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Blanco Corazon por RAMSIN

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Notas del capitulo:

despertar de la fantasia, saberse un prisionera de un misterio.

Bienvenidos, creo que esto era algo que esperaba hacer con mucho cariño, mi segundo intento con No 6, ahora lo de siempre, este fic es un Nezumi x Sion, Yaoi (como no serlo si en el manga, anime, novela, eso es más que obvio XD ), Mpreg ( si soy la primera en esto, perfecto, si no, avísenme quien tuvo esta genial idea primero para leerla ja ja ja ), otra cosa, medio universo alterno, entenderán mientras leen a que se refiere eso, muchas cosas, si saben cómo es mi modo de llevar las tramas, se divertirán un mundo, sufrirán otro más y los dejare en vilo de vez en vez. No digo más, solo disfrútenlo que esto es algo que vale la pena leer.

Blanco Corazón

Capítulo 6

Viviendo con el enemigo

Quedo paralizado, estaba en una especie de transe, un mutismo inquietante por lo sucedido, realmente todo lo que le pasaba en ese instante era para aterrarse, había sido drogado, secuestrado y engañado por aquel extraño de ojos metálicos. jamás habría imaginado ni en la más remota, exótica ni loca pesadilla algo de ese calibre, sinceramente no le dolió mucho el secuestro, no era normal pero si entendible desde el punto de vista racional, quizás querían algo de él, alguna cosa extraña, pero lo que si le dolió en lo más profundo de su alma fue la careta caída de Eve, esa hermosa y delicada figura estaba deshecha en su corazón, ahora solo quedaba un hombre camaleónico como jamás conoció, un perturbador ser con ademanes elegantes y una boca soez.

- recuerda respirar pequeño Sion o te hiperventilaras. - Nezumi lo saco del estado autista en que quedo su rehén -

- ¿por qué? - un débil susurro fue su única palabra -

- ¿por que qué?

-¿porque yo? ¿Porque tú? ¿Por qué Eve? ¿Porque todo esto? - hablaba pausado, con unos ojos de perro desfallecido y labios temblorosos -

- no te lo tomes a modo personal, pero yo no hice nada especial, tu decidiste fijar tus ojos inexpertos en lo que te pareció bello y sublime. - sin prisa se acunclillo frente al albino, estaba curioso por oír mejor sus dudas -

- ¿por qué?

- te estás volviendo repetitivo y eso aburre. - estiro su mano hacia la cabeza de Sion pero este le atajo la muñeca mas por acto reflejo que por quererlo hacer -

no me toques.

- el conejito tiene dientes. - se deshizo del agarre con un manotazo - compórtate o tendremos problemas.

el peli azul se alejo de Sion con un aire molesto, parecía pensar seriamente en el lio que se había metido, todo por beneficio de su investigación, de vengar y dejar al descubierto lo podrida que estaba esa ciudad de ilusiones.

- te hice una pregunta. - Sion hablo en un tono más fuerte y molesto -

y yo te hice una advertencia, se buen niño mientras mamá hace la cena.

Allí murió la discusión, Sion aun estaba lo suficientemente perturbado como para no entablar una discusión, es más, estaba tan fuera de su espacio y realidad que paso más de una hora sentado en el sofá, sin moverse un milímetro si quiera, su pobre mente era un caos, un enorme y furioso caos de información contradictoria.

mientras, en Chronos, Karan veía una y otra vez la hora en el panel digital de la cocina, estaba culminando la cena pero su cabeza estaba más metida en la tardanza de Sion, ya pasaban de las 10 y no aparecía, había marcado a su brazalete para saber de él pero nunca contesto. su corazón de madre le intuía algo, había algo raro en el ambiente y no solo por su hijo, en ella siempre hubo una pequeñita llama de aventura, más bien un incendio que controlo en su temprana juventud, y su hijo le comenzó a avivar nuevamente con las preguntas y dudas sobre el servicio de salud.

- Sion responde. - hizo su intento numero 9 por localizarlo - esto no me agrada...

- chic... chic...

El sonido alerto a Karan, casi da un salto atrás cuando vio a un pequeño roedor negro sobre el mesón de su cocina, era inverosímil, ese lugar y diría que todo No.6 estaba libre de alimañas. El animalito más que aterrarla o sacarla de la cocina espantada la dejo boquiabierta, el ratón de pelaje negro al obtener su interés se atrevió a dejar a la vista una pequeña capsula blanca y roja que con su pequeño hocico arrimo hacia Karan.

chic... chic... - ladeo su cabecita en son curioso -

- ¿que llevas allí? - estaba temblorosa pero llena de curiosidad, estiro la mano un poco esperando que el ratón huyera pero no lo hizo, se quedo quieto restregando sus patitas delanteras contra sus bigotes -

Al final Karan se armo del suficiente valor para tomar entre sus dedos la capsula, su mirada curiosa paso al asombro cuando logro abrirla y una pequeña esquela de papel blanco cayo a sus pies.

parece una nota. - se agacho tomando el minúsculo trozo de papel que contenía una escueta frase escrita - Sion...

Lo que decía la carta era lo siguiente: "Sion esta bien, en un sitio seguro".

- ¿mi hijo en un lugar seguro?, pero... - miro al ratón con ojos desorbitados, ese animalito había sido enviado por alguien y ese alguien tenía a Sion seguramente - ¿qué está sucediendo?

chic. - el ratón volvió a moverse rumbo a la capsula abierta sobre el mesón, restregando su nariz contra ella -

- ¿quién está jugando con mis emociones?, ¿acaso tu amo me quiere torturar con este juego?, mi hijo pronto llegara a la casa... si, y esto será solo una broma de mal gusto.

Sin prisas arrugo la nota guardándola en su mandil rosa pálido que siempre usaba para cocinar. El ratón de pelaje negro la observo unos segundos más hasta que pareció cansado de esperar, tomo la capsula entre sus patitas, la cerro y desaparición con ella en el hocico tal rápidamente como había aparecido.

Karan volvió a intentar comunicarse con Sion pero fue imposible, algo como una fuerte opresión, un presentimiento de madre le invadía completamente, sus dudas inusuales estaban volviéndose realidad con el paso de las horas. El roedor que se le presento en la cocina parecía no estar jugando. Entre dudas sus manos volvieron a sacar el papel del bolsillo, mirándolo una y otra vez consternada.

- ¿donde estas mi querido Sion?. - busco con la mirada al ratón pero este ya había salido de la casa -

Retornando donde Nezumi, este se ocupo de preparar algo de comer, estaba culminando todo cuando sintió una sombra moviéndose cerca suyo, en un segundo tomo el cuchillo con el cual estaba pelando verduras y lo lanzo certeramente a la pared contraria a el, el metal vibro violentamente al clavarse, la sombra de hacia unos segundos quedo expuesta, temblorosa y pálida por el ataque a centímetros de él.

- ¿a dónde vas? - sentencio tranquilamente al conmocionado albino -

- un... un... baño. - tartamudeo todavía con la mirada clavada en el cuchillo de cocina que pudo matarlo si solo se hubiese movido unos centímetros mas -

por ese pasillo. - señalo con su dedo - y eso fue una pequeña advertencia, no te desvivas por buscar una salida chico listo, estas en un sitio hecho especialmente para evitar que entren o salgan fácilmente.

... - Sion trago grueso, ese hombre de ojos metálicos parecía leerle la mente y sus acciones - no voy a escapar.

magnifico, porque esta lista la cena. - sonrió tiernamente al albino - lávate las manos.

"está loco... tiene que estar loco para actuar de ese modo" - eso se repetía mentalmente el pobre Sion con cada minuto que pasaba encerrado allí -

y no estoy loco, solo busco la verdad. - afilo la mirada con un brillo que opacaría al filo del cuchillo lanzado -

A Sion le quedaba una sola cosa en claro, o el era muy predecible o realmente Nezumi era un demonio. quería escapar, deseaba desaparecer de allí rápidamente, estaba muy enfadado con el mismo por caer tan bajo, entre esos pensamientos dio con una pequeña puerta pintada de azul claro, estaba un tanto oxidada y envejecida pero abrió fácilmente trayéndole a la realidad un baño amplio, de paredes revestidas en madera y un piso de algo parecido a piedra, en una esquina había una gran tina, más bien parecía un tanque de agua adaptado a tina por la impecable redondez del mismo, estaba vacío y al Sion asomarse comprobó su teoría, la tina parecía la propia copa de champagne. Se quedo parado allí meditabundo hasta que las evidentes ganas de orinar lo devolvieron a su misión, junto a la tina improvisada estaba el excusado y frente a él un lavabo de cerámica color azul oscuro.

- no hay salida. - susurro mirando con detalle minucioso a su alrededor mientras orinaba -

Sion - sin contemplación la puerta del baño fue abierta por el ojigris -

aahhh... - gimió asustado y tratando de ocultar sus partes nobles del recién llegado -

además de inocente estas lleno de pudor. - sonrió malicioso reclinándose del marco de la puerta -

- ¡estaba ocupado! - logro articular con el rostro rojo brillante -

- ¿y si hubiese estado vestido de Eve... te seria menos incomodo este encuentro? - hablo al tono de la actriz -

- seas quien seas... ¡es incomodo! - subió torpemente la cremallera de su pantalón. -

esta lista la cena. - siguió con la mirada a Sion mientras lavaba sus manos y salía del baño -

- ¿no comprendo que quieres de mi? - lo encaro como pudo, temblaba muy dentro de el, recordaba y se contradecía mil veces al verlo, detallarlo. Los sentimientos eran ambiguos y difíciles de aceptar, ese ser fue Eve, su Eve de voz melodiosa y carácter delicado - ¿por qué Eve?

- ¿por qué no? - susurro al oído del albino repentinamente - si me prometes portarte bien podría vestirme de ella un rato, quizás así satisfaga tus deseos.

Sion apretó sus puños con fuerza, se sintió repentinamente airado, ofendido en su honor y dignidad, Nezumi era cruel con sus palabras y actos. Quería entender el porqué de tantos juegos y tantos riesgos solo por él.

me parecías mas atractivo de Eve.- hablo entrecortado y con sus mejillas encendidas en carmín, intentaba torpemente molestarlo si quiera un poco -

- fíjate que no me interesa.

- ... - quiso refutarlo pero Nezumi desapareció del lugar en su acostumbrado andar elegante -

debía huir de allí, primeramente calmarse un poco y pensar fríamente como deshacerse de la vigilancia, en algún momento Nezumi debía bajar la guardia, nadie puede permanecer alerta en más de 48 horas seguidas, ese sería su lapso de tiempo, se propuso escapar en 48 horas. Se tomaría con más calma su captura, sin despertarle sospechas al peli azul, un grado se sumisión frustrada calmaría la alerta y suavizaría el trato.

Sin discutir mas acepto el tazón de sopa humeante, se sentó solitario sobre el sofá y comió a duras penas, la garganta no le daba y su estomago no parecía gustoso de alimentarse, pero lo hizo, se comió todo y miro atento las acciones de Nezumi, este iba de un lado a otro con dos minúsculos ratones siguiéndole, uno blanco y otro castaño. Aquella escena le pareció jocosa al punto que sin darse cuenta estaba sonriendo solo.

- ¿perdiste el juicio? - Nezumi le interrumpió su observación -

- ¿cómo se llaman? - giro sus rubíes hacia los dos ratoncitos parados sobre el mesón donde estaba las sobras de la cena -

no tienen nombre. - se encogió de hombros desinteresado - eres más extraño de lo que imagine.

- mira quien lo dice, un hombre que hace travestismo y secuestra gente.

- no te secuestre, te salve.

Zanjo la conversación recogiendo los platos de la mesa, era preferible que ni el mismo Sion supiera muchos detalles de su propia captura, aun no.

- ¿salvarme?, ¿salvarme de qué? - en un segundo encaro al ojigris con la duda que lo carcomía a pasos agigantados -

- ¡haces demasiadas preguntas!

es obvio que las haga, estoy aquí atrapado contigo y no sé qué quieres de mi.

todo. - fijo sus ojos en Sion, detallándolo de modo casi morboso y obsesivo - quiero todo de ti pequeña damisela en apuros.

- ¡mentiroso! - sus mejillas estaban otra vez encendidas de rojo - no eres un violador, si lo fueras ya me hubieses ultrajado una y otra vez, no me alimentarias y no respetarías mis opiniones.

Nezumi dejo de golpe los platos que levanto del mesón, sonrió maliciosamente y en un segundo se lanzo sobre Sion, este quedo petrificado al sentir la embestida, su cuerpo se sintió casi como el de una muñeca de trapo cayendo sobre el sofá, sintió las rodillas de Nezumi apresando sus caderas, una mano fuerte y firme subió sus muñecas por encima de su cabeza, cerró los ojos instintivamente hasta que el frio metálico de algo sobre su tráquea lo obligo a ver.

sacas conclusiones a la ligera Sion. - tenía un filoso cuchillo a milímetros de la yugular del nombrado - y no me agradan los interrogatorios.

- viólame.

eh... - miro totalmente desconcertado al albino -

- ¡que me violes de una buena vez y déjame libre!

- ... - el cuchillo desapareció entre las manos de Nezumi al tiempo que se tumbo junto a Sion, estaba a punto de colapsar, pero de risa, el escuchar semejante petición fue estúpido y gracioso a la vez - ja... ja... ja ja ja!

no... No le veo lo gracioso a lo que dije. - se deslizo en el sofá separándose una prudente distancia del ojigris. -

eres un inocente al límite de lo posible. - suspiro largo y tendido, tenía mucho tiempo sin reír así - me caes bien así que no te voy a violar… todavía.

Sion lo miro perturbado, se sentía que recorría de un drama a una comedia, de sentirse con su vida en peligro a estar plácidamente conversando, eran muchas pero muchas cosas juntas que le daban jaqueca. Al final se quedo acurrucado en el sofá, no volvió a moverse de allí hasta que cayó rendido por el sueño, estaba en un lugar sin relojes, sin luz exterior que le indicara la hora y su cuerpo se rindió exhausto.

En Chronos la mañana volvía a despuntar, Karan se había quedado dormida sentada en la mesa de la cocina, no supo en que instante los nervios y la angustian perdieron la partida ante el sueño, solo un sonido lejano e insistente la termino de desperezar, era el brazalete repicando cerca suyo.

- ¡Sion! - no paso ni un segundo cuando estaba atendiendo la llamada - ¿alo?

-buenos días, estamos llamando del departamento de educación, queríamos informarle que su hijo ha sido seleccionado para realizar un curso especial en la ciudad No.3, todo el proceso de selección ha sido concluido y solo nos hace falta su aprobación y confirmación.

Karan sintió tan fría, vacía e inhumana esa llamada, la persona tras la línea debía ser como un robot. No olvidaba ni un segundo toda su conversación con Sion sobre la ciudad, de sus dudas y errores.

necesitamos que revise y firme los permisos que se le enviaron a su correo electrónico. Luego de ello indíquele a su hijo que debe presentarse hoy a las 5 de la tarde en la sede de estudios exteriores en la gota lunar.

yo... mi hijo... - estaba respirando agitada, su cabeza comenzó a darle vueltas, ¿qué hacer?, ¿qué decir?, informarles de la desaparición de Sion seria lo correcto pero algo en lo profundo de su alma le decía "todavía no". - yo le informare.

Tranco la llamada sintiéndose devastada, acababa de ocultarle información a la ciudad, su hijo era elite de la elite, alguien importante y que no sería obviado en ningún sentido. Pensó sobre a quién acudir en un momento así, estaba sola y sin ayuda, con nervios se movió al baño metiendo las manos en sus bolsillos recordando la escueta nota del ratón negro.

- ¿donde estarás hijo mío? - la arrugo contra su pecho anidando una extraña idea salida de la angustia. -

Karan comenzara a mover sus propias piezas en este ajedrez de la vida. Las casualidades no son tan inusuales, la ayuda estaba más cerca de ella de lo que creía. en un pequeño auto negro a las afueras de Chronos estaba Rikiga sentado solitario, con una pequeña portátil en manos, se encontraba recolectando y actualizando sus datos, los que obtenía de sus contactos más fiables, aquel hombre fue un periodista de investigación, estuvo metido en la inauguración de No.6 en el pasado, junto a el también otros que poco a poco comenzaron a notar patrones extraños en las cúpulas de la ciudad, sabía que investigarlos le traería problemas y así fue, poco después de la fundación de la ciudad su permiso como periodista fue revocado, degradado a un simple fotógrafo de pasatiempo y sus compañeros también perdieron sus beneficios con el pasar de los años.

Finalmente termino como un mediocre mujeriego, bebedor y editor de una revista clandestina para adultos, aun la corrupción existía en No.6. Escondida en la profundidad de sus entrañas y lista para ser vomitada gracias a él, Nezumi y otro grupo de colaboradores.

esto es una pérdida de tiempo. - el hombre suspiro audiblemente mientras verificaba algunos datos hackeados de Sion - Karan...

Sus dedos se paralizaron, conocía ese nombre, recordaba lo bella, tierna, liberal y valiente que fue su amor platónico de juventud, ese nombre casualmente también era también el de la madre de Sion, angustiado por las casualidades decidió buscarla en la base de datos, allí dejo de respirar unos segundos, conteniendo el aliento y quedando estupefacto por la verdad.

- ¡mi querida Karan es la madre de ese niño! - si hubiese podido saltaría dentro del vehiculó pero se contuvo, no era la ocasión ni el lugar. - Nezumi debe saberlo, experimentan con el hijo de Karan.

Rikiga quedo con las ganas de ir donde Nezumi, pero no debía, ahora más que nunca necesitaban salvaguardar el lugar donde Sion estaba, por su propio bien había otras prioridades como seguir despistando a la ciudad sobre el paradero de Sion.

Y este había despertado gracias al chillido de un ratón, sintió como andaba por el borde del sofá, moviéndose hasta quedar tras su cabeza.

me despertaste. - se volteo para fijarse en el pequeño roedor blanco -

chic... - el animalito prácticamente se subió a su hombro en un viaje corto -

- ¿qué hora serán? - un tanto confundido se puso de pie, inmediatamente recordó donde estaba y que era un vulgar secuestrado - ¿tu dueño salió?

chic... chic... - el animal movió sus bigotes de un modo que le pareció jocoso a Sion -

Aun con el ratón sobre el emprendió una inspección silenciosa, la gran habitación que parecía la sala estaba desierta, ni rastros de Nezumi. Curioso y esperando que fuera su oportunidad para escapar miro que había una puerta metálica al fondo del salón. Como un ladrón furtivo se quito los zapatos y comenzó a andar de puntillas, con su mano derecha empujo la puerta metálica que gracias a dios no hizo el mínimo sonido, dentro, Sion logro ver un montón inimaginado de estanterías, llenas, abarrotadas de toda clase de libros, viejos, nuevos, grandes o pequeños, era como estar en una biblioteca abandonada.

chic...

- es impresionante. - se dejo llevar por la curiosidad, sin mencionar que el ratón blanco salto de su hombro perdiéndose entre la pila de libros - ¡espera!

No había muy buena iluminación así que Sion salió de bruces rumbo a una de las tantas pilas de libros que estaban agolpadas en el suelo, esperaba un golpe más duro pero su caída fue amortiguada por algo blando, al abrir sus ojos se vio cara a cara con su captor, Nezumi estaba bajo el, con los ojos fijos y evidentemente sorprendido.

... - el rostro de Sion estaba todo rojo, la posición en que había caído sobre él no era muy cómoda o decente, su cuerpo se apoyaba totalmente en el del ojigris, con sus caderas chocando, sus rostros a tan pocos centímetros que podía sentir su respiración -

- ¿piensas violarme? - sonrió malicioso ante la situación evidentemente incomoda -

- ¡no! - intento ponerse de pie pero los libros bajo sus pies se deslizaron haciendo que clavara el rostro directo contra el pecho de Nezumi -

- ¿que estas tratando de hacer?

- ¡ponerme de pie! - volvió a intentarlo hasta que la última solución fue ir retrocediendo a gatas lejos del otro -

eres pésimo seduciendo, extremadamente torpe andando, ruidoso y terriblemente iluso.

Nezumi logro levantarse de la torre de libros apilada donde se había quedado dormido la noche anterior leyendo. Sion siguió con la mirada sus movimientos pensando que había perdido una gran oportunidad de escapar gracias a sus torpezas.

no fue mi intensión despertarte. - su vista recorrió el enorme espacio lleno de libros. -

chic… chic… - en un rápido movimiento el ratoncito blanco trepo a su dueño -

dice que tratabas de huir, buscabas una salida.

- yo no buscaba huir, y no puedo creer que entiendas los sonidos de ellos. - bufo con el ceño fruncido y los brazos cruzados -

soy una rata, mi nombre lo dice todo, así que los comprendo mejor que a las personas.

- mentiroso.

-dejemos ese tema mi querida majestad, mejor le preparare un desayuno nutritivo. - con mofa salió del lugar - después podremos continuar discutiendo la propuesta que me hiciste anoche sobre violarte.

- ¡yo no quiero ser violado por ti! - estaba hirviendo de vergüenza y rojo como un tomate maduro, como se arrepentía de sus palabras soltadas sin pensar la noche anterior –

Continuara…

Je je je, corto pero sustancioso, este capítulo me gusto mucho por el grado casi obsceno de tensión sexual que tienen Sion y Nezumi XD… para el próximo si se verá un poco de acción, búsqueda y una Karan muy arriesgada, gracias por seguir este fic!.

Próximo Capitulo:

Pista bajo la nariz.


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