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El es mi hermano. por serchwolf

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Notas del fanfic:

Este fic tenia planeado subirlo el dia 25 de diciembre pero por cuestiones laborales no pude terminarlo a tiempo, asi que inicio el año con este, mas adelante seran subidos a esta cuenta todos mis fics de mi cuenta anterior.

Notas del capitulo:

Este es mi primer fic en esta cuenta, pronto pasare todos los fics de mi cuenta anterior a esta, espero les guste.

El sabia que esas emociones y sentimientos que sentía  cuando estaba cerca de él, incluso también el solo pensar en el estaba mal, Steve Claus se sentía culpable cada vez que pensaba en el, en Arthur  Claus, en su hermano, aquella mañana era una de muchas otras en las que había despertado deseando estar con su hermano de hacerlo suyo, pero a pesar de sentirse mal al imaginarse a su hermano menor de aquella manera, permitía que su imaginación e instintos salieran a flote.

-Esto es estúpido-Dijo Steve entre jadeos-Debo de dejar de hacer esto, el es mi hermano maldita sea.

Steve se encontraba recostado sobre su cama  y limpiándose los restos de semen de entre sus dedos y su abdomen con algunos pañuelos desechables, un minuto después se levanto a darse una ducha.

Aquella serie de sentimientos que tenia hacia Arthur habían aparecido algunas semanas después de la navidad en la que su hermano se había convertido en el nuevo Santa Claus, eran completamente inútiles los intentos que Steve hacia por suprimir aquellos sentimientos ya que cada vez que lo hacía, estos se hacían más fuertes y profundos.

Steve había tardado solo un par de minutos después de bañarse para bajar al comedor con el resto de la familia para desayunar, al estar ahí, saludo a todos pero Arthur se adelanto a su saludo.

-¡Hola Steve, buenos días!-Dijo el joven Santa Claus sonriéndole-¿Dormiste bien?

-¡Ah! Ho…hola Arthur, si, gracias-Respondió Steve algo nervioso y sonrojándose al mismo tiempo.

“Maldita sea, ¿Por qué se ve tan lindo al sonreír? ¡Contrólate Steven, no debo permitir que alguien se dé cuenta” Se riño así mismo, pero a pesar de eso tardo un poco en dejar de mirar a su hermano menor, quien iba vestido con su típico sweater verde, sus jeans y un nuevo par de pantuflas.

-Deja de mirarlo así-Dijo Abue Santa entre risas-Cualquiera puede decir que te gusta.

-¿De qué rayos hablas? Deja de decir tonterías ¿Quieres?-Respondió Steve mientras sus mejillas se enrojecían aun mas.

-Tranquilo, solo es una broma-Exclamo el abuelo riéndose  aun más fuerte.

-Déjame en paz-Respondió Steve.

Según parecía, Arthur ni noto lo que Steve y Abue Santa habían dicho, no le prestó importancia, el esto del desayuno había transcurrido normalmente, salvo que los padres de Steve y Arthur se habían comportado de una manera extraña desde hacía un par de semanas, como si ocultasen algo malo y se sintieran culpables al hacerlo, Steve había tratado de preguntar a su padre lo que ocurría, pero el tan solo respondió que no tenia de que preocuparse y que todo estaría bien, después de eso, Steve no trato de volver a preguntar, pero le daba la impresión de que el tenia algo que ver en ello.

Para tratar de disimular un poco lo afectado que había resultado por las bromas de Abue Santa, Steve tan solo se concentro en su GOZO 3000 haciéndose indiferente a los demás.

-Tenemos una noticia que darles-Dijo Martha Claus al mismo tiempo que daba un codazo a su esposo.

-¿Ah? ¡Oh! Si, eh… Martha y yo hemos decidido tomar unas vacaciones, este… últimamente  hemos estado algo estresados y necesitamos poner nuestras cabezas en orden, así que estaremos fuera este fin de semana.

-¡Genial!-Dijo Arthur emocionado-¿A dónde irán?

-Suponemos que a alguna playa-Respondió Martha Claus-Mientras estemos fuera, Steve estará a cargo de todo.

-¿Qué?-Se quejo Abue Santa-¿Por qué tiene que ser el aburrido de Steve?

-Porque yo soy el más adecuado y responsable de entre tu, Arthur y yo-Respondió Steve sonriendo ligeramente y sin apartar la vista de su GOZO-Hermanito, tu serás el nuevo Santa, pero aun tienes mucho que aprender,  y tu abuelo, no permitiré que lo metas en problemas.

-Bien, ¡Ah! Martha, tenemos que preparar el equipaje-Dijo por ultimo Malcolm Claus para después llevarse a su esposa fuera del comedor.

-¡Estupendo!-Dijo entre dientes Abue Santa-Este será el fin de semana más aburrido de mi vida.

-¡Ah! Yo tengo que revisar algunas nuevas cartas que llegaron, debo irme-Dijo Arthur levantándose de la mesa y dando una pequeña palmada en el hombro a Steve antes de irse.

Steve no pudo evitar sonrojarse levemente, trato de disimularlo mirando hacia otro lado, Abue Santa se había quedado mirándolo fijamente y con una sonrisa picara.

-¿Y bien?-Pregunto el abuelo.

¿Y bien qué?-Dijo Steve de mala gana.

-Ya sabes, de cómo te comportas cuando Arthur esta cerca de ti, ¿Estas enamorado de el?

-¡¿Qué estupideces dices?!-Respondió Steve furioso al mismo tiempo que se levantaba de un salto de su asiento-¡El es mi hermano maldita sea!

-No lo haz negado-Respondió Abue Santa con un tono relajado.

-Solo, ¡Déjame en paz!-Dijo Steve Algo desanimado, para después salir de la habitación.

“Lo sabe, ¿Cómo carajo pudo saberlo?” Se preguntaba Steve dando vueltas en su habitación, preocupándose cada minuto un poco mas al preguntarse si sus padres también lo sabían, y que quizá ese viaje que tomarían tan de repente era para pensar que hacer con la situación. “Lo mejor por el momento es observar su comportamiento”.

El fin de semana había llegado más rápido de lo que Steve había esperado, su padre le había pedido que los llevase en su S-1 a la playa que habían elegido de México.

-Bueno, Steve no estará fuera más que un par de horas, mientras tanto pórtense bien-Dijo Martha Claus a Arthur y al abuelo-Nos veremos el lunes.

-Claro mamá-Dijo Steve sonriéndole y abrazándola- Diviértanse.

-Por supuesto que nos portaremos bien-Dijo Abue Santa sarcásticamente.

Steve se acerco a ellos tratando de no mirar a Arthur, pero el hacerlo le resultaba casi imposible.

-Mamá, hora de irnos-Dijo Steve-Papá ya está dentro del S-1.

-Sí, claro, disculpen a su padre por no despedirse, últimamente ah estado algo distraído, bueno, cuídense.

Arthur y el abuelo solo se quedaron mirando a Steve a Martha abordar el S-1 y como se alejaban a gran velocidad para finalmente desaparecer a lo lejos. Arthur miro a una pequeña morsa en un rincón del hangar, se acerco cuidadosamente a ella y la tomo entre sus brazos.

-Hola pequeña ¿Qué haces aquí? Vamos te llevare afuera.

El solo llevar al pequeño animal afuera no le tomo más que un par de minutos, a su regreso, como siempre, olvido cerrar la puerta de entrada…

Steve no pudo dejar de preguntarse si su padre le diría algo, pero todo el camino ninguno de sus padres le dijo palabra alguna, la tensión que el sentía crecía a cada instante en aquel sofocante silencio que rodeaba todo en puente de control.

-Papá-Dijo Steve rompiendo el silencio-¿Tienes algún problema conmigo? Eh… de cómo me eh comportado últimamente.

-No, no hay problema alguno contigo Steven-Respondió su padre con voz tranquila-Y no eh notado nada extraño en tu comportamiento, no te preocupes, a tu madre y a mi se nos presento un problema que tenemos que resolver cuando regresemos a casa, por el momento, solo queremos relajarnos.

-Está bien-Se limito a decir Steve relajándose al darse cuenta que sus padres no tenían ni la mas mínima sospecha de lo que él sentía hacia su hermano-Llegaremos a nuestro destino en aproximadamente cinco minutos, es hora que se preparen para descender.

-Claro hijo.

Tal y como lo había dicho, llegaron en el tiempo que se había estimado, por las ventanas se podía apreciar el mar, algunas islas no muy lejos de la playa y varias aves surcando el aire, era un ambiente muy agradable. Steve aun se preguntaba a que problema se refería su padre si no era con él. “Lo sabré a su regreso, es inútil que intente obligarlos a decirme”.

-Volveré por ustedes el lunes a las 10 am en este mismo punto, ¿De acuerdo?-Pregunto Steve.

-Si, aquí nos veremos-Confirmo su padre-Cuídate.

-Hasta pronto Steve-Dijo su madre para después descender junto con su esposo con los ganchos a tierra para iniciar sus vacaciones.

Steve regreso al polo norte un poco mas tranquilo y relajado, al solo faltar quince minutos para llegar recibió una transmisión de emergencia de la base de operaciones, era de Peter su asistente.

-¿Qué ocurre Peter?-Pregunto Steve mirando un pequeño monitor que se encontraba a un lado de los mandos principales, donde se mostraba la imagen del duende.

-Es Arthur señor-Comenzó a decir Peter, parecía estresado y muy asustado-Dejo las puertas de entrada abiertas y ah entrado un oso polar.

-Tranquilo, lo arreglaremos…

-¡Tiene acorralado a Arthur, y va a atacarlo!-Lo interrumpió casi gritándole.

Un fuerte escalofrió recorrió el cuerpo de Steve al escuchar a Peter, sus manos comenzaron a sudar y a temblar descontroladamente, “No, por favor, el no” suplico desde lo más profundo de su mente y deseando de la manera más desesperada el estar ahí y salvar a Arthur.

“Soy un idiota, un maldito idiota, si tan solo hubiese recordado cerrar la estúpida puerta, voy morir por mi error” Era lo único que podía pensar el joven Santa mientras levantaba los brazos hacia el oso polar para tratar de tranquilizarlo.

-¡Arthur, haz algo, corre!-Dijo el abuelo quien estaba encima de unas cajas de madera donde momentos antes, Arthur lo había ayudado a subir.

-Tran…tranquilo osito-Dijo Arthur tartamudeando-No…no me comas.

El oso polar lo miraba fijamente mientras gruñía y se acercaba a él con paso lento, Arthur no pudo soportar más y trato de lanzarse a correr, en aquel mismo instante el oso se levanto en dos patas y golpeo con la garra derecha la cabeza del chico, el intenso dolor lo hizo sentirse mareado provocando que perdiera el equilibrio y callera al piso.

-¡Arthur!-Grito Abue Santa sintiéndose un inútil al no poder hacer nada.

El animal se acerco a Arthur para comenzar a morder la yugular  del joven cuando el sonido de los motores del S-1 comenzaron a escucharse distrayendo al oso y haciéndolo dudar de seguir atacando a su presa.

Arthur no había quedado inconsciente del todo cuando recibió el golpe del oso, solo lo había dejado presa de un agudo dolor que le provocaba una fuerte sensación de querer vomitar, sentía el oloroso aliento del animal soplar sobre su cara, “Todo termino” fue lo único que pudo pensar Arthur en aquel instante.

-¡Hey tu!-Alguien grito.

Arthur miro en dirección de donde provenía la voz y se sintió aliviado al darse cuenta de que era su hermano. Steve corría hacia ellos cargando entre sus manos algo que parecía ser un rifle, lo reconoció de inmediato, Steve había trabajado en el desde hacía ya varios meses, disparaba dardos tranquilizantes con un sedante especial para osos polares, nunca lo había probado y no sabía si eso funcionaria.

El oso se lanzo a correr hacia Steve decidido a atacarlo lanzando fuertes gruñidos por cada zancada que daba, Steve también aumento su velocidad mientras se dirigía hacia el animal mientras preparaba el rifle. “Debo estar loco para estar haciendo esto” Pensó Steve la adrenalina y el miedo recorría cada parte de su cuerpo, el rifle casi se le resbalaba de las manos por lo sudorosas que estaban, pero pudo lograr sostenerlo, en el instante en que ambos se encontraban a un metro de distancia uno del otro, Steve se lanzo de clavado hacia un lado girando su cuerpo para caer bocarriba en el suelo, el oso había pasado de largo dándose cuenta de que había perdido su objetivo, giraba su cabeza de un lado a otro para dar con su objetivo hasta encontrarlo, el animal volvió a lanzarse hacia Steve quien ya tenía el rifle preparado y apuntando hacia su cuello esperando el momento adecuado y entonces disparo, el dardo se había introducido limpiamente en su objetivo inyectándole el sedante, Steve se levanto de un salto al percatarse de que el animal no había caído, tomo otro dardo y lo coloco en la cámara de recarga del rifle, disparo nuevamente y el dardo se clavo en su pata derecha, la criatura al fin había cedido a los efectos del tranquilizante, se tambaleo un poco para después caer de golpe al piso.

-Lo logre-Susurro Steve entre jadeos.

Steve se acerco a Arthur y lo ayudo a levantarse, lo reviso cuidadosamente, no había sufrido daños graves, salvo algunos moretones y raspaduras.

-Te pondrás bien hermanito-Dijo Steve mientras lo cargaba entre sus brazos.

Varios duendes se acercaron encabezados por Peter, el asistente de Steve, para ayudarlos.

-Peter, saquen a ese animal de aquí, y ayuden a mi abuelo a bajar de ahí.

-Si señor, enseguida señor-Se limito a decir su asistente.

-¡Estoy bien Steve, gracias por ayudarnos!-Grito el Abue Santa, pero Steve no le prestó la mas mínima atención.

-Te llevare a tu habitación-Dijo Steve a su hermano.

Steve recostó a Arthur sobre su cama, se había quedado dormido durante el corto viaje ya que ninguno de los dos había dicho nada, Steve se sentó sobre el borde de la cama y miro fijamente a su hermano, miro su rostro que era como el de un niño tierno, inocente e indefenso. “Maldita sea, otra vez no”, desde lo más profundo de su ser comenzaron a emerger unas intensas ganas de querer besarlo, intento omitir ese deseo de su cabeza pero fue completamente inútil, su cuerpo lo había traicionado, lentamente dirigió sus labios a lo de Arthur hasta rosarlos tímidamente, dudo un momento por temor a despertarlo pero después de un par de segundos continuo besándolo suavemente.

-¿Steve? ¿Qué haces?

El pánico invadió de golpe a Steve, quien salto de la cama y se alejo un poco, “Soy un perfecto imbécil” pensó Steve.

-Arthur, ah… yo solo… perdóname-Steve intento inventar alguna excusa creíble, pero todos sus intentos fueron inútiles.

-Steve-Dijo Arthur tranquilamente mientras se levantaba de la cama-Yo lo sé, no soy tan tonto como para no darme cuenta.

-¿Lo sabes? ¿Por qué no me lo dijiste?-Pregunto Steve sorprendido-Debes creer que soy un loco depravado.

-No, es que, yo, siento lo mismo que tu.

Steve no podía creer las palabras de su hermano, quizá esto fuese un sueño, “No lo es, los osos no son tan fieros en los sueños, creo” Arthur se acerco lentamente y beso a Steve en el cuello para después pasar a sus labios, Steve se dejo llevar por el momento y comenzó a desvestir lentamente a Arthur quien hacia lo mismo con Steve, hacia un frio increíble, pero el calor de sus cuerpos era suficiente como para olvidarse de el, ambos sabían que lo que hacían estaba mal, que entregarse a sus instintos era algo prohibido, pero aun así, los dos jóvenes disfrutaron de aquel momento que se extendió toda la noche…

Notas finales:

espero les haya agradador, comenten porfa!!!!


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