"Last Gift"
Mi nombre es Kim Jonghyun y tengo 7 años de edad, estoy estudiando piano, empecé cuando tenia 5 años, aunque al principio me reuse a practicarlo termino gustándome. La suave melodía que provenía de esa enorme caja de madera llegaba a mis oídos como una vibración armoniosa. No solo me tranquilizaba tocar el piano, si no, también me despejaba.
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Un día mi madre llego muy contenta a casa, me baño y me vistió elegante mente, ella se coloco un vestido color aqua que le llegaba por abajo de las rodillas y unas piedras incrustadas al rededor de la cintura, me dijo que unos visitarían unas personas muy importantes para ella y que yo debía de ser educado con ellas.
Paso al rededor de media hora cuando escuchamos el timbre sonar, mi madre se termino de colocar uno de sus pendientes y abrió la puerta recibiendo con una gran sonrisa a los invitados.
Primero entro una señora muy elegante, se veía de la misma edad que mi mamá, traía puesto un vestido largo y amarillo, mi madre se veía muy feliz de verla, mis ojos se abrieron en demasía al ver quien venia detrás de ella. Era un niño, de cabello corto y rubio, tez blanca y lechosa, con unas hermosas chapitas adornando sus mejillas, unos labios carnosos y rosados con forma de corazón, sus ojos fueron lo que mas llamo mi atención, parecían los de un felino, tenia una mirada penetrante que mas que causarme temor me provocaba curiosidad, sus pestañas eran largas y eso hacia resaltar sus ojos de gatito, su estatura era un poco mas baja que la mía, también traía un elegante traje y el pelo un poco despeinado.
El niño se fue acercando lentamente ami. Mi corazón empezó a palpitar rápidamente, era la primera vez que mi corazón hacia eso y me asuste, conforme el iba avanzando yo retrocedía, pero para mi desgracia la pared bloqueo mi paso y el termino de acercarse a mi, extendió su mano y mi corazón se acelero mas, por impulso la empuje y salí corriendo a mi habitación. Me senté en mi cama con la espalda recargada en la pared, trataba de comprender que me estaba pasando.
Soy un niño con una inteligencia mayor que la de los demás niños de mi edad pero esto no lograba entenderlo, estuve cerca de media hora pensando y analizando, ya me dolía la cabeza de tanto estar dándole vueltas al asunto, necesitaba distraerme, despejar me, así que lo que hice fue empezar a tocar el piano una de mis melodías favoritas "Last gift". Mis dedos empezaron a presionar ligeramente las teclas produciendo un sonido delicado, empecé con la tonada envolviéndome en las notas y olvidandome de cualquier otra cosa, al terminar la tonada sentí una mirada penetrante, empecé a inquietarme, levante la vista para ver quien era el que estaba haciendo un hoyo en mi cara, mi corazón casi se para en ese mismo instante, era el niño el que me estaba observando con sus hermosos ojos color chocolate, me levante de mi asiento y camine hacia la entra de de mi habitación,en donde ella estaba asomada y lentamente cerré la puerta para así ya no ver su cara que provocaba una extraña sensación en mi estomago, como si tuviera mariposas adentro de mi. Después de unas horas mi madre vino a reprenderme por el comportamiento que tuve con el hijo de su mejor amiga de la infancia.
Pasaban los días, la amiga de mi madre y su hijo venían a visitarnos a la casa muy seguido. Mi madre y su amiga se la pasaban hablando de los recuerdos que crearon en su infancia y los planes que tienen a futuro, en cambio el hijo de la amiga de mi madre permanecia en silencio, igual que yo. Trataba de mantenerme lo mas alejado posible de ese niño.
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Al paso del tiempo me entere de que el se llamaba Kim Kibum y que es un año menor que yo, va en el mismo colegio que yo ya que mi madre convenció a su amiga de que inscribir a Kibum a mi colegio para que así ellas puedan juntarse mas seguido y que sus hijos convivan mas.
Al principio ya no quería ir al colegio porque sentía que mi corazón explotaría cada vez que veía a Kibum, pero mi madre no entendió mi comporta miento así que hizo caso omiso a mis peticiones de ya no asistir a ese colegio.
Tuve que soportar toda mi primaria estando cerca de el, ya que era como un pequeño gatito asustado dentro de una jaula llena de lobos hambrientos. El llamaba mucho la atención a su alrededor, tanto de mujeres como de hombres, los hombres al verlo caminar moviendo ligeramente las caderas tenían un toque de lujuria en sus ojos y las mujeres le tenían tal envidia de que el fuera mas bonito que una mujer y que llamaba la atención de la mayoría de los hombres, que hasta llegaban a molestarlo, insultandolo y empujándolo. Al ver a ese indefenso gatito recibir las consecuencias de tal belleza que poseía me dedique cuidarlo, me juntaba mas seguido con el para protegerlo.
Al terminar la primaria el tubo que valerse por si mismo ya que yo ya no podía estar con el, después de un tiempo el empezó a juntarse con nuevos compañeros que lo trataban bien y el se veía contento de estar con ellos, uno era un niño mucho mas joven que el, creo que se llamaba Temían y la otra era una niña que se comportaba y vestia como chico, ella si se como se llama, se llama Amber, dicen que ella se parece mucho ami, pero la verdad es que yo no le hallo el parentesco, al ver como el se divertía con ellos una sensacional de vacío se empezó a instalar en mi pecho, sentía que algo me faltaba pero no sabia que era.
En secundaria casi no lo veía ya que ese era mi propósito, tenia miedo de lo que me pasaba cuando estaba cuando veía su rostro de porcelana,cuando escuchaba su voz pausada y aguda o cuando sus hermosos ojos felinos se posaban en mi. Ultimamente el piano se estaba haciendo mas presente en mis actividades diarias , eso calmaba mi corazón.
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Un día mi mamá decidió que debíamos ir a un día de campo con su amiga y su hijo. La idea no me agrado en lo absoluto, no quería estar cerca de Kibum, casi no lo conocía, cuando estuve en la primaria , aunque el estaba pegado ami, apenas si nos hablabamos, siempre era solo un saludo y una despedida.
Cerca del parque en donde nos encontrábamos haciendo el picnick había una tienda de regalos que me llamo la atención, entre al local por curiosidad y empecé a husmear los pequeños recuerdos que se encontraban en venta, pero solo uno logro llamar mi atención, era un pequeño piano de madera de color blanco, con piedritas incrustadas decorando la orilla de la superficie, lo sujete con mis manos para observarlo detenidamente. La voz de una joven me saco de mis pensamientos, parecía ser la persona que atendía.
- Tienes un buen gusto-me alago-ese piano tiene un compartimiento en el inferior -me indico, yo empecé a buscarlo y lo encontré, si jalaba una pequeña pestaña que se encontraba en el inferior del piano salia una pequeña cajita- puedes colocar varias cosas ahí, es un buen sitio para esconder cosas importantes ya que pasa desapercibido.
- Gracias, me llevare este piano- la joven me sonrió y me despeino levemente.
- Eres un buen niño, por eso te dare un descuento-me guiño el ojo.
- Gracias-pague el precio del objeto, con una leve reverencia me despedir y salí del local.
Me fui a sentar cerca de mi mamá y saque el pequeño piano para seguirlo admirando, otra vez sentí esa mirada penetrante que tiempo atrás no sentía, levante la vista para mirar al dueño de esa mirada, era Kibum que me observava fijamente, yo desvié la vista hacia otra dirección, dirigi mi mano a mi pecho y sentí el rápido palpitar de mi corazón. Guarde el piano en mi bolsillo del pantalón y me levante, no quería estar cerca de el.