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Blanco Corazon por RAMSIN

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Bienvenidos, creo que esto era algo que esperaba hacer con mucho cariño, mi segundo intento con No 6, ahora lo de siempre, este fic es un Nezumi x Sion, Yaoi (como no serlo si en el manga, anime, novela, eso es más que obvio XD ), Mpreg ( si soy la primera en esto, perfecto, si no, avísenme quien tuvo esta genial idea primero para leerla ja ja ja ), otra cosa, medio universo alterno, entenderán mientras leen a que se refiere eso, muchas cosas, si saben cómo es mi modo de llevar las tramas, se divertirán un mundo, sufrirán otro más y los dejare en vilo de vez en vez. No digo más, solo disfrútenlo que esto es algo que vale la pena leer.


Blanco Corazón


Capítulo 13


Inexplicable


La rabia no podía contenerla más un en su cuerpo, el coraje y la humillación no le dejaban respirar correctamente. Era inaudito, sin sentido o lógicas, sinceramente les habían visto el rostro de estúpidos por todo lo alto.


- maldición... - murmuro derrotado, mirando las incontables carpetas llenas de papeles inútiles sobre sus investigaciones -


- Rashi. - su voz tajante detuvo en seco al nombrado personaje -


- dígame. - medio acomodo las carpetas bajo su brazo, como esquivando la mirada del galeno recién llegado -


- ya supe sobre el fracaso de tu captura.


- fue mal manejo de información, solo eso. - resoplo bajito, conteniéndose las enormes ganas de mandar al demonio al galeno frente a él -


- sinceramente, este error no le gustara saberlo Fennec, el confiaba en tus datos.


- me dirijo a hablar con el ahora mismo.


- tómelo con calma agente, un error lo comete cualquiera. Que iban a imaginar ustedes que esa casa era una simple carnada para desviar las investigaciones. - sonrió malicioso, en el fondo siempre disfruto de las imperfecciones de los demás, eso lo enaltecía y lo subía de peldaño frente al alcalde -


- un error es un error doctor, como el que cometió su equipo al no retener a Shion en las instalaciones medicas cuando pudieron.


Ese golpe bajo dio directo al ego del galeno, sabía que habían sido ligeros con sus tratos para Shion, pero es que estaba de por medio sus propias ideas, no le servía realmente minar el banco genético de ese chiquillo, el necesitaba poner sus poderosos y estimados genes en el camino de perfección humana. al final, Fennec no tenía en sus manos todo, un mal que resulto para su bien, había hecho y deshecho en los bancos genéticos, ligando sus genes con los del desaparecido pueblo Mao, muy pocas muestras valiosas ya residían dentro de las mujeres de elite y clase media de No. 6.


Los dos hombres se despidieron en medio del pasillo, rashi con dirección a la oficina del alcalde y el médico a su laboratorio, tenia asuntos que cuidar. Las excusas no bastaron para Fennec, fue una brutal reprimenda verbal que se gano Rashi y todo el servicio de búsqueda y captura, para él fue hacer el ridículo allanando una casa humilde de las afueras de la ciudad donde una pareja de ancianos vivían precariamente del campo. y tras el telón, Nezumi gano otra batalla contra la utopía de No. 6. Su inteligencia le hizo cambiar los datos más básicos de sus andanzas, borrando cualquier cable que conecte a él.


Y así 2 meses se fueron fugaces, en ese periodo de tiempo ya Nezumi había reanudado su trabajo en el teatro, debían conseguir dinero extra para su sobrevivencia, Shion ayudaba también con Inukashi y los perros, siéndole de una utilidad magnifica para este último, pero no todo podía ser siempre color de rosas.


el albino miro somnoliento a través de la ventana empañada de su habitación, aun no amanecía pero ya nevaba un poco, el invierno había llegado con sus efectos inclementes, intentaba mantenerse caliente entre las varias mantas de lana y un Nezumi dormido que le daba la espalda, no sabía porque últimamente perdía el sueño a la de la mañana, incapaz de recuperarlo nuevamente hasta que era invadido por el agotamiento el resto del día, esa escena ya tenía más de 5 días repitiéndose, la frustración era pan nuestro de Shion, dando vueltas en la cama hasta que otro nuevo y desagradable síntoma le asaltaba, un asco casi que nauseabundo en la boca del estomago, molestándolo hasta que fuera al baño y vomitara bilis porque a esas horas no había nada en su estomago para ser devuelto.


- duérmete. - la voz adormilada de Nezumi le devolvió a la realidad del momento -


- me duele el estomago. - acaricio su vientre unas cuantas veces, consolándose ante el malestar -


- ¿otra vez? - sin mucho interés se enderezo para ver mejor a Shion - ¿qué comiste?


- nada, anoche no comí nada extraño...


- seguro es la gripe de estación, no estás acostumbrado a pasar un invierno así. - alzo sus brazos pasándolos por la cintura del albino - no vayas a andar por los jardines vagabundeando.


- tengo que trabajar.


- y yo no quiero a un enfermo para cuidar, así que abrígate correctamente pequeño shi...


Quedo a media conversación, el albino salió disparado fuera de la cama y lo siguiente que se oyó fueron sus sonoras arcadas por el acto de devolver el estomago. Nezumi respiro profundo, era molesto ver como se repetía ese ciclo una y otra vez en esa semana.


- que horrible es... - un Shion cabizbajo volvió a la cama torpemente, aun acariciando su estomago dolido e irritado -


- te traeré un poco de agua.


- no es necesario Nezumi, solo abrázame. - se acurruco contra el pecho del nombrado, tratando de normalizar sus todavía vividas nauseas -


- debes curarte, tengo planificado algunos asuntos y te necesitare.


- ¿sobre Rou?


- exactamente.


- ¿cuándo lo conoceremos?


- cuando sea seguro entrar y salir de la ciudad.


- ¿el... aun vive dentro de No.6? - miro perplejo a su compañero de cama -


- siempre fue un hombre que se apega a los refranes, ten a tus enemigos más cerca que tus amigos.


- se alegrara de verte.


- lo pongo en duda. - mascullo entre un pequeño gruñido -


- Nezumi


- no preguntes más cosas Shion, mejor duérmete o terminare con insomnio como tú.


Ese pequeño malestar no retorno en el resto del día, para Shion solo representaba una incomodidad matutina que obviaba en sus quehaceres. luego de desayunar y despedir a Nezumi de la casa, el se dedicaba a cuidar de los perros, estar pendiente de todas sus necesidades tanto como Inukashi, en esos dos meses había comenzado igualmente a tener una especie de relación "normal" con él, descubriendo que su muro de odiosidad no era infranqueable, ya había superado algunos escaños ganándose la posibilidad de pasear por toda el lugar a sus anchas y hasta decidir sobre los perros, a Shion le atraían demasiado los cachorros, era un amor increíble que nació tan solo hacía dos semanas atrás cuando una de las perras de Inukashi lamentablemente murió después del parto, esa noche Shion descubrió dos cosas importantes, que tenía un instinto materno que no conocía, lloro, se lamento y sufrió por los 4 cachorros huérfanos, adoptándolos y prometiéndole al castaño que cuidaría de ellos bien, lo otro que le dejo sin aliento fue escuchar una nana consoladora de labios de Nezumi, como le canto al pobre perro moribundo, con una ternura que distaba de la fría y recia personalidad del ojigris.


- Shion. - Inukashi le encontró sentado frente a la cálida chimenea encendida, con un diminuto perrito en brazos, intentando que se alimentara con un biberón -


- buenas tardes Inukashi. - medio sonrió volviendo a su labor con el cachorro -


- lograste que sobreviviera un día mas, nada mal chico listo.


- ¿crees que alcance a sus hermanitos? - el cachorrito que cuidaba con tanto esmero era el menor de la camada, el ultimo en nacer siendo el mas débil y pequeño -


- la naturaleza se encargara de hacértelo saber. - miro con detenimiento la estampa de Shion, lucia radiante en algún extraño modo, tanto que el mismo Inukashi sintió ternura por el albino - termina rápido con él, hay que asear las jaulas.


- solo me falta hacer que Nezumi coma.


- ¿Nezumi?... ¡le has puesto Nezumi a ese pobre cachorro! - Inukashi no sabía si reír o enfadarse ante la encantadora elección de Shion -


- sí, es que el me recuerda lo valiente y aguerrido que fue Nezumi cuando niño, todo lo que vivió de pequeño. - lentamente sintió como se le hacia un nudo gigantesco en la garganta, unas nada normales ganas de llorar lo asaltaron en mala hora -


Estaba conteniéndose apoteósicamente el llanto cuando escucho como la perrita castaña que lo cuido con devoción a su llegada, ladraba feliz, meneando su cola peluda y brincado a los pies de Shion, parecía alegre y emocionada sin motivo aparente. Entre sus brincos metió el hocico bajo las manos de Shion que aun sostenía al cachorro, le olisqueo sutilmente hasta que luego centro su atención en el estomago del albino, olisqueándolo mas insistente que antes, gimiendo bajito y alzándose en sus dos patitas para alcanzarle mejor.


- ¿qué diablos escondes bajo la ropa?, ¿comida para perros? - Inukashi arqueo una ceja curioso -


- nada. - estaba impresionado con la actitud del animal, bueno, realmente no era nuevo ese trato ya que la vigilancia que le monto aquella perrita cuando llego no era normal tampoco. -


- saldré de la casa Shion, quedaras a cargo por unas cuantas horas, espero que no hagas estupideces. - se resigno a dejar quieta a su perra de actos extraños -


- que tengas un buen negocio.


Finalmente Shion quedo solo en esa enorme casa, cuando culmino con el cachorro, lo dejo junto a sus hermanitos dentro de una mullida cesta de mimbre al lado de la chimenea, el calor del fuego evitaría que enfermaran en ese clima, además, no hubo una sola perra de las de Inukashi que quisiera aceptarlos como suyos para darles un poco de calor.


- bueno, vamos a limpiar, ¿vienes? - miro a la perrita que seguía pegada a sus talones -


El trabajo de Shion fue muy pesado esa tarde, sacar a los perros a las áreas comunes para poder limpiar sus jaulas, echar agua y cepillo, resultaba muy tedioso con esas bajas temperaturas pero cumplía la labor sintiéndose útil, paso como dos horas en ello, devolviendo los perros a sus jaulas y sirviéndoles la comida que se guardaban en unos sacos enormes. Entre rato y rato se llevaba las manos a las caderas, masajeándose vigorosamente en un intento de calmar la naciente molestia que sentía, era un dolor bajo y punzante, muy parecido a los que experimento cuando le sobrevenía un sangrado.


- no otra vez. - suspiro avergonzado, creyó que ese malestar extraño había desaparecido por fin -


Después vería como solucionarlo y alejar a Nezumi de el por esos días. La noche por fin cayó, Nezumi fue el primero en llegar al hogar, primero donde vivía provisionalmente con Shion, sin encontrarlo dentro, no se inmuto en lo más mínimo cuando siguió su búsqueda, el siguiente sitio en buscarlo fue el amplio salón con la chimenea, Shion había adquirido un nuevo hábito de quedarse dormido en ese lugar.


- ¿vienes por tu pequeño capricho? - la voz de Inukashi alerto al ojigris apenas puso un solo pie en el salón -


- espiando como siempre. - ubico con la vista al chico cerca del sofá más amplio del lugar -


- míralo. - desvió la mirada hacia donde estaba el albino, evidentemente rendido con la cesta de los cachorros entre sus brazos y la perrita castaña custodiándole recargada del vientre de Shion -


- ese tonto sentimental. - susurro para sí con resignación, ya era costumbre ese tipo de imágenes de un Shion colaborador y dulce -


- te recomiendo preguntarle a Shion por su salud.


- ¿no ha cumplido con el trabajo?


- no es eso, solo que ella sospecha que algo sucede, pero no me meteré en asuntos que no me importan, ese es tu problema rata aprovechada.


- no molestes. - Nezumi sabia que Shion estaba actuando de modo peculiar, el insomnio, los malestares matutinos, las emociones desbordadas, el chiquillo era una peculiar liga de síntomas discordantes -


El tema de la salud de Shion rodo en el tapete, al mismo tiempo que los planes de Nezumi se iban trazando en una línea directa y definida, esa noche había conseguido encontrar la ubicación exacta de Rou, con su magistral tapadero del teatro y las conexiones dentro de la ciudad, pero de la madre de Shion no había podido saber nada, el registro de la ciudad solo la borro de los habitantes de elite degradándola a la clase que siempre perteneció antes del nacimiento de Shion.


Pero Karan está viviendo un segundo aire, una aventura única que ha despertado sus dormidos dotes culinarios y comerciales. El pequeño local abrió sus puertas hacia un mes, en ese tiempo le llovió clientela, personas con añoranza de tradición y simplicidad, la cocina de Karan era hogareña y dulce, con la delicadeza de una madre, Yoming quedo complacido ante la transformación del local, sintiendo que cada día se enamoraba un poco más de su antigua compañera de estudios, sabiendo que caería en sus brazos tarde o temprano.


- buenas noches. - una delicada campanilla sonó al abrirse la puerta del local -


- ¡tío Yoming! - Lili corrió a su encuentro apenas le vio -


- ¿aprendiendo a cocinar? - se agacho al rango de la niña para limpiarle las mejillas manchadas de harina -


- la seño me deja ayudarle a hacer galletas. - sonrió orgullosa - cuando estén listas te daré para que pruebes una.


- perfecto.


- hola. - Karan salió a recibirle tan llena de harina como Lili, intentando limpiarse las manos con su mandil azul cielo - llegas temprano.


- ¿hoy es día de pastel de cereza? - dio unas largas zancadas hacia Karan -


- te guarde un pedazo.


Entre conversaciones ambos terminaron sentados en una pequeña terraza de la casa, con el cielo invernal cubriendo sus cabezas, en la mesa un par de tazas de té humeante y dos trozos de pastel. Yoming cumplía su ritual, acompañarla un rato, saber de su día y disfrutar de sus mangares.


- debería llevar a Lili dentro. - el moreno miro como dormía acurrucada en las piernas de Karan -


- déjala, me encanta su compañía... me evita deprimirme por Shion. - acaricio la cabellera de la pequeña entre sus dedos -


- sobre tu hijo, tengo una pista importante. - hablo seriamente en un segundo - pero aun no confirmo si es un rumor o algo cierto.


- ¡dime yoming!


- el servicio de búsqueda dio una orden de captura con un nivel absurdamente alto de prioridad, no tengo datos de que buscan, pero tal parece es una persona de elite, alguien que escapo de su control, la descripción física del solicitado coincidirá con Shion, supongo.


- ¿cómo es a quien estas buscando? - tartamudeo intrigada y con la respiración agitada, eran noticias después de todo -


- buscan a alguien de edad adolecente, contextura media, cabellos blancos y ojos rojos, ¿tu hijo es así de vistoso? - yoming pregunto cargado de dudas, nunca había conocido a alguien así -


- si lo están buscando aun. - No presto atención a la última pregunta de Yoming, su mente divagaba en la certeza de que su hijo estaba vivo y a salvo - ¿qué me dijiste?


- ¿que si tu hijo es físicamente así?


- sí lo es, nació con una anomalía genética, según me dijeron los doctores cuando nació. Ellos lo veían como algo bueno, por eso fuimos mandados a Chronos y Shion tuvo seguimiento médico desde su mismo nacimiento.


- Karan, tu hijo es un experimento, ya no tengo dudas de ello. - deslizo su mano hasta la de ella que reposaba sobre la mesa, en un agarre consolador por sus rudas palabras - lo deben necesitar para su banco genético.


- ¿qué banco genético? - pregunto sobresaltada ante ese tema que desconocía -


- la ciudad, mejor dicho, los científicos de esta utópica porquería están recolectando un enorme y complejo banco de genes, hay rumores de que tenemos problemas de población, son rumores, pero algo me dice que si están tratando de tapar la verdad.


- o sea... ¿qué usarían a mi hijo?


- supongo que su peculiar genética les llamo la atención. - hablo para sí pensativo - pero... si solo necesitaban sus genes pudieron tomarlos en los muchos años que fue vigilado, no necesitaban capturarlo y mucho menos apropiarse de el como si fuera una mascota.


- ¿para que lo querrán? - tembló de solo imaginarse a su tierno Shion siendo usado como experimento -


- no lo sé.


La conversación murió allí, ninguno tenía ánimos de soltar hipótesis sin sentido o basamento, prefirieron seguir la rutina, cerrar el local y visitar a Renka para devolverle a su hija. Karan también había plantado una grandiosa amistad con ella, sintiéndose atraída por su fragilidad de mujer embarazada y el simple hecho de que se veía reflejada en ella, cuando esperaba a Shion y su esposo nunca llegaba a casa, en el caso de Renka era algo diferente, su esposo no le abandono por la bebida, es el trabajo fuera de la ciudad lo que le aleja de ellos, viaja por meses, regresa una semanas y vuelve a salir de No. 6, su última visita duro solo 5 días, y Renka estaba algo deprimida con su ausencia y un bebe en camino nuevamente.


- ¿cómo se comporto? - la joven acaricia la cabecita de su rendida hija en brazos de Yoming -


- excelente, es una niña obediente y responsable.


- Karan, gracias por ayudarme con ella. - la morena tomo en brazos a Lili que dormía feliz sobre el hombro de su tío -


- no hay problema, es ella quien me ha ayudado a mí, y tu también Renka.


- ¿cómo te fue en la consulta médica? - Yoming interrumpió la conversación que tenían -


- muy bien, este bebe va por buen camino, ya son 4 meses... supere la etapa de una perdida repentina. - sonrió feliz de logra mantener su embarazo -


- ¿nada extraño?


- por favor hermano, no comiences con tus ideas raras de experimentos y la población.


Renka se retiro con Lili algo enfadada, para ella todos esos pensamiento e ideas de su hermano le volverían loco algún día, no estaba segura si todo el origen de sus problemas y escepticismo fue por culpa de perder a su esposa e hijo misteriosamente, pero de allí en adelante la vida de Yoming cambio completamente.


Otra mañana mas realmente fría, Shion se levanto agotado físicamente, le dolía la baja espalda y caderas, su insomnio continuaba mermándole el sueño y aderezado a su incomodo malestar de asco matutino, su cuerpo ya le decía a gritos que debía descansar. Esa mañana cundo decidió pedirle a Inukashi un día libre descubrió a la perrita castaña haciendo guardia nuevamente en la puerta de la casa, fiel y sumisa ante Shion, pero la situación con Nezumi era otro cantar, le miraba fríamente y medio gruñéndole al verles juntos, el albino decidió evitar que ella se metiera en la casa, por esa razón montaba guardia todas las noches fuera.


- otra vez aquí. - se agacho acariciándole la cabeza al animalito que inmediatamente comenzó a menear la cola de alegría -


Nezumi brillaba por su ausencia desde temprano, ni si quiera le sintió salir de la cama, seguramente el agotamiento del albino le evitaba prestar mejor atención a su alrededor, pensando en ello se encamino a la cocina seguido fielmente por la perrita, al entrar consiguió un plato cubierto con un mantelito y una nota encima de el que decía tan solo el nombre de Shion.


- Nezumi me dejo desayuno hecho - sonrió bobamente ya que hacia unas horas atrás el mismo ojigris se estaba quejando de lo poco y mal que estaba comiendo el por culpa de las nauseas y el asco a todo - ¿comemos?


Calentó el plato realmente provocativo de pan tostado, huevos revueltos, jamos y queso, además de un vaso de leche también, el apetito volvió a Shion, no sabía si por lo buena que se veía la comida o por el simple hecho de que Nezumi la hizo para él, al final se sentó calmadamente a disfrutarla, con la perrita metida bajo la silla donde se sentó.


- que tiene esa comida, ¿droga? pareces a punto de tener un orgasmo de felicidad por ella. - la voz socarrona de Inukashi hizo que Shion parara de comer abruptamente y sus mejillas se volvieran tomates maduros -


- etto... esta muy buena. - hablo bajito y con la vista pegada al plato casi vacío - solo, esta buena.


- pareces un enfermo. - miro de reojo a su perra echada bajo las patas de la silla - ¿volvió a pegarse atrás tuyo?


- sí, desde hace unas noches monta guardia en la puerta de la casa. - siguió comiendo con fascinación hasta el punto de chuparse los dedos cuando termino todo - no sé qué le llama la atención de mi.


- bueno, a lo que vine… te hare una pregunta ruda niño, ¿has vuelto a tener un sangrado?


-... - si ya estaba rojo, pues ahora tenía hasta las orejas brillándole de vergüenza, era un incomodo episodio de su vida que no quería traer de regreso - no.


- está bien.


Inukashi se dio media vuelta totalmente serio, como dándose alguna orden mental, pensativo y meditabundo, demasiado para su forma de ser.


- Inukashi... - Shion le llamo varias veces para regresarlo a la realidad -


- dime - volteo a verlo dudoso -


- ¿po… podría tomarme el día?, no me siento muy bien, estoy agotado.


- ¿ayer limpiaste lo que te pedí?


- sí, deje limpio el jardín, hasta quite la nieve sucia y las ramas secas.


- entonces tomate el día.


Volvió a encaminar sus pasos fuera de la cocina, con su rostro confundido y el seño fruncido salvajemente, algo dentro de el parecía lanzarle alertas sutiles, un no sé qué, que le hacía no negarle el permiso a Shion, verdaderamente ese chiquillo lucia cansado y ojeroso.


Al terminar la comida, Shion lavo su plato y salió rumbo al salón, le provoco de un modo casi obsesivo encender la chimenea y echarse en el sofá, recordó que antes de cumplir con su deseo, debía alimentar a los cachorros que dormían cerca de la chimenea.


Se entretuvo con los perritos un buen rato, viéndolos jugar torpes y temblorosos por lo pequeños que aun eran, especialmente el más chico que acabo durmiendo sobre su pecho vuelto un ovillo, Shion no supo en qué momento sus ojos se cerraron y cayo dormido, fue un sueño obviamente reparador después de tantas noches de insomnio.


Nezumi volvió temprano a casa, el servicio meteorológico había advertido sobre una nevada considerablemente fuerte, así que todo servicio público y comercial se suspendió, por ello las obras a presentarse en el teatro se cancelaron y el ojigris retorno acompañado de Rikiga, ambos venían discutiendo sobre datos nuevos y muy especialmente acerca de el retorno de Shion a No.6, una tarea casi que suicida si tomaban en cuenta la orden de captura que recaía sobre el albino.


- estas son las tarjetas - Rikiga puso seriamente un sobre blanco sellado en manos de Nezumi - tuviste mucha suerte, pero los datos de esas tarjetas no duraran mucho en el sistema, la persona que me las dio solo pudo violar ciertas bases de dato...


- con que funcionen por uno o dos meses me basta. - miro el sobre complacido.-


- ¿y cómo pretendes ingresar a Shion otra vez? - pregunto angustiado, le había tomado cariño al chico, le recordaba demasiado a Karan -


- el teatro. - fue la única y enigmática respuesta de Nezumi - todo lo hará el teatro.


sin prisas ambos llegaron al salón, el tibio calor de la chimenea les invitaba a quedarse, Rikiga dio algunas vueltas por el lugar hasta que vio a Shion profundamente dormido en el sofá, con un perrito sobre su pecho y la perra castaña de Inukashi pegada a su vientre, con el hocico metido entre la camisa de Shion.


-que tierno… - el viejo hizo un puchero realmente extraño con sus labios –


-viejo enfermo.


-¡óyeme! Yo solo estoy viéndolo con ternura, acaso no parece una mama con su bebe en brazos.


- eres más enfermo de lo que imagine viejo. – Nezumi le asentó un golpe en el brazo apartándolo del medio para despertar a Shion –


Intento agacharse para despertar al albino, pero algo lo detuvo, no supo que fue pero en su cabeza estaba muy metida la imagen de Shion, ese rostro sutilmente dulce, su semblante dormido, el perrito acurrucado en sus brazos, diablos, si parecía una madre abnegada con su hijo dormido, las locuras de Rikiga se le pegaron al cerebro. Entre dudas renegó con su cabeza y finalmente decidió zarandearle el hombro a Shion haciéndole despertar asustado.


-¿Nezumi? – abrió dificultosamente sus ojos, tratando de adaptarlos a la luz que había en el salón –


-¿qué haces durmiendo aquí otra vez? – le miro fríamente otra vez –


-yo… me quede dormido – coloco suavemente al perrito en su cesta y paso a estirarse con fuerza, tratando de sacarse el sueño de encima –


- y después andas quejándote de no poder dormir en la noche.


- lo lamento. – agacho la mirada sutilmente –


- hola Shion.


- señor Rikiga. – le vio con sorpresa parado tras Nezumi – ¿y eso por aquí?


- asuntos que tratar con Eve.


- no me llames así, ¡estamos fuera del teatro condenado viejo!


- llegaste temprano, esperen aquí, les preparare un poco de té, ya regreso. – Shion salió emocionado rumbo a la cocina –


-Nezumi.


- habla. – se sentó elegantemente en el sofá que antes ocupaba su albino amante –


- ¿aun quieres arriesgar la vida de Shion con tu plan? – le miro con seriedad, ofuscado por el sentimiento de culpa ante sus ayudas en las locuras que vendrían más adelante -


-totalmente.


Continuara…


¡Al fin publico otra vez!, bueno, como sospecharan, si, ya nuestro tierno Shion está en la dulce espera de un ratoncito XD, nadie lo sospecha excepto la perrita de Inukashi, y tal vez Inukashi, pero es un lio muy grande donde saldrán muchas cositas a la luz jeeee…. Ahora solo queda ver lo que sucederá, será super genial.


Próximo Capitulo:


Ocultando la verdad


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