Laira se congelo en su lugar al oír la voz del príncipe, un joven moreno de ojos violetas, cabello negro trenzado y anillado con sortijas de oro.
_padre, dime que es una broma
La princesa estaba furiosa, sus ojos delataban la ira que su cuerpo maniatado por las formas no se atrevía, el rey desvió la mirada pero no giro el rostro, Adam se mantuvo de pie y sin decir nada, su hermana comprometida? Se supone que ella era la heredera, la gente sabia que era la primogénita, la legitima sucesora del trono de Eternia, si ella se casaba…
_será mejor que, salgan a los jardines, y se conozcan, el día de mañana se anunciara el compromiso, y espero de ambos el recato y la decencia que su posición les requiere.
La reina con el don de mando en la voz, llamó a la calma, el príncipe sujeto el brazo de la princesa y la guio aun como caballero a los patios, el menor de los herederos se quedo clavado al piso esperando a que su hermana saliera de la habitación, buscando la pregunta correcta en su mente.
_por que?
_es necesario
_pero nosotros no necesitamos…
_claro que si Adam, el príncipe es un poderoso aliado militar, no es algo que se hubiera decidido de un día para otro
_pero, yo soy el menor, una alianza política era mas viable conmigo, ella es la heredera.
El moreno rio con ganas, la princesa soltó su agarre con fuerza y miro al sujeto frente a ella, a pesar de toda su mala leche el sujeto era atractivo, y sus ojos eran un digno tesoro genético; aun así ella no podía creer lo que estaba pasando.
_nunca en toda la historia una mujer ah gobernado nada, son demasiado estúpidas para liderar un país.
Extrañamente ninguno de los príncipes supo que esas palabras surgieron de la boca de los dos monarcas al mismo tiempo y con la misma misoginia. Ninguno de los habitantes del castillo ceno esa noche, la princesa se escabullo en medio del claro de luna a la habitación de su hermano, buscando por primera vez la protección de su abrazo.
_son unos idiotas, soy…yo…
_shh, Laira… ya encontraremos una solución
_cual? Si me niego lo único que generare en el reino es caos y guerra, los vecinos viven para la guerra y el pretexto es lo de menos, si se llama a la batalla ellos responden.
_mi padre; mi padre no es la persona que yo creía
_sabes que nadie noble es lo que parece
_oye por que no me llevas mañana a la aldea, tiene mucho que no te acompaño
_la ultima vez la cagaste y nos descubrieron
_prometo esta vez hacerte caso en todo
_si, ahora duérmete.
Esa mañana desayunaron como los príncipes bien educados que eran, guardaron las apariencias y a pesar de su desagrado por la decisión de sus padres no mencionaron nada, el príncipe invitado se postró frente a la princesa admirando sin recato, su rostro y su escote, a pesar de ser una guerrera él sabría doblegar el carácter de la rubia a fin de convertirla en una digna consorte, a final de cuentas en su reino, la poligamia era permitida, ya le gustaría ver a la princesita retozar con su amada Köra, la morena con mas fuego en la sangre de todo el desierto del este.
_saldremos a entrenar
_los acompañare
_no creo que usted quiera…
_claro que si, mi prometida no puede ser rebajada a una guerrera mas, tiene que tener alguien que le cuide las espaldas.
A regañadientes aceptaron la presencia del moreno, una vez armados los dos hermanos se adentraron el la maleza, dejando un rastro de sangre de un trozo de carne que anteriormente les diera una de las cocineras, el príncipe les salió al paso, blandiendo un báculo con el cual pretendía impresionarlos.
_listos
_por lo visto usted si, prometido mío
Rugió la chica con los dientes apretados, el interpelado levanto una ceja en señal de haber captado el sarcasmo y se puso en guardia, golpeando de una al príncipe y atacando a la princesa con todo lo que tenia, ágil como era, esquivo mas de uno de los ataques y con la espada hizo varias fisuras en la estructura del bastón, corrió buscando acogida en los árboles, su mejor lugar de resguardo, siendo estos el sitio perfecto para usar el arco y la flecha, en la carrera emprendida, ella distinguió el destello esmeralda del pelaje de Kringer y supo que tendrían su ayuda.
Sujeto una de las ramas mas bajas mientras el príncipe la golpeaba con la punta de su lanza en la espalda, aun así no se soltó, viendo a su hermano deslizándose ya por la ladera. Sintiendo el aliento de Aidan en la nuca giro el rostro fingiéndose sorprendida.
_bu
Soltó la rama y el príncipe trato de seguirla usando su bastón como garrocha para deslizarse al suelo, gracias a las muescas realizadas en la madera durante los primeros escarceos este se rompió dejando caer al príncipe de lleno sobre su espalda.
_sorpresa
Rio la rubia desde arriba, de otra rama mientras habría los ojos con fingido terror.
_no…no te muevas
_que?
Aidan levanto la vista, encontrando a un enorme tigre de color esmeralda recargado en el tronco de uno de los arboles, aparentemente durmiendo, con una mancha de sangre en el morro y un trozo de carne aun palpitante en su garra.
_yo….voy por ayuda, no te muevas, dicen que estos animales son muy sensibles a cualquier amenaza.
No necesitaban decírselo, en su tierra aun llegaban reportes de g ente atacada por los tigres en las expediciones hechas para la caza del antílope. Trago y no se animo a respirar fuerte, busco con la mirada a la princesa o al príncipe pero no encontró a nadie en su alrededor. En ese preciso momento era solo cuestión de esperar.
Desternillándose de risa los dos príncipes vestidos con la ropa de un campesino se deslizaban colina abajo, en busca de la apacible presencia de aquellos a quienes consideraban verdaderos amigos, a sus súbditos, los aldeanos de Eternia que aunque gente humilde, eran sinceros y alegres dentro de su miseria.
_eh!! Montaraces déjense de tonterías y vengan a ayudarme con las botas de vino
_eh! Como estas?
_bien, apreparándome para recibir a la comitiva del presumido de las arenas.
Laira rio con ganas, de la ocurrencia del vinatero, él la conocía, y sabia que era la princesa como muchos de los aldeanos que gustaban de las visitas de la doncella, a quien trataban menos era al menor de los príncipes ya que lo consideraban demasiado menor para entender las responsabilidades que un leñador, o un pastor tenían sobre sus espaldas.
_que pasa vinatero, tienes mas botas de las acostumbradas?
_el rey me pidió personalmente que sacara de la caba, aquellos odres que enviara preparar hace mas de 10 años cuando se pactara la unión de nuestro reino con el del vecino, pero que me eh olvidado de conservarlos todos y justo ahora tengo que reponerlos con algunos rebajados, si vos sabes a que me refiero.
_no tendrás entre esos odres uno almizclado con belladona?
_lamentablemente no, y siendo todos los odres iguales, me temo que en la confusión puede que sea el rey quien tome el vino especial
El hombre de pronunciada barriga emitió una estertórea carcajada para afirmar lo gracioso de su punto, lo que nunca supo era que a los príncipes les valía poco, si toda la corte se equivocaba de odre. Ayudaron a la colada a una anciana mujer, Adam por fin pudo aprender a usar un martillo de forja y la princesa cargo algunos troncos para el puente que enlazaba el castillo con la aldea, proyecto que llevaba mas de 8 años sin concluir, por que con las lluvias de verano, los avances casi siempre eran arrastrados colina abajo por el rio que de buenas a primeras triplicaba su tamaño y su fuerza.
_esperamos que esta vez, el castillo nos de la oportunidad de terminar este puente
_hagamos lo que se pueda, sin quejarnos, de todas formas el rey nunca baja y el puente lo usa como pretexto para tenernos ocupados y exhaustos
_quizá tengas razón
Pasadas las dos de la tarde, los príncipes volvieron a la montaña, a ese pasaje que los dejaba volver al castillo sin mayores accidentes, Adam, en ese momento pensó que si se quería construir un puente, esa era la zona mas adecuada; arrastraron sus cuerpos por la barranca y llegaron al lugar donde Aidan cayera a custodia de Kringer, el tigre al olfatear su proximidad se había puesto en pie, estirándose y mostrando sus colmillos, de forma “casual”, el príncipe aun despierto lo miraba con algo de reparo y aun así inmóvil, Kinger, olisqueo el aire lamiéndose el morro se acerco al cuerpo ya tullido del moreno.
Un crujir de hojas y una rama rota lo hicieron desistir, el tigre se agazapo lanzándose a la maleza, camuflándose de inmediato.
_lo siento príncipe, pero el general nos retuvo en entrenamiento y Adam había caído por la ladera, tuve que ayudarlo primero
_cuñado, siempre has sido un torpe de primera.
Refunfuño mientras se ponía en pie, para sacudirse el polvo y quejarse por el golpe que horas atrás se diera contra el piso. Durante la cena pregunto al rey si por casualidad era común ver tigres en las orillas del castillo, obteniendo una respuesta inesperada.
_no, los tigres no son comunes de nuestras tierras, si encontrara uno es posible que estuviera muerto de hambre y le atacara de inmediato
_su alteza, puedo sugerir que recuente sus sirvientes
_por que?
_simplemente es una recomendación
_cuanto tiempo planea quedarse, su alteza
_pasado mañana, después de anunciar el compromiso deberé volver a mi patria, estoy seguro que dos semanas bastaran para que su majestad orqueste su traslado a mi tierra con la mejor de las guardias.
_entonces planea unirnos bajo la tradición de su tierra
_por supuesto, es lo que se debe hacer, siendo usted una concubina mas en mi harem
_pense que la categoría seria de esposa
_claro que seria mi esposa, la ventaja es que en mi tierra puedo tener mas de una
Una verdad que la princesa conocía, y a la cual se revelaría, todo mundo daba por sentado su aceptación al sacrificio, pero el general no la había educado para la sumisión, que le perdonaran sus ancestros, que la perdonaran sus padres, que la perdonara Adam, ella lucharía, por que ella era eso: una guerrera, una amazona que no se doblegaba a los pies de nadie.
Dos semanas después, Adam despertaba tras haber dormido en brazos de su hermana, encontrando las almohadas descubiertas y un pergamino en ellas.
“Perdóname Adam, Kringer me mostrara el camino”
Con una sonrisa en la cara miro el trozo de papel esperando que las lagrimas brotaran de sus ojos, pero la espera fue en vano, su pecho se hinchaba con el orgullo; nadie nunca doblegaría a la amazona, eso es lo que ella había proclamado siempre: LA MUERTE ANTES QUE EL DESHONOR.