Capítulo 2 - El Callejón Diagon.
-¿Crees que ha sido una buena idea que se lo llevaran con ellos? -preguntó Sirius a Remus.
-Harry sabe lo que hace, Sirius, el chico no es su padre y no se ha portado mal desde que ha venido aquí -le convencía Remus.
-Harry esta creciendo -admitió Sirius, el castaño lo miró con cariño.
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Dudley miraba con curiosidad todo a su alrededor, miraba los escaparates de las tiendas alucinado y algo ilusionado también.
Harry y Draco habían quedado con sus amigos en el Callejón Diagon para comprar, todos juntos, los materiales para su último año de escuela… el que se suponía sería el más tranquilo, ya que no había amenazas de Voldemort.
Harry miraba de refilón la cara de su primo y no podía evitar soltar alguna risita al ver la cara ilusionada y de bobo que ponía cuando veía cosas moverse solas en los escaparates, y ver las escobas voladoras mostradas allí.
-Esto es increíble ¿en serio voláis con escobas? -preguntó Dudley a su primo y a su prometido.
Éstos asintieron a la vez.
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-Cuando me lo contaste en la carta no sabía si creerte o tomármelo en broma -dijo Ron, viendo como Harry y Draco se acercaban a sus amigos, que estaban todos reunidos ya en frente de Madame Malkin.
Dudley se fijó en todos ellos, pero sobretodo en el pelirrojo.
-¡Tú eres el del coche volador! -exclamó de repente.
Ron frunció el ceño, pero entonces calló; claro, él también estaba allí aquella noche cuando rescataron a Harry de la habitación con barrotes.
-Si, era yo -afirmó el pelirrojo, mirando fijamente al primo de su mejor amigo… había cambiado mucho, si no fuera porque venía con Harry no lo habría reconocido.
-Hola. Yo soy Blaise Zabini, el novio del chico del coche volador -salió Blaise de repente, presentándose al chico.
-Hola, yo soy Dudley Dursley.
-Yo soy Neville Longbottom -se presentó otro chico moreno, algo tímido.
-Yo, Pansy Parkinson -Dudley se fijó en la chica morena, de pelo corto que le había saludado, llevaba una mini falda tejana y una camisa ajustada de color verde, cuello alto.
-Hola, me llamo Theodore Nott -saludó un chico bastante alto y fornido, con voz grave.
-Yo soy Hermione Granger -le saludó una chica de pelo castaño y rizado, recogido en un medio moño.
Dudley iba saludando a todos los que se presentaban. Aparte de esos chicos, se presentaron algunos más; sus nombres: Dean, Seamus Ginny, Luna, Gregory, Vincent… ¡vaya! Pues si que eran gente.
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-¿Entonces no tienes ni idea de las cosas de este mundo? ¿Ni siquiera sabes lo que significa Harry para el mundo mágico? -preguntó alucinada Pansy Parkinson; su primo enrojeció al ver la cara de alucinada que ponía la morena. Todos habían decidido ir a tomar algo al Pub y todos estaban hablando cuando Pansy, interesada, le preguntó a Dudley qué le parecía tener a un primo de héroe… éste, como no tenía ni idea de que hablaba, le dijo que él no sabía nada.
-Pansy, mis tíos odian la magia y Dudley nunca ha tenido curiosidad por este mundo tampoco -le justificó Harry, era mejor no decirles que en realidad Dudley siempre había tenido miedo a la magia.
-Esto es increíble, nosotros estuvimos en una guerra hace cuatro meses y los Muggles no tienen ni idea de que estuvieron en peligro de morir -bufó Pansy indignada.
-Bueno, en sí, este mundo es un secreto, cariño, es normal. Los únicos que sabían de esto eran los padres o familiares que tenían hijos magos -habló Hermione.
-Yo sabía que había una guerra porque lo oí cuando vinieron a buscar a mi primo a mi casa, pero no sé nada más. Mis padres siempre me han inculcado que la magia es mala… -se excusaba Dudley.
-La magia no es mala. Es mala cuando un mago es malo, en sí, es como ser un Muggle malo que ataca y hiere a personas; pues es lo mismo con un mago, lo que pasa es que éste tiene magia, la magia es un don, no una maldición, la persona es quien elije como usarla -hablaba Theodore.
-Harry tiene una magia muy poderosa que pudo utilizar para vencer a Voldemort… más de dos veces, debo añadir -le explicó Draco-. Si no hubiera sido por él, de los que estamos aquí, algunos estaríamos muertos y otros serían esclavos del que fue el Señor Oscuro.
Dudley los escuchaba atentamente a todos, era increíble lo que le decían…. Al cabo del rato, dejaron de hablar de la guerra y le explicaron muchas cosas más, como por ejemplo de un deporte mágico que se llamaba Quiddich.
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-Primero tendríamos que ir a por los libros -les informó Hermione a todos, éstos estuvieron de acuerdo y se dirigieron hacia la librería. Por el camino, Dudley se quedó petrificado al fijarse en un chico viendo el mostrador de una tienda de chucherías. Alterado, Dudley agarró el brazo de su primo, haciendo que éste se parara de golpe y, extrañado, miró a su primo.
-Ha… Harry, ese es… él -Harry fijó su mirada en el niño que Dudley señalaba.
Continuará…
Explicaciones:
Harry y Draco están juntos formalmente desde hace un año, pero a causa de la guerra lo tuvieron que llevar en secreto. Los únicos que lo sabían eran sus amigos más cercanos y, a causa de que se encontraban muchas veces, los demás amigos de Draco y los amigos de Harry se hicieron pareja gracias a esas quedadas, ya que ellos se fueron conociendo también mejor.
Lo que se habla de la guerra, lo que dice Draco sobre que algunos estarían muertos y otros serían sus esclavos va por él…
Voldemort se encaprichó de Draco y quería que el rubio fuera suyo, por eso dijo lo de “sirviente”, que es una forma suave de decirlo porque lo que Voldemort quería era follarse a Draco. Lucius sentó la cabeza y no estuvo dispuesto a entregar de esa manera a su hijo, por eso le pidió a Severus Snape que hablara con Dumbledore y protegiera a su hijo del Señor Oscuro, y a su mujer también. Dumbledore lo hizo y los mandó a Grimmauld Place, que allí fue donde Harry y Draco se enamoraron.
Lucius Malfoy murió en la batalla final a manos de Voldemort, por proteger a Harry Potter en un momento de debilidad.
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