Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

707 por YasuAmaya

[Reviews - 31]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

A pedido de mis lectoras, me decidí por escribir la continuación de mi fic Best Apart.

 

Sin más, lean y dejen reviews, onegai m(_ _)m

Notas del capitulo:

Yasu Amaya desu!!! Bienvenidas a mi nuevo fic y continuación de Best Apart!!!

M: y feliz navidad!!

T: éste es un regalo de Yasu

Y: así es... Si hay gente nueva leyendo, ellos son mis asistentes: Miku-conciencia y Takuya-sentimientos... Y si hay gente que dejó de leerme y ahora volvió, aquí está Yui, su hija, mi lado maternal XD

Yui: -comiendo pan dulce-

Y: ah... BA parece tan lejano... Me acuerdo cuando escribí el primer capítulo. Era una noche de verano, estaba en la cocina, habiendo terminado de escribir conti de TB, y de pronto me puse a escribir otra cosa... 

M: y no tenías ganas de hacer segunda parte

Y: honestamente, no. Pensé BA para que terminara de la manera en que terminó, con final abierto para que el resto quedara a imaginación de las lectoras... Pero me convencieron de hacer continuación... Estuve más de un año pensando qué hacer, hasta que escribí el primer capitulo y ya tomé una decisión de lo que haré. Desde ya aclaro que no tendrá más de siete capítulos, tal vez sean cinco. 

T: no quiere que se pierda la esencia del fic original

Y: ajam... Daré lo mejor de mí para que no me vuelva a pasar como con... El lluvioso XDDD Eso sí! De TB no me pidan continuación porque no voy a hacerla! XDDD

M: confórmense con el especial de navidad del año pasado

T: pero eso es exclusivo del Yasu-tan

Y: XDDD Bueno... No sé si será necesario leer BA para entender este fic... Aunque yo tuve que hacerlo XDDD

Yui: Yasu, tonta!

Y: qué linda, Yui... En fin... Espero que les guste esta nueva idea!

T: vamos a leer

M: Primer capítulo de 707!!!

-Ya llegué… Takuya.

 

No podía despegar su mirada de esa foto, de sonreír al ver esa imagen de la persona a la que tanto había amado. Su corazón latía apresurado, sentía su cuerpo temblar. “He estado esperando tanto tiempo por esto… Ya estoy aquí… Podremos estar juntos de nuevo”. Dejó el marco con la foto sobre la mesa de donde lo había tomado. Respiró profundo y se desperezó. Al voltearse hacia su izquierda, se encontró con él, su viejo amigo fantasmal.

 

-¡Bou!- exclamó, emocionado y se acercó al rubio, quien parecía haber visto un fantasma que no era él- ¡Tanto tiempo sin vernos! ¿Cómo has estado? No has cambiado nada… Ah… Pero qué tonto soy: estás muerto y no envejeces.- rió. El fantasma no salía de su asombro.

-Eh… ¿Miku?

-Sí. ¿No me reconoces? Ni que hubiera cambiado tanto. Sólo tengo el cabello negro… Hum… ¡No me digas que ya tengo arrugas en la cara!- se llevó ambas manos a su rostro.

-Ah… N-no… Pero… ¿Qué estás haciendo aquí? Creí que estabas en Estados Unidos.

-Así es: estaba. Ya terminé con todo lo que tenía que hacer allí.

-Entonces… ¿te… quedarás aquí?

-Pues… Sí. Aquí es donde vivo… o vivía… o viviré nuevamente a partir de hoy.

-¿Cómo que… vas a vivir aquí?

-Ay, Bou… Pero si yo siempre viví aquí. ¿A dónde quieres que vaya?

-Pero… Pero… Takuya…

-Quiero darle una sorpresa.- dijo emocionado- ¿Dónde está ahora?

-Eh… Trabajando.

-¿En serio? ¿De qué trabaja? ¡Ah, no! Mejor no me digas. Quiero que él me lo cuente todo.- rió.

-Te estás emocionando mucho por ver a Takuya.

-¡Obviamente!- exclamó- Hace siete años que no nos vemos. ¡No sabes lo que me costó estar lejos de él!

-Sí, me imagino… Eh… ¿En serio te quedarás a vivir aquí?

-Ya te dije que sí. ¿Por qué insistes tanto con eso?

-Es que… A lo mejor Takuya no… no quiere.

-¿Crees que se negará a que me quede?

-Pues… No lo sé. Tú mismo lo dijiste, ¿no? Hace siete años que no se ven… Quizás él…

-¿Él ya… no está enamorado de mí?- preguntó con una expresión de preocupación evidente en su rostro.

-Ah, no… Bueno… No lo sé. Takuya estuvo muy mal luego de tu partida. Le costó bastante superarlo.

-Takuya…- apretó los puños- Ya me imaginaba que algo así sucedería…

-¿Y por qué te fuiste entonces?- le preguntó, cruzándose de brazos. El pelinegro suspiró.

-No quiero hablar de eso ahora.- se desperezó- Preferiría darme un baño antes de tocar ciertos temas.- tomó su maleta y bolsos que había dejado en el piso- ¿Mi habitación sigue igual que antes?

-Podría decirse que sí. Takuya no se deshizo de nada.

-Oh, qué bueno.  

 

El pelinegro entró en su vieja habitación. “Está tal cual la recordaba”. Muy bien iluminada, con varios estantes llenos de libros de todo tipo, la cama tendida, y un agradable olor a vainilla; todo ordenado. Dejó sus cosas junto a la puerta, y se tiró de lleno en la cama.

 

-¡Se siente tan bien estar en casa!- daba vueltas sobre el colchón, con los brazos y las piernas estirados- Extrañé tanto mi cama… Eres tan cómoda.- le dijo a su cama- Recuperaré el tiempo perdido contigo y la almohada. Dormiré una semana decorrido.  

 

Se levantó y buscó algo de ropa en su maleta. “Mañana iré de compras. Eché de menos los centros comerciales de Japón tan a la moda”. Con todo listo, se metió en el baño para darse una muy merecida ducha. 

 

-Me sorprende la variedad de productos para el cabello que tiene Takuya… ¡Tal vez sea modelo! ¡Si es tan guapo!- rió- Creo que tengo buen gusto para elegir hombres... Mis únicos dos novios eran tan atractivos…

-¿No tuviste pareja en Estados Unidos?

-¡¡AHHH!!- se colgó de la cortina- ¡¡Bou!! ¡Maldito fantasma, casi me matas del susto!

-Perdón… Dijiste “mis dos únicos novios”.

-Hablaba de Hyde y Takuya.

-¿En serio no tuviste novio?

-Así es.

-¿Y novia?

-¡Menos! Soy gay, ¿lo recuerdas?

-Me sorprendes, Miku.

-¿Por qué?- se puso shampoo en el cabello.

-Conociendo tu pasado oscuro, no creí que pudieras serle fiel a Takuya.

-Takuya y yo no somos novios.

-No, si eso lo tengo bien en claro.

-¿Para qué preguntas?

-Me refiero… a tus sentimientos… Que hayas regresado, significa que…

-Aún lo amo.

-Oh… Eso explica tu-…

-Cállate.

-Ah… Pero…

-Quiero que sea una sorpresa para Takuya.

-Se llevará una enorme sorpresa, sin duda.

-Eso espero.- dijo con una risita.

-Pareces muy feliz.

-¡Lo estoy! Después de tantos años, veré a Takuya de nuevo.- suspiró- Quiero ver en qué clase de hombre maravilloso se ha convertido, recuperar el tiempo que perdimos, contarle todo lo que hice en la NASA, y que él me ponga al tanto de su vida.- Bou lo miraba raro.

-Estás muy cambiado… No habrán experimentado contigo, ¿o sí?

-Ay, claro que no… No pudieron conmigo.

-¿Ah? ¿Qué tanto viste allá? ¿Es como en las películas? ¿Laboratorios secretos y científicos malvados? ¿Secretos de Estado? ¿Mandaste a alguien a dormir con los peces?

-Oye, era ingeniero espacial, no agente de… Información clasificada.

-No, no, no… ¡Ahora me cuentas!

-No puedo hablarte sobre información clasificada. Hice información clasificada. Y si abro la boca, información clasificada.

-¿Quién eres? ¿Mikuru Asahina?

-Ja, ja… Podría decir que conocí a Haruhi Suzumiya en la NASA.

-Oh… ¿Y viste a Yuki Nagato?

-Ja, ja, ja… Bou, eres todo un caso… A los tipos de información clasificada les encantaría conocerte.

-Ah… No entiendo nada. Que se vayan a freír churros.

  

Tras darse una ducha, Miku fue a sentarse en el sofá y mirar algo de televisión, para relajarse un poco. Bou se sentó a su lado, mirándolo intrigado. El pelinegro tenía su mirada fija en el aparato.

 

-¿Qué quieres ahora?- le preguntó al fantasma, sin despegar la vista del televisor.

-No estás muerto.

-¡PFF! ¡Claro que no!

-Tal vez Takuya crea que tú eres yo fingiendo ser tú.

-¿Haces ese tipo de cosas para molestarlo?

-Hum… No, ya hace mucho que no lo hago.

-Cuando me fui, ¿lo hacías?

-Eh… No soy quién para decirte las cosas que hacíamos.- dijo con tono sospechoso.

-¡¿Qué tanto hiciste con Takuya mientras no estuve?!

-¡Soy un fantasma! ¡¿Cómo crees que puedo hacer ese tipo de cosas?!

-¡¿Lo intentaste?!

-No. Estoy muerto, no siento nada.

-¿Y por qué comes?

-¿Ah?

-Te gusta comer naranjas. Si estás muerto, no necesitas comer. ¿Por qué comes entonces?

-Buena pregunta, digna de un genio como tú.

-¿Y?

-No tengo idea.

-No te volveré a dar naranjas.

-Ah… ¿Sabías que los shinigamis comen manzanas?

-Eres el espíritu de un conserje que murió hace años, no eres un shinigami.

-¿Tú qué sabes?

-Mucho. Recuerda que soy un prodigio… Y te gustan las naranjas, no las manzanas.

-Pues cuando estaba vivo también comía manzanas.

-Ve a jugar con tus amigos fantasmas.

-No. Me quedaré aquí a esperar que llegue Takuya.

-¿A qué hora llega?

-Depende.

-¿De qué?

-Eh… De muchas cosas.

-¿Tiene un trabajo muy atareado?

-Sí, bastante.

-Oh…- sonrió tiernamente- Seguro que lo hace muy bien.

 

 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

 

“¡Tardé cuatro horas en ir a comprar los ingredientes para la comida! ¡Las cosas sí que cambiaron mucho en siete años!”. Miku regresaba de hacer las compras para preparar la cena. Le costó un gran esfuerzo lograrlo, puesto que algunos de los negocios que solía frecuentar ya no existían.

 

Al regresar al departamento, se puso a cocinar. “Prepararé mi estofado especial para Takuya”. Estaba muy emocionado por volverlo a ver. Mientras cocinaba, no podía evitar cantar una canción que había compuesto durante una solitaria noche en Estados Unidos, estando tan lejos de su amado. “Quiero cantarla para él, y que me acompañe con su guitarra”. Era tanto lo que quería hacer con Takuya, que no iba a perder más tiempo una vez que lo tuviera enfrente.  

 

Dejó que el estofado se cocinara lentamente, y así fue a desempacar sus cosas. “Aún deben mandarme algunas cajas que dejé allá… Espero que Hyde se acuerde de hacerlo”. Pronto hubo dejado todo bien ordenado. Salió de su cuarto y pensó qué más podría hacer para impresionar a su amado.

 

Preparó la mesa, dejándola muy bonita. La comida estuvo lista a los pocos minutos. “Ahora sólo falta que llegue Takuya”. Su estómago era atacado por los nervios y la emoción al pensar en eso. “¿Qué le voy a decir cuando lo vea?”. Quería que todo fuera perfecto.

 

-¿Estaré presentable así?- miró sus ropas- Quiero que se quede sin habla cuando me vea.

 

Una vez más, regresó a su habitación y se puso a revisar la ropa. Siempre había sido un maniático del estilo, inteligente incluso para la moda.

 

Mientras él estaba en eso, Bou reapareció, cerrando la puerta. El pelinegro lo miró raro. El fantasma tenía una expresión más que rara, logrando llamar más la atención del prodigio.

 

-¿Y ahora qué tienes?

-Eh… Pues… Sólo venía a ver si necesitabas ayuda con tu ropa.

-Ah… No, gracias. Puedo solo con esto.

-¿Seguro?

-Ajá.

-La ropa aquí en Japón es muy distinta a la de Estados Unidos.

-Eso lo sé.

-Por eso, quizás, no estés a la moda ahora.

-Estuve al tanto de eso todo este tiempo. Sé lo que está de moda aquí en Japón.

-Sí… Pero… Eh… Tómate todo el tiempo del mundo en elegir la ropa, no hay apuro.

-Estás muy raro.

-Oh, no… Debe ser tu imaginación… ¿Cómo es que se llama eso que le da a uno por el cambio de horarios?

-¿Jet-lag?

-¡Eso mismo!

-A decir verdad, llegué anoche, y dormí en uno de esos hoteles cápsula en el centro de Tokio.

-¿Y por qué no te quedaste ahí?

-¡Es como estar en un ataúd!

-Tú no sabes lo que eso se siente.

-Me hago una idea.

 

Miku siguió buscando ropa. Bou parecía algo nervioso. Cuando el prodigio no lo veía, atravesó la puerta con la cabeza, para ver al otro lado, y al instante dejó de hacerlo.

 

-Esto no está bien.- dijo.

-¿Qué cosa no está bien?

-N-no… Nada.

-Hum… ¿Qué tal me queda esta ropa?

-Ah… Me gusta… tu camiseta… Blanca y algo holgada… Combina bien con los pantalones negros y las botas… Pero… le falta algo.

-¡Accesorios! Bien pensado.- buscó en uno de sus bolsos- Dejé algunos collares aquí.

-Hazlo tranquilo. Tienes que decidir bien qué accesorios utilizar.

-¡Conejos!

-Oh… Está lindo… Pero… ¿Conejos?

-Sí. Son pareja.- le explicaba mientras se ponía el collar- Y son machos. Siempre juntos.

-Je, je… Qué bien… ¿No tienes sueño? ¿Por qué no duermes un poco?

-Estoy muy despierto.

-Eh… ¡Mira!- señaló hacia atrás del pelinegro.

-¿Ah?- se volteó a ver- ¿Qué cosa?

-Nada.- Miku lo miró con mala cara.

-Y luego yo soy el raro… Seguiremos jugando después, Bou.- caminó hacia la puerta- Debo ir a terminar de preparar todo.

-¡No salgas!

-¿Por qué no?

-P-porque… Hay… ¡Hay un fantasma allí!

-El único fantasma aquí eres tú.

-Pero vas a ver algo horrible si sales.

-He visto cosas horribles en la facultad de medicina. ¿Qué puede ser más horrible que eso?- abrió la puerta.

-Lo que vas a ver ahora.

 

Salió del cuarto. No debió caminar mucho para encontrarse con el peor escenario que vio en toda su vida. “No puede ser”.

 

En el sofá estaba Takuya, pasando un agradable momento. “¿Qué se supone que es esto?”. El apuesto castaño movía ágilmente sus manos para acariciar a su acompañante. “¿Por qué?”. También enredaba sus dedos entre el cabello largo y sedoso de aquella pelinegra. “Una… mujer”. Sus labios, esos labios que alguna vez le pertenecieron solamente al prodigio, eran degustados por aquella fémina. “Takuya… ¿Por qué besas a esta mujer?”. Estaban muy apasionados.  

 

Takuya estaba casi de espaldas a Miku, así que no se había dado cuenta de que este último estaba allí, parado, sin poder moverse ni creer lo que le enseñaban sus ojos marrones. El par de fogosos se separaron a penas unos centímetros para poder respirar.

 

-Ah…- y la pelinegra lo notó- Takuya.

-¿Qué ocurre?

-¿Quién es él?

 

El castaño se volteó a ver. Su corazón casi se detiene al ver a Miku de nuevo. Sus ojos se abrieron de manera exagerada, se quedó sin aliento, y sintió un enorme peso cayéndole encima. “Explícame todo esto, Takuya”. La expresión del mayor, era de evidente dolor. Takuya no pudo soportar eso.

 

Tomó a la mujer de la mano y se puso de pie, haciendo que ella también se levantara del sofá. Rápidamente, salió corriendo del departamento, sin soltar a su acompañante, y cerrando la puerta abruptamente.

 

Las piernas de Miku temblaban, tanto que cayó de rodillas al piso. Tenía un enorme nudo en la garganta, los ojos llorosos, le dolía el pecho y respirar le costaba bastante. Bou, al verlo así, se paró a su lado.

 

-Miku… ¿Estás bien?- no le pudo responder nada- Sé que no te gustó ver eso… Quería decírtelo… pero… no quería lastimarte.

-Él… Él…

-Esa era su novia.

-¿Su… novia?- las lágrimas se desbordaron por sus mejillas.

-Sí… Son novios… hace poco más de seis años.- y eso fue peor.

-Takuya… se olvidó de mí.

Notas finales:

M: Takuyaaaaaaaaa!!!! TOT

T: -w-U

Yui: -le da su chupete a Miku-

M: gracias, hijita ;3;

Y: bueno, qué tal? Les gustó?

T: se ve interesante

M: Miku va a sufrir mucho, como en toooodos tus fics ¬¬

Y: tal vez XD Bueno... Perdón que haya sido muy corto, pero generalmente son así los primeros capítulos de mis fics... Me dejarán reviews??? 

M: sean buenitas con Yasu

Y: bueno... Muchas gracias por haber leído el primer capítulo... La conti vendrá... un día de estos XDDDD Vamos, niños

M: nos leeremos

T: cuídense

Y: bye bye!!!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).