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Blanco Corazon por RAMSIN

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Notas del capitulo:

finalmente se reencuentran, madre he hijo tienen mucho que decir de sus vidas mientras estuvieron separados.

Capitulo 29

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Mentalmente intentaba entender cómo podía existir un ser como el que llevaba entre sus brazos. Su mente divagaba entre recuerdos de su captura, los experimentos que la ciudad realizo con su pueblo, su salvación venida de las manos de Rou. En ese momento recordó la impresionante conversación que tuvieron meses atrás cuando se entero de la peculiar genética de Shion, y justo allí todo tuvo sentido, todo tenía una explicación lógica para el niño albino que le arrebato a la misma muerte en no.6.

 

- Los óvulos de Shion – Nezumi mascullo para sí apretando las manos, sintiendo una extraña liga de dolor e indignación naciendo en la boca de su estomago, la sensación de que le robaron algo preciado a su ser mas amado –

- Es realmente horrible – Rikiga bajo un poco la velocidad del auto cuando cruzaron la salida de la ciudad, finalmente fuera de no.6 –

- Acelera, viejo… este aroma es repugnante – el olor a carne quemada aun estaba impregnado en el aire, resultante de todas las personas masacradas entre las llamas por el servicio de limpieza –

 

La vía que transitaba estaba caótica, vieron muchos autos abandonados por varios metros hasta que ya se encontraron libres de presencia humana, todo un camino para ellos, con solo el silencio como acompañantes. Ni Rikiga se atrevía a abrir la boca para hacer más preguntas sobre el niño que Nezumi cargaba entre sus brazos tan protectoramente, prefirió centrar su atención en Karan, aun maltrecha, inconsciente y recargada en la otra esquina del asiento trasero. La hermosa mujer de la cual nunca pudo olvidarse, ni con todas las bebidas alcohólicas, todas las damas de dudosa reputación, ni con todo el dinero mal habido por apuestas, estafas o prostitución, nada le saco a la mujer perfecta de su viejo corazón. 

 

Pero la calma no dudaría mucho, el pequeño bebe albino comenzó a llorar nuevamente, con algo de dificultad en su respiración, realmente irritado por algún motivo que desconocía Nezumi, este le tomo de sorpresa aquel llanto alterado y estruendoso. El ojigris trato de calmarlo meciéndole torpemente por su falta de contacto con situaciones similares, y es que ahora es que aprendería con su hijo Nozomi sobre llantos y otros menesteres.  

 

- ¡PODRIAS IR MAS RAPIDO VIEJO! – El ojigris regaño al conductor ante su pasividad en la vía hacia casa de Inukashi –

- Cálmate o asustaras mas al bebe…  - se aguanto las ganas de soltar una risotada, Nezumi se veía demasiado incomodo con el niño llorando a todo pulmón en sus brazos –

- No estamos jugando, creo que está enfermo o le duele algo… ¡llora demasiado!

- Los bebes lloran, es normal  – Rikiga apretó el acelerador hasta el fondo, tampoco tenía ganas de que el bebe le taladrara los oídos con sus berridos –

- Este niño no es normal, la situación en la que lo encontramos no es normal, y jamás será normal – su sentencia fue como un sexto sentido sobre lo que ocultaba ese pequeño en sus genes, los genes de su amado Shion

 

A pesar del escándalo que tenia armado el bebe, ni Karan o la pequeña Lili salían de su inconsciencia. El resto del camino fue una tortura auditiva hasta que el final del camino se vio como una meta tentadora para un maratonista exhausto ante su carrera, ni si quiera Rikiga pudo culminar de estacionar el auto cuando una conocida jauría de canidos los rodearon sorpresivamente, se notaba que Inukashi había dado una orden inquebrantable de custodiar la propiedad al costo que fuera.

 

Nezumi salto fuera del auto con el bebe en sus brazos, sin importarle lo mas mínimo los perros alterados que los rodeaban mostrando sus colmillos, tenía la seguridad que ya Inukashi estaba al tanto de su llegada. Su meta era entregarle el niño a Sanri para que lo revisara, por alguna razón sentía temor de que estuviese enfermo o que le hubiese ocurrido algo grave mientras estuvo siendo custodiado por la madre de Shion.

 

-¡NEZUMI! – Rikiga se quedo asustado dentro del auto, mirando a los perros que no lo dejaban ni si quiera abrir la puerta para bajarse –

 

La postura amenazante de los perros fue interrumpida por un silbido alto y agudo, seguido de la aparición de Inukashi saliendo de la casa a su encuentro junto con Sanri. Ambos no salieron de su asombro por lo que la rata de Nezumi traía en brazos. Ni si quiera hubo palabras para describir el rostro del ojigris cuando extendió los brazos poniendo al pequeño bebe en manos del ayudante de Rou, este le dio una fugaz mirada de aprobación para después entrar a la casa con el niño, Inukashi intento seguirlo pero Nezumi le jalo bruscamente del brazo haciéndole detener su carrera.

 

-Ayuda a Rikiga… - señalo el auto negro donde aún permanecían la madre de Shion y Lili –

 

El castaño dejo la curiosidad por el bebe desconocido y paso a ayudar al viejo periodista, este saco delicadamente de la parte trasera del auto a la madre de Shion, mientras que el se encargo de la pequeña niña. Realmente no entendía de donde Nezumi había sacado a esos niños, pero si estaba muy aliviado de que todos regresaran sanos y salvos de no.6, en su alma no quería cargar con la culpa de no detener a tiempo a la rata de Nezumi y que el pequeño Nozomi y Shion perdieran lo más valioso que tenían.

 

Inukashi rápidamente acondiciono una habitación para la madre de Shion y Lili, allí las dejaron descansar mientras Sanri culminaba de revisar al bebe, este se había quedado en el amplio salón improvisando una camilla con la mesa del comedor, deposito delicadamente al bebe para después mirar que Nezumi estaba prácticamente tras él, cómo vigilando sus actos.

 

-Necesito mis instrumentos… - se movió rumbo al comedor donde había dejado el bolso que trajo consigo preparado con todo lo necesario para atender el parto de Shion – Ve desvistiéndolo.

 

Nezumi obedeció sin chistar, no sabría nada de cómo desvestir un bebe, pero ni eso lo pensó cuando empezó a desenvolverlo de la manta y sacarle el monito cuerpo completo verde agua que estaba totalmente manchado de hollín y sangre seca proveniente de las mismas ropas del ojigris, finalmente le dejo con solo su pañal puesto, en ese momento Sanri regreso cargado con estetoscopio en mano.

 

- No para de llorar y respira de modo extraño - Nezumi le hablo con un tono notablemente nervioso, su aparente frialdad caía cual muralla debilitada por ese niño –

- ¿Trago mucho humo? – miro detalladamente la garganta y nariz del infante que seguía retorciéndose en llantos –

- Lo encontramos entre una humareda de cuerpos quemados… no sé realmente como Karan logro protegerlo a él y a la niña que trajimos, ellas estaban inconscientes. – Miro al pequeño con melancolía, cada lágrima que derramaba lo hacía sentirse mal por alguna razón –

- Sus pulmones están obviamente limpios, pero tiene irritada las vías respiratorias, se nota que trago mucho humo. – dejo de auscultar el pecho del bebe –

- Si está bien… ¿entonces porque llora tanto? – miro con escepticismo a Sanri –

 

El médico ni si quiera respondió la pregunta, tan solo tomo al bebe entre sus brazos y se encamino escaleras arriba seguido de un Nezumi que parecía querer matarlo para que le dijera que sucedía realmente.

 

- Por favor quítate esa chaqueta bañada en sangre, Shion no puede verte así… - el castaño se detuvo a mitad de las escaleras –

- …. – Se miro el estado de sus ropas, el estúpido de Sanri tenía razón, estaba sucio y no necesitaba asustar más a Shion por todo lo que había sucedido –

- Creo que ya habrás notado perfectamente que este niño es uno de los óvulos que le extrajeron a Shion – Sanri centro su mirada en la cabellera albina del pequeño bebe –

- Lo sé.

- Así que de ti dependerá que Shion asimile la situación, emocionalmente puede afectarlo mucho, acaba de dar a luz, tú desapareciste para rescatar a su madre, y ahora deberás explicarle todo lo que ha sucedido.

- Shion es inteligente, entenderá todo.

- Necesito revisar a Karan y a la niña, dejo todo en tus manos – con cuidado le entrego el bebe nuevamente a Nezumi – Ah… y el bebe solo llora porque está hambriento, si puedes convencer a Shion de que lo alimente ¡serás el héroe del día, indiscutiblemente!

 

Nezumi lo vio desaparecer escaleras arriba rumbo a la habitación donde Inukashi estaba con la madre de Shion y Lili. Y otra gran duda se depositaba en la mente de Nezumi, si ese niño era el resultado de uno de los óvulos extraídos gracias a los experimentos hechos por el servicio médico, tuvo que existir un donante de esperma. Miro otra vez al bebe, recordado sus llamativos ojos grises, esa mirada única que solo le recordaba a el mismo y a su pueblo.

 

-¿Sangre de mi pueblo? – Susurro meciendo un poco al pequeño mientras tomaba valor para seguir subiendo las escaleras rumbo a la habitación, el tan esperado reencuentro con Shion –

 

Dentro de la habitación Shion luchaba por intentar dormir un poco, pero apenas el sueño llegaba a sus parpados, los recuerdos de Nezumi dentro de no.6 lo volvían a levantar, haciéndolo voltear una y otra vez hacia donde dormía su hijo, notando que Nozomi parecía ajeno al desastre, durmiendo plácidamente cerca de él. Sonrió débilmente y volvió a cerrar los ojos, en verdad necesitaba dormir un poco, el niño despertaría en un rato y debía estar fuerte para lidiar con su nueva labor materna.

 

-¿Nozomi? – El albino abrió los ojos de golpe al escuchar un llanto apagado que se volvía más fuerte cada vez – Esta dormido.

 

Aun dudando de sus oídos miro al niño, asegurándose de que no estaba despierto. La confusión acabo cuando la puerta de la habitación fue abierta por alguien y el llanto de un bebe que no era el suyo inundo todos sus sentidos. Se quedo frio, con la mirada puesta en un maltrecho Nezumi ¡su querido Nezumi! intento ponerse en pie tan rápido como su cuerpo cansado se lo permitiera, pero el mismo ojigris negó con su cabeza al tiempo que enfilaba sus pasos hasta la cama. No dijo palabra alguna, tan solo extendió los brazos dándole a entender a Shion que debía cargar al pequeño desconocido que lloraba inclemente. Algo hizo clip en la cabeza del albino, sin pensar en nada abrió sus brazos y sintió la piel algo fría del bebe, estaba desnudo salvo por su pañal, temblando de tanto llorar.

 

-¿Majestad, cree poder abrir su corazón un poco más? – Nezumi acaricio con su mano la mejilla de Shion, un contacto que añoraba desde el instante mismo que salió de esa casa –

 

La mirada rojiza de Shion no se despego ni un segundo del bebe, sintiendo como si estaba todavía dormido y sufría de una especie de pesadilla, llantos y mas llantos provenientes del pequeño desconocido que Nezumi le ofreció a cargar, su cuerpo tembló enteramente cuando vio el aspecto físico del niño.

 

- Su cabello – noto con sobresalto el color, con el llanto atragantándosele en el alma – Su cabello…

- Shsss… - se movió un poco tomando asiento junto a Shion en la cama – Por favor, antes de preguntar cualquier cosa, el necesita de ti.

-¿De dónde lo sacaste? – las lagrimas comenzaron a bajar cual cascada por sus mejillas, no podía tener calma, no podía silenciar el inmenso sentimiento que se apodero de él apenas vio a ese bebe, era como él, ¡era tal cual el! – de… donde.

-Shion – con toda delicadeza posible estrecho su frente contra la del nombrado, mirándolo directamente a sus ojos, sintiendo su temor, sus preguntas, su miedo calando hasta los huesos. El también lo sentía, como no sentirlo cuando sabes que jugaron con sus vidas y tomaron algo tan sagrado para experimentar con ello. – Solo sé que nos necesitara de hoy en adelante, por favor, cálmalo.

-Yo… - noto que el llanto se escuchaba tan parecido al de Nozomi, era igual, para su mente y para su cuerpo era igual, la reacción instintiva de toda madre ante el llanto de su bebe es calmarlo –

 

Los recuerdos se mezclaron, este niño le removía el recién parto, sentir su desnudez, su llanto, el frio de su cuerpecito entre sus brazos. Estaba reviviendo el momento, conectando las sensaciones a un punto donde no le importo nada, ese pequeño extraño necesitaba calor, alimento y un poco de cariño. Shion entendió que no se sentía capaz de despreciarlo, así que con mucho cuidado lo acomodo mejor entre sus brazos, dándole una pequeña sonrisa entre lagrimas al tiempo que descubrió su pecho permitiendo que el bebe saciara su hambre. Fueron unos segundos en los que ambos contuvieron el aliento hasta que el pequeño consiguió el pezón aferrándose a él como si su vida dependiera de ello, se notaba su desesperación al comer, atragantándose cada dos por tres, teniendo que ser interrumpido por la mano del albino para calmarlo un poco.

 

-Estaba muerto de hambre… - Shion susurro aun con las lagrimas en sus ojos, sentía tristeza por la procedencia de ese pequeño que se notaba había pasado más que hambre en su corta vida –

 

Nezumi se quedo en silencio, apreciando el acto maravilloso que había hecho Shion, aceptar a otro ser que por alguna razón fue arrancado de sus entrañas en su estado mas primigenio y devuelto a sus brazos en forma humana. Se habían perdido muchos hechos, ni si quiera sabían quién mas estaba inmiscuido en su creación, tan solo era seguro que la sangre de Shion recorría las venas de ese bebe, su apariencia era innegable, eran como dos gotas de agua. Y Shion sabía que era carne de su carne, mientras le alimentaba se dedico a detallarlo mejor, su piel blanca, sus deditos de las manos y los de los pies, era como repetir las mismas acciones que efectuó horas atrás con Nozomi, se sentía como haber tenido dos hijos en vez de uno.

 

Las conversaciones estaban de más en ese momento tan apacible, ambos sabían que debían discutir sobre la procedencia del niño, pero aun no, este segundo de paz y calor familiar que se habían ganado debía durar. Mientras Shion seguía calmando el estomago hambriento del pequeño albino, Nezumi se levanto para tomar entre sus brazos a Nozomi, tenía tantas ganas de cargarlo, de volver a sentirlo, y como no, también quería reorganizar sus recuerdos con este hecho de dos criaturas provenientes del mismo vientre pero con distintos padres. Estaba seguro que el otro niño no era suyo, Rou había logrado rescatarlo antes de que los malditos científicos de no.6 le extrajeran muestras importantes de su cuerpo, en cambio, si recordaba claramente que a otros de sus congéneres si los habían explotados hasta matarlos, quitándoles todo lo posible para después desecharlos como envases vacios.

 

La calma no duro mucho tiempo ya que el apacible momento fue interrumpido con la súbita aparición de alguien en la puerta, tanto Shion como Nezumi se quedaron paralizados, mirando al ser que entro con pasos torpes pero presurosos. Sin importarle nada se dirigió hasta la cama donde el albino se encontraba y allí prácticamente se derrumbo con la mirada inundada en lagrimas.

 

-Shion… Hijo mío – sus brazos temblorosos se estiraron ansiosos por acariciar el rostro sonrojado del nombrado –

-Mamá… - sintió como su corazón se detuvo por un segundo, era como una alucinación, con todo el suceso de la llegada de Nezumi, el bebe albino que estaba alimentando y sus emociones a flor de piel, había olvidado completamente que el rescate de Karan había sido lo que le separo de su amado peli azul – ¡Mamá!

- Estas a salvo hijo… - paso a abrazarlo tan fuerte como podía, sintiendo por primera vez que entre ellos había algo obstaculizando el abrazo –

 

Karan si quiera había notado lo que su hijo estaba haciendo cuando entro a la habitación, su mente desesperada por respuestas tan solo lo vio a él, su hijo, el que la ciudad insistió en capturar para arrancarlo de su lado. En su mente estaban los vagos y angustiosos recuerdos de su intento de escape en la estación rumbo a Chronos, como protegió hasta el último instante a Ren y Lili, perdiendo el conocimiento gracias al intenso humo negro que inundaba todo, los gritos, el llanto de Ren, esos eran sus últimos recuerdos hasta que despertó desorientada y adolorida en una habitación desconocida, acompañada de dos personas que insistían en que se quedara acostada, que le decían que todo estaba bien y que pronto vería a su hijo Shion. Y ese fue el detonante que la hizo salir intespectuosa de la cama, sin importarle las suplicas de Sanri o del mismo Inukashi que la persiguió hasta la habitación de Shion. Y ahora sus ojos inundados en lágrimas por fin veían lo que obvio desde el inicio, cuando se separo del abrazo para saber que sucedía, notando como su querido Shion tenía a Ren acurrucado contra su pecho desnudo.

 

-Explicar esto será difícil - Nezumi fue el primero en abrir la boca, tragando grueso para poder poner en orden semejante encuentro en el momento menos oportuno para todos –

 

Shion agacho la cabeza totalmente avergonzado, una mezcla inesperada de sentimientos no lo dejaban sacar a flote toda la felicidad de ver a su madre, era lo que deseo por muchos meses, todos los que estuvo lejos de ella, pero la situación en la que se encontraba actualmente le haría muy difícil no sentir pena. Tendría que mostrar una parte de él que desconocía su madre, exponiendo su actual estado, su condición (especial), sin mencionar que todo eso llevaría a una sola verdad, el hombre que la rescato de no.6 era el coartífice de la creación de su nieto, en parte Nezumi debía explicar también su rol en esa nueva realidad que enfrentaba Karan, como un repentino vaso de agua fría arrojado a su rostro.

 

-Karan – Nezumi se movió de lugar hasta quedar entre Shion y su madre – Quiero que recuerde la carta que le hice llegar con uno de mis ratones, en ella no pude revelar todas las razones que ahora ve con sus propios ojos, pero si le pedí de corazón que comprendiera algo…

 

Con un aplomo digno del ojigris, se puso frente a la madre de Shion mostrando su carga, presentándole a Nozomi por primera vez, extendió sus brazos para que abuela y nieto se conocieran por primera vez, sabía que ese sería el único modo en que Karan entendería parte de sus palabras, o al menos eso intentaba.

 

- Recuerde lo que le escribí, Shion sería distinto cuando volvieran a verse, el traería…

- ...Traería una alegría entre sus brazos. – Karan susurro completando aquellas palabras, las recordaba perfectamente, se le quedaron grabadas en su mente, en donde los recuerdos son imposibles de olvidar porque van enlazados con las emociones más profundas que pueda tener un ser humano –

- Y esa alegría es el – Nezumi suavemente deposito al bebe en los temblorosos brazos de Karan – Su nombre es Nozomi.

- Nozomi… - Karan sintió el peso repentino de una nueva vida, comparándolo instintivamente con Ren, y no había mucha diferencia en peso o tamaño, a pesar de que Ren tenía dos meses y este bebe se veía notablemente más pequeño en tiempo de vida –

- Mamá… eres abuela – dificultosamente Shion logro sacar algunas palabras de su boca, estaba tan, o más impactado que la misma Karan con el encuentro que tuvieron –

- Soy abuela.

- Si – tanto Shion como Nezumi respondieron afirmativamente, con los nervios a flor de piel por la revelación y todo lo que tocaría explicarle a la confundida castaña –

 

Karan solo pudo aferrar entre sus brazos al bebe, acercándolo a su rostro maltrecho para darle un delicado beso en su cabecita bien poblada de hermosos cabellos azul oscuro, lo miro un segundo que pareció eterno, buscando lógicas por sí sola, pero no encontró ninguna, no tenia basamentos razonables que dar, no entendía nada de lo que sucedía. Aun así, ver a su hijo en la cama con Ren entre sus brazos, sabiendo perfectamente lo que estaba haciendo Shion, era madre. Su instinto tan solo le hizo sentir un raro alivio de ver a su amado bebe recibiendo por primera vez lo que era verdaderamente amor maternal, alimento que no solo nutre su cuerpo sino también su alma, estaba segura que Ren pararía de enfermarse, de ser un bebe con cólicos que no dormía mucho, sin querer Shion estaba dándole lo que le fue negado desde su mismo nacimiento, el amor de una madre.

 

Las emociones fueron más fuertes que su asombro, al final tan solo pudo caer nuevamente frente a Shion, acurrucándose junto a él, ambos con sus rostros encontrados, llorando sin decir nada, tan solo sintiendo que las piezas faltantes en sus corazones estaban nuevamente en donde debían ir. Así permanecieron un largo rato sin hablarse, tan solo sintieron, pudieron percibir más que la piel, podían entenderse uno al otro, hablaban con el lenguaje del amor materno. Nadie se atrevió a interrumpirlos, todos decidieron salir de la habitación para dejar a madre e hijo juntos, hasta Nezumi esperaría su momento para presentarse definitivamente como la pareja de Shion y el padre de Nozomi.

 

-Te extrañe mucho - susurro recargado del hombro de su madre, al fin se había serenado lo suficiente para conversar mejor con su madre – Me hiciste demasiada falta en estos meses, especialmente por esto que me sucedió…

-Yo también te extrañe demasiado hijo mío, pero ya estamos juntos otra vez – con suavidad le acaricio la cabellera blanca – Pero… no salgo de mi asombro por lo que encontré.

- No sabía que podía… podía llegar a embarazarme, no lo sabía hasta que sucedió – bajo la mirada lleno de vergüenza, era un tema que tarde o temprano debía lidiar con su madre, no había modo alguno de ocultar semejante verdad con un bebe en brazos –

- Ellos sabían…

- Sí, los médicos de no.6 siempre lo supieron y por eso me utilizaron, y el… - miro al bebe albino que ahora con su estomago lleno dormía plácidamente junto a Nozomi – Mira su parecido conmigo, el es parte mía, de algún modo es una parte de mí que me arrancaron cuando estuve bajo sus manos.

- Se llama Ren, y yo también sentí lo mismo al verlo apenas nació, algo me dijo que era sangre de mi sangre – llevo sus manos hasta su pecho, apretándolas fuertemente para evitar soltar nuevamente el llanto – La mujer que lo llevo en su vientre se llama Renka, éramos amigas, y pues, ella perdió el juicio y no acepto a Ren después que lo tuvo. Este bebe jamás había sido acunado en unos brazos como los tuyos, nunca supo del calor materno, de un pecho con alimento para él… ella lo despreciaba por su apariencia física.

-Ya no mas… - Shion llevo su diestra hasta la cabecita del bebe albino, una dulce caricia para el nuevo integrante de su pequeña familia -

-Shion.

- Mamá, aun hay muchas cosas que debes saber, muchas verdades acerca del chico que te rescato… - desvió la mirada con un enorme sonrojo en sus mejillas – El y yo…

-Él es el padre de mi nieto. – una sonrisa cómplice se apodero de Karan – Se nota el parecido entre ellos.

-Nezumi ha sido lo mejor y más inesperado que ha sucedido en mi vida, mamá. Él fue quien me saco de no.6, ha luchado constantemente por mantenernos a salvo y contactando contigo para que no te angustiaras.

- No dudo de sus esfuerzos por cuidarte… pero ¿Y la hermosa chica del teatro? ¿Ella también está aquí? Quiero darle las gracias por prevenirme de la vigilancia que tenían sobre mí.

- La actriz… pues… - tartamudeo varias veces ante semejante pregunta de su madre, tenía que recordarle el alter ego de Nezumi en ese justo momento – Ella nunca existió.

- ¿Cómo? – abrió sus ojos en grande por las palabras de su hijo -

- Ella y Nezumi son la misma persona – decidió decirlo rápido y sin adornos, era la verdad faltante en este encuentro –

 

Salió a la luz la última revelación, entre Shion y Karan ya no había nada oculto, tan solo ahora les quedaba reorganizar sus vidas, contarse las vivencias que experimentaron durante el tiempo que estuvieron separados. Pero no hay finales felices aun, el que Karan saliera ilesa de no.6 no definiría el fin de esta lucha, tampoco el hecho de que ella escapo con dos niños que no le pertenecen, sin mencionar que dentro de Chronos, específicamente en la Gota Lunar, una batalla por el futuro se desata entre dos hombres con ideas contrarias sobre lo que es mejor para no.6

 

Yoming ha dejado su humanidad para lograr estar donde esta, frente a frente con el hombre que ha desgraciado no solo su existencia, sino la de todas las personas que viven bajo sus reglas, una imaginaria libertad que no es más que una dictadura invisible, ni si quiera el aire que se respira dentro de no.6 es real, nada allí es lo que parece, salvo la seguridad de que vas a morir algún día y que tu cuerpo será posiblemente utilizado para bizarros experimentos.

 

Fennec jamás imagino que todos esos años de esfuerzo por tener su utópica ciudad acabaría aquí, atrapado en una insípida sala de interrogatorios junto con uno de sus peores enemigos, se sentía estúpido por no ver lo que en verdad se gestaba tras sus espaldas, ser traicionado por dos de sus más fieles subordinados, primeramente el cobarde de Rashi que a última hora decidió ser un buen ciudadano, y ahora la arpía corrupta del médico que controlaba todos sus experimentos, ese era el peor de todos, huyendo cuando el barco se hunde, como la propia rata de alcantarilla.

 

- ¿Ya decidiste como quieres morir? – Yoming se acerco unos pasos hasta quedar frente a frente del gobernador –

- El que yo muera no significara nada… este sistema no caerá con solo mi desaparición física, estas totalmente equivocado en eso, Yoming.

- Tienes algo de razón en tus palabras, este maldito sistema no desaparecerá de la noche a la mañana, pero no te creas tan triunfador, ya me estoy encargando de que todos abran los ojos, no existiera lugar, persona o pueblo que no conozca todo lo que sucedió, sucede y sucederá en no.6

 

Yoming era un tipo astuto, cuando decidió atacar la ciudad, ya estaba totalmente consciente de que esta trataría de repeler el ataque y crear una especie de cortina de humo a su alrededor, que el resto del mundo nunca sepa que sucede dentro, por ello dejo a un grupo de personas encargadas de grabar todo, cada explosión, cada actividad del servicio de búsqueda y captura, el de limpieza y hasta de los mismos subordinados de no.6, todo estaba siendo filmado, documentado y sacado a la luz pública en tiempo real, mientras ellos conversaba dentro de esa sala de interrogatorios, fuera de los muros, en las demás ciudades se estaba revelando la verdad, vía clandestina con mensajes a los celulares, hackeando paginas, correos y hasta el servicio de cable. Yoming quería hacer tanto ruido que nadie dudaría de lo que verdaderamente era Fennec, un gobernante aberrado que jugaba con las vidas de todos dentro de no.6 y la última carta bajo su manga era esa misma conversación que tenían, la más vital para el triunfo del subversivo ex periodista.

 

- Fennec, al final gane,  aunque no es una victoria completa porque jamás tendré de regreso a mi esposa e hijo… pero soy feliz, todos ya saben que eres. – alzo la mirada hacia la cámara oculta en el cielo raso de la sala –

- ¡MIENTES! ¡NO HAY MODO QUE ESTA CONVERSACION SALGA DE AQUÍ!

- Para el demonio todo es posible… - señalo con su dedo la chaqueta del gobernador – Revisa tu celular, te aseguro que hay cosas interesantes llegando a tu correo, si usas internet también podrás conseguir muchas páginas ofreciendo transmisiones en tiempo real de lo que verdaderamente ocurre en tu maravillosa y perfecta ciudad. Sonríe para la cámara… tu pueblo te vera caer.

 

El sonido de sus pasos rápidos, un golpe seco y un gemido saliendo de los labios, su cuerpo entumecido y frio, sintiendo la lisa y gélida superficie de la pared tras él, era desagradable su textura, la sensación de frio creció más aun cuando abrió los ojos encontrándose frente a frente con Yoming, respirando su mismo aire, entrecortado, acelerado, pero con una mirada tan apacible como si estuviese viviendo un sueño encantador… daba miedo, era más aterradora que nunca. Pero la realidad la sintió en carne viva cuando Yoming le clavo un poco más el punzón en el pecho, dolía, un dolor sordo y que estaba recorriendo su espina dorsal, la sangre tibia bajando por su estomago, manchando su fina camisa de seda blanca, un traje tan costoso siendo manchado y que ya no valía nada, finalmente pensó en que esto estaba siendo visto por miles y miles de personas, su muerte, el atroz asesinato de un líder, de el ser más perfecto que había gobernado ciudad alguna.

 

- je… je je je - Fennec comenzó a reír con dificultad, con sus dientes manchados de su misma sangre, la que sentía subiendo por su garganta como hierro liquido –

- Disfrútalo, es tu ultima sonrisa… - Yoming mantuvo su agarre firme en el punzón, sintiendo el tibio calor de la sangre derramada, era una sensación que no olvidaría nunca –

- Juntos hasta el mismo infierno.  

 

Un disparo a la cabeza, la última carta de un desesperado. Ninguno predijo que el otro moriría ese día, ninguno salió con vida de esa sala de interrogatorio, pero todo el mundo lo vio, Fennec jamás abandono la posibilidad de escapar disparándole a Yoming con un arma que ocultaba tras su espalda, un arma que ni si quiera el galeno sabia que el gobernador siempre cargaba consigo, el único error de Fennec ese día fue confiarse demasiado de un loco como Yoming, al final los locos son impredecibles.

 

 

Continuara…

 

 

¡AL FIN! Gracias a dios pude terminar este capítulo, agradezcan a mi muela rota que me causo agarrar reposo porque me operaron de la boca para quitármela ToT  irónicamente ese reposo me dio tiempo de terminar este capítulo… la vida es impredecible de verdad. Bueno, nuevamente hola, muchos meses sin saber de ustedes, ni ustedes saber de mi, pero aquí vamos en la lucha por seguir este fic que le queda nada de nada para ser terminado, quizás un capitulo o dos. Ha sido un excelente capitulo lleno de amor maternal, reencuentros hermosos y muchas lagrimas, el que sigue será una especie explicación sobre otras cosas que sucedieron en no.6 y como todo tomara orden. Muchas gracias por ser pacientes, por sus bellos comentarios, por sus palabras, mensajes, todo lo que me escriben, siempre ando pendiente de leer todo y sé que no es fácil pero intento serles fiel. Saludos, besos a todos y nos leemos pronto – ya conocen mi pronto XD –

 

Próximo Capitulo:

Revelando realidades


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