TRISTE NAVIDAD
Salió temprano de la oficina. Estuvo alrededor de dos noches pensando en pasar una gran y hermosa navidad al lado de su pareja. Ciertamente parecía que fuese una de esas desesperadas mujeres que tratan de pasar las fiestas de fin de año de la mejor manera posible, pero no saben ustedes hace cuanto el pobre rubio no pasaba tiempo con el frío de su novio
Decidió hacer una cena intima para ambos, lo preparo lo mejor que pudo, velas, champagne-una de las mejores botellas-y un pequeño regalo sorpresa que ya desde hace mucho tenía pensado en darle al azabache.
Se encamino a su oficina esa misma noche, Suigetsu amigo de ambos le comento que Sasuke se quedaría a trabajar ese día y se molestó un poco ya que al rubio no le había dicho nada, frio y distante como si verdaderamente no quisiese verlo, así se comportaba, pero ya no debía quejarse porque estaba seguro que después de la sorpresa que le daría esa noche haría que Sasuke volvería a ser el mismo cursi que fue cuando le conoció.
-Hola Suigetsu ¿Esta allí dentro?-Le pregunto muy bajito.
-Si Naru, espero que lo saques de ahí. Me dijo que en toda la noche no saldría hasta acabar lo que tenía pendiente. Sabes que es muy amargado pero hasta el necesita una feliz navidad-Sonrió.
-Lo sé. Bueno entonces iré a buscarlo, feliz navidad Suigetsu.
-También para ti Naru-Sonrio amargamente
El rubio tomo la perilla del gran portón de la oficina de su amor y la abrió de un tirón. Quedo estupefacto ante lo que sus ojos veían.
-Quitarle la venda de los ojos es el mejor regalo que puedo darle a Naruto. Lo siento en verdad.-Dijo el chico y se fue de ahí sin decir más por la cara agria que había puesto el rubio.
-Sasu…-Lloró-Yo…
Al interior de la habitación se veía una pareja de jóvenes que tenían sexo sobre el escritorio central. Papeles y todo tipo de material de oficina se veía de aquí para allá tirado en el suelo como si una ráfaga hubiese entrado de pronto y hubiese arrojado todo a su paso.
-Naruto…-Susurro el moreno entre quejidos mientras embestía con rudeza a una peli rosa.-Naruto yo…
El rubio salió de ahí sin contener el llanto, corrió en dirección a las escaleras ya que le hubiese sido imposible esperar un poco para salir de ese lugar. Sasuke se sentía pésimo, quiso correr tras el mas no pudo porque la chica de rosas cabellos lo retenía por los brazos.
-No pares Sasuke, termina de una vez…Onegai ahhh- Gimió descontrolada al sentir una tras otra embestida.
-Si-Asintió y no paro hasta terminar dentro de la chica.
Naruto camino y camino sin dirección alguna.
Lo habían engañado ¿tan ciego estuvo como para que le hicieran eso? Cuando le decía por ejemplo que el trabajo era muy pesado o cuando se quedaba noches enteras en su oficina solo porque la bola de mentecatos que trabajaban con el solo sabían dejarle más trabajo. Cuan iluso podía sentirse una persona al descubrir tantas mentiras, la verdad siempre rondando a su alrededor y el cómo ciego se dignaba a creer que eran fantasías, no quería ser celoso o retener al moreno, o hacerle tontas preguntas como cualquier muchacha enamorada. ¿A dónde vas? ¿A qué hora llegas? No, Naruto se negaba a ser uno de esos que tenía celos excesivos y que no confiaban en sus parejas, pero que debió haber hecho ¿Debió haber atado al moreno? ¿Debió haber cortado su libertad para que después este de igual manera se sofocara y se separara de su lado?
No podía dejar de pensar en esas cosas, le atormentaban. Guardo el poco orgullo que le quedaba y se dirigió a su departamento. Miro la cena, los platos, el ambiente preparado para una velada romántica, las cortinas rojas y la poca luz de la habitación daban una imagen simplemente maravillosa y discreta para dos enamorados pero todo habia sido envano.
Tomo su maleta y la lleno poco a poco con su ropa y lo necesario recordando que en cada rincón de ese hogar Sasuke le había hecho el amor diciéndole miles de veces cuanto le amaba, cuanto lo deseaba.
Termino de empacar cuando ya sus ojos después de tanto llorar dolian por el ardor pero no era conveniente quedarse o tomar una siesta para descansar, o esperar a su exnovio para entenderle un poco mejor ¿en que había fallado? ¿Qué le faltaba? ¿Todo fue mentira? Eran las preguntas que deseaba hacerle pero como digo, para Naruto no había retorno a lo que sus ojos habían visto, se dedico a amar a Sasuke, para el no habia alguna otra persona que pudiese tomar su lugar.
Se dirigió a la puerta. Escribió unas tristes palabras para Sasuke y decidió salir de ahí, todo sin mirar atrás, ni al departamento en el que había vivido desde el bachillerato, ni los recuerdos que había formado allí. Ya nada podía valer la pena más que ver hacia adelante y más que nada por él.
Tomo el ascensor, marco el botón de la planta baja y cerró los ojos esperando a que las puertas se cerraran pero eso no paso, Naruto se impaciento y poco a poco se pudo ver el azul de esas orbes que se abrían de par en par, frente a él tenía al Azabache chico mirándole triste, respiraba agitado como si hubiese corrido millas en minutos. Su oscura mirada seguía posada frente a él pero ninguno de los dos hablo. Naruto parpadeo muchas veces ya que sus ojos se empañaron de lágrimas una vez más y se largó a llorar, no cubrió su rostro ni ahogo sus gemidos, lo único que hizo fue preguntarle entre sollozos con una mueca al azabache el porqué de su engaño pero este seguía tieso.
Naruto empujo al otro con fuerza, una, dos, tres veces y más, lo necesario para que el azabache entendiera que lo quería fuera de allí y de su vida también. Este a tropezones cayó de espaldas por la fuerza de chico rubio. Fijo su vista desde el suelo a Naruto y las puertas del elevador se cerraron.
El moreno se quedó en el suelo por un minuto pensando en su vida sin el hiperactivo rubio poseedor de orbes celestes y se desgarro el mismo el alma al saber que no podría. Él no sabía cómo vivir sin los mimos y cariños de este, sin sus charlas, sin su olor, su cuerpo, su piel. Corrió escaleras abajo sin detenerse en ningún momento y cayó al suelo del elevador de ese piso esperando de rodillas el perdón de la persona que estaba próxima a salir.
Pasó mucho y las puertas del elevador no se abrieron más que unos minutos después. Naruto había vuelto al departamento, había tomado la pequeña nota que le dejaba al moreno y salió de allí con ella. Cuando vio al moreno de rodillas solo pudo levantarlo cogiéndolo de un brazo, le alcanzo la nota y le miró fijamente a los ojos para posar un dulce y tierno beso cargado de mucho amor a la frente del azabache que lo recibió haciendo que el shock en su cuerpo le hiciera llorar.
¿Pero que he estado haciendo? Se preguntó el azabache ya que esa no fue la primera vez en que engañaba al rubio. No solo fue Sakura, a lo largo de ese año se acostó con muchas y con muchos.
Vio a un Naruto apacible y calmado dirigirse a la puerta, su cuerpo trato de seguirlo una vez más pero luego de leer aquella nota solo le quedo mirar al suelo para no ver como el rubio se iba de su lado.
Sasuke:
Feliz navidad,
Prepare tu comida preferida y tu regalo esta sobre la cama.
A pesar de todo espero que te guste.
Sasuke se dio la vuelta mirando hacia la puerta principal del edificio y ya no veía esa mata de cabellos dorados.
Tristemente subió al elevador y se dirigió a su departamento. Entro y todo se veía desolado, miro en la cocina y si, su comida preferida estaba cocinada y aún caliente. Todo a la perfección como a él le gustaba. Fue a su habitación y tomo el pequeño regalo entre sus manos, con mucho pesar lo abrió y vio dos aros matrimoniales.
Su corazón bombeo terriblemente y ya no pudo contener mas un llanto ahogado en gritos, lloro por horas y cuando al final se calmó tomo los anillos, los mecio entre sus dedos y los viro viendo que en el interior de ellos había un escrito que en vez de mejorarle le hizo sentir mil veces peor.
Este es amor verdadero. Juntos para siempre Sasuke y Naruto.