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Blanco Corazon por RAMSIN

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Notas del capitulo:

Escapar de no.6 no sera una tarea sencilla, no solo corren peligro la vida de Shion y Nezumi, también su futuro hijo se vera inmiscuido en un remolino de situaciones inesperadas

Blanco Corazón

Capítulo 21

De Retorno

 

 

 

El punto de encuentro fue en el sótano del teatro, no podía ser en ningún otro lugar por las obvias razones de evitar a Shion y sus preguntas. Rikiga no se sentía nada cómodo con esta última estrategia, había más en juego que dos simples vidas, esta vez, también un inocente que ni siquiera ha visto la luz del día podría quedar atrapado o morir en el proceso.

 

- Dame la información - Nezumi se quedó sentado en el último peldaño de las desvencijadas escaleras de madera que daban al sótano -

- Las credenciales que le di a Shion están por vencerse, no logré contactar al sujeto que me ayudó con ellas para volver a hakearlas.

- ¿Lo capturaron?

-Es correcto. El servicio de búsqueda y captura anda muy activo en estos días, se han llevado a varias personas.

- Descartemos entonces la posibilidad de renovar la identificación de Shion.

- Lamentablemente así es.

- ¿Cuánto tiempo nos queda exactamente?

- Menos de una semana.

- Es poco.

- Lo sé, pero la peor parte no es esa – Rikiga se rascó la nuca contrariado, todo este asunto lo dejaría mas calvo de lo que ya estaba -

- Habla viejo, no me gusta la verdad a medias – Nezumi se acomodó mejor sobre el escalón, causando que crujiera dantescamente la madera con su peso -

- Restringieron la salida y entrada de personas a las afueras de no.6.

- ¿Desde cuándo?

- Desde que los alzamientos comenzaron, hay un grupo que esta perturbando el orden público, incluido las investigaciones de nosotros y de Rou.

- Los más radicales - recordó que entre todo el entramado de personas que luchan en la clandestinidad, hay un pequeño grupo que es el menos tolerante y los más arriesgados a la hora de ir contra la ciudad y sus dirigentes -

- Ese maldito de Yoming siempre fue extremista, nos daña el camino abierto que tanto nos costó hacer – gruñó para sí. Rikiga conocía a Yoming, estudió con él y Karan, además de ser enemigos en el campo del amor por la madre de Shion -

- Tus problemas personales con viejos amigos no son lo más vital en este momento Rikiga.

- Lo siento, es que tienen que ver. Ellos han causado esa alteración súbita de los servicios de búsqueda y captura, también el reforzamiento de la seguridad en toda y cada una de las entradas y salidas de no.6.

 

Nezumi se cruzó de brazos pensativo, inmerso en su propio mundo interno donde trataba de conseguirle una salida al problema, así permaneció unos minutos que parecieron eternos a ojos del periodista, hasta que una pequeñísima chispa de luz cruzó repentina por su mente, despertando sus ideas e intensiones de escapar.

 

- Hay una salida - súbitamente se puso de pie en los escalones -

- No quiero ideas suicidas - Rikiga gimió angustiado,  conocía esa mirada afilada de Nezumi, la que precedía a un plan descabellado -

- No es suicida, se trata de un magistral acto de escapismo.

- Me arrepentiré de preguntarte... pero ¿cómo lo harás?

-El viejo sistema de desagüe, el escondite de Rou se comunica con un anexo donde se ramifican muchos canales. Uno de ellos podría estar ubicado cerca de Inukashi, sería  una teoría interesante de comprobar.

- ¡Pretendes aventurarte con un chico embarazado por viejos canales de agua!

- No están en uso, es subterráneo, sin vigilancia y es seguro mientras no llueva.

- ¡Maldición! - suspiró audiblemente para sí - quieres ir donde Rou para pedirle permiso de utilizar sus canales.

- No pediré permiso, los usaré  – sentenció fríamente, para él no existía las medias decisiones, era todo o nada en su vida –

- Si compruebas tu teoría desquiciada ¿Cuándo partirían? - desistió de molestarse, era un sentimiento que no evitaría la aventurera locura de Nezumi -

- Lo antes posible.

- ¿mañana en la noche?

- Quizás.

- Le avisaré a Inukashi de su llegada y también tratare de conseguirte algunos mapas de esos ductos.

- no te preocupes, mis ratones harán ese trabajo con más eficiencia y rapidez.

 

Así Nezumi cumplió con lo dicho apenas Rikiga se fue,  poniendo manos a la obra para levantar un mapa tridimensional de los viejos ductos de agua de la ciudad, cuando no.6 aún estaba prácticamente en pañales. Esperando conseguir una salida práctica y no tan llena de riesgos, porque no sólo era él y Shion, en sus manos también recaía el futuro de su hijo.

 

Se abstuvo momentáneamente de comentarle su plan a Shion, manteniéndose despierto esa misma  noche, monitoreando los pasos dados por dos de sus ratones robóticos. Dentro de ellos estaban instalados equipos de escaneo tridimensional, muy útil a la hora de crear una imagen digital de cualquier espacio físico donde ingresaran los ratoncitos. Era un trabajo pesado, constante y detallado, pero todos sus esfuerzos fueron recompensados al tener finalmente la ruta lista. Los dos ratoncitos tardaron aproximadamente cuatro horas en el escaneo minucioso de dos posibles rutas, ahora Nezumi debía escoger la más apropiada a utilizar.

 

- Nezumi, ¿Por qué no has venido a la cama? - la voz de Shion hizo eco en el enorme auditorio, donde el nombrado peli azul estaba sentado sobre el escenario con su laptop y algunos aparatos más - 

- Deberías volver a dormir - ni siquiera levantó la mirada de la pantalla -

- ¿Qué haces? - subió al escenario curioso por la concentración de Nezumi en su laptop -

- Comprando nuestro boleto de salida.

- Entonces saldremos pronto - se detuvo tras Nezumi -

-No podremos salir como entramos, lamentablemente tus datos de identificación vencieron y no pueden renovarse.

-Y… ¿qué haremos? - instintivamente llevó las manos a su vientre, con el sentimiento de miedo se alojó en su mente -

-Tú sólo concéntrate en cuidarlo a él - estiró su mano hasta el vientre del albino, rozándole con sus dedos, como una dulce caricia momentánea -

- Dímelo Nezumi, ¿qué haremos?

- Saldremos así...

 

En un momento ya todos los datos habían sido descargados en su laptop por los dos ratoncitos, Nezumi tuvo la increíble oportunidad de ver por primera vez la ruta de escape, su posible y única salida que tenían hacia Inukashi y su seguridad momentánea.

 

En la pantalla resaltó un intrincado mapa, con una línea rojiza que zigzagueaba en medio de una maraña de caminos de distintos tamaños y distancias. Shion miró perplejo aquel mapa, parecía un laberinto complicado de transitar, anidándosele  en el pensamiento la pésima sensación de que esto traería muchos inconvenientes.

 

-¿Tomaremos la ruta marcada en rojo? - sentenció con duda, mirando a Nezumi en busca de alguna respuesta diferente, así sepa que esa era la única realidad disponible -

-Es correcto mi pequeña majestad, este será nuestro paseo turístico.

- No es un juego Nezumi, comprendo la seriedad del caso como para que me lo plantees como si tuviese cinco años.

- Yo sé que no tienes cinco años, pero si llevas a mi hijo en tu vientre, eso me hace tratar de no estresarte más de lo necesario - pasó su brazo por la cintura de Shion, acercándole a su cuerpo -

-Agradecería que fueras más sincero. ¿Cuántas posibilidades tenemos de salir ilesos de esos túneles? - miró seriamente a su amante -

- De un 70 a 80 por ciento de éxito.

- Es un buen número, pero temo de ese otro 30 por ciento restante.

- Lo volveremos un 100 por ciento. Con tu cerebro y mi ingenio se volverá el mejor número posible.

- ¿Y qué debo hacer?

- Memorizar la ruta completa. En todo su detalle y vías alternas de escape. No quiero dejar nada al azar.

- Está bien, lo empezaré hacer ahora mismo - cuidadosamente tomó asiento junto a Nezumi -

- Ve a dormir, mañana comenzaremos. No es necesario quedarte sentado aquí toda la madrugada.

- Somos una pareja Nezumi, de aquí en adelante debemos compartir las cosas  buenas y las malas, tú solo no debes llevar la carga de esto - acarició la mano del nombrado, en un apretón suave que decía mucho -

- Realmente somos un dúo con un polizón a bordo - sonrió malicioso al tiempo que acariciaba otra vez el estomago de Shion –

 

Así la pareja llego a un acuerdo, con la madrugada como testigo, pasando algunas horas hasta que Shion interrumpió aquel tranquilo silencio del auditorio con un comentario importante para discutir con Nezumi.

 

- He estado pensando en nombres. Debemos darle un nombre al bebe.

-Nombres - la mirada de Nezumi se suavizó un poco, como recordando algún pasado difícil de rememorar - te diré uno cuando salgamos de los túneles.

- Yo también, tendremos que escoger uno de niña y uno de niño. Hasta que nazca y sepamos qué es.

- Antes de ir por los túneles, visitaremos a Rou, no estaría mal echarle un vistazo al bebé.

- Quizás... nos muestre el sexo del bebé- habló con un tono emocionado, cargado de la ansiedad lógica de una futura madre -

- ¿Qué quieres que sea? - el ojigris preguntó susurrándole al oído de su albino amante -

- No me importa realmente.  Una niña o un niño, para mí, lo vital a estas alturas es poder llevar a término mi embarazo, y que nazca sano – bajó su mirada sonriendo – me encantaría educarlo en un mundo más equitativo y menos corrupto. Una ciudad para vivir en familia.

- Una familia...

 

Nezumi se sintió repentinamente inundado de un sentimiento algo triste, entre nubarrones de recuerdos, lamentablemente no tenía una imagen para reflejar el concepto de familia, la suya fue asesinada, y ahora es que estaba aprendiendo en el camino de esta aventura que era la palabra familia. Y le gustaba, estaba ansioso así no lo demostrara, tenía unas enormes y nada normales ganas de proteger a Shion y a su hijo no nato para buscarles su lugar en este mundo, su centro, el “le motif” de su existencia misma. Por ello luchaba y seguiría luchando, porque otro día más se acercaba y sería decisivo para sus vidas, para tratar de regresar cumpliendo a cabalidad el juramento hecho a Shion.

 

Esa noche se quedaron despiertos, uno memorizando las rutas y el otro ajustando los requerimientos del viaje, Shion se encargaría de ser el mapa, la brújula misma. Pero no sólo Nezumi lo usaría a él y su prodigiosa memoria fotográfica, también llevaría sus útiles ratoncitos. Dentro de sus pequeños complejos sistemas robóticos guardaban más que la información de esos túneles, tenían almacenada parte de las cosas que Nezumi ha conseguido robar de la base de datos de no.6, en esos tres ratones, se guardabas años de investigaciones, teorías y planes, unos fieles esbirros en la lucha contra el monstruo que es la ciudad.

 

Y el tan esperado día llegó. Nezumi fue el primero en salir de la cama muy temprano, alistando unas cuantas pertenencias en un pequeño bolso, seguidamente se dedicó a revisar los últimos detalles del itinerario. Mientras que Shion aun seguía detallando una última vez los mapas, sentado en la cama que ya no usarían mas, concentrado totalmente hasta que la llegada de alguien importante lo distrajo de su labor.

 

-Buenos días señor Rikiga - Shion lo recibió con una sonrisa de oreja a oreja, a pesar de no haber dormido nada la noche anterior -  

- Buenos días Shion - su rostro era un tanto sombrío, no estaba muy a gusto con el plan de Nezumi sobre usar los túneles de desagüe -

- Llegas a tiempo - Nezumi le tomo del hombro sorpresivamente - Toma, súbelo al auto.

 

Sin esperar un segundo le lanzo un bolso en los brazos al pobre periodista. Los ánimos de Nezumi estaban por lo alto, sintiéndose seguro de todo lo que harían de aquí en adelante era la mejor solución a su problema.

 

- Ya hable con Inukashi.

- ¿Que dijo?

- Que estás loco de remate y que si no llegas a traer sano y salvo a Shion y su bebé, te cortará los testículos con unas tijeras de podar oxidadas - Rikiga sintió un escalofrió horroroso nada mas de pensar en aquel acto barbárico y vengativo de Inukashi -

-Ese mal nacido, se tendrá que guardar las zalamerías cuando nos vea llegar.

- Inukashi está ansioso de vernos regresar - Shion sonrió para sí, recordando su carta y los secretos que le reveló - Es un buen chico.

- No sé qué demonios le vez de bueno a ese sarnoso gritón.

- Es bueno, ha sufrido tanto o más que tu Nezumi, su pasado le forjo el carácter, así como a ti.

 

El peli azul decidió cerrar el tema de Inukashi por las buenas, no tenia ánimos de discutir con Shion sobre sentimientos de un tercero, hoy no era el día para eso, había cosas más importantes de tratar, como el plan de escape o las ropas que le ocultarían por última vez dentro de la ciudad. Para volverse nuevamente las hermanas Rose y Eve.

 

Finalmente abandonaron el teatro a las dos de la tarde, sin muchas pompas o alboroto, ese sitio tenía sus propios sentimientos que Shion y el mismo Nezumi guardarían en el corazón. Ambos les ataban la memoria de sus encuentros, su romance inicial, el secuestro, la revelación tras un traje de mujer, el tapadero y la pasión en las tablas.

 

- Cronometremos relojes - Nezumi alzo su muñeca para acomodar la hora en su reloj de pulsera, con un diseño ciertamente femenino y acorde al papel que desempeñaba, actualmente vestido como Eve -

- ¿Cuánto tiempo les tomará llegar donde Inukashi? - Rikiga preguntó en un tono triste, deseando sacar su  lado pesimista de la mente -

- Estaremos con el viejo Rou una hora más o menos, así que comienza la cuenta desde que salgamos de las instalaciones de Rou e ingresemos en los ductos abandonados.

- Son las dos, te daré hora y media para comenzar la cuenta - el periodista reajusto su tiempo en el reloj

- Mandaré un aviso con uno de mis ratones cuando lleguemos a la salida, de los ductos a la propiedad de Inukashi hay varios kilómetros de distancia.

 

Y repitieron la ruta de unos meses atrás, el desvencijado tanque de agua, volviendo a recorrer la ruta que ya habían tomado donde Rou, y esta vez no hubo sarcasmos por parte de nadie, Rou les recibió con respeto, algo preocupado por esa repentina aparición en sus dominios ya que tenía información del desastre que era la ciudad en esos momentos.

 

- Venció el plazo - el viejo científico tomó asiento tras su escritorio, silencioso y con una pose imperturbable -

- Ciertamente, ya no podemos estar aquí.

- Es peligroso... - alzó su mirada rojiza a Shion, observando detalladamente aquel evidente vientre de 5 meses - se nota tu condición.

- Señor Rou, quisiéramos ver al bebé una vez más, antes de irnos de aquí -  Shion le habló con pena, deseando que el científico le complaciera ante la petición -

- Les dije que estaba a su disposición, no tengo ningún problema en hacerte un ultrasonido.

 

Sin prisas se puso en pie tomando su infaltable bastón negro, debía admitir que también tenía ganas de ver cómo avanzaba el embarazo de un chico como Shion, era una peculiaridad genética, un capricho de la naturaleza, que gracias a su discípulo no cayó en manos de los científicos de no.6.

 

Rou les escoltó hasta la enfermería de la vez pasada, haciendo el mismo procedimiento, pero esta vez Nezumi entró con ellos, tomando asiento tras Shion mientras el viejo científico hacia su examen.

 

- Es increíble... - susurró para sí mientras tomaba la pequeña pantalla para hacer el eco -

- Si, lo es - Shion sonrió orgulloso de aquel vientre en total expansión, visible y tenso por sus casi 6 meses de gestación -

- Ya, basta de asombros, veamos al pequeño polizón.

- ¿Polizón? - Rou arqueó una ceja con notable asombro, jamás vio a Nezumi actuar tan desentendido y liviano de palabra, como si hubiese desechado la dura cascara de protección que había instalado alrededor de su ser -

- Así le dice Nezumi, es un inesperado pasajero, pero muy querido.

 

Shion no pudo borrar su sonrisa del rostro ni un segundo, estaba lleno de dicha por ver las nuevas imágenes de su bebé. Y fue tan espectacular como imaginó, aquella pantalla táctil se iluminó en un segundo con el cumulo de imágenes raras, borrosas y rojizas, pero en unos pocos movimientos de la mano de Rou, todo se hizo nítido. Pudo notar de inmediato una de las manos de su hijo, vuelta un puñito frente a su rostro, estaba como cubriéndose la cara con ellas, realmente sereno por su posición sentada, con las piernitas cruzadas entre el cordón umbilical, ingrávido y haciendo pequeños reflejos musculares al sentir el aparato invadiendo su espacio ingrávido sobre la piel.

 

- Ese es – Nezumi enmudeció, comiéndose con la mirada aquel ser, evidentemente impresionado por lo clara de las imágenes. Era como si pudiese estirar los dedos para tocarle los deditos a su hijo -

- Señor Rou, ¿puede decirnos qué es? - Shion preguntó con el aliento retenido,  en un claro susurro asombrado -

- Lamentablemente no puedo. Como ven, está con las piernas cruzadas y el cordón también evita ver algo más - movió un poco el aparato para tratar de tener otra vista del feto -

- No importa - Nezumi alzó la voz con firmeza - ya vimos lo más importante.

- Cierto - el albino sintió como los dedos de Nezumi se entrelazaban con los suyos, un silencioso modo de decirle te quiero -

- Puedo decirles que está en perfectas condiciones, además de que ya se ubicó de cabeza, eso es una buena noticia si llegara a adelantarse su nacimiento.

- ¿Adelantarse? - ambos preguntaron con duda ante las palabras de Rou -

- No quiero ser ave de mal agüero, pero apenas salgan de estas instalaciones sus vidas correrán peligro, Nezumi podrá protegerte pero no sería capaz de evitarte un susto o una situación tensa que adelante tu parto, espero que esto no suceda Shion. Que el recorrido que estan por hacer no les traiga problemas y que lleguen a buen recaudo antes del anochecer.

 

Se formó un silencio razonable, es que si existían riesgos ante el nuevo camino, por más que Nezumi planifique y que Shion sepa la ruta, los sucesos inesperados están a la orden del caprichoso destino. La revisión de Rou concluyó con unas cuantas recomendaciones para el albino, su pronta entrada en los 6 meses representaba un acercamiento al final, despertando temores nuevos y preguntas obvias que todo padre primerizo desea saber.

 

- ¿Dónde estarás alojados? - el viejo caminaba a paso lento, guiándoles por una de las salidas de las instalaciones que habitaban -

- Inukashi - Nezumi ya le había hablado del lugar donde estarían -

- Buen sitio, mientras no llamen la atención.

- Seremos cuidadosos señor Rou - Shion le miró analítico - pero...

- ¿Qué sucede?

- Tengo temor del momento inevitable, el día que este bebé decida nacer.

- La naturaleza es sabia Shion, una madre siempre sabe por instinto qué es mejor para sí.

- ¿y la ayuda? yo hablo de eso.

- Aún faltan más de 3 meses - posó su mano sobre el hombro del albino - Ya pensaré cómo ayudarte.

- Se lo agradeceré enormemente.

- Bueno, hasta aquí puedo llegar con ustedes.

 

Rou alzó la mirada a un intrincado pasillo de concreto frisado, era una especie de habitación donde se ramificaban una decena de tuberías viejas, las mismas viajaban sujetas al techo rústico, dividiéndose en 10 caminos distintos, sin más señalizaciones que el color envejecido y deteriorado que recubría los tubos. Rou les dedicó unas simples palabras de suerte procediendo a retornar en sus pasos, había mas que hacer, de aquí en adelante todo quedaba en manos de la pareja.

 

- ¿Cuál es el camino Shion? - Nezumi se ubicó en el centro de la habitación, con los 10 caminos a su alrededor, confiando ciegamente en su amante -

- Es ese... - Shion alzó el brazo hacia el techo, señalando el viejo tubo de color verdoso -

- Vamos.

- ¿No me preguntarás si estoy seguro? – se quedó viendo como Nezumi emprendía el camino hacia la dirección del tubo nombrado -

- Confió en ti.

 

Y su camino comenzaba con un pequeño túnel, los tubos iban adosados al techo, por ello el ancho de las paredes era equivalente al diámetro del tubo, apenas el espacio suficiente para que Shion entrara de costado con su vientre rozándose cada dos por tres de las paredes de concreto. En esos instantes Shion agradecía no ser claustrofóbico y no tener más de 6 meses de embarazo, si no, otra historia seria la contada.

 

Al mismo tiempo que Shion y Nezumi entran en los túneles, dentro de Lots Town hay un reencuentro entre Karan y Yoming, lo vio llegar repentinamente a la pastelería esa tarde, con la mirada perdida, como un extraño que curiosea por primera vez el local. Karan intentó recibirle como acostumbraba, sirviéndole una taza de té negro sin azúcar, un par de panecillos dulces y ella misma tomando asiento frente a la mesita de hierro forjado, aparentemente tranquila e imperturbable, por ahora.

 

En la mente de Karan se despertaron muchas dudas, no pretendía contar su experiencia vivida con el ratoncito y la carta, salvo porque moría de curiosidad ante la idea de que Yoming y el desconocido Nezumi se conocían, ella no podía evadir la realidad de que su antiguo compañero de estudios estaba metido en algo turbio y sospechoso.

 

- Como extrañaba esto - sonrió con suavidad al tiempo que tomaba asiento junto a la castaña -

- Ya no vienes todos los días.

- Tengo algunos asuntos que arreglar - tomó entre sus dedos la taza humeante de té - Pero pronto estaré libre.

- Yoming, quería preguntarte algo - ya no aguantaba más, su mente estaba saturada de demasiadas dudas e interrogantes -

- Dime - sorbió el brebaje oscuro con una rapidez inhumana, obviando lo caliente de la bebida -

- Tú hermana Renka está muy preocupada por ti.

- No tengo ánimos de hablar sobre ella - la mirada de Yoming se volvió algo perturbada en segundos -

- Estas actuando paranoico con su embarazo. Según ella... tú crees que su estado es una abominación creada por los científicos de no.6.

- No es paranoia, es la más pura verdad - dejo su taza sobre la mesa con un movimiento brusco y descuidado - Ese niño no es nada mío.

- ¡No digas esas cosas Yoming! - Karan no pudo ocultar su indignación ante las palabras del moreno -

- Tú misma lo sabes, ella sólo fue utilizada, más de lo que imaginas Karan - la última frase la arrojó como un susurro maligno - Ese niño es una abominación.

- Ese bebé ni si quiera ha nacido para que lo catalogues como un monstruo - apretó sus puños indignada, a su mente llegaron los recuerdos de Shion recién nacido, como lo miraban despectivamente, los incontables exámenes y revisiones. Quien más que ella para saber el dolor de tener un hijo marcado como algo exótico desde su mismo nacimiento - Renka sufre por tus palabras.

- Ella sucumbió ante esta mentira, ¡sabiendo de antemano que ellos me arrebataron a mi familia! - escupió las palabras con odio, tan dolorosas y ciertas -

- Renka lleva esa carga tan dolorosamente como tú, era su sobrino, tu hijo. Pero ahora es ella quien necesita tu ayuda y compañía, no tiene a su esposo y tú eres el único soporte que le queda.

- No quiero hablar más de Renka.

- Pero yo sí - alzo el tono de voz sin notarlo si quiera -

- Tu deberías entenderme Karan - nerviosamente estiró su mano atajando la de ella en un apretón brusco y sorpresivo - Eres tan victima como yo, ¡tu hijo también fue un experimento!

- Yoming - la mirada de Karan se volvió sombría, llena de un sentimiento de molestia que crecía más y más cada vez  que lo escuchaba - ¿qué sabes?

- No mucho.

- Dímelo todo.

- No quiero que sepas cosas de las cuales no puedas sobreponerte.

 

Karan sintió como si todo su pasado se revolvía en su cabeza, como una película mal grabada. Su esposo bueno para nada, el nacimiento de Shion, su hermoso y extraño cabello blanco, sus diminutos ojos como dos cristalitos rojos, el acoso del servicio médico, años y años de exámenes, de revisiones, su operación, la desaparición de Shion, los interrogatorios, y ahora, tenía delante suyo a un hombre que posiblemente le daría pistas, esperaba que fuesen tan incompletas como la carta del desconocido Nezumi. Si, definitivamente no había verdad que la hundiera más o mentira que la mantuviese en pie, era un ahora y nada más.

 

- Asumiré el riesgo, dime lo que sepas Yoming, estoy harta de tus medias tintas, de tus paranoias sobre esta ciudad. Como puedes pedirme que te crea si no me das las pruebas - forcejeó ante el agarre de Yoming que se hacía cada vez más fuerte e incomodo -

- Tanto Renka como tu hijo son simples títeres de esta mal llamada utopía – suavizó su mano un poco, liberando a Karan - La población elite merma, no hay nacimientos... los estúpidos científicos cometieron un grave error, quisieron ser dioses y solo se convirtieron en simples y blasfemos mortales.

- ¿Eso qué tiene que ver con Shion? - recordó las palabras en la carta de Nezumi, el que Shion era un experimento arrancado de sus fauces -

- mucho y a la vez nada. Sé muy poco de su caso, salvo que sus genes son parte de un delicadísimo intento por repoblar a la elite, resarcir los daños genéticos que causaron.

 

Repentinamente Yoming se puso de pie, como poseído por una fuerza invisible, alzando la mirada a un imaginario cielo que no era más que el techo de la pastelería, estaba con los ojos sobresaltados, sudando copiosamente y excitado como si fuese un genio teniendo una epifanía.

 

- Tu hijo, ¡es un simple código genético con ventajas!, es un vaso lleno de esperma esperando a ser utilizado en mujeres cuidadosamente seleccionadas.

- Qué... - Karan le miro perturbada, era abominable que Yoming hablara así para ella, de su hijo, se su querido Shion -

- ¡Es la realidad Karan! - súbitamente golpeo la mesa, agachándose después hasta quedar con sus labios a centímetros del oído de la castaña - todo se irá al infierno Karan, más pronto que tarde, todo arderá en las llamas de la verdad.

- Vete Yoming  - susurro paralizada de miedo, este hombre había dejado de ser el inteligente compañero de su pasado universitario. Ahora sólo era un pozo de odio infinito, cegado por sentimientos de venganza y castigo -

- pronto lo entenderás mi querida Karan, siempre has sido una chica lista, por eso me gustabas.

 

Súbitamente se recompuso de aquel ataque de locura, respirando hondo y volviendo a sonreír como un esplendido caballero.

 

- Hablaré con Renka, tienes toda la razón en molestarte - acarició la mejilla de Karan con el reverso de su diestra -

 

Y así como entró, salió. Karan quedó sola, mirando a la puerta de la pastelería como si acabase de experimentar una visión fantasmal. Yoming estaba perturbado psicológicamente, de eso no había duda alguna, pero entre sus delirios le confirmó la sospecha de que Shion era un experimento, supo con certeza para que lo quería el servicio médico, por sus genes, los preciados genes de alguien que nació siendo diferente. Karan tiene media verdad entre sus manos, ya que Yoming no está al tanto de toda la información de Shion, y tampoco era de su interés rebuscar mas, para el ex periodista el verdadero propósito de sus investigaciones iban en echar por tierra la pureza de actos y las buenas intenciones, sólo necesitaba sacar a luz pública los terribles experimentos y juegos genéticos que hacían. Tan sólo tenía mente para desestabilizar un modo de dominio, y lo estaba logrando, tanto que sus movimientos comenzaban a ser visibles y llamativos para el servicio de búsqueda y captura.

 

Yoming atraerá su propia perdición, pero otro par de seres también han comenzado a hilar sus destinos, entrando al mundo inseguro de un compendio de túneles. Shion y Nezumi llevaban más de dos horas de camino, paseándose cual ratas de laboratorio en un laberinto, Nezumi seguía al pie de la letra las directrices de Shion, siguiéndole cual ciego a su perro lazarillo.

 

- Descansemos en la siguiente bifurcación - acarició con suavidad el hombro de Shion, trayéndolo al instante mismo - escuchaste.

- No estoy cansado - mantuvo la mirada fija en su entorno, rememorando el camino a seguir -

- Necesitas detenerte, comer algo y beber agua - bajó su mano atajando la de Shion -

- Tenemos el tiempo contado Nezumi, podré comer y beber apenas lleguemos donde Inukashi.

- Que te detengas - se quedó estático en el túnel, aún aferrado a la muñeca de Shion -

- ¿Entiendes lo que está en riesgo?, no quiero permanecer aquí abajo ni un minuto más Nezumi, compréndeme.

- Te comprendo, yo también deseo salir de este maldito laberinto, pero a diferencia de mi, tu vives para ti y para nuestro hijo - se acercó a su amante, encarándolo - Nos detendremos 10 minutos, comerás algo y beberás agua.

- Mo me dejarás avanzar – Shion dio un largo suspiro, pelear no acortaría el tiempo -

-Eso es correcto pequeña majestad, alimenta al polizonte y seguiremos.

 

Shion no pudo objetar, era irrelevante hacerlo, Nezumi tenía razón, él vivía por ambos, y no podría dejar a un lado los cuidados y precauciones que el peli azul le daba. Ambos comieron rápidamente un par de frutas, pan y agua. Una comida realmente frugal ya que no tenían la intensión de cargar mucho peso en el camino a su seguridad.

 

- Sigamos - Shion se adelantó un poco, estaba rememorando el siguiente cruce a tomar cuando notó que aquel túnel tenía algo diferente a los ya recorridos - Nezumi.

- Lo noté también - sentenció fríamente, arrinconándose en un segundo contra la pared de concreto junto a Shion -

- Alguien anduvo por aquí recientemente.

 

La sospecha de ambos estaba bien establecida, desde que comenzaron su recorrido no habían visto más que suciedad en todas las paredes, techo y suelo. Pero al llegar a la mitad del camino notaron cómo habían removido la película de polvo del suelo con evidentes pisadas, marcas de manos en las paredes y también residuos de cigarrillos y comida, parecía que hubiesen montado guardia en el lugar.

 

- ¿Qué haremos Nezumi? - Shion se abrazó a su vientre tenso, el bebé había comenzado a moverse bruscamente, seguramente alterado por las emociones de su madre -

- shssss - sin más palabras se agachó mirando los desperdicios - No son de hoy.

- Igual vinieron, ¡recorrieron este mismo camino!

- Dejemos que el haga su trabajo – Nezumi extendió su mano dejando libre uno de sus tres preciados ratoncitos -

- ¿A dónde va?

 

Shion vio desaparecer a toda carrera el pequeño roedor robótico de pelaje negro.  Desapareciendo por la ruta que ellos deberían tomar, no sabían qué habría más adelante, un miedo extraño se alojó en sus mentes, hasta hace un par de horas todo avanzaba perfecto, demasiado perfecto para ser verdad.

 

-Veremos qué nos dice, ese ratón tiene unos sensores incorporados, quiero saber qué hay más adelante, si tropieza con algún humano u objeto curioso, se regresará inmediatamente, si no, seguiremos adelante – llevo su mano al vientre de Shion, sintiendo como el bebe se revolvía con fuerza – Cálmate.

-Eso intento - masculló con dificultad, moviendo sus manos en forma circular por su bajo vientre – No… no quiero que nos atrapen Nezumi.

- No lo harán, te lo juro.

- No jures en vano. No quiero que nos separen, no quiero perderte, no quiero perderlo a él – una lagrima rodo por la blanca mejilla de Shion, estaba aterrado ante su futuro inmediato –

- ¡Escúchame bien! – Sujetó a su amante de los brazos, haciéndole quedar frente a frente – Así estemos ante un laberinto sin salida, no importa lo que suceda de aquí en adelante, yo voy a dar hasta mi  propia vida para que tú y mi hijo vivan libres, me escuchaste Shion, si puedo lo hago.

-No digas eso.

- Es la única verdad que tengo para ti, tan sólo mi vida para salvar las suyas – besó delicadamente la frente del albino –

 

La espera fue torturadora, cada minuto allí varados representaba tiempo perdido, pero no podían avanzar hasta estar seguros que no había peligro alguno, y esos minutos se volvieron media hora, un valioso tiempo que parecía indicar que el ratón negro que Nezumi envió no se había tropezado con nada raro en su camino.

 

-Avanzaremos – tomó la mano de Shion para hacerle caminar nuevamente –

-¿Estás seguro de hacer eso?

- El ratón no regresó, confío plenamente en mis inventos, no hay peligro evidente, pero de igual manera andaremos a paso rápido y tratando de recuperar el tiempo perdido.

-Correr no es una buena idea para mí.

- No correremos, solo iremos más rápido.

- Está bien – miró con escepticismo a su amante -

-Dijiste que confiabas en mi, Shion, es hora de poner en práctica esas palabras tuyas – sonrió, volviendo a su personalidad pretenciosa por un instante –

-Eres un egocéntrico.

-Soy tu egocéntrico.

Así comenzó la carrera desenfrenada por salir, Shion calculaba que a paso rápido llegarían a la salida en una media hora, máximo 45 minutos. Pero aquel apresurado andar no era cómodo para su condición, por obvias razones se cansaba más rápido, perdiendo el aliento cada dos por tres, sin mencionar la incómoda sensación en sus caderas, había estado sintiendo molestias desde hacia media hora, justo el tiempo que permanecieron a la expectativa, su hijo no nato había estado pateándolo con inclemencia por un buen tiempo, ahora parecía tranquilo a pesar de la actividad que su madre realizaba. Shion prefirió guardar silencio sobre el malestar que sentía, no tenia ánimos de complicarle las cosas a Nezumi, bastaba con esta carrera a la libertad, sin saber a ciencia cierta que había a la vuelta de la esquina.

 

-¿Shion? – Nezumi le llamó varias veces al encontrarse frente a otra encrucijada de túneles –

-Creo… que esta es la última bifurcación, sigamos por ese camino, la salida debe estar a unos 300 metros más adelante – su mente trataba de procesar el mapa mental que había levantado la noche anterior con las imágenes proporcionadas por los ratones –

- ¿Estás bien? – le acarició el hombro algo preocupado por su mutismo repentino –

- Estoy cansado, sólo eso – intentó sonreírle para calmarlo un poco – Vamos rápido.

 

La carrera fue más acelerada que antes, ambos desesperados por una luz al final del túnel, ese último tramo era un poco más amplio que los demás, con techos altos por donde iban gruesas tuberías blancas. Entre la carrera ninguno notó como a cada ciertos metros había unos diminutos dispositivos colocados en las paredes, los aparatos de rastreo habían sido colocados hacia una semana atrás por el servicio de búsqueda y captura. Nuevamente los insurrectos habían causado esos cambios súbitos de actuación que repercutían en la pareja. Ni Shion o Nezumi imaginaron que su paso por los túneles habían activado las alertas en una de las centrales de vigilancia en la Gota Lunar, la señal se disparo al tropezar los sensores infrarrojos, llevando un aviso rápido a los agentes encargados de la vigilancia.

 

-¿Qué sucede? – un serio Rashi levanto el teléfono en su oficina, había pasado todo el día pensando en cómo solucionar las molestas insubordinaciones de algunos ciudadanos –

-Disculpe la molestia señor, pero tenemos actividad en uno de los viejos túneles que inspeccionamos hace pocos días – el joven subordinado miraba con asombro las señales que dibujaba la enorme pantalla de su computador, dándoles la ubicación del sitio –

-¿Tienes imágenes? – se acomodó derecho en su cómoda silla, esto podría ser algo interesante –

-Déjeme intentarlo – movió rápidamente sus manos tecleando algunos comandos, pronto otra pequeña pantalla se abrió dejando al descubierto unas imágenes de muy dudosa calidad, sin embargo lo suficientemente buenas para identificar a las personas que habían activado los sensores – si, le enviaré el video en tiempo real a su computador.

-gracias – Rashi se movió en su silla un poco para levantar la pantalla de su laptop, esperando unos segundos para ver como una ventana se abría dejándole ver el video también – Son… ¿dos mujeres?

-Eso parece, espero ordenes señor.

-Dos mujeres vagando por unos túneles de agua en desuso… - estaba consternado por la extraña visión –

- Señor, espero órdenes, ¿qué debemos hacer? – el joven volvió a preguntar ante el silencio de Rashi –

-Detona el túnel.

- Señor, esto dejará inservible las cámaras y los sensores, además de que podría perder a las dos intrusas.

-Estoy consciente de ello, pero el gobernador pidió mano dura con los insurrectos, y estas dos chicas no están en el lugar correcto, son un error en el sistema de no.6

- como ordene, detonare el túnel.

 

Continuara…

 

 

Ya sé, el sentimiento de querer lincharme es enorme XD. Pero todo tiene su razón de ser amigas lectoras, no se me preocupen o… bueno, si preocúpense un poco porque lo que viene se pone de pelos y señales. Shion y Nezumi escapando de los tuneles, Karan enfrentada a la realidad, y unas cosillas más que serán muy interesantes, saludos a todos, gracias por leer y esperar pacientemente mis actualizaciones, y viendo mi perfil, ¡este fic cumplió un añito! Justo el 13 de abril, nuestro bebe tiene un año de vida ya, y para celebrar les dejare un link en mi perfil, es mi cuenta de devianart, allí subí un fanart de mi fic, espero lo disfruten y les recomiendo unirse a la pagina para ver los trabajos, son en su mayoría yaoi, mpreg y +18 ja ja ja. Luego me cuentan que tal, si les gusto o no. Saludos y nos leemos tan pronto como pasan 30 días (que malvada soy con mis actualizaciones mensuales ToT)

 

Próximo Capitulo:

 

Deteniendo el dolor


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