Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ayúdame a no sentirme solo por saga_pau3

[Reviews - 25]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

One piece y todos sus personajes son propiedad de Eichiro Oda.

 

Notas del capitulo:

Bueno... he aquí mi primer fic. Realmente tenía muchas ganas, llevo mucho tiempo escribiendo y no me decidía por publicar pero este año lo he empezado animada asi que espero que disfruten :D 

Los dos años habían pasado. Sí señor. Había conseguido una fuerza y unas nuevas técnicas a gusto del recibidor, iba a patear más culos que ni el propio marimo me podría superar. La vuelta no había sido complicada, con los okama ayudándome, todo había salido perfecto. Estaba deseoso por ver a mis damiselas… Nami-swan y Robin-chuan…

- Oe cocinero, cierra esa boca. Ya tenemos demasiada agua, no queremos tus babas.

- Déjame en paz.

- Prepara algo para mi chica, tiene capricho de un zumo de mandarina.

- ¡Mellorine! Ya voy flor mía…

- No te pases-  el filo de su katana rozaba mi cuello-. Te recuerdo que me pertenece.

- Nami-swan no es de nadie.

- ¡Sanji! ¿Me podrías preparar un zumito?- la diosa peli naranja subió por las escaleras y me dejó observar su belleza. En esos dos años se había convertido en todo una mujer-. Zoro suéltale o te subo las deudas.

- Tsk… Soy tú novio, podrías hacerme un descuento.

- ¡Ja! Ni lo sueñes. Sanji-kun, ¿te ayudo?- su sonrisa me seguía cautivando.

- Como quieras bella dama- le dije canturreando- para mí sería un placer.

- Vamos pues- Zoro echaba humo-. Tranquiiilooo… Eres muy celoso, ¿lo sabías? Sanji-kun ya sabe de quién es mi corazón- nada dolía más que delante de mis narices, Nami abrazase a Zoro y le diera un dulce beso en los labios. Lo único que podía hacer era apartar la mirada y esperar.

- Te quiero Nami.

- Y yo a ti. Sanji te espero en la cocina.

- Vale- le dije lo más alegremente que pude.

- Ya encontraras a alguien cocinero, no te preocupes- me dijo con burla.

- Cállate.

Los dos años habían servido para que Nami y Zoro se diesen cuenta lo mucho que se amaban. Habíamos salido de la isla de las sirenas y ahora íbamos por encima del agua, navegando hacia la próxima isla. Según nuestra preciosa navegante, era una isla pequeña con un agradable sol todos los días. Nos vendría bien un descanso en ese pueblo.
Ahora que todos estábamos de vuelta, el ambiente había mejorado. Me asomé por la barandilla y miré a mi capitán. A pesar de la muerte de Ace, parecía ser el mismo de siempre. Nada más verme, me pidió comida a grito pelado y solo pude sonreír. Como echaba de menos esa voz. Me habría gustado haber estado con él… con mis platos por lo menos, se le habría hecho más ameno. Usopp y Chopper jugaban con él, mientras que Brook tocaba un par de canciones a su alrededor.

- ¡Sanjiiii! ¿Quieres jugar? Hay que quitarle la pelota a Usopp.

- Tengo que trabajar Luffy.

- ¡Solo un poco!

- Que no puedo.

- ¡Será más divertido si bajas!

- Pesado.

- ¡Sanjiii, baja!

- ¡¿Quieres dejar de chillar?!

- ¡Vale pero prométeme que jugaras conmigo!

- Sí sí, como quieras.

- ¡Yupi! Chopper corre corre.

- El próximo nakama espero que sea una niñera con licencia para castigar- me dije a mi mismo soltando un largo suspiro.

Me dirigí a la parte trasera del Sunny a coger las mandarinas, Nami debería estar cansada de esperarme.
Hacía un día espectacular, el sol no podía brillar más. Me apetecía tumbarme en el césped lejos de esos cuatro y echarme una siesta al estilo marimo. Hacía días que no dormía bien. Muchas preguntas rondaba por mi cabeza. Mi sueño de pequeño, aparte de encontrar el All Blue, era poder crear mi propia familia. Hasta hace poco, en mis sueños, mis hijos tenían mucho parecido con Nami y me hacía mucha ilusión poder llegar a enamorarme de ella. Sin comerlo ni beberlo, Zoro se me adelantó y ni idea sobre como cojones la consiguió conquistar. Al final resultó ser más avispado que yo. Irónico la verdad.
Cogí la cesta para meter las mandarinas y llegué al sitio donde estaban plantados los radiantes árboles. No estaba solo, la preciosa arqueóloga descansaba en una tumbona mientras Franky, a su lado, le enseñaba todos los peinados diferentes que podía adoptar su cabello. Robin no podía ensanchar más su sonrisa. Se la veía muy enamorada de ese peli azul. Mi autoestima se vio por los suelos de nuevo. Suspiré mientras empezaba a coger mandarinas. Esos dos fueron la primera pareja oficial de la tripulación, y recé por que fuese la última hasta que llegase mi turno. Nadie me escuchó.

- Cocinero-san, ¿Qué te trae por aquí?- me preguntó lanzándole una mirada socarrona a Franky que había empezado a bailar como loco.

- Voy a prepapar un zumo antes de la comida, ¿quieres mi preciosa Robin-chuan?

- No gracias, me preguntaba si me podrías ayudar a hacer un pastel.

- ¡Por supuesto! ¿Es por algo en especial?

- Sí- soltó una risilla y se acercó para que nadie nos pudiera oír- dentro de una semana es nuestro aniversario y quiero darle una sorpresa a carpintero-san, ¿me ayudarías?

- Ah… claro…- pensaba que simplemente quería pasar tiempo conmigo. Esto de no tener pareja en un sitio donde había más de una era horriblemente insoportable.

- Muchas gracias- dio media vuelta y se quitó la blusa dejando ver un escultural cuerpo. Utilizó sus poderes para fabricarse una tumbona en la que se sentó- Quiero tomar el sol. Carpintero-san, ¿me podrías dar crema?

- ¡SUPER! Robin es la caña.

Antes de que empezaran con la escenita, puse rumbo a la cocina. Como dolía esta soledad. En el Baratie me llevaba a la cama a una señorita por semana mínimo, pero eso no era amor. Todas caían en mis redes y Zeff carcajeaba de mí por ser tan básico. Seguro que el también recurría a sus principios cuando sentía la necesidad, claro si es que algún día había llegado a ser joven.

- Sanji-kun ya es hora.

- ¡Oh lo siento Namicilla!

- Déjate de disculpas y arreando. Luffy va a empezar pedir y no has empezado con la comida- tan mandona como siempre, eso me encantaba de ella-. Dame las mandarinas que las voy pelando, he sacado el exprimidor. Coge un vaso.

- ¡Sí!

No tardamos mucho en hacer los zumos, yo también me anime. Se lo serví en una copa con dos hielos y una sombrillita de color azul como decoración. Recogimos todo entre los dos y se fue de vuelta a su estudio. Miré la hora, no había tiempo que perder. Abrí la despensa y cogí los ingredientes que me hacían falta. Mientras el agua se calentaba, puse la mesa. Iba a preparar una sopa para relamerse la cuchara y de segundo carne con patatas. El postre estaba en el congelador. Aun teniendo la puerta cerrada podía oír los ruidos del exterior pero al cabo de unos minutos, cesaron de repente. Ya se habrían aburrido. La puerta se abrió y miré a ver quién era el osado en entrar en mi reino antes de la comida.

- Luffy… ¿Qué quieres? Todavía no he dado el aviso y tampoco puedo jugar.

- No es eso.

- No puedo jugar, ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?

- Solo quiero estar aquí.

- Ah… vale- nunca había estado en la cocina si no era cosa de la comida. Vi cómo se sentaba en una silla y apoyaba los codos en la mesa. Me di la vuelta para terminar de pelar las patatas pero me sentía observado. Un tanto incómodo con la mirada de mi capitán.

-Sanji.

- ¿Qué?

- ¿Estás bien?

- ¿Por qué preguntas eso?

- Contéstame.

- Sí claro que estoy bien.

- ¿Seguro? Ya no te reconozco. Se te ve apagado.

- Claro que estoy bien. Por fin me he desecho del pesado de Ivankov y estoy con vosotros. ¿Qué más podría pedir?

- Somos tú familia y la familia está para apoyarse, ¿verdad? Nunca faltamos a nuestras promesas. Entonces… ¿estás feliz?

- Pues… sí, ¿tú lo estás?

- También.

- ¿También?- que clase de respuesta era esa. Seguíamos sin mirarnos directamente a los ojos y no podía ver su expresión- ¿Ya no quieres ser rey de los piratas?

- ¡Claro que quiero serlo!- no pude evitar reírme, esa vitalidad sí que era propia de él- ¿Y tú quieres encontrar el All Blue Sanji?

- Sí.

- ¡Dilo con fuerza!

- No seas tonto.

- ¡Dilo!

- Luffy…

- ¡Venga grita!

- ¡Encontraré el All Blue!- gotas de sudor cayeron por mi frente ¿se puede saber que narices estaba haciendo?

- Shishishi… Ahora se te ve con ganas.

Este chaval era increíble, cualquiera se amargaba o aburría con él. ¿Qué había notado que no era el mismo de siempre? Hombre, cambiar había cambiado, hasta en el aspecto físico. Sabía que no era eso a lo que se refería pero…¿en verdad estaba actuando diferente?

- Estos dos años me han servido para darme cuenta de una cosa.

- ¿Eh?- me había parecido oír mal, el tono de Luffy fue apagado. Cosa realmente extraña en él-. ¿Y… de que te has dado cuenta?- eché una pizquita de sal a la sopa y la probé. Perfecta. El capitán no contestaba y un incómodo silencio se apoderó de la cocina. Quise preguntarle de nuevo por si acaso pero decidí dejarle espacio, igual era algo muy personal y me hizo ilusión que contara conmigo para ayudarle.

- Pues, m-me di cu-cue-cuenta d-e…- dijo tartamudeando sin poder confesar. ¿Acaso le había pasado algo grave?- De que no puedo vivir sin ti.

Notas finales:

Espero que de momento :D os haya gustado, ya sé que ha sido poco pero actualizaré tan pronto como pueda, tengo dos examenes T_T agradecería vuestras opiniones ;)

y por casualidad alguien sabe como quitar lo de las series o que no me aparezcan desde un principio¿? 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).