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Blanco Corazon por RAMSIN

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Blanco Corazón

Capítulo 9

Estrategias desesperadas

Sentía una pesadez monumental, como si su cuerpo estuviese atado a la cama, bostezo enorme pero al intentar si quiera girarse hacia su derecha un dolor incomodo en la parte baja del cuerpo lo detuvo.

anoche... - sus orbes rubíes se abrieron como platos, de un solo y certero golpe paso por su mente lo acontecido con Nezumi -

El corazón comenzó a latirle fuertemente, eran recuerdos demasiado impresionantes de una noche apasionada donde el peli azul hizo con su ser lo que le dio la gana, sensaciones que jamás imagino ni remotamente sentir en su vida. Pensando en eso volteo instintivamente buscando a Nezumi encontrando que la cama estaba vacía, tan solo el ocupaba esa habitación que fue inundada de pasiones horas atrás.

- Nezumi.

En otra parte de la gran ciudad se movía una ret de actos, todos y cada uno dirigidos a un solo fin, encontrar el experimento de Fennec. Las alertas fueron activadas en los rangos más altos del servicio de búsqueda y captura, eran los seres más despiadados y fríos que existían, dispuestos a cumplir su labor sin hacer una sola pregunta, educados reciamente para obedecer los caprichos del alcalde de la ciudad. El agente Rashi pertenecía a ellos, su rango de alta estima lo tenía a la cabeza de la búsqueda, pasaron toda la noche recabando datos del brazalete de identificación de Sion que fue rescatado del rio la noche anterior. Los científicos pronto dieron con un particular patrón que pondría en peligro a los incautos Sion y Nezumi.

la mañana despuntaba fría, el invierno venidero se hacía sentir fuertemente, una chica bien abrigada caminaba presurosa a sus clases, iba con la mente perdida en algún recuerdo doloroso ya que sus ojos lucían vidriosos de vez en vez, sus pasos se detuvieron repentinamente frente al aparador de una hermosa tienda para novias, el reflejo de un inmaculado vestido blanco le dejo más triste de lo que estaba, tantos años imaginándose con su mejor amigo, tantas ocasiones perdidas para declarársele, pero con toda su inteligencia y fiereza no pudo, no podría ni lo haría.

¡eres un tonto Sion! - gruño para sí con frustración, llevaba más de dos días tratando de comunicarse con él y nunca podía - si... si no me quieres cerca dímelo, estoy segura que todo esto es por culpa de esa actriz de segunda...

Discutía consigo misma en un monologo sin sentido, llamando claramente la atención de los transeúntes que pasaban al lado suyo. Evidentemente Safu noto su locura momentánea y se dispuso a continuar su camino como si nada pasara.

- señorita. - la voz de un hombre maduro hizo que la castaña volteara de inmediato - buenos días.

¿diga? - miro curiosa al hombre trajeado totalmente de negro -

-necesitamos que nos acompañe. - repentinamente un auto del mismo color que el traje del hombre freno frente a ella -

- ¿para qué? - ni si quiera se angustio, estaba todavía enfadada con sus emociones desbocadas -

- la ciudad necesita de su ayuda para encontrar algo. - el hombre la tomo por los hombros invitándole a entrar al auto -

- ¿de qué se trata? - freno un poco ante la insistencia del desconocido -

- su amigo Sion, necesitamos información de él.

- Sion. - Safu quedo perpleja por la respuesta que obtuvo, además de causarle una severa curiosidad de saber más del porque lo buscaban ellos -

Finalmente accedió ir a la gota lunar, termino haciendo el mismo recorrido que el día anterior hizo Karan, impresionada pero más desafiante que la madre del albino. Al mismo tiempo que todo esto sucedía, otro grupo encabezado por Rashi se dirigía al teatro, el sitio era prácticamente el punto central de sus pistas, en los patrones de recorrido del brazalete de Sion este sitio se llevaba la mayor actividad.

Rashi prácticamente asalto el teatro con un grupo de cinco agentes, el lugar todavía no estaba abierto al público por lo temprano que era, sin embargo habían unas cuantas personas laborando normalmente y que fueron sorprendidas por la abrupta llegada.

buenos días, ¿quisiera saber quien dirige este teatro? - sin importarle nada se paseo entre las butacas de la primera fila, llegando a la tarima donde habían dos personas conversando -

- yo lo dirijo. - la voz sensual y melodiosa de una dama se alzo entre el silencio creado -

- ¿y usted es? - Rashi detallo con notable asombro a la figura delgada que salió tras bastidores. Era una dama de piel blanca inmaculada, largos cabellos azules y unos ojos grises imponentes -

Eve, encantada de conocerle ¿señor?

- Rashi. - con nada de dificultad se subió a la tarima quedando frente a frente con Nezumi -

quisiera saber que buscas en mi teatro, asustaron a mis trabajadores con su llegada.

- hablemos en otro sitio. - el hombre prácticamente tomo a Eve del brazo para dirigirla - ¿tiene algún lugar más privado?

- por supuesto. - sonrió malicioso, escoltando al agente hacia el camerino que Sion visitaba todas las semanas -

Nezumi le dejo pasar ofreciéndole asiento pero el agente se negó respetuosamente quedando de pie junto a la puerta, en esos instantes la tensión se hizo sentir cuando Rashi fue directo al grano.

- estamos buscando a un joven que frecuentaba sus obras teatrales.

- no le seré de mucha ayuda entonces, aquí viene muchísimos jóvenes. - sonrió amigablemente mientras se sentaba frente al espejo -

- estoy seguro que debió verlo, sus características físicas no pasan desapercibidas.

descríbamelo, quizás lo recuerde. - sus ojos recorrieron disimuladamente el largo mesón donde había incontables artículos de maquillajes y joyería, pero Nezumi solo intentaba encontrar su celular, debía encontrarlo -

- su estatura es menor que la de usted, piel blanca, cabello blanco y ojos rojos.

- ojos rojos... - le miro coquetamente por el reflejo del espejo - si lo recuerdo.

- ¿que recuerda exactamente? - el hombre se aflojo un poco el nudo de la corbata, eso fue un claro indicio de su incomodidad ante las insinuaciones sutiles de Nezumi -

- era un encanto de chiquillo, dulce, inocente y con un excelente gusto por las flores. - si prisas se giro elegantemente en su silla encarando a Rashi - pero me gustan más maduros.

- ¿le estaba cortejando? - el tono que utilizo fue realmente sorprendido y dudoso -

- señor Rashi, soy una actriz, esta vida que elegí llevar me trae muchas cosas con las cuales debo lidiar, entre ellas los admiradores, los acosadores y los enamorados platónicos.

- ¿cuándo fue la última vez que le vio? - desvió la mirada al notar como Eve volvía a su puesto para peinar su cabello -

- hace unos días... me trajo un ramo espectacular, conversamos un poco y después se fue.

- ¿de qué hablaron?

- sobre las flores y la obra que interprete, ese chiquillo es muy inocente agente Rashi, y ya le dije que me gustan más los hombres maduros, centrados y con una meta fija.

Eve se puso de pie tomando una peineta adornada con cintas y perlas, acomodo su cabello sensualmente al tiempo que el agente bajo los ojos al suelo, estaba claro, el hombre tenía debilidad por su alter ego y lo usaría a su favor. Sin prisas se paseo por el camerino rumbo a un biombo donde estaban colgados varios trajes, cual más hermoso que el anterior.

agente, debo cambiarme, los ensayos comenzaran en una hora. - sutilmente se acerco al nombrado -

- necesito revisar el teatro.

- hágalo con gusto, solo que no interrumpa a los actores mientras ensayan.

- no hay problema señorita Eve. - así como entro, salió a largas zancadas y tomando su celular para hacer una llamada -

- maldito pervertido. – susurro apretando los dientes, sus ojos centellaron rabia pura apenas Rashi le dio la espalda alejándose de el, los recuerdos de un pasado doloroso despertaron nuevamente su odio infinito a la ciudad –

sssssssssssss

Gritos, llantos, calor, mucho calor sofocante y terrible, apenas era un pequeño niño de unos 9 años cuando todo ocurrió, su hogar fue destruido totalmente por las llamas, mientras corría para escapar del incendio veía a hombre trajeados de blanco persiguiendo a los suyos, atrapando especialmente a mujeres y hombres jóvenes, el resto era desechado de un modo abominable, le disparaban o quemaban con lanza llamas. Su corazón no daba para más, su contextura pequeña le había salvado de ser detectado entre el desastre, corriendo sin reparo hasta que cayó en el suelo presa del agotamiento, jadeando adolorido por primera vez gracias a una notable quemadura de segundo grado en la espada, sus ojos se giraron temblorosos hacia atrás, eso le crispo el alma, todo era rojo, humo negro, dolor y desastre incomprensible para su corta edad, su mundo perfecto había caído en manos de la maldad misma engendrada en nombre de la tecnología.

Quería morir, con tan solo nueve años ya quería morir y desaparecer de ese genocidio que unos extraños vestidos de blanco cometían. Gimió estruendosamente, llorando con agonía hasta que una figura le atrapo entre sus brazos, era tan blanca como la nieve, con un olor desagradable de carne quemada pegada a su traje sintético, Nezumi batallo muchas veces pero el dolor en su espalda era agobiante, poco a poco fue sucumbiendo ante los brazos intrusos, gritando desgarradoramente y cayendo finalmente en una inconsciencia inducida.

Lo siguiente que recordó fue despertar en una habitación oscura, sin una ventana si quiera para saber si era de día o de noche. Entre movimientos se percato de su estado, las heridas de la espalda estaban vendadas fuertemente y su cuerpo apenas estaba cubierto con una mísera bata de papel. Estaba confundido y agotado todavía así que se acurruco en esa superficie oscura hasta que vio como la luz entro a la habitación como un pequeñísimo haz delgado y brillante que fue aumentando hasta volverse una puerta pequeña, de esa puerta apareció otra sombra perturbando la luz repentina que lo cegaba, dificultosamente se incorporo, era una lucha instintiva consigo mismo, con las todavía irresistibles ganas de huir de ese dantesco lugar donde lo encerraron.

- espécimen 701, niño de aproximadamente 8 años, piel blanca, ojos grises, cabellos azules, físicamente sano y saludable. - la voz electrónica se interrumpió abruptamente por la sombra que traspaso la habitación -

- ¿qué te parece este? - la sombra rio maliciosa -

- es muy chico... - otra especie de ser apareció tras el primero -

- pero es perfecto, cubre tus gustos y será una buena recompensa por la labor realizada. - el primer ser se agacho para tomar al niño del brazo -

- déjalo. Prefiero una chica.

- es casi lo mismo, si te haces una idea... - bruscamente tumbo al ojigris contra el suelo con su espalda expuesta - mira su forma, es pequeño, con un grandioso cuerpo, imagínatelo con cabello largo y listo.

- ¡su...suélteme! - gruño dificultosamente gracias a la presión sobre su pecho -

- y aun tiene intacto su espíritu de pelea a su corta edad.

- déjalo. - la sombra se dio media vuelta desapareciendo del lugar. -

definitivamente Rashi, ¡eres difícil de complacer! - soltó bruscamente a Nezumi dejándolo tendido en el suelo jadeando y rabiando por su destino -

ssssssssssssss

Un recuerdo doloroso que no deseaba revivir se hizo tan presente en su cabeza, apretó sus manos fuerte, muy fuerte para intentar evitar lanzarse sobre el agente Rashi y golpearlo hasta matarlo, su nombre nunca se le olvido y su rostro ensombrecido por la oscuridad tampoco, mientras estuvo en esos laboratorios logro grabarse en la memoria del rencor muchas caras, la de los médicos que usaron, ultrajaron y robaron las vidas de su amado pueblo. Se sentía obligado a resarcir ese dolor, a ventilarle al mundo los sucios sucesos del pasado y del presente, porque en cierto e irónico modo estaban ligados por los genes de sus antepasados.

Sion... - repentinamente su cabeza trajo el recuerdo del albino dormido en su lecho - si llegaron a este lugar también pueden llegar a...

Su corazón se estremecía como si le hubiesen apretado de golpe, preocupado se movió hasta el mesón que segundos antes registraba en busca de su celular, al tenerlo otra vez en sus manos se dispuso a mandar mensajes específicos a Rikiga y otra persona más en la que el confiaba a pesar de todo. Fuera, Rashi y su gente se esmeraron en registrar el teatro, prácticamente un cateo extremista que no les brindo ni una sola pista importante, y no encontrarían nada realmente ya que Rikiga con sus influencias había logrado darle legalidad al lugar, identidades falsas a muchos de los actores, incluido Nezumi, y dejar limpio el prontuario para alejar sospechas sobre ellos.

- ¿alguna otra cosa que desee señor Rashi? - Eve se le presento sorpresivamente por la espalda -

- nada, estamos por terminar. - saco su celular y marco un numero - si me permite.

A grandes zancadas se alejo del ojigris disponiéndose a dar su parte sobre las investigaciones.

- alo.

- agente Rashi, espero me tenga buenas noticias. - la voz risueña del galeno lo recibió -

- el teatro está limpio.

- ¿seguro?

- totalmente.

- ¿nada que revele el paradero del chico? - el tono fue dudoso y molesto -

- todo es irrelevante, nada que llame la atención.

- regresa aquí, tenemos otros datos recientes, enviare la información que obtuvimos del GPS.

- entendido. - culmino la llamada buscando a la actriz -

Una sensación desagradable se acrecenté en el interior de Nezumi, otros lugares serian investigados, su mente hizo un análisis rápido hasta que la verdad le azoto la cara bruscamente. Pero también agradeció su modo casi obsesivo de hacer las cosas, solo debía esperar la llamada de Rikiga, confiaba en que el prevendría un posible desastre.

Mientras todo esto ocurría en el teatro, Sion al fin se había dignado a salir de la cama, se ducho profundamente, recordando una y otra vez los sucesos, esos pensamientos le alejaron de la realidad, enjuagando su cuerpo hasta que cerró la llave y tomo una bata de baño para secarse.

- ¿a dónde abra ido Nezumi? - suspiro profundo y sonoro -

Aun secándose sintió unos ruidos extraños fuera del baño, su corazón se sobresalto al pensar que el ojigris regreso al bunker. En un segundo se ajusto la bata y salió a recibirlo, sentía que debía tener una conversación con Nezumi sobre las cosas que sucedieron la noche anterior.

buenos días... - su boca quedo abierta al ver una figura muy diferente a la del ojigris entrando a la sala -

-¡lamento asustarte! - Rikiga alzo las manos para quitarse la especie de boina que llevaba puesto -

- ¿usted es? - retrocedió unos pasos con duda, no recordaba a ese hombre mayor -

- Rikiga... soy un socio de Eve.

- Nezumi.

- si Nezumi, Eve... sea cual sea, el me envió aquí para ayudarte a salir.

- ¿salir? ¿A dónde?

- no hay tiempo de explicaciones Sion, debemos abandonar este lugar pronto. - con prisas se dirigió a una de las esquinas de la habitación donde había una especie de panel oculto en el suelo-

- ¿qué hace? - Sion se agacho a su lado curioso -

- eliminaremos toda evidencia de aquí.

- ¡pero Nezumi se quedara sin casa! - sujeto la muñeca del viejo fuertemente -

- deja de decir tonterías y vístete, tenemos cinco minutos para salir de aquí.- apretó una serie de botones en un panel digital bien oculto en el suelo -

- ¡5! - miro a todos lados imaginándose el lugar destrozado - ¡¿pero y las cosas de Nezumi?!

-¡lo material no importa ahora! - jaloneo del brazo al albino -

Discutieron unos segundos hasta que sintieron como la tierra bajo sus pies se sacudió abruptamente, como una especie de hondas que chocaban contra el duro metal antibombas que protegía el bunker.

- ¡llegaron! - Rikiga trago grueso, era la peor de las situaciones que había previsto Nezumi -

- ¿pero quiénes? - Sion se sintió mareado ante el cumulo de sonidos y movimientos del lugar, era como estar dentro de una gran lata que pateaban y empujaban una y otra vez -

- ¡la ciudad! los que te querían como experimento, vienen por ti - grito enojado al tiempo que corría con Sion aferrado a su brazo, buscando salir antes de morir por los ataques sónicos que les proporcionaban desde fuera-

me... duele el estomago. - estaba mareado, débil y con sus piernas tambaleantes -

- ¡no te desmayes! - Rikiga logro asirlo de la cintura al mismo tiempo que daba tumbos con el rumbo a una de las dos salidas de emergencia que creo Nezumi para situaciones como esas. - saldremos... de aquí Sion, solo no te desmayes, ¡estoy muy viejo para estos menesteres!

Chillo molesto, se quejo todo el tiempo que le tomo mover un estante en la habitación de Nezumi repleto de libros hasta el techo, implemento toda su fuerza logrando dejar al descubierto una pequeña especie de trampilla, lo suficientemente ancha para una persona adulta. Rikiga miro hacia atrás preocupado, los sonidos de las maquinas se habían detenido y ahora podía percibir como los agentes de la ciudad golpeaban la puerta de la entrada brutalmente.

- vamos Sion, esto se irá al infierno en unos minutos. - jalo al albino para que le siguiera al túnel, poco a poco hasta que ya ambos recorrían a gatas el estrecho pasadizo con salida desconocida -

- duele... - susurro contrariado, se sentía sofocado por el espacio sin aire fresco, incomodo y adolorido en sus oídos, un malestar horrible que le descompuso el cuerpo completamente -

- solo un poco mas... ya se te pasaran los síntomas del armamento sónico.

Rikiga lo aupaba una y otra vez, avanzando dificultosamente hasta que vio como una débil luz apareció a lo lejos, sus ojos llorosos se asombraron al ver un diminuto ratón negro en la salida del túnel, parado en sus dos patitas como esperando que llegaran para recibirles.

¡Nezumi nos escoltara! - cuando estuvieron a unos escasos metros de la salida un estruendo monumental los arrojo al suelo, el vapor caliente de la explosión se expandió en segundo calentando el metal de las paredes del túnel y trayendo además una honda de polvo, escombros y un vapor calcinante. -

- ¡sal del túnel! - el viejo jalo mas brusco a Sion hasta que terminaron desplomados en una alcantarilla en desuso, el aire cargado de basura se precipito sobre ellos violentamente cubriéndoles -

- cooff... cof... coff... - ambos tosían desesperados por oxigeno limpio y frio -

Rikiga fue el primero en levantarse, observo nervioso que estaban a una prudente distancia del bunker, era obvio ya que una columna de humo negro se alzaba en el paisaje silvestre que los rodeaba, mas aliviado saco un pañuelo de su chaqueta y trato de limpiarse el rostro pero un quejido evidentemente de Sion lo sobresalto.

- ¡Sion! - se agacho junto al chico que seguía tendido en el suelo - ¿estás herido?

mmmm... - trato de hablarle pero su boca estaba seca y llena de tierra, se había llevado la mayor parte de desastre en el túnel - agua...

¿agua? - lo trato de limpiar pero sintió como el ratoncito negro que los esperaba en la boca del túnel le trepo por la pierna deteniéndose sobre su hombro - ¡bájate!

deja de ser tan torpe Rikiga.

- ¡Eve! - abrió en grande los ojos al escuchar la inequívoca voz del peli azul saliendo del roedor -

- ¿salieron ilesos?

- más o menos - miro preocupado a Sion que seguía intentando recuperar el aire -

- escúchame atentamente viejo... el ratón que está contigo les guiara hasta un sitio especifico, allí conseguirán un pequeño vehículo rustico, úsalo para ir al lugar que acordamos si sucedía esto.

- no allí... - gimió fastidiado -

- calla y váyanse ya.

- Eve... Sion esta algo lastimado por la explosión.

- ¿esta consiente?

- si

- ¿herido?

- eh... creo que no.

- ¿puede caminar?

- espero que sí.

- ¡entonces muévanse!.

- ¡espera Eve! ¡Escúchame!

- chip... chip... - el ratón chillo ladeando su pequeña cabecita, Nezumi corto la comunicación abruptamente -

sigamos... - Sion al fin pudo levantarse del suelo, se sentía adolorido por la cantidad de sucesos pero debían seguir adelante - Nezumi nos alcanzara.

- Dios... está bien, vamos. - rasco su cabeza frustrado, siempre terminaba haciendo cosas peligrosas en nombre de Nezumi -

dificultosamente siguieron al pequeño ratoncito negro, este se adentro mas y mas alejándose del desastre del bunquer y de los agentes que estaban persiguiéndoles, para Sion fue una especie de tortura, andaba descalzo, solo cubriendo su cuerpo con una precaria bata de baño. Finalmente acabaron en una especie de sembradío, era como un pequeño campo cultivado al modo antiguo, muy diferente al tecnológico modo actual, curiosos siguieron andando hasta que el ratón culmino en un granero abandonado, dando unos cuantos círculos alrededor del sitio como indicando el final del camino.

- llegamos. - Rikiga miro cuidadosamente por una de las rendijas del viejo granero - hay un bulto allí.

- se... señor Rikiga. - Sion le jalo de la ropa angustiado -

- ya nos vamos a ir.

- me siento mal. - su rostro sucio de polvo y tierra se desdibujo en una mueca de dolor - duele.

-¡Sion! ¿Qué te duele? - lo sujeto entre sus brazos ya que el chico trastabillo gracias a la debilidad que lo consumió –

El albino no pudo responderle, había caído desmayado en sus brazos, tiritando de frio gracias a una repentina subida de temperatura, podía sentir su piel ardiendo, sus labios resecos y sucios, todo este desastre del bunker le había arruinado la salud a Sion. Rikiga suspiro angustiado, no sabía cómo explicarle al ojigris que no pudo custodiar bien al albino, su cerebro intentaba buscar excusas al tiempo que rompía dificultosamente un viejo madero clavado a la puerta del granero, al liberarlo, descubrió un pequeño jeep verde olivo bajo una gran lona enmohecida por el tiempo a la intemperie.

-Sion… arriba. – le tomo de la cintura cargándolo para subirlo al asiento del copiloto, el chico pesaba realmente más de lo que aparentaba o el estaba muy viejo ya para esas cargas –¡pe…pesas!

- chic… - el ratoncito negro salto al jeep ubicándose frente al tablero del volante –

- ya se, ya se… me escoltaras también al otro sitio. – bufo ofendido por la poca confianza que le tenía Nezumi –

Al final Rikiga logro encender el vehiculó y encaminarse al sitio previsto, sinceramente no necesitaba del mapa digital que le ofrecía el ratoncito negro, el ya había estado en ese sitio infinidad de veces antes, por negocios principalmente, siempre por negocios turbios con la persona que encontrarían. El paisaje que recorrían era de bosques bien ordenados, sembrados deliberadamente como muros naturales para los sembradíos, su ruta era hacia las afueras de la ciudad, prácticamente en lo que antes fue una reserva natural que adsorbió la ciudad hacia 7 años atrás, cuando se iniciaba su auge científico y elitista, esas tierras fueron delegadas para la siembra y ganadería, vivían pocas personas en muchos kilómetros de separación, el sitio perfecto según Nezumi para ocultarse por un tiempo, también había otros asentamientos de personas humildes, la mayoría granjeros y trabajadores del campo que intentaban mantener tradiciones antiquísimas.

Rikiga se desvió por un camino de tierra más angosto del que transitaba, estaba bien protegido por un alambrado alto, setos de madera viejos y un amplio llano donde había algunos animales pastando, entre el paisaje pudo sentir claramente que lo observaban, de entre la maleza se avistaron ojos oscuros y fieros, cada ciertos metros una y otra vez.

-Por eso odio este lugar. – chasqueo la lengua y detuvo el vehiculó en un pequeño sendero que se dividía en dos – ahora a esperar.

No paso mucho tiempo cuando algo salió de uno de los caminos, era una masa oscura que viajaba rápido, eran una manada de perros, parecían lobos con sus pieles gruesas y pelaje en tonos grises y negros, eso alerto a Rikiga quitándole las ganas de bajar del jeep, tan solo se limito a ver como la veintena de canidos rodeaban el jeep olfateándole y gruñendo como disgustados.

-¡Aléjense bestias peludas! – intento azuzarlos cuando uno de ellos subió al capo del jeep mostrando los colmillos –

- ¡ja ja ja! Sigues siendo un cobarde viejo… - un silbido agudo hizo que los perros bajaran la guardia y se echaran en el suelo –

-eres un terrible anfitrión. – Rikiga logro ver una figura pequeña que salió de entre los árboles, caminando tranquilamente y cubierta con una gruesa cobija de lana beis –

-las visitas sin avisar son indeseadas viejo. – Bajo la manta dejando al descubierto su rostro tostado por el sol y unos cabellos negros revueltos y largos, era un chico de aproximadamente 14 o 15 años -

-Eve te tuvo que decir que veníamos aquí. – al fin tomo la valentía de bajar del jeep –

-¡esa rata de dos patas siempre trayéndome problemas!- miro furioso al viejo Rikiga – ¿qué quieren ahora?

-demonios… ¿Eve no te explico el problema completamente?

-habla. – se cruzo de brazos esperando la respuesta –

-él es el problema. – con dificultad cargo al inconsciente Sion en sus brazos sacándolo del jeep –

-¡ME TRAEN UN CADAVER!- grito iracundo y señalando con su dedo al albino –

-¡no es un cadáver!

-¡pues está lleno de sangre! – miro aterrado la enorme mancha que teñía la bata blanca de bañó que llevaba Sion puesta –

- ¡SANGRE!

Continuara…

Jua jua jua! Como siempre dejándolo en momentos muy importantes. Primero que nada, quiero disculparme por la cantidad de tiempo que tarde en subir este capítulo, fue primeramente por las vacaciones y después porque al fin tengo mi laptop ji ji ji, ya podre escribir libremente sin ataduras. Volveré a tener mi ritmo de subir cada semana ( eso intentare n_n) segundo ahora si se viene lo bueno aquí, la aparición de Inukashi ji ji ji, y otros personajes más, mucha acción y romance por venir.

Otro dato aparte de esto: subí un nuevo fic por la sección de Hunter x Hunter, es un pequeño oneshot que me impulso escribir mi musa Ilitia, ella andaba con ganitas de un Killua x Gon y a la vez también un Leorio x Kurapika, esta súper y también tiene su sorpresita, quizás le haga un fic mas serio más adelante. Otra cosa más, subí una petición de fic en Bleach, es un hot, hot lemon de Ichigo x Uryu, petición cumplida y que si gustan leer se pasan, lo único que si deberán esperar por el capi de Naruto y de Saiyuki. Me acabo de percatar que tengo muchos fics a la vez ja ja ja.

Próximo capítulo:

Cuidados caninos


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