamente.


- Inukashi, no es necesario espiar. - suspiro audiblemente -


- oye... ¿de qué diablos hablas? - el mencionado venia entrando al jardín seguido de unos 8 perros -


- ya voy a terminar de bañarlos. - apresuro el paso tratando de no mirarle a los ojos, por alguna razón que desconocía sentía que aquel joven de alborotada cabellera se daría cuenta de su altercado sexual con Nezumi -


- cuando termines búscame, te tengo un trabajo interesante.


- ¿sobre qué?


Nervioso, siguió su labor hasta que la noche empezó asomarse entre un cielo nublado, termino agotado y pensando seriamente en el otro trabajo que Inukashi le encomendaría, con eso en mente retorno dentro de la casa. Allí el ambiente estaba cálido, le gustaba la pequeña chimenea en medio de la sala, el lugar por dentro resultaba mejor conservado que fuera, se notaba que el castaño no dejaba que ni sus perros se subieran a los muebles, guardaban una prudente y respetuosa distancia de ellos, también noto que les parecía mas agradable dormitar alrededor de la chimenea, echados a sus anchas como dueños y soberanos de aquel lugar.


- ¿Inukashi? - Shion camino curioso hasta notar un bulto grande entre todo aquel enjambre de pelaje, el chico estaba tan cómodo entre los caninos, comiendo un chocolate y con la vista perdida entre las llamas de su chimenea. -


- siéntate niño bonito.


- ok... - miro a todos lados en busca de un asiento, acabando en una pequeña poltrona de piel gamuzada color vino - sobre el otro trabajo...


- ya será mañana, eres lento. - miro fijamente al albino - y te advierto que no tienes tiempo libre para andar persiguiendo ratas.


- ra... - los colores se le subieron al rostro en un segundo -


- haya ustedes, pero no quiero escenas en mi casa.


- lamento el abuso Inukashi. - agacho su cuerpo en señal de respeto y disculpa -


- por eso pensé en mandarlos lejos de mi vista, mañana te mostrare el lugar donde podrán hacer los que les provoque.


- no estábamos haciendo algo malo, tan solo es que Nezumi es...


- es un experto en seducción, seguro que te dijo tres cosas bonitas al oído y tu caíste en un segundo, por no decir que le abriste las piernas de una sola vez. - hablo burlonamente -


- ¡eso no es así! Nezumi no me sedujo para nada, ¡yo hice lo que hice porque quise!


- jeee... ¡entonces sí lo hicieron ja ja ja ja!


- ¿eh? - su rostro hizo una mueca evidente de perplejidad -


- eres tan inocente que ni sabes mentir, ¡ja ja ja ja! - comenzó a reír estruendosamente, haciendo que los perros se alborotaran moviendo sus colas y aullando como un coro para su dueño -


- ... – Shion apretó sus ropas fuertemente, sus manos temblaban de vergüenza, sentía un calor horrendo sofocándole el rostro -


- cálmate, no soy tu madre, por mi puedes hacer lo que te provoque con la rata esa, pero lo que no aprobare jamás es que interrumpa tus labores. - se alzo rápidamente atorándose el ultimo trozo de chocolate que le quedaba entre manos - ¿entendiste?


- sí.


- perfecto.


- ¿Inukashi? - trago grueso, estaba muy avergonzado con él, pero también sentía que ese jovencito inspiraba confianza, una extraña lealtad que parecía tan canina como sus gustos - ¿puedo preguntarte algo?


- ¿qué? - sin ninguna muestra de modales se lamio los dedos embadurnados de chocolate -


- ¿conoces bien a Nezumi?


- ¿conocerlo? - paró en seco sus actos - mmmm... creo que es una rata mal intencionada de dos patas, odioso, gruñón, altanero, engreído, frio y a la vez malditamente seductor.


- eres sincero... - susurro con asombro ante todos los apelativos que obtuvo de Inukashi -


- pero, ¿sabes por qué no lo he mandado al mismo infierno aun?


- dime.


- su voz.


- te comprendo - sonrió completamente sonrojado con los recuerdos de las obras que presencio en el teatro, aquellas donde Eve llegaba a cantar con una voz dulce y melodiosa que podría amansar fieras y despertar ángeles - canta muy bien.


- no solo canta, el muy suertudo tiene controlado el sufrimiento, el dolor de morir no se siente entre sus cantos. - por primera vez Inukashi no hablaba con malicia, su voz y toda su expresión corporal estaban diciéndole a Shion que sentía con el alma ese don de Nezumi - lo compruebo cada vez que uno de mis perros agoniza.


-¿Nezumi les canta?


- es su cuota a pagar por todo lo que hago por él. - suspiro audiblemente - bueno, ya basta de chácharas... vete de aquí.


- ¡gracias Inukashi! - se inclino respetuosamente para después salir del lugar -


- el muy imbécil se enamoro. - hablo para sí con un toque melancólico, dolido en cierto modo -


Uno de los perros empezó a gemirle bajito, como llorando y metiendo su hocico entre las manos de su dueño, era el mismo perrito que custodio a Shion por 4 días seguidos. Inukashi le miro comenzando a acariciarle suavemente el lomo, pensativo sobre todo lo que sucedía.


- no te preocupes, ya no siento nada por esa rata.


Todos guardamos un secreto en el alma, todos tenemos nuestra cruz a llevar en la espalda, para Inukashi esa cruz está hecha de un extraño amor platónico. Pero en otro sitio, los secretos son algo más crudos y dolorosos, los que guardaba celosamente un hombre golpeado por la utópica no.6, secretos que Karan fue descubriendo por si sola en esas dos semanas que estuvo limpiando su nueva casa, poniendo orden y dándole un toque femenino que vaya que le hacía falta al lugar.


- seño... ¿donde pongo esto? - la sobrina de Yoming se había encariñado con ella, le acompañaba muchas veces a limpiar y también le distraía de sus preocupaciones infantiles sobre su mama -


- son periódicos viejos, creo que aun pueden reciclarse, dejémoslos en la puerta del local. - acaricio la cabeza de Lili con ternura -


- ¡si! - en seguida se encamino a llevarlos -


Karan suspiro enternecida, Lili le recordaba a su hijo Shion de pequeño, por su alegría, colaboración e inteligencia, la niña era una dulzura total, entre esos pensamientos continuo limpiando un viejo gabinete, sacándole el polvo a los cajones hasta que tropezó con una vieja y desgastada foto.


- ¡es tío Yoming! - la pequeña señalo asombrada al joven de la foto -


- si es el... - Karan le miro curiosa ya que junto a él estaba una mujer con un bebe en brazos, parecían un matrimonio feliz - ¿y ella quien es?


- no sé. - Lili se encogió de hombros con desinterés -


- Lili - una voz femenina llamo desde la entrada del local -


- ¡mami! - la niña corrió a sus brazos con emoción. - ven, la seño consiguió una foto del tío Yoming.


- buenos días Renka. - Karan trato de limpiar un poco más la foto polvorienta con el delantal azul cielo que llevaba puesto -


- buenos días. - se acerco curiosa por lo comentado - ¿encontraste una foto de mi hermano?


- eso dice Lili - le extendió la foto con una sonrisa que pronto se volvió duda al ver la cara de Renka - ¿te sientes mal?


- no, no es eso... solo que, se me había olvidado el rostro de ella y del bebe - sus ojos se inundaron con unas enormes ganas de llorar -


- mami, ¿quién es ella? - le jalo de su vestido unas cuantas veces para llamarle la atención -


- Lili, puedes traerle a mama su abrigo, lo deje en la sala. - le sonrió a la pequeña con suavidad -


- ¡claro! - salió corriendo rumbo a su hogar, no había peligro alguno en que se moviera de una casa a otra, esa era una de las pocas cosas buenas que tenia la ciudad, seguridad -


- no soy capaz de contarte esto frente a Lili, ella no había nacido cuando la esposa de mi hermano desapareció junto a su bebe.


- ¿desapareció? - Karan quedo boquiabierta ante la noticia -


- sí, ella y Yoming eran muy felices, una familia perfecta hasta que un día ellos desaparecieron sin dejar rastro. - Renka bajo la mirada acariciando su aun casi plano vientre, aquel que llevaba una pequeña vida dentro -


- Yoming nunca me comento eso.


- no lo haría, este es un recuerdo doloroso que no desea revivir. Pero cuando nació Lili se volvió sobre protector y ahora con este bebe también se ha puesto peor, mas aun que mi esposo está de viaje.


- creí que eras madre soltera.


- nada de eso, el trabaja en la ciudad no.3, viaja mucho, tanto que ni me ha visto embarazada aun.


- ¿no lo sabe?


- le guardo la sorpresa, hemos pasado meses buscando un bebe, y por fin la ciudad dio la autorización para los tramites médicos, apenas si llevo más de 2 meses de embarazo gracias a la inseminación. Un verdadero milagro, porque tuvimos varias perdidas antes de este bebe. - sonrió orgullosa de su pequeño no nato -


- que alegría entonces, que lograran concebirlo.


- la ciencia intervino mucho, ya habíamos perdido las esperanzas.


- ¡mami! - Lili regreso tan rápido como fue con el mandado entre sus manos - toma.


- gracias hija. - tomo el abrigo entre sus manos luego de devolver la foto a Karan - guárdala tú, algún día Yoming se atreverá a hablarte del tema, he notado que te aprecia mucho Karan, no le había visto tal entusiasmo desde la época de universitario.


- si.


Mientras Karan organiza su vida, mas de dos semanas se fueron fugaces, con ellas se marco muchas diferencias en las labores de búsqueda de la ciudad, también las instalaciones subterráneas de la gota lunar estaban en pleno apogeo de investigaciones. Fennec había apresurado sus planes, las quejas sobre las bajas tasas de nacimiento ya no podían taparse más tiempo con solo un dedo, habían movido influencias para evitar que la prensa y la tv comentaran nada del tema, se redoblaron los controles científicos y también la búsqueda de "muestras" externas a la ciudad.


Fennec no deseaba más que la inmortalidad, el dejar un paraíso tapizado de sus genes y poderío, que su existencia no pasara bajo la puerta, todo lo contrario a eso, el deseaba estar en el pedestal más alto de la especie humana, la perfección de la perfección, pero siempre hay alguien con mas ambición moviéndose entre las sombras, el cazador perfecto de oportunidades.


- dame buenas noticias amigo mío. - estaba totalmente relajado en su cómodo sillón de piel, sentado a sus anchas tras su escritorio, como un rey en su trono -


- Fennec, te tengo dos noticias interesantes. - extendió frente a su amigo dos carpetas de color crema - la primera, logramos estabilizar el banco de donantes con muestras nuevas.


- ¿tomaron en cuenta mi sugerencia? - ojeo sin mucho asombro una de las carpetas -


- las mujeres de las afueras de la ciudad son perfectas, sus genes son más resistentes a las modificaciones de lo que pensábamos.


- todo está clasificado como secreto, ¿cierto?


- totalmente, no hay nada que salga de aquí, ni si quiera las afortunadas "donantes" - los ojos del galeno se volvieron afilados tras las gafas que utilizaba -


- entonces aceleremos la taza de repoblación.


- ya está en ejecución, pero ahora lo más interesante es la segunda noticia. - señalo con su dedo la otra carpeta -


- información de Shion. - se acomodo rápidamente en su sillón, esto era algo sumamente interesante y esperado desde hace mas de 2 semanas para el -


- al fin los datos del disco duro recuperado, el servicio de búsqueda y captura actuara esta noche, el que compro ese disco debe saber donde esta ese chiquillo o si es que esta con él.


- excelente. - leyó los papeles con atención, buscando más datos interesantes - este sujeto sabe demasiado de las investigaciones que estamos ejecutando.


- lo notaste, todo lo recabado del disco duro eran datos encriptados, información clasificada, mapas digitales de las instalaciones más importantes de la ciudad.


- entonces, tenemos a un terrorista, alguien inteligente que quiere arruinarnos las cosas. - dejo la carpeta de mala gana sobre su escritorio -


- sobre eso, me tome el atrevimiento de pedirle a Rashi que abriera las investigaciones, esto no es la idea de un solo hombre, debe haber más cosas ocultas tras el secuestro de nuestro conejillo de indias albino.


- sería terrible no recuperarlo.


- estamos presionando por todos lados, pronto lo tendremos de regreso mi amigo Fennec.


Esas dos semanas que ayudaron a Karan a organizarse, a Fennec para recuperar la información del disco duro de Nezumi, también ayudaron a Shion en su adaptación al nuevo "hogar" que Inukashi les proporciono, resultaron metidos en una ala apartada de la gran casa, un anexo utilizado aparentemente por la servidumbre, Nezumi le llamo deposito de cosas inútiles mientras Shion le veía con ojos de un nido cómodo, un lugar privado que pudieran llamar hogar en algún momento futuro, pero nada de eso se lo comento al oji gris, no quería ventilarle los deseos personales de unirse más aun que corporalmente, que sus cuerpos no fueran solamente los comprometidos en ese juego, quería amor, cariño y compañía, que Nezumi despedazara su careta de soberbia y se atreviera a amarlo libremente con sinceridad.


- ayúdame Nezumi… - Shion venia trastabillando con dos enormes baldes de agua y jabón para limpiar las ventanas mugrientas de la pequeña casita –


- diablos. – mascullo entre dientes al tiempo que se levantaba de la mesa donde trabajaba arduamente con información confidencial – pareces más débil cada día.


- no soy débil, solo estoy agotado de tanto poner orden aquí – suspiro audiblemente al tiempo que le daba uno de los baldes a su compañero – además, tu también duermes aquí, debemos trabajar en equipo.


- yo no hice ningún acuerdo con el saco de pulgas amargado para vivir aquí.


- no le digas así a Inukashi, fue muy bueno en darnos privacidad. – sus mejillas se encendieron en rojo solo de recordar las veces que Nezumi le asalto en ese nuevo hogar –


- fue convenido. – llevo el balde hasta la enorme ventana que limpiaría Shion – listo.


-Nezumi, ¿tú crees que me estén buscando aun?


- ¿porque lo preguntas?


- es que ya ha pasado más de un mes desde que me secuestraste.


- solo debes saber que nos siguen como sabuesos a un zorro. – se cruzo de brazos pensativo, no tenia ánimos de darle información de mas a Shion y hacerlo preocuparse, a su modo el chico no necesitaba pensar en que su madre había sido expulsada de Chronos y no conocía su verdadero paradero, todo eso lo descubrió hacia unos días atrás cuando intento contactarla otra vez y el ratón enviando se regreso sin dejar la nota –


- eso creí. – Bajo la mirada un poco melancólico, pensando en cómo estaba su madre y Safu, las únicas personas importantes en su vida que no podía ver –


- deja de pensar tanto y limpia, quiero que estés desocupado antes de ir a la cama… - sus orbes de hielo le comieron prácticamente con la mirada, algo que le erizaba la piel a Shion en segundos –


Ese pequeño hogar provisional estaba aparentemente protegido, entre un montón de campo abierto, cubierto por un sitio de campo tradicionalista y sin control de la utópica ciudad, alejado aparentemente de la tecnología, pero el servicio de búsqueda y captura encabezado por Rashi estaban peinando varias zonas aledañas a la ciudad, guiados por la información del disco duro, saboreándose la posible victoria de atrapar a la su presa. Se movían en tres vehículos encubiertos, querían bajar prácticamente a cero las posibilidades de que los implicados escaparan, Rashi permanecía silencioso leyendo un informe detallado, mirando de vez en vez por la ventanilla de la pequeña camioneta donde iba, no le gustaba para nada el paisaje silvestre a donde ingresaron, eran molesto, asfixiante para su gusto, además de que la noche ya era dueña de todo, la iluminación era pobre por lo rural de la zona, un camino defectuoso y obsoleto no ayudaba en nada a su lectura, estaba de mal humor y no dejaría que su incomodo viaje fuera en vano.


- Agente Rashi, llegamos… - el conductor del vehículo freno cerca de una encrucijada, dos caminos se presentaban frente a ellos –


- ¿Porque nos detenemos aquí?


- nos dieron órdenes de seguir a pie, ya los dos equipos de apoyo se adelantaron para verificar la zona, esperaremos su señal.


- odio esto. – Bajo del auto sintiendo el cambio brusco de temperatura entre el cómodo aire climatizado y la verdadera atmosfera fuera – hace calor aquí.


- tenemos información agente Rashi. – el agente bajo su móvil donde le llegaba todo –


- dígame.


- encontraron la casa, hay dos sujetos en ella, no se reporta nada.


- perfecto. – un brillo malévolo se apodero de los ojos del agente –


Continuara…


Perdonen el retraso amigas!, si.. Yo siempre metiéndome en esos líos, pero ya está el capi y creo que querrán matarme por saber que sucederá con Shion y Nezumi ji ji ji, ¿el agente rashi los encontrara?, demasiadas cosas que sucederán de aquí en adelante, les gustara así que tendremos que soportar mis retrasos U.U


Próximo Capitulo:


Inexplicable


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