Estúpido Juego
Por más que me acercaba a ti y te susurraba en el oído no volteabas a verme, seguías en la computadora totalmente sumergido en ese juego que me robaba tu atención.
No pude soportarlo más, si o si me tendrías que hacer caso. Lentamente y sin hacer ruido me desprendí de mi ropa. Esta noche tendría tu atención puesta en mi y en nada más. Hoy tenia deseos de estar entre tus brazos y lo lograría cueste lo que me cueste.
Tomando todo el valor que pude tire el mouse y el teclado al piso. Te quedaste sorprendido, no habías guardado el juego que todo el día habías estado intentando ganar.
Me dio miedo por un momento no sabía cómo reaccionarias, pero si ya había llegado ahí tenia que continuar, me subí al escritorio y abrí mis piernas insinuándome, la vergüenza se apodero de mi, podía sentir mi rostro arder, pero ya no tenía vuelta atrás.
Pude ver tu sonrisa y mi cuerpo se estremeció, no tenía idea de que podrías estar pensando.
"Ohh sungmin hyung! sabes que has arruinado un muy buen juego ¿no?" dijiste en tono medio juguetón y malévolo.
Simplemente te quedaste sentado en la silla mirándome con malicia, cogiste el teclado y el mouse del piso. Sin dúdalo colocaste el teclado encima mis piernas y de mi hombría
"Kyu.. Kyuhyun ¿qué haces?" Pregunte dudoso pues parecías seguir jugando y eso era extraño pues yo tapaba todo el monitor.
Una de tus manos acariciaba mi pierna y la otra movía lentamente el teclado, tu mirada era penetrante y no dejaba de estremecerme. Fueron pocos minutos pero para mí fueron eternos ya que podía sentir que con solo esas pequeñas caricias mi cuerpo se iba encendiendo.
"Listo ya guarde mi juego.... ahora..." Dijiste sacando el teclado y tirándolo nuevamente al piso.
No puedo créelo mi miembro estaba semi erecto por tu tacto y por la fricción que hizo el teclado en mi. Sonreíste malévolamente habías logrado lo que querías, que mi cuerpo reaccione a tus juegos.
Aún sentado en esa silla, cogiste con tus manos mis piernas abriéndolas mas, estaba completamente a tu merced, mostrándote desde tan cerca mi intimidad.
Sonreíste viéndome a los ojos y agarrando mis piernas acercaste tu rostro a mi miembro. Pude ver como sacabas lentamente tu lengua y hacías ademan de querer lamerme, todo lo hacías para provocarme. Acercabas tu lengua dejándola a solo pocos milímetros de mi hombría, haciendo que la desesperación en mí se incrementara.
Acercaste tu boca abriéndola como si fueras a engullir mi hombría pero no seguías jugando conmigo. El sentir tu aliento cálido sobre mi me estremeció el deseo no hacía más que aumentar y aun que quiera negarlo no podría este juego tuyo me estaba encantando.
"Kyuuu~~~" Dije de la manera más melosa que podía casi rogándote, ya que solo con verte lograste hacer que mi miembro se erecte por completo.
"Veo que hoy estas muy travieso hyung... pero hoy habrá castigo... este amiguito no recibirá atención" dijiste casi rozando con uno de tus dedos mi miembro que rogaba por atención.
Me estaba desesperando pues tu solo seguías riendo y tus manos acaraban mi torso, no siquiera me besabas por más que me acerque a ti con esa intención, solo con tu dedo índice me hiciste ademan de negación riendo malévolamente.
Acercaste tu rostro a mí, pensé que por fin ibas a complacerme y atender mi hombría pero no tu lengua empezó a delinear mi entrada, me sobresalte y me estremecí pero sobretodo me ruborice.
En todo el tiempo que llevamos de novios nunca habías hecho eso, pero apresar de la vergüenza no se sentía nada mal, gemidos empezaron a salir de mi boca pero intente callarlos mordiéndome los labios. Al instante dejaste de saborearme, te mire a los ojos. Avergonzado. Rogándote que continuaras.
"Noo hyung... si no te escucho no me inspiro" Dijiste riendo y volviendo a colocar tu lengua en mi. Mi espalda se arqueo y deje salir mis gemidos sin pudor.
Empezaste a simular estocadas con tu lengua y mi cuerpo empezó a temblar, definitivamente mi cuerpo pedía por ti, te deseaba.
Te busque nuevamente la mirada y por fin te paraste de la silla, no esperaste nada de tiempo y entraste en mi de una estocada.
Mi espalda se arqueo completamente, pude sentir el monitor pero no me importo. Era extraño no sentía dolor por tu rápida introducción, debe ser por lo bien lubricada que quedo mi entrada y por la facilidad de tener mis piernas tan abiertas.
¿En qué momento me volví tan sin vergüenza y pervertido? Creo que desde el momento en que te dije Si, Kyuhyun, quiero ser tu novio. Porque con solo estar a tu lado no hacía más que amarte y desearte. Porque el sentir tu amor me hace pensar que vivo un sueño, una fantasía.
Pude sentir tus dientes mordiendo levemente mi cuello y escuchar esa pequeña sonrisita tuya. Para luego sentir tu lengua delineando esa parte que habías mordido.
Todo este tiempo no te habías movido y empezaba a desesperarme. Esto ya era tortura, no podía aguantar más.
“Ahhh~~ Sungmin Hyung… se siente tan bien dentro de ti… me estas absorbiendo, tu entrada me envuelve tan ardiente y caliente. Y creo que hasta puedo sentir tus latidos. Tu cuerpo me pide a gritos que me mueva pero Hyung… yo quiero que me pidas… ruégame Hyung…” Sentí que mi rostro ardía al escucharte hablar, sin pudor alguno decías todo aquello.
No sabía qué hacer de verdad quería que se moviera, quería sentir ese vaivén que nos llevaba a la locura, pero no se qué hacer.
Empiezo a mover mis caderas y escucho salir un gemido de tus labios. Tal vez de esta manera puedo convencerte de que dejes de jugar, de torturarme. Con mis manos acaricio tu espalda lentamente y empiezo a besarte desesperadamente, saboreando todo de ti, volviendo a recorrer esa cavidad que conozco de memoria.
“Ahh~~ hyung… así no lograras... Nada...” Dices totalmente excitado y haciendo un pequeño movimiento involuntario lo cual hizo que gimiera.
“Mmm… Kyu~~ por favor~~” Dije dándome por vencido, queriendo mas de ti. Sonreíste viéndome a los ojos y con esa sonrisa que hace que me erice dices
“Por favor ¿Qué Minnie? Dime qué quieres sino no sabré” Eres malo, eres odioso y haaaaa te amo. No puedo creer que de verdad me sienta más excitado que otras veces que hemos estado juntos. Tanto me gusta que me domines y observar esa pequeña maldad que posees.
“Kyu~~ muévete~~ quiero que te muevas… ya no aguanto más Kyu~~~ vamosss Kyuhyun hazme tuyo una y otra vez” Dije susurrándote melosa pero sensualmente en tu oído, logrando escuchar un pequeño gruñido.
No esperaste que te lo volviera a repetir, empezaste a embestir tan rápido que el escritorio rechinaba sin cesar. Pude escuchar el monitor caer al piso. Mi cabeza y mi espalda sintieron la fría pared.
Era exquisitamente desquiciante el poder sentir esa danza de amor que nos envolvía. Esa unión de amor, deseo y placer. Se sentía tan caliente, tan ardiente. Las paredes de mi interior te devoraban por completo y tú derretías todo a tu paso.
Entrabas y salías en mí una y otra vez. No podía más que gemir porque las palabras no salían de mi boca. Era excitante sentir como cada vez llegabas más profundo logrando tocar ese punto dentro de mí que me regala un placer exquisito.
Tu boca juntándose con la mía haciendo que nuestras lenguas dancen sin parar. Tus manos quemando mi piel por el contacto. Tus dientes recorriendo mi cuello dejando besos húmedos y deliciosas marcas. Todo me parece tan dulce e intenso, que me lleva al cielo y al infierno.
Mi corazón late fuertemente y puedo sentir el tuyo latir incontroladamente. Siento que las estocadas son aun más rápidas y mi miembro queda apresado entre tu cuerpo y el mío. La velocidad aumentando me va llevando cada vez más a la locura, no creo poder aguantar más.
“Ahhh~~ Kyu~~ yoo sientooo que~~~ Ahhh~~ ya no puedo más~~~” Dije susurrándote al oído, sentía mi voz un poco melosa y me avergonzaba escuchar esos sonoros gemidos que salían de mis labios. Tus gemidos roncos cantándome dulcemente al oído me hacían estremecer cada vez más.
Sentí que llegaría al orgasmo, mi entrada empezó a envolverte, a acariciarte más. Mi miembro parecía latir del placer indicándome que ya no podía más. Mi cuerpo empezó a temblar y grite por el placer recibido. Nuestros cuerpos quedaron llenos de mi esencia.
Tú seguías embistiéndote, pude sentir el palpitar de tu miembro dentro de mí. Me besaste para callar tu gemido y llegaste al orgasmo dentro de mí. Pude sentir como tu caliente esencia entraba dentro de mí y me sentí deseado, amado.
Nos quedamos un rato mas abrazados, cuando nuestras respiraciones se calmaron un poco saliste lentamente de mi. Te alejaste me contemplaste con lujuria en tu rostro. Mi cuerpo sin fuerza se encontraba en el escritorio, estaba con las piernas abiertas y mi abdomen manchando de mi semen.
Pude sentir como de mi interior salía la semilla que habías dejado minutos antes. Y tu viendo todo tan atentamente. Me avergoncé ante tu mirada que me comía nuevamente.
“Tsk… rayos…” Dijiste esbozando nuevamente una sonrisa juguetona, baje la mirada por lo avergonzado que estaba y vi como tu miembro se iba endureciendo nuevamente.
“No Kyu… yo… ya no...” No pude terminar de hablar pues cogiste mi hombro y me volteaste completamente. Mi torso y mi rostro estaban contra el escritorio. Las puntas de mis dedos de los pies tocaban en piso con dificultad. Y mi miembro quedo entre el escritorio aprisionado.
Te echaste encima de mí restregando tu nuevamente duro miembro sobre mi trasero. Tus manos tocaban mis caderas subiendo a recorrer mi torso. Sentía como tus movimientos iban tomando ritmos rápidos y lentos simulando estocadas. Y mi cuerpo nuevamente se iba encendiendo.
Colocaste la punta de tu miembro en mi entrada rozándola y volviéndola a dejar sola. Empezaba a desesperarme ya me había excitado con tus caricias. Besabas mi espalda variando entre dulce y apasionadamente. Sentí como la punta de tu miembro entro en mí y gemí por la intromisión esperada. Pero volviste a sacar tu miembro estabas jugando conmigo.
“Ahhh~~ Kyu~~ Kyu~~~ vamoss~~…. Kyu… yaa~~” Me sorprendí al escuchar mi voz tan necesitada y rogando por mas. Movía como podía mi cadera rozando y sintiendo mas contacto. Pidiéndote más. Con tus manos empezaste a acariciar mis piernas separándolas un poco.
Entraste en mi suave y lentamente, pude sentir que estabas tan duro y caliente, me quemabas el interior. Nuestros cuerpos se amoldaban a la perfección, estabas encima de mí tus manos sobre las mías y nuestros dedos entrelazados. Tu rostro apoyado en mi hombro y tu torso completamente pegado a mi espalda.
Sentí la primera estocada fuerte y certera. Gemí pidiendo más y las embestidas continuaron con más velocidad. Nos fundíamos de tanto amarnos y desearnos. Mi miembro se friccionaba contra el escritorio al ritmo de las estocadas generando aun más placer en mí.
“Minnie~~~ Minnie~~~ Minnie~~~” No dejabas de gemir mi nombre, voltee lentamente mi rostro para ver al menos un poco de tu rostro. Aprovechaste a besarme, me era incomodo pero no quería dejar de sentir el delicioso sabor de tus labios.
“Ahhh~~ Te amo tanto Minnie” Dijiste rozando tus labios sobre los míos al dejar de besarnos. Te besé otra vez mordiendo tus labios suavemente, sintiendo tu lengua jugar con la mía. Cuando el dolor en mi cuello no dejo que sigamos besándonos empezaste a embestir más rápido.
“Te… Te amo~~~ Te amo demasiado Kyu~~~” Dije volteando fugazmente para verte a los ojos. Me diste un dulce beso y embestiste fuertemente haciendo que llegue al orgasmo nuevamente.
Seguías el vaivén hasta que sentí como te estremecías y volví a sentir aquel espeso líquido caliente dentro de mí. Me besaste dulcemente la nuca y la espalda. Te quedaste recostado encima de mí, aun unidos.
Al clamarnos un poco saliste de mí. Me levantaste sabiendo que no tenía fuerzas y me abrazaste fuertemente, besando mi frente. Me miras a los ojos y me ayudas a caminar, entramos al baño y abres la llave para que la bañera se vaya llenando.
Cuando ya había suficiente agua entramos y te sentaste acomodándote en la bañera y haciendo que me acomode sobre ti, recargando mi espalda en tu pecho y mi cabeza entre tu cuello y tu hombro. Tus manos envolvieron mi cintura y besaste mi mejilla. Mis manos empezaron a acariciar tus brazos y voltee un poco el rostro para que te acerques a besarme.
Nos dimos un beso dulce y casto para luego quedarnos embobados viéndonos con sonrisas en los labios.
“Sabes que te amo ¿verdad Hyung?” Dijiste sonriendo dándome un pequeño beso en los labios.
“Si lo sé Kyuhyun” Dije suspirando, viéndote amorosamente. Levante una mano para acariciar tu mejilla sonriéndote dulcemente.
“Hyung… para la próxima dame tiempo de guardar el juego… ahora tendré que empezar todo de nuevo” Dijiste riendo por la expresión molesta e indignada de mi rostro. Deje de acariciar tu mejilla y voltee mi rostro a otro lado mirando la pared.
Pude escuchar una risa más fuerte salir de tus labios y tus brazos abrazándome fuertemente cuando escuchaste mi pequeña rabieta
“Estúpido juego que me roba tu atención”
Fin