Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Blanco Corazon por RAMSIN

[Reviews - 134]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Fuego en el alma

 

Detallarlo parecía algo sumamente importante para él, quizás eran esos nuevos y extraños sentimientos que despertaban dentro de su pecho, esas ganas locas de desvestirlo para saber a ciencia cierta cómo era su diminuto cuerpo. La tentación era tanta y tan grande, pero no podía, aun no… su pequeño milagro aun estaba comiendo, sintiéndole tan cerca de su piel expuesta, con su mejilla regordeta rozando su pecho pálido, parecía tan feliz e inocente, concentrado únicamente en saciar los instintos básicos de todo recién nacido: comida y calor.

 

-¿me dejaras verte mejor? – Shion susurro entusiasmado al sentir como el pequeño niño alejo su boquita de su pecho para dar un bostezo perezoso, como dando por terminado el acontecimiento – Parece que sí.

 

Instintivamente le cambio de posición hasta acomodarlo sobre su hombro izquierdo, dándole unas suaves pero firmes palmaditas en la espalda, sinceramente no sabía porque lo hacía, pero algo dentro suyo otra vez trabajaba sin dejarle tiempo a cuestionarse los propios actos que ejecutaba, el pequeño se retorció unas cuantas veces ante la sensación, culminando sus movimientos con un sonoro eructo, Shion sonrió un poco al darse cuenta que después de todo si tenían lógicas las cosas.

 

Con mucho cuidado decidió, ahora sí, realizar su propia inspección sobre el bebe, primeramente le desenvolvió de las mantas para verlo mejor, dejándolo apoyado sobre sus rodillas extendidas, aun estaba dolorido pero la curiosidad valía el esfuerzo, luego de ello busco el modo de deshacerse del monito cuerpo completo que lo abrigaba, no fue sencillo sacárselo sin sentir terror de poder lastimarlo entre sus torpes movimientos, tanto lo movió que el pobre niño empezó a quejarse, era lógico que se molestara, su madre no le dejaba volver a dormir ya con su estomago lleno.

 

-Tus ojos… - paro súbitamente de desvestirlo al notar como el niño trataba de enfocar su visión en algún punto de su rostro, con los ojitos bien abiertos y exponiendo por primera vez su color –

 

Shion le miro extasiado llevando sus dedos hasta las mejillas del bebe, dándole unas suaves caricias, parecía sorprendido de la mezcla perfecta de color entre sus ojos rojos y los grises de Nezumi, dando como resultado una mirada rosa pálido, tan atrayentes como los de su padre, vibrante y fuerte.

 

-El color del amor sincero – volvió a levantar al bebe para acunarlo sobre su pecho, tenía ganas de llorar, estaba demasiado feliz por todo, agradeciendo a cada ser humano que los ayudo a poder llegar hasta allí, teniendo la dicha de poder sentir entre sus brazos a su hijo –

 

Shion pensó que tanta alegría debía ser compartida, y sin importarle su agotamiento o el dolor débil pero punzante que aquejaba su bajo vientre, se salió de la cama a paso cuidadoso llevando entre sus brazos al bebe, necesitaba mostrarle a Nezumi el hermoso color de ojos que tenía su hijo, serian dignas joyas como las de su padre.  Dio algunos pasos hasta la puerta de la habitación, no tuvo si quiera que abrirla para percatarse que a unos pasos fuera de ella estaban Inukashi y Sanri teniendo una discusión algo airada, se podía percibir fácilmente por el tono de voz que empleaban ambos.

 

-¡No voy a dejarte hacer eso! – Sanri le intento sujetar de los hombros pero Inukashi lo esquivo lanzándole una mirada fría, llena de rabia y frustración –

-¿Quieres dejar a Shion viviendo en un engaño? ¿Por cuánto tiempo crees que se coma la mentira? – Gruño apretando sus dientes, estaba asustado y molesto, no podría encubrir la falta de Nezumi, era imposible mantener tamaña verdad oculta – Shion no se merece una mentira, el debe saber que la rata estúpida fue a rescatar a su madre, al menos déjalo saber la verdad ¡sea cual sea el desenlace!

-¿Nezumi… regreso a no.6? – La puerta ya estaba de par en par con un Shion notablemente pálido delante de ellos –

-Shion – Ambos voltearon a verlo con asombro, ya no había mentira que decir, la verdad relució por si sola como Inukashi pretendió desde un principio –

-No deberías estar en pie aun – Sanri intento esquivar la pregunta, pero el albino no estaba dispuesto a dejar pasar esas palabras escuchadas –

-¿Nezumi volvió a no.6? -  fijo sus ojos rojos en los dos jóvenes, notando que ninguno se atrevía a repetir lo que dijeron momentos atrás - ¡RESPONDAN!

 

Tan solo pudo gritar con su alma en un hilo, apretando a su hijo más aun entre sus brazos, sintiendo que se quebraría si obtenía una respuesta, temblaba desde lo más recóndito de su cuerpo, la debilidad del parto o la felicidad fueron opacadas con el deseo de salir corriendo en busca de su amante. Su respiración se entrecorto ante un inminente ataque de pánico, pasaron tantos pensamientos en un segundo, sabía que no.6 estaba mal, sospechaba sobre la situación y también se lamentaba de no poder indagar mas por su condición, pero ahora era que necesitaba razones, verdades que dolían y que muy en lo profundo de su mente conocía, Nezumi jamás le dejaría solo por una tontería o un capricho, estaba muy claro que algo grave lo movió a dejarlos, justo ahora cuando más necesitaba de él, cuando estaban disfrutando de la llegada de la vida que ambos crearon y protegieron tanto.

 

-Shion cálmate, Nozomi está llorando – Inukashi intento acercársele para ayudarlo, temía que el albino se derrumbara allí mismo  dejando caer al niño –

- ¿Nozomi? – Shion estaba muy aturdido, pero logro retener ese nombre hasta ahora desconocido para el –

-Ese fue el nombre que Nezumi escogió para el ratoncito, quiere que le llamen Nozomi – Inukashi bajo la mirada con tristeza, decir eso era como cumplir con la última voluntad de un difunto, su testamento -

- Vamos a la cama y te prometo que te contaremos todo – Sanri logro acercarse hasta posar su mano sobre la espalda temblorosa del albino -  Nezumi está tratando de cumplir con una misión importante para ti.

 

Shion no tuvo más remedio que dejarse escoltar, pero aun estaba fuera de sí con la revelación sobre Nezumi y su paradero dentro de no.6. Al mismo tiempo, nuestro arriesgado ojigris había traspasado el portón metálico que lo separaba de la ciudad, esquivando balas y los autos en llamas, fue una suerte del mismo demonio, pero no todo puede ser sencillo siempre. Ya dentro, debía lidiar con otro tipo de problemas, el servicio de búsqueda y captura estaba totalmente desplegado en cada punto visible, eran tan evidentes en su andar, con los trajes negro y sus gafas oscuras, parecían nerviosos, medio asustadizos, y tenían buenas razones de estarlo, su apreciada ciudad repentinamente ardía por los cuatro costados, no había lugar al que observara Nezumi sin notar una columna de humo color gris plomizo levantándose al cielo con una danza macabra.  

 

No tenía tiempo de quedarse como espectador del desastre, estaba en una misión de vida o muerte, así que arranco su motocicleta esquivando más autos incendiados y escombros, necesitaba alejarse del ajetreo en la entrada de la ciudad. Avanzo unas cuantas cuadras, recordando que la madre de Shion tenía un pequeño café casi en el centro de Lost Town, llegar allí le llevaría un poco de tiempo y peripecias, el servicio de búsqueda y captura aun paseaba de modo nada cuidadoso, pero a él ciertamente no le prestaban mucha atención, sus instrucciones parecían ir en ubicar todas las explosiones y la más cercana fue justamente por donde el había ingresado.

 

Avanzo en su motocicleta hasta lo que parecía una especie de taller abandonado gracias a las explosiones, con cautela Nezumi se arriesgo a meter su vehículo en una esquina del pequeño lugar, ocultándose el también dentro de lo que era una oficina, necesitaba un instante de paz para poder reorganizar sus ideas y tratar de dar con el paradero de la única persona dentro de no.6 que también quería ver sana y salva a Karan.

 

- Viejo loco… ¿donde estarás? – Saco su celular de entre las ropas, automáticamente marco el numero de Rikiga trayendo también a su mente un detalle importante – Mal momento para recordar que no hay señal dentro de la ciud…

 

Su dedo estuvo a punto de presionar el botón de colgado cuando noto que la señal había retornado a los celulares, emocionado llevo el aparato a su oído y espero que Rikiga le respondiera.  Hubo una tensa espera hasta que la llamada entro con muchos sonidos de interferencia.

 

- ¿Rikiga? ¿Dónde te encuentras?

-¿E…Eve? – el viejo periodista tartamudeo impresionado por quien hablaba al otro lado de la línea –

-¿Dime donde demonios estas? – Alejo un poco el celular de su oído gracias a los ruidos que interferían la comunicación –

- ¡No te escucho bien! –Rikiga freno súbitamente el auto negro que conducía – ¡EVE!

-¡RIKIGA! ¿DONDE ESTAS?  – Volvió a gritar con toda su alma, esto estaba exasperándolo, lo menos que quería Nezumi era perder el tiempo – ¡MALDITA INTERFERENCIA!

 

La llamada se perdió entre los ruidos en la línea, Nezumi pateo con frustración lo primero que vio a su alcance que era un pequeño escritorio de metal junto a la puerta, respiro hondo y volvió a marcar al celular del periodista, pero esta vez la línea volvió a estar muerta, las comunicaciones seguían fallando dentro de no.6. Por su parte, Rikiga no había precisamente frenado el auto por culpa de la llamada inesperada del ojigris, su asombro venia de otra situación, se encontraba a una calle del café donde Karan laboraba, sabia donde estaba ubicado ya que había guardado la dirección después de cumplir el encargo de Nezumi para encontrar a la madre de Shion hace varios meses atras.

 

-Karan… - su cuerpo se movió por inercia, soltándose el cinturón de seguridad para bajar del vehículo con las piernas temblorosas ante la escena del café en llamas - ¡KARAN!

 

Su cuerpo desgastado corrió hasta el lugar, pero era demasiado tarde, no pudo acercarse lo suficiente gracias a las explosiones causadas por las tuberías de gas expuestas en la primera explosión, una gran oleada de calor lo hizo alejarse más aun, volviendo al auto negro, su alma se estrujo en un nudo que no tenia explicación, trayendo a su mente los recuerdos de su juventud cuando tan solo era un estudiante de periodismo en busca de la verdad, enamorado de la chica linda de la clase, siguiéndole cual perro faldero hasta el borde mismo del peligro cuando Karan tenía ánimos de ser una liberal en medio de restricciones de no.6

 

Se llevo las manos a su rostro sudoroso, tratando de no perder la poca cordura que le quedaba, no podía terminar de creer que su amada Karan estuviese dentro del local cuando ocurrieron las explosiones, no quería si quiera pensar en que llego tarde, y menos aun pensar en que cara pondría Shion cuando supiera que su madre había fallecido envuelta en llamas.

 

-No puedes estar allí dentro – susurro atragantado en lágrimas, aferrándose al volante para no dejar que su cuerpo saliera corriendo directo a las llamas –

 

No supo cuanto tiempo permaneció dentro del auto mirando impávido hacia el incendio, sin prestarle atención a su alrededor, ignorando totalmente a las personas que corrían escapando de las casas aledañas entre gritos y terror. Todo bajo un sórdido manto de desconocimiento, no había autoridades que guiaran, ni si quiera los servicios de bomberos o rescate se habían presentado en el lugar, la ciudad era un caos, nada era como debía ser, nada funcionaba como tenía que funcionar, definitivamente Yoming logro su cometido, hirió de muerte a la bestia.

 

-Ahora… ¿qué le diré a Shion? ¡COMO LE DIGO QUE SU MADRE MURIO! – Grito con toda su alma, golpeando con su puño el claxon en el volante, haciéndolo sonar una y otra vez en medio del desastre –

 

Tan solo le quedo llorar como un crio indefenso, acuchillado en el alma misma, gimiendo entre su letanía de lagrimas, estaba tan acongojado que no sintió cuando alguien metió súbitamente la mano dentro del auto y prácticamente lo arrastro fuera del asiento, lanzándolo al suelo como si fuese un costal de papas, instintivamente Rikiga se quedo tendido en el pavimento caliente, asustado y aun llorando desconsolado.

 

- ¿Podrías dejar de dar un espectáculo tan patético?

- ….. – abrió lentamente los ojos llorosos para ver al desconocido que lo ataco – ¿Eve?

- Levántate de allí – sin un ápice de sentimiento miro hacia el local en llamas – Karan no estaba dentro, eso tenlo por seguro.

- Pero… ella - Se sentó con dificultad, pasándose el brazo por el rostro para tratar de limpiar sus lágrimas y mucosidades liberadas –

-Eres un viejo sentimentalista – se dio media vuelta para subir al auto negro – Muévete o te dejo.

 

Nezumi sabía perfectamente que Karan no era una mujer tonta, también estaba claro que la madre de Shion buscaría su propia salida, y el local no era el lugar más seguro ante un desastre en no.6. Su mente trabajaba rápido, ágil y con certeza, era como si la misma adrenalina en su cuerpo reviviera su pasado como prófugo, cuando recién había escapado de los laboratorios junto a Rou, esa emoción en el cuerpo, ese cosquilleo frenético que se siente como un frio dentro de las venas, su lengua caliente, su vista agudizada, todos sus sentidos alterados para poder estar despejado ante la llegada de ideas, las más necesarias en esos momentos de vida o muerte.

 

- ¿Por qué estas tan seguro que Karan está viva? - finalmente Rikiga subió al auto, tomando asiento en el lugar del copiloto, dejando que Nezumi se hiciera cargo de la situación de aquí en adelante –

- Si es tan inteligente como creo, se a donde se dirigió - encendió el auto, apretó el acelerador y emprendió el camino a su posible encuentro con la madre de Shion –

- ¿Tu también viniste a salvarla? – Clavo sus ojos curiosos en Nezumi, estaba muy claro que el chico había tomado una jugada arriesgada – ¿Shion lo sabe?

- Shion dio a luz hace unas horas, el no sabe nada de lo que ocurre aquí – a su mente vino fugazmente la imagen de su hijo recién nacido –

- ¡Tuvo al bebe! ¡Entonces ya eres papá! Ja ja ja – soltó una risotada al tiempo que le daba una fuerte palmada en el hombro al ojigris –

- No es momento de celebraciones.

- Que sequedad ¿al menos dime que fue? – gruño cruzando sus brazos, Nezumi podía ser el ser mas frio del mundo cuando se lo proponía –

-Fue un niño.

 

Rikiga sonrió para sus adentros, imaginando de inmediato como seria ese reencuentro entre su querida Karan y Shion, ¿qué expresión pondría al ver que el albino estaba bien? a salvo gracias a Nezumi, pero también con la nueva buena de que le había hecho abuela, sería muy divertido ver al ojigris y a Shion tratando de explicar cómo sucedió todo. Su mente lo mantuvo totalmente distraído del recorrido que efectuaban por las calles de Lost Town, ese anteriormente apacible lugar ahora era un hervidero de desastres, gente corriendo de un lado a otro, sin vigilancia, sin ayuda… se notaba que todos los esfuerzos por proteger a no.6 se estaban efectuando dentro de Chronos, la zona más afectada por las explosiones.

 

Los alrededores de la Gota Lunar también estaba en un estado lamentable, se había activado por primera vez una alerta máxima, desde que la utópica ciudad fue construida jamás se había llegado a ese extremo, y tampoco las autoridades estaban acostumbradas a ese tipo de situación, jamás se establecieron rangos de peligro inminente, la “aparente” perfección creó un terrible delirio de invulnerabilidad en sus ciudadanos y dirigentes.

 

-¡Gobernador! – la voz de un subordinado se escucho casi que a gritos por todos los pasillos del piso donde se ubicaba la oficina del más alto jerarca de la ciudad –

-¡Maldita sea! ¿Qué quieres? – Fennec grito más colérico aun, sentado en su silla de piel negra tras el escritorio, estaba aturdido por el exceso de llamados y noticias que recibía segundo a segundo ante la voracidad del ataque que sufrieron –

- El agente Rashi le llama – el subordinado bajo la mirada asustado, el no tener como comunicarse hacia que cada información fuera dada de boca en boca –

-¡No estoy para andar paseando por toda la Gota Lunar! Dígale que lo que quiera: ¡que venga a decírmelo el mismo! – se giro en su silla encarando al pobre hombre encomendando a dar recados –

-Si… señor gobernador – tembló ante la mirada iracunda del hombre, algo muy dentro le decía que estos sucesos iban a salirse de control pronto –

 

El subordinado salió en rápida carrera nuevamente hacia donde su superior, al mismo tiempo, un serio científico paso dentro de la oficina de Fennec, se había quitado su habitual atuendo de bata blanca sustituyéndolo con uno de los trajes que utilizaban los guardias de seguridad en las instalaciones de la Gota Lunar.

 

-¿Por qué vistes así? – Fennec noto de inmediato el cambio de ropa en su compañero –

- Solo lo hago por precaución mi querido Fennec – suspiro audiblemente al tiempo que se encaminaba hasta el escritorio del nombrado, tomando asiento en la orilla del mismo, demasiada frialdad en sus actos para el momento que vivían – Esto se irá al infierno.

-No necesito que me digas ese tipo de cosas, se que todo esto no es un juego – volvió a girar su silla para encarar la escena tras los ventanales de su lujosa oficina –

 

Delante de sus ojos se alzaba una ciudad en llamas, todo parecía una pesadilla surrealista en la que él era un mero espectador, sin poder controlar nada, únicamente pudo enviar todas las fuerzas y recursos a Chronos, dejando que el resto de no.6 quedara a la buena de dios, sin nada como ayudar a los ciudadanos de menor rango, una mal sana acción nacida en la superioridad de clases, creyéndose mejor que el resto, a su modo de ver, tan solo era salvable lo mejor de la elite.  

 

- no.6 se quema, no creo que puedas controlar todo – el científico bajo del escritorio para encaminar sus pasos tras Fennec, mirando sobre el hombro del mismo, como tratando de entender a esa mente macabra y sus acciones –

- Se puede remediar, las perdidas serán lamentables pero necesarias… imagínate que es una limpieza.

- ¿Como la que mandaste a hacer con el pueblo Mao? – sonrió con sorna, esto le traía muy buenos y sórdidos recuerdos –

- No trates de distraerme, sabes perfectamente que en ese entonces tú fuiste el artífice, yo solo te complací amigo mío – se giro un poco para ver al científico – Esto es una situación distinta.

- Cierto, pero… me parece extraño que no decidieras ir donde el estúpido de Rashi.

- No me interesa escuchar sus historias de sacrificio para controlar el orden en la ciudad.

- ¿Entonces no estás enterado que Rashi capturo a Yoming?  Lo tiene en una de las salas de interrogación de la Gota Lunar.

- ¿Repite eso? – Fennec sujeto bruscamente de las ropas al científico –

- El chico que entro hace un instante te pidió que fueras a ver a Rashi, creí que sabias el porqué te solicitaba.

-Malditos subordinados, nunca dan la información como es…

- Ya sabes cómo son – con disimulo trato de deshacerse del agarre de Fennec -

-Esto podría ser muy bueno – soltó en un instante al científico. Su rostro paso de molesto a emocionado, con un brillo perturbador en su mirada – Poco a poco todo vuelve a tener sentido.

- ¿Qué esperas para ir a saludar a tu querido amigo Yoming? – se acomodo la ropa con suavidad, parecía encantarle los cambios de ánimos en el gobernante de no.6 –

 

Fennec no perdió tiempo para salir de su oficina, imaginando todo lo que podría hacerle a Yoming para resarcir los daños que le causo a su amada ciudad perfecta, era como un día de júbilo, ya no importaba mucho los incendios, eso se podría reparar con algo de tiempo, tampoco le interesaban las vidas de las personas fuera de los limites de Chronos, a esos era mejor dejarlos morir, sería una nueva limpieza, más perfecto imposible.

 

Subió a los ascensores con una sonrisa en los labios, acomodando su corbata fina y mirando de vez en vez al enorme espejo tras él, lucía un poco cansado y ojeroso, y no era para menos, estaba agobiado por la situación, pero esto, esto le libero de muchos pesos mentales, con tan solo ver a Yoming y hablarle sobre su pasado, hacerlo sufrir por su desaparecida familia, con ello cobraría parte de la deuda adquirida, una que inicio cuando se atrevió a intentar quitarle a Karan, aquella sórdida pasión de juventud, así al final Karan no se quedara con ninguno de sus pretendientes, si no que acabo con un bueno para nada que solo la abandono con un niño por nacer.

 

La chica codiciada, la indomable joven con mente liberal que acabo en manos equivocadas, esa Karan subversiva estaba de regreso por culpa de las adversidades actuales. Se dice que al inocente dios lo protege, pues ella cargaba consigo dos vidas totalmente inocentes, una niña de solo 5 años y un bebe que no ha visto si no dos meses del mundo, un mundo donde su madre no lo ama y su destino va en los genes de su verdadera familia, con ellos Karan se jugaba la vida.

 

Las explosiones le tomaron desprevenida cuando cruzaba una de las ultimas calles de Lost Town, a punto de tomar uno de los transportes que unían a Chronos con el resto de la ciudad, sin pensar en que necesitaría un pase de elite, tan solo imagino que los operarios del transporte se apiadarían de ella porque llevaba dos niños pequeños a cuestas.

 

Pero las explosiones detuvieron todo su plan, la más peligrosa de ellas ocurrió a mitad del rio que divide a Chronos del resto, destruyendo los rieles sobre los cuales se movía el transporte donde Karan pretendía subir, el sitio entero se volvió un caos, las personas corrían desesperadas de un lado a otro, los pocos hombres al servicio del transporte fueron removidos del lugar como por arte de magia, todo había sido abandonado.

 

-¡Seño! – Lili se aferro a la cintura de Karan, temblando de terror por lo que sucedía, nunca había visto tantas personas corriendo como locas, comportándose de modos extraños ante sus infantiles ojos –

-No te separes de mi, los sacare de este desastre, te lo prometo – se encontraba arrinconada en uno de los andenes de embarque y desembarque –

 

Temía correr como el resto, era obvio que la estampida humana se la llevaría y mas que ella no podía maniobrar libremente con los dos niños, debía pensar con cabeza fría, no tenía más remedio que esperar pegada a las rejas tras ella, esforzándose en esconder a Lili tras su cuerpo y al pobre Ren lo aprisionaba obstinadamente entre sus brazos, como un muro humano dispuesto a sufrir lo que fuera para cuidar su carga. Entre el desastre se desembarazo de la pañalera y cualquier exceso de peso, preparándose para la siguiente acción, pero no se atrevía a moverse, el flujo de personas no disminuía, más bien comenzaban a aglomerarse cerca de ella para ver el espectáculo dantesco de los rieles destrozados sobre el rio, y como uno de los transportes lastimosamente también se atasco cerca del lugar con personas dentro, la situación no podía ser peor.

 

-Seño… vamos a casa, quiero irme a casa con mi mama – la pequeña comenzó a llorar desconsoladamente, queriendo salir de atrás de Karan para correr quien sabe a dónde –

-Cálmate Lili, ya saldremos de aquí, solo cálmate y sujétate a mis ropas, no te vayas a soltar por nada del mundo, los sacare de aquí – bajo la mirada hacia donde estaba el bebe, bien despierto y con rostro asustado, pero no lloraba, parecía demasiado aterrado como para llorar –

 

Y se atrevió, en un instante comenzó a moverse aun pegada a las rejas tras ella, era el modo más inteligente de salir, poco a poco y con dificultad fue esquivando a las personas agolpadas, unas llorando, otras paralizadas por la situación. Nadie en no.6 estaba acostumbrado al terrorismo, los accidentes o la muerte, en esta ciudad hasta los fallecimientos eran algo sin dolor o malicia, se vivía tan bien que morir no era nada, cuando envejecías solo te enviaban a un asilo donde “según la ciudad” te daban todas las comodidades posibles para que tus últimos días fueran con una sonrisa en los labios. En todo eso pensaba Karan mientras escapaba, en que todo era mentira, la vida misma de la elite era mentira, su corto periodo en ese mundo elitista fue una absurda y burda mentira, y su hijo Shion siempre tuvo razón en dudar de todos, ella creía que por eso escapo, por eso desapareció misteriosamente, y hasta fue mejor que ocurriera así, deseando que ahora no esté viviendo lo que ella está viviendo, que donde sea que este su hijo ahora mismo, no tenga que ver lo que está pasando en no.6

 

Ciertamente Shion no tiene acceso a lo que sucede, la casa de Inukashi se encuentra lo suficientemente lejos del desastre, pero la verdad revelada no puede pasarse por alto. El albino volvió de mala gana a la cama, con los ánimos alterados para que fueran respondidas sus dudas, no quiso excusas, ya la verdad estaba en sus oídos y necesitaba el resto de la historia sobre el paradero de Nezumi.

 

-Necesito que te recuestes Shion – con molestia Sanri le quitaba del brazo el tensiómetro, el albino estaba tan alterado que su presión había subido drásticamente en pocos minutos – Si no te calmas tendré que darte un sedante.

- No necesito un sedante ¡necesito que me digan que sucede en verdad en no.6! – apretó sus puños, respirado pesadamente, su rostro parecía gélido y perdido en el coraje –

- Nezumi fue a buscar a tu madre, él y el estúpido de Rikiga están tras tu madre – Inukashi hablo fríamente parado junto a la cama, acunando entre sus brazos al recién nacido –

- Inukashi…

- No voy a mentirle, Sanri – miro con molestia al ayudante de Rou –

- ¿Fueron a buscar a mi madre? - bajo un poco la guardia, ahora tenía más dudas que antes, pero con una mente un poco más serena –

-no.6 sufrió un ataque con explosivos, no sabemos qué sucede realmente dentro de los muros, las comunicaciones se cayeron y todo se ha vuelto un caos, por esa razón Nezumi fue a buscar a tu madre – Sanri decidió seguir con la verdad por delante, Inukashi no le dejaría ocultar ningún detalle sobre la situación actual –

-Mi madre y Nezumi corren peligro, también el señor Rikiga… todo por mi culpa – su pecho se atragantó con unas enormes ganas de llorar, el era la única causa de todo, desde el inicio, el era la raíz de las desventuras que han sufrido en todos estos meses –

-No es tu culpa – Inukashi tomo asiento junto al conmocionado Shion – Esto ocurriría con o sin las explosiones, tan solo la estúpida rata quiere hacer lo correcto.

 

Shion se quedo silencioso por unos minutos, como perdido en sus propios pensamientos, tratando de desenmarañar todo lo que ha pasado, pero una nueva serie de dudas se colaron en su mente: ¿cómo le explicaría a su madre que el había tenido un bebe? ¿Qué la actriz del teatro que el siempre visitaba lo secuestró por su propio bien? Y peor aun ¿cómo le decía que la actriz no era una mujer si no un hombre con el que acabo teniendo relaciones?

 

-¿Shion? – Sanri se sobresalto al ver como el rostro del nombrado adquiría un notable tono rojizo – ¿te sientes bien?

-¡Me acosté con un hombre que se disfrazaba de mujer! – llevo las manos a su rostro, totalmente aterrado por lo visceral de la verdad –

- Y a mí me agrada una chica que se viste de hombre, pero no por eso me altero de ese modo – las palabras de Sanri sonaron realmente divertidas, sabía muy bien en con intensión las soltó –

 

Shion arqueo una ceja súbitamente intrigado por lo que dijo el ayudante de Rou, pero a Inukashi no le pareció gracioso nada,  lo que sintió fueron unas ganas terribles de llamar a sus perros para que destrozaran al desgraciado de Sanri allí mismo, que lo hicieran pedacitos y después echarlos en la tierra de su jardín volviéndolo abono de sus plantas, ese hombre lo sacaba de su espacio seguro con cada comentario que hacía, era un maldito bocazas que no se callaba nunca, tan solo pavoneándose de saberlo todo ¡hasta su más intimo secreto!

 

- Shion, toma al ratoncito – sentía la cara ardiendo, seguro que estaba totalmente sonrojado, no podía permanecer más en la habitación así que cuidadosamente devolvió el bebe a los brazos de su madre, después de ello prácticamente salió corriendo lejos de Sanri y sus comentarios inoportunos –

- No tienes que sentirte mal por lo que has vivido Shion – el castaño miro pícaramente hacia la puerta por donde desapareció Inukashi – Nadie es dueño de sus emociones más profundas, uno solo ama y ya.

 

Era verdad, nadie lo había obligado a querer a Nezumi, tan solo sucedió, así de simple, su corazón tan solo decidió por él, y ahora el resultado de todo ese amor descansaba entre sus brazos, un niño que es la viva imagen de su adorado peli azul. Pensó en lo feliz que sería su madre cargándolo, conociendo al nuevo integrante de su pequeña familia. Sanri tenía razón, no había razones para sentirse mal, tan solo asustado ya que el peligro existe y por más que tenga miedo de lo que le dirá su madre, el temor más grande es poder reencontrarse, abrazarla fuerte, muy fuerte, y mostrarle todas las cosas que han sucedido en su largo alejamiento, un año entero de separación.

 

Mientras Shion admite sus miedos, Nezumi se encuentra en su cruzada por salvar la vida de Karan, desconociendo que no solo con ello traería a salvo a la madre de Shion, sino que también descubriría algunas verdades ocultas en el diminuto cuerpo de un bebe que va con ella.

 

- ¡Esto es un desastre! – Rikiga miraba frustrado como todas las vías hacia Chronos habían sido cerradas –

- Malditos, hicieron un cerco para proteger su sucia superioridad – Nezumi mascullo iracundo, pensando en algún otro modo de ingresar a Chronos, estaba completamente seguro que Karan se resguardaría con la amiga de Shion, era la única persona de confianza que podría ayudarla en un momento así, además, recordaba que Safu trabajaba en el café con Karan, estaban ligadas de muchos modos –

- ¿Y si usamos el transporte público? – el viejo recordó la única entrada que no habían intentado utilizar para ingresar –

- Riesgoso pero no imposible – dio reversa al auto para encaminarse a una de las estaciones cerca del rio – Intentare entrar, me esperaras en el mismo sitio por donde entre, no tengo tiempo de escoger mas salidas, es más sencillo limpiar una sola y utilizarla.

- Nezumi – Rikiga apretó los puños con molestia, como tomando fuerzas para decirle algo – No cometas una locura…

-Yo nunca me equivoco – se acomodo su tela de supe fibra sobre los hombros y guardo su infalible cuchillo dentro de la chaqueta de piel –

- Allí está el problema ¡eres demasiado pretencioso! – Súbitamente metió la mano en su chaqueta y saco algo que puso frente a Nezumi – Utilízala como último recurso.

- ¿Un arma? ¿De dónde sacaste esto? – miro la superficie metálica reluciente de la pistola –

- Crees que ayudarte en todas tus locuras no me puso paranoico, la adquirí para protegerme.

- No pretendo matar a nadie, solo entrare por Karan y regresare – dejo a Rikiga con la pistola en manos –

-Todo a tu modo… como siempre – suspiro audiblemente, no quedaba más que volver a guardarse el arma -

 

Frenaron a unos 50 metros de la estación más cercana a ellos, Nezumi miro por el retrovisor como había demasiadas personas agolpadas en el lugar, eso le serviría como distracción ante su entrada, un poco de tumulto era perfecto para su propósito. Sin mediar mas palabras con Rikiga abrió la puerta y bajo del auto, miro a ambos lados de la calle, lo único que noto fue caos, no había ningún tipo de vigilancia, algo sonaba sospechoso, demasiado fácil para ser verdad.

 

 

Continuara…

 

 

¡AL FIN! Finalmente después de muchos meses, algo ha renacido y me ha hecho escribir, lamento tanto la espera y que este no sea uno de mis mejores capítulos, lo siento, aun estoy algo oxidada y tengo que agarrar vuelo con mi musa, si va como quiero, pero siento que me falta un poco aun. Bueno, lo interesantes es que esto está a punto de acabar, creo que 2 capítulos y ya, seee… todo tiene su principio y su final, y lamento la espera, quiero agradecer que me soporten las esperas U.U y que sigamos, aun esto da para que sepan lo que viene, muy interesante por cierto.  ¡Gracias! Nos leemos y comenten para no quedarme pensando que ya no verán esto.

 

 

Próximo Capitulo:

 

¿Venganza?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).