Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Blanco Corazon por RAMSIN

[Reviews - 134]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y el final debe llegar, despues de un largo camino de luchas...

 

Revelando realidades

 

El paisaje parecía tan irreal, tan impropio de la ciudad, fuera de todo rango de imaginación. Ver las calles desiertas, los autos abandonados, cuerpos tendidos, llamaradas alzadas al cielo aun con las columnas de humo desfilaban sobre sus cabezas. Tembló un poco al sentir que ese no era un sitio seguro, ya nada estaba seguro en su vida. Con nerviosismo abrazo más aun el bolso de lona negra que llevaba entre sus brazos, protegiéndolo salvajemente ya que dentro estaba lo único que podría mantenerlo a salvo fuera de no.6. Los contenedores criogénicos donde se almacenaban los últimos y más preciados genes del desaparecido pueblo Mao, el científico se creía con la suerte de poder vender aquel banco genético a un precio razonable en el mercado negro, conseguir un buen comprador entre los científicos de las otras ciudades.

 

-Mis niños… los llevare sanos y salvos fuera de este hervidero de ratas, ya nada hay aquí – acaricio con su mano temblorosa el bolso, una y otra vez mientras caminaba rápidamente por las calles, necesitaba un medio de transporte acorde al disfraz que llevaba puesto, el usar las ropas de los guardias de seguridad de la Gota Lunar lo había salvado de ser perseguido, hasta ahora –

 

Su rápido andar fue cortado ante una escena sin precedentes, todas las calles aledañas a la Gota Lunar estaban siendo llenadas de personas, cientos y cientos, de todos los estratos sociales, todas con los rostros llenos de dolor y rabia, hombres y mujeres que escucharon y vieron las grabaciones en vivo de la sala de interrogaciones donde el gobernador Fennec y un insurrecto llamado Yoming se confesaban verdades hasta el punto de asesinarse mutuamente. La verdad finalmente estaba a la luz, ya no existía mentiras, y ahora las personas deseaban mas verdad, necesitaba destapar la pudrición que estuvieron germinando los dirigentes de no.6 por tantos años.

 

- ¡MALDITOS MENTIROSOS!

- ¡ASESINOS!

 

Los gritos se volvieron una sola voz, un solo rio humano que rodeo la estructura más representativa de todo no.6, la Gota lunar fue el encuentro de todos los habitantes llenos de preguntas, coraje e indignación, como las polillas atraídas a la luz, mas y mas personas, hasta soldados, personal de los servicios que prestaba la ciudad, almas atormentadas revelándose a la realidad.

 

El científico tembló en su lugar, tragando grueso ante la marea humana cargada de rabia, sintiendo un sudor frio que recorrió su cuerpo enteramente, apretando más aun el bolso para intentar seguir andando, obligándose a caminar en sentido contrario a la muchedumbre que no dejaba espacio libre en las calles.

 

-Permiso… déjenme pasar ¡quiero pasar! – cada vez con más terror se lanzo contra las personas buscando un espacio para salir, aterrorizado hasta la medula misma –

 

Entre sus esfuerzo se vio estampado contra un hombre alto y fornido que llevaba las típicas vestimentas del servicio de búsqueda y captura, por culpa de los nervios cayó al suelo soltando el bolso negro, sintiéndose sofocado al estar rodeado, torpemente intento ponerse en pie, siendo brutalmente jalado hacia arriba por el brazo del mismo hombre que lo tropezó. Aquel ser de mirada iracunda lo analizo de de arriba abajo como tratando de identificarlo, trabajo en la Gota Lunar por muchos años, conocía a todo el personal de seguridad dentro de allí, y este enclenque y nervioso hombrecillo no era parte del servicio de seguridad.

 

-¿Por qué huyes? – mantuvo apresado el brazo del galeno mientras preguntaba –

-Eh… es que… ¡nos mataran a todos! – grito con rabia, como queriendo asustar a todos a su alrededor, quizás si había una estampida se podría escapar fácilmente –

-Los muertos, muertos están. – El hombre trajeado de negro bajo la mirada al suelo donde había quedado el bolso negro del galeno – Tú no perteneces al servicio de seguridad de la Gota Lunar.

-La verdad, escape de la Gota Lunar cuando todo esto empezó… ¡soy una de las muchas personas capturadas injustamente! – Intento sonar molesto, así la mentira lo ayudaría –

-Ya veo… - el hombre súbitamente se agacho tomando con su mano libre el bolso negro, para desgracia del científico, el cierre se abrió dejando caer en el suelo la tarjeta de identificación que le permitía entrar y salir de los laboratorios ocultos dentro de la Gota Lunar –

 

Las miradas quedaron en la tarjeta, claramente se podía apreciar la fotografía del galeno, su nombre, número de identificación, rango y cargo dentro de la Gota Lunar. Un silencio sepulcral se hizo a su alrededor, todos mirándolo, escrutándole con esos ojos fríos y llenos de rencor, las cosas jamás volverían a ser como eran…

 

-¡SON BASURA! ¡TODOS USTEDES SON SOLO BASURA DE ESTA CIUDAD!

 

Grito con todo lo que le daba los pulmones, temblando frenéticamente, sin importarle ya que había sido descubierto, tan solo le quedo sacarse del cuerpo lo que verdaderamente creía real para él. A su cabeza vinieron cientos de recuerdos, sus magníficos trabajos genéticos, la masacre del pueblo Mao, sus experimentos con el chico albino que lamentablemente escapo de sus manos tan rápido como llego, las estupideces de Rashi y Fennec, para él, siempre fue mejor que el resto de la misma humanidad, su cerebro e intelecto estaban por encima de esa masa enardecida que lo rodeaba, cada vez más cerca, cada vez con su cólera brotándole de la piel, sintiendo como una multitud de manos lo jalaron de un lado a otro, rompiendo sus ropas, sus lentes, jalándole el cabello, brazos, piernas, golpes sobre su piel blanca, el sabor metálico de la sangre brotando a borbotones. Entre mas lo lastimaban menos sentía, tan solo quedo tendido en el suelo, mirando como entre los pies de la muchedumbre se perdían sus envases criogénicos, eso fue lo único que lamento hasta el final, con las lagrimas recorriéndole las mejillas reventadas, perdiendo un poco cada vez los sentidos hasta que el golpe seco de una bota sobre su cabeza termino de mandarlo al otro mundo, quedando tan solo su cráneo desparramado en el suelo, la masa lo consumió en su frenesí de venganza, y así acabarían uno a uno con todos los inmiscuidos con el poder en no.6

 

Mientras la ciudad hierve entre protestas, sangre y gritos, fuera de sus muros había otro tipo de emociones, sentimientos encontrados, verdades que decirse antes de que sea demasiado tarde. Así lo veía Sanri, sentado en un banco de piedra solitariamente en el patio trasero de la casa, acumulando recuerdos por todo lo vivido en menos de 24 horas, viendo el cielo nublado y grisáceo, parecía que iba a nevar esa noche, sería una larga y fría noche para no olvidar.

 

-¿Pretendes congelarte el trasero allí sentado? – su voz fue algo brusca y cansada, realmente Inukashi no sabía cómo tratar con ese hombre tan impertinente –

-Aunque no lo creas el banco de piedra es muy cómodo – sonrió a medias mirando como la chica parecía debatirse en tomar asiento junto a él – Podría acostumbrarme a estar aquí.

-Las visitas se van, no se quedan. – Gruño fingidamente tomando asiento junto al mayor –

Un silencio incomodo se presento, ambos con las miradas perdidas en el jardín frente a ellos, algunos de los perros de Inukashi habían tomado asiento en el suelo rodeándolos, en ese momento Sanri pensó en que ella era una chica de gran corazón, nadie atraería a los animales si no fuera bueno en su alma.

 

-Gracias.

-mmm – El ayudante de Rou volteo a verla sobresaltado por la palabra que escucho salir de los labios de Inukashi –

- ¡No me mires como si fuera un fenómeno! Te doy gracias porque ayudaste a Shion y al ratoncito… y ahora también a su madre y a los otros dos niños.

-¿Porque siempre ocultas algo tan hermoso como los sentimientos? – su mirada ambarina se poso fijamente en el rostro del domador de perros –

-Eso no es tu pro…

 

Súbitamente fue apresado entre unos brazos tibios, sintiendo como aquel hombre alto y fuerte lo volvía uno con ella, sintiendo el aroma a medicamentos en su ropa, su calorcito extraño, paralizándose en el acto cuando se encontró frente a frente con su rostro color canela, mirándolo a los ojos como si pudiese escudriñarle el alma misma. Y no supo qué hacer, sus manos temblaron incapaces de ni una sola seña a sus perros que descansaban en el suelo, y sintió por primera vez los labios de un desconocido, un beso tímido, corto y súbito, nada profundo, nada demandante, nada sobrepasado, tan solo un mínimo contacto que se fue tan rápido como sucedió.

 

-Debo irme, tan solo quería despedirme de ti, lamento si te robe un beso, pero… es lo único que puedo hacer ante alguien como tú, quizás regrese y esos muros que has levantado ante ti caigan, cuando estés lista para eso, yo volveré…

 

Inukashi aun estaba paralizado en el banco, con el cuerpo contraído por el abrazo, su boca sintiendo un hormigueo extraño. Jamás la habían besado, tan solo conoció el sexo duro de una violación, pero jamás un beso, nunca una muestra de ternura breve como la que Sanri acababa de atreverse a ejecutar. Y a su cabeza finalmente vino el retumbe de esas palabras de despedida, el ¨debo irme¨ y el alma se le fue como si cayera por un precipicio, su corazón se comprimió horrores ante la frase, fue como si le clavaran cuchillos, no se sentía nada bien eso, y lo que le molestaba ella estaba acostumbrada a destrozarlo, reventarlo y apartarlo de su camino, incluido el sentimiento de impotencia que Sanri había creado en ella maliciosamente.

 

-¡TU NO VAS A NINGUN LADO! – prácticamente salto del banco sujetando el brazo de Sanri, sus perros hicieron algo parecido poniéndose de pie alertas, con los colmillos expuestos y rodeando a la pareja –

- ……….

-¡No vas a irte después de esto! Como te atreves a besarme, maldito aprovechado. – Siguió apresando salvajemente las ropas del castaño, con su mano temblorosa por las emociones encontradas, no sabía que mas decir, tan solo sentía que si lo dejaba ir no volvería verlo más nunca, y eso no le gusto –

- Mi despedida no es un para siempre – sonrió con diversión, Inukashi había dejado ir la verdad con sus acciones – Realmente quiero estar aquí muchas veces mas, venir a visitarte y traerte algo bonito, comprarte un vestido… debes verte hermosa en uno de esos, salir a pasear quizás, pero aun no.6 debe cambiar, aun está agonizando y cuando todo se calme yo volveré para verte, para invitarte un helado y discutir por horas sobre que puedo o no puedo robarte, como ese beso.

-¡IDIOTA! ¡NO ME GUSTAN LOS VESTIDOS! ¡NO QUIERO UN HELADO!... ¡LO QUE QUIERO ES QUE VUELVAS MIL VECES MAS PARA DISCUTIR LO ESTUPIDO QUE ERES AHORA, MAÑANA Y SIEMPRE!

-Entonces lo prometo – se dio media vuelta sujetando el rostro de Inukashi entre sus manos, con una ternura infinita – Te prometo que regresare y seguirás discutiendo conmigo.

 

Esa fue una especie de despedida, después de ello no se dijeron mas nada, Inukashi lo soltó dando por terminada la pelea, no había nada que hacer salvo esperar que el idiota ayudante de Rou cumpliera con su parte del trato. Tan solo se quedo mirando como este tomo sus cosas y salió de la casa sin despedirse de nadie, pensaba que había una atmosfera tan serena con el retorno de Nezumi que él no quería opacar la felicidad con una despedida repentina, la única persona que lo vio partir era la que mas deseaba volver a ver, con eso le bastaba.

 

Así Inukashi volvió en sus pasos para conocer mejor al nuevo ratoncito que la rata de Nezumi había traído con él, pudo verlo un fugaz instante cuando Sanri lo tomo en sus brazos y le indico que fuera ayudar a Karan y la niña. Subió las escaleras seguida de algunos de sus perros, hasta la perrita castaña que custodio a Shion cuando llego estaba a su lado, pegada a sus talones, sabía que ella solo sentía su tristeza por la partida de Sanri, pero ya eso era harina de otro costal, ahora la realidad estaba dentro de la habitación a donde entraría, paso sin tocar si quiera, encontrándose una escena realmente tierna, Shion y Nezumi sentados en la cama con los niños en sus brazos, disfrutando de una conversación apacible con Karan que también estaba sentada a la orilla de la cama muy al pendiente de todo los detalles que la pareja relataba de su vivencia juntos.

 

-Inukashi, acércate – Shion fue el primero en verlo parado en la entrada de la habitación como limitada a solo observarlos sin interrumpir – Quiero que conozcas a Ren.

-¿Ren? – dio unos pasos dentro hasta el borde de la cama donde estaba el albino recostado con uno de los bebes en sus brazos –

- Te presento a Ren – con una enorme sonrisa en los labios extendió el bebe ante Inukashi para que lo cargara –

 

La castaña lo cargo con torpeza, evidentemente impresionada por la similitud entre este bebe y Shion, el otro pequeño ratoncito se parecía a Nezumi, pero esta criatura era una copia fiel del albino, con sus cabellos blancos y sus mejillas regordetas, era realmente tierno, sin querer se quedo ensimismada con la criatura, pensando mil cosas que no se atrevía a decir, pero Shion si decidió contarlas para que la situación fuera clara de aquí en adelante.

 

-Él es uno de mis óvulos… los científicos de no.6 lograron extraer muestras y pues… él es el resultado.

-¿De quién es? – los labios de Inukashi se movieron casi que por inercia –

-Renka, así se llama la mujer que lo gesto, ella fue una víctima más de esta ciudad, así como lo fue Shion y lo ha sido todo el mundo. – Karan se puso de pie también acercándose donde Inukashi, estirando su mano para acariciar la mejilla del bebe que tanto ella ha protegido – Renka… debemos rescatarla a ella también, la deje sola en esa casa y esta tan perdida en su propio sufrimiento.

 

Las palabras de Karan estaban cargadas de dolor, se había llevado a los dos hijos de Renka, bueno, uno de ellos, ya que Ren realmente nunca le perteneció y ella tampoco lo tomo como tal, pero Lili si extrañaría a su madre, ella no podía alejar a la niña de su familia, tarde o temprano aparecería el padre de Lili para reclamarla, y si no se aclaraba la situación también reclamaría la paternidad de Ren ya que él no estaba al corriente de la verdad sobre el niño que creía suyo y de Renka.

 

-La situación en no.6 es caótica, no podemos volver dentro, las cosas están alteradas después de la caída de los dirigentes, las informaciones que llegan son confusas. – Nezumi se había mantenido atento a los pormenores que ocurrían, salir de la ciudad no era seguridad de que las cosas ya estaban bien, al contrario, ahora todo era un ir y venir de chismes, rumores y mucha muerte, la población se había sublevado y había una especie de cacería de brujas dentro de Chronos –

-El señor Rikiga está tratando de buscar información más confiable – Shion ya estaba al tanto de todo también –

-¿Rikiga? – Karan sintió tan familiar ese nombre, lo recordaba vagamente de algún lado en su juventud –

-El viejo borracho siempre habla de usted, dice que la conoce de cuando eran jóvenes – Inukashi respondió socarronamente a la duda en Karan –

- El también ayudo a rescatarte, mama.

- Entonces tengo que darle las gracias a él.

 

Karan quedo con la duda sobre el hombre que ayudo a salvarla, ya quedaría oportunidad de conocerlo, y ahora lo que necesitaban era descansar, estaba física y emocionalmente agotada por tantos sucesos al mismo tiempo. La noche paso realmente rápido, no había dormido tan plácidamente desde que su hijo Shion desapareció, siempre con el sueño ligero, pero ahora le costó despertar así fuera ayudada por unas manitos pequeñas y una voz angustiada que repetía el apelativo que le daba una tierna niña que cuido.

 

-Seño… ¡Seño despierte! – gimió quedito casi que encima de la nombrada castaña –

-¿Lili? – se volteo pesadamente en la cama para verla, se había quedado dormida junto a la niña en la habitación que Inukashi les ofreció cuando llegaron inconscientes –

-¿Dónde estamos? ¿Dónde está mi hermanito?... ¿mi mama? – Las lágrimas ya recorrían el rostro tierno de la niña, su angustia crecía junto a la confusión de todo lo que la rodeaba –

-Calma, todo está bien – se sentó tomando entre sus brazos a la pequeña, susurrándole que no llorara, que estaban a salvo y todo regresaría a la normalidad –

 

La pequeña seco su rostro con los puñitos al tiempo que asentía nerviosamente con su cabeza, confiaba ciegamente en Karan, siempre había sido buena con ella y con su hermanito Ren, cuidándolos en todo momento hasta ahora.

 

-Vamos a levantarnos, te arreglare un poco para que vayamos a ver a alguien especial. – peino con sus dedos la cabellera desordenada de Lili –

-¡Veremos a mami! – sonrió enorme, iluminada por la idea –

-No, Lili… tu mama aun se encuentra algo lejos, debemos ser pacientes para poder verla, pronto se encontraran y podrán estar juntas, pero ahora yo estaré cuidándote y a Ren también, el está a salvo aquí junto contigo. – no tenia alma para explicarle que no sabía cómo se encontraba Renka, y ni podría hacerlo jamás, tan solo rogaba que las cosas se calmaran lo suficiente para tener información de ella –

 

Luego de esa explicación y de que Karan arreglara a la niña, ambas se dirigieron a la habitación de Shion y Nezumi, era temprano y procuro tocar antes de entrar, su hijo quizás estaba dormido descansando, el recién parto y su labores de padre le consumirían todas las energías disponibles. Para su alegría la voz de Shion indicando que pasaran le animo, Lili estaba intrigada por lo que estaba en esa habitación, notando de inmediato como al fondo sentado en una mecedora estaba el chico de cabellos blancos que ella recordaba perfectamente por la foto que la seño guardaba con tanto cariño en la pastelería.

 

-Shion, quiero presentarte a Lili, Lili el es mi hijo Shion – empujo con suavidad a la pequeña para que se acercara donde el nombrado albino –

-Hola Lili, pasa… - el nombrado sonrió estirando su mano para que ella se acercara, la niña lucia asombrada con sus ojitos puestos en el – Encantado de conocerte.

-Es igual al de la fotografía – dio unos pasos más cerca de Shion hasta que noto como cargaba algo entre sus brazos – ¡woooo un bebe! ¡Es un bebe!

-Sí, el es mi hijo… se llama Nozomi – el albino sonrió orgulloso mostrándole un poco al pequeño niño que dormía plácidamente entre sus brazos –

-¡Yo también tengo un bebe! Es mi hermanito Ren, y se parece a ti, tiene el cabello blanco y es chiquito… - con emoción Lili se alzo en la punta de sus pies para hablarle más cerquita del oído a Shion – Y sabes, llora mucho y no come nada, seño dice que es porque esta pequeño, pero tu bebe no llora y se ve muy lindo dormido y es igual de pequeño que mi hermanito.

 

Para ese instante Karan y Shion cruzaron miradas tristes, como le explicarían a esa pequeña que su hasta ahora hermanito, no lo era en realidad, tan solo fue una especie de préstamo momentáneo que la bizarra no.6 hizo con él.

 

-Lili, creo que debemos bajar a desayunar, debes tener hambre – Karan sintió que Shion estaba incomodo con la situación, poniéndolo entre la espada y la pared con esa pequeña que no tenia culpa de nada y que al final tendrían que lastimar con la verdad –

-¿Donde está Ren? – Pregunto seriamente, mirando la habitación de un lado a otro hasta que noto la pequeña cuna blanca junto a la cama, dentro había algo que estaba revolviéndose entre las mantas – ¡ALLI ESTA!

 

Karan no pudo detenerla, Lili estaba tan feliz de ver a su hermanito que sin importarle nada se pego al borde la cuna alzándose en la punta de sus pies, mirando dentro como el pequeño bebe hacia amainos por despertar, quejándose en un principio para después soltar un estridente llanto que tan bien conocía Lili de tanto escucharlo.

 

-¡Tiene hambre seño! – estiro su manito entre los barandales de la cuna tomando la manito del bebe que seguía llorando – No llores hermanito… ya la seño te dará tu biberón.

 

 Con mucho cuidado Shion se levanto de la mecedora para dejar a Nozomi en brazos de una triste Karan, esta noto de inmediato las lagrimas que estaban por desbordarse de los rubíes ojos de su hijo, se le partía el alma de pensar en cómo Shion afrontaría esta realidad.

 

-Lili ¿me ayudas a cambiarlo? – Shion saco al bebe de la cuna con mucho cuidado –

-Yo sé cómo se hace, la seño me enseño – una enorme sonrisa se apodero del rostro de la pequeña –

 

Con toda la ternura del mundo Lili se afano a ayudar al albino con el bebe, le cambiaron la ropa y después el pañal mojado con el pequeño llorando estridentemente, parecía que aun no se acostumbraba a que tendría una comida segura con su verdadera madre. Mientras todo esto sucedía Shion le preguntaba a Lili sobre su madre y como era estar en casa con Ren, por algún motivo quería información para manejar mejor los sucesos.

 

-Lili, quiero decirte un secreto – Shion tomo entre sus brazos al bebe para después acodarse en la mecedora con el –

-¿Cual? – miro expectante mientras el albino movía suavemente la mecedora adelante y atrás para calmar a Ren –

-Tu mama me ayudo a tener a Ren en mis brazos – centro la mirada en el niño que estaba realmente furioso buscando el pecho del albino – Pero ella no pudo seguirlo cuidando y tú lo sabes mejor que nadie.

-Si… - la niña recordaba perfectamente como Renka jamás lo cargaba y era la seño quien se ocupaba de él, en su pequeña mente infantil creía que su mama estaba muy cansada y no podía con Ren y su llanto incesante –

-Ahora yo lo estoy cuidando, el ya no llorara mas por hambre, ni por dolor… - con mucho cuidado acomodo al bebe en su brazo izquierdo, descubriendo su pecho para que el pequeño finalmente saciara su apetito – Vez, el está feliz ahora.

-¿Eres como una mama? – miro asombrada al bebe que ya estaba calladito comiendo –

-Algo así – sus mejillas se sonrojaron ante el comentario – Te prometo que voy a cuidarlo mucho, el es mi hijo también.

-Lili, Ren se parece a Shion, es igual a él y tu mama estará contenta de que el pueda cuidarlo bien – Karan se acerco también acariciando la cabellera de la niña, necesitaba ayudar en esa confesión – Ren ahora es un bebe feliz y sano gracias a Shion.

-Entiendo, pero él es mi hermanito, siempre será mi hermanito. – sujeto la manito del bebe que también dejo de comer para ver a Lili, dándole una pequeña sonrisa infantil – Ve, el sabe quién soy ¡soy su hermana mayor!

-Y siempre lo serás – Shion le hablo con dulzura, sabiendo que esos lazos no se romperían nunca así le explicara que Ren no llevaba ni una pisca de su sangre en las venas – Estarán cerca uno del otro, podrás verlo y estar con él cuando quieras.

- ¿Me lo promete? – extendió su dedo meñique frente a Shion –

- Es una promesa – el albino entrelazo su dedo meñique con el de Lili – la cumpliré siempre, lo cuidare y amare, y tu podrás estar con el cuándo lo desees, jamás dejaras de ser la hermana mayor, te lo prometo.

 

Para los niños no existe la intriga, la venganza, el odio o el resentimientos, pero si existe el recuerdo bonito, las risas, los llantos, la alegría de unos brazos cálidos y una mano dulce. Lili no necesito mucha explicación para entender que Ren estaría bien con Shion, en su cabecita solo comprendió que ella vendría e iría una y otra vez para compartir con su hermanito llorón.  

 

Y el tiempo nunca deja de moverse con realidades que aún faltan, la ciudad de no.6 había sido declarada como zona de conflicto, los dirigentes de las restantes ciudades hicieron sus mejores esfuerzos por enviar ayuda militar, civil y diplomática. En un conjunto de decisiones unánimes de los gobernantes restantes, se declaro a todo hombre o mujer con cargos altos ser detenidos, se revisarían minuciosamente el papel y las funciones de los servicios científicos y de búsqueda y captura. El mal llamado servicio de limpieza fue desmantelado y juzgados con todo el peso de la ley.

 

Las verdades comenzaron a salir a la luz, las investigaciones científicas, el banco genético que recababan, el problema poblacional y las últimas estratagemas de Fennec para seguir eternamente gobernando por medio de sus genes, los cuales realmente nunca llegaron a proliferar ya que el galeno los sustituyo con los suyos propios y la base genética del desaparecido pueblo Mao. Una cantidad de mujeres gestantes se enteraron de la verdadera genética de sus hijos no natos, todos nacidos de una locura. La verdad no resulto agradable para muchos, entre ellos el esposo de Renka y padre de Lili, Getsuyaku había retornado a no.6 unos pocos días después de las explosiones, cuando la ciudad volvió a la calma, primeramente encontró a su esposa Renka recluida en una clínica, había sido rescatada de la zona más conflictiva en Lost Town, pero con ella no estaban sus hijos, así el pobre hombre se dedico a la búsqueda desesperada de Lili y Ren, su búsqueda cayó en una cruda verdad cuando los noticieros revelaron la verdadera procedencia de todos los niños nacidos ese año en no.6, Getsuyaku no supo qué hacer, aun le quedaba Lili, el otro bebe ahora resultaba todo un misterio que le carcomía el alma. Pero la verdad siempre reluce, la misma Karan ayudada por Rikiga y Nezumi hicieron el contacto entre ellos y el padre de Lili, fue un encuentro doloroso en las afueras de no.6, Lili estaba feliz de ver nuevamente a su padre y a su madre que aun se recuperaba poco a poco con ayuda psicológica, pero el hombre en ningún momento pregunto por Ren, tan solo acepto la verdad, ese niño jamás les perteneció, pero le prometió a Karan que dejaría a Lili reunirse con él, los lazos entre esos niños si seguirían existiendo a pesar del tiempo.

 

Otro suceso importante fue la liberación de los civiles capturados por el servicio de búsqueda y captura, poco a poco las personas que no comulgaban con no.6 se vieron libres de decir lo que sentían, eso sí, los culpables de muertes, asesinatos o terrorismo si recibieron el castigo acorde a la ley. Viejas leyes cayeron, muchas personas fueron sacadas de las listas negras de captura, entre ellas el viejo Rou, finalmente después de más de una década de luchas, su cabeza no era perseguida, ya no tenía que ocultarse, podía vivir libremente, y así lo decidió poco a poco. Tomando como primer acto el visitar a Nezumi y Shion. Su salida de los ductos fue una experiencia karmica, tan cambiado estaba todo, tan lejos y a la vez tan cerca que estuvo siempre su libertad, sobrevivió a Fennec, a Yoming, a no.6, era uno de los últimos hombres que llevo en sus manos el estandarte de la primera generación, y el perfecto final feliz para él fue conocer a los hijos de Nezumi, con un encuentro corto y lleno de sentimientos encontrados, en esa pequeña visita llevo a su discípulo Sanri que cumplió finalmente con su palabra de regresar, para una oculta alegría en Inukashi, y de allí en adelante esas visitas se repetirían una y otra vez.

 

Y así unas semanas se volvieron medio años, Nezumi y Shion adoptaron el anexo que Inukashi les brindo como hogar, arreglándolo a las actuales necesidades de una familia de cuatro integrantes, ya que Karan acabo viviendo junto con Inukashi, parecía entender perfectamente que Shion y Nezumi necesitarían su privacidad y espacio personal para desarrollarse como pareja, padres y familia. El verano en pleno traía consigo vientos de cambio, la ciudad estaba volviendo a la calma, se declaro un cambio de dirigentes y de estructura jerárquica, los muros fueron derruidos entre las clases de Chronos y el resto, claro, el cambio no sería tan rápido, aun estaban las mentalidades cuadradas que se aferraban al anterior modo de gobierno, pero poco a poco todos descubrían que podían vivir realmente, que ya no eran ovejas directo a un matadero, tenían decisiones que tomar, tenían ahora que ¡vivir!

 

El jardín de la casa lucia hermoso y radiante con el sol del verano, los perros correteando de un lado a otro. Sentado en el mismo banco de piedra que meses atrás fue el protagonista silencioso de una despedida entre Inukashi y Sanri, se encontraba Shion, a solas, dándose un merecido descanso a su rol materno, cuidar de dos enérgicos niños de seis y ocho meses no era tarea fácil, así Karan y Nezumi ayudaran mucho, pero él se sentía con la mayor responsabilidad ya que era la madre de ellos. A sus pies se postro un perrito pequeño, moviendo la cola apenas el albino estiro su mano para acariciarle la cabeza, ese perro era el cachorrito debilucho que alimento con esmero, que cuido y acuno para que sobreviviera, era como otro hijo de Shion.

 

-Hola Nezumi… - sonrió enorme al recordar las noches sentado frente a la chimenea con él y sus hermanitos –

 

El animal dio varias vueltas alrededor del albino, finalmente se echo a sus pies como tomando la misma calma y serenidad del chico. Shion permaneció largo rato sentado hasta que sintió como algunos de los perros de Inukashi empezaban a ladrar emocionas, todos dirigiéndose hasta la entrada del jardín, algo interesante llegaría, siempre era así cuando los perros ladraban, había aprendido a interpretarlos tan bien como Inukashi.

 

-Shion – la voz de alguien conocido resonó en el jardín –

 

El chico volteo hacia la casa, logrando ver a su querido Nezumi de pie en la entrada con sus dos hijos en los brazos, Ren parecía muy metido en chupar su pulgar mientras sujetaba un pequeño peluche de ratón color gris que la abuela Karan le había hecho a mano, y Nozomi, pues él estaba más interesado en chuparse los mechones de cabellos azul oscuros de papa, le encantaba jalarle la cola de caballo hasta dejarlo despeinado. Shion se quedo ensimismado, la estampa era algo que jamás imagino ni remotamente ver en su vida, ni cuando acabaron allí heridos y huyendo de los esbirros de no.6, esto parecía una fantasía maravillosa de la cual no quería salir, era demasiado hermoso para pensar en despertar.

 

- Su majestad ¿podría ayudarme con los príncipes? acabare loco yo solo… - sentencio con sorna acercándose donde el albino aun sentado en el banco de piedra –

- Lo siento – tomo entre sus brazos a Ren que en seguida dejo de chupar su dedo para sonreírle a su madre – Se me fue el tiempo aquí… es tan relajante.

- Sí lo es, si no tomas en cuenta a los sacos de pulgas que ladran a cada rato por todos lados. – Nezumimiro a los perros que seguían como emocionados en la entrada del jardín –

- Nezumi…

- No cambiare, eso ya lo sabes pequeña majestad.

- Creo que si has cambiado más de lo que imaginas y ni te has dado cuenta – sonrió sutilmente viendo a su hijo Nozomi muy metido aun en chuparle el cabello al ojigris –

- No lo sé – se acerco al albino robándole un beso tibio – Pero me gusta lo que somos ahora.

- Somos padres, pareja, amigos… somos lo que somos y mas nada. – sintió el brazo de Nezumi pasando por su cintura, acercándolo más aun a él en el banco –

-Se te olvido lo más importante Shion – mascullo mirando a los niños, descubriéndose un apasionado por sus hijos, así Ren no lleve su sangre directamente, pero imposible negar que también lleva la sangre de su pueblo, eso lo hace carne de su carne a un nivel superior – Somos familia.

 

Ellos se consiguieron en este mundo que es un pañuelo, donde no existe la casualidad pero si las causalidades, se vieron como captor y capturado, como rehenes de un mismo mal, se descubrieron en el arte de ver por debajo de la piel y por dentro de los cuerpos, vieron sus almas, se enamoraron de lo que hay dentro, allí es donde hay que ver siempre, porque lo que esta ante tus ojos es transitorio, cambia, muta y se transforma, pierde el brillo, envejece y muere… pero lo interior, esa esencia maravillosa de vitalidad, esa energía que no tiene forma ni color, allí es donde todo vale realmente, ni el sexo, la apariencia, el dogma o la religión, todo cae cuando de amor se trata, cuando las almas predestinadas deciden recorrer el mismo camino y surcar dificultades, aferradas de la mano creyendo que hay un final feliz en el camino que llamamos vida. No todos llegamos a conseguirnos esa alma, a veces si, a veces no, pero nada cuesta pintarnos el corazón de blanco para alojar al amor.

 

 

FIN

 

 

Notas finales:

Primeramente gracias dios por darme vida, por dejarme culminar este fic que llevaba más de tres años en proceso, vio la luz con una idea de mostrarles desde mi humilde punto de vista como sería una relación amorosa, intima y diferente entre Shion y Nezumi. Quede extasiada de lo que ha salido, de lo que es y de lo que fue, me da nostalgia saber que termino, pero sin embargo estoy feliz conmigo misma porque pude hacerlo, así sufriera mucho en ese camino, ya saben que estuve enferma y que aun lucho con esos dolores físicos, pero no me importa ya, estoy bien y estaré mucho mejor cada día que pase de aquí en adelante. Gracias a las lectoras y lectoras que me siguieron pacientemente durante todo este recorrido, gracias por sus comentarios, gracias por sus opiniones, gracias por su apoyo y sus buenos deseos, todos me dieron mucha fuerza para seguir, gracias por leer y por ahora seguir adelante, continuare con mis otros trabajos, les debo seguir De Sangre y mi nuevo trabajo saigenos Power Love, las fuerzas continúan y la imaginación también…


 


¡GRACIAS!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).