Me encontré con Hanabi en el camino, llevaba unos papeles, creo que eran los exámenes de hace unos días.
-Hola Sasuke
-Hola Hanabi, ¿y esos papeles?
-Son los exámenes de matemáticas de Asuma-sensei
Lo sabía.
-¿Y tú a dónde vas?
-Con la directora Tsunade.
-¿Es de nuevo por lo de Madara? Vamos Sasuke, sabes que eso es…
-Dijiste que me creías.
-Y lo hago, pero no hay pruebas.
-En la mansión Uchiha había…
- Recuerda que hace 10 años en tu casa hubo un incendio, aunque hubiera habido pruebas ya no están.
Suspire, era verdad, cuando era un niño de siete años logre que mis padres me llevaran al parque de diversiones, toda la familia fue y cuando llegamos el templo Uchiha ardía en llamas, solo lo profundo del templo no se salvó.
-En fin, nos vemos Sasuke, si no los llevo pronto Asuma-sensei se enojará.
-Ok, adiós.
-Nos vemos en el almuerzo.
Y así termino mi pequeña conversación, ella es la única que no va por los pasillos gritando mi nombre y tampoco junta la cabeza con otra persona para hablar mal de mí y mi supuesta locura.
Y es así, desde hace algunos años he defendido mi postura de que Madara ayudo a Hashirama a fundar Konoha, pero nadie me cree, solo mis amigos, y eso es algo que tampoco comento en casa.
La verdad, es que yo digo eso porque tengo extraños sueños, si, no soy muy ordinario, mi psicóloga dice que es un don (vieja chiflada), pero algunas veces cuando duermo tengo extraños sueños en los que aparece Hashirama, de cabellos largos y azabaches, y otro tipo de cabellos también negros, largos pero más desordenados… en mis sueños ambos pelean, pero jamás veo el final, me despierto antes. Otras veces los veo hablando de cosas que no recuerdo bien, otras cuando ambos eran más jóvenes e incluso una vez tuve una de cuando ellos eran niños, pero no entiendo que significa.
Los únicos que saben de esto son mis primos y mis mejores amigos, pero no sé qué piensen al respecto.
Ya llegue a la oficina, toco y una voz me da el permiso de entrar. La oficina tiene un diseño sobrio, con su escritorio y cuadros con diplomas y algunos paisajes o cosas así, las ventanas tienen unas persianas de madera muy bonita que no desentonan el color café claro del lugar.
La directora está firmando unos papeles, alza la vista y me ve.
-Tks, ¿otra vez aquí?
-No –digo con sarcasmo, la vieja se enoja, veo la vena de su sien.
-Muy gracioso Uchiha, siéntate.
Me siento, como dije, la mujer tiene unos cincuenta y tantos, pero parece de unos veinte y tantos, su cabellos es rubio largo (atado en dos coletas), sus ojos color miel y su piel es blanca.
-¿Y bien?
-Creo que ya lo sabe.
-Me gustaría que te dirigieras a mí con más respeto.
-Conténtese con que la trate por usted…
o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
-ite
-cuidado, no te muevas.
-Pero Hanabi, no me pongas eso en la herida, duele mucho.
-No seas delicado Sasuke, ya casi termino.
Hanabi me ponía alcohol en las heridas, me duele todo el cuerpo, maldita vieja loca, tiene un maldito temperamento que…
Sonrió con malicia.
-¿Sa-Sasuke? ¿Por qué sonríes así? Me das miedito.
-Hanabi necesito que seas testigo y tomes fotografías de mi cuerpo magullado con tu Black Berry
-¿eh? ¿Por qué?
-voy a demandar a la directora por abuso a menores jajaja…
-u.uU
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Estaba en la cafetería con algunas banditas cubriendo mi rostro, Hanabi me obligo a desistir de que demandara a la vieja violenta, ella también es algo violenta, me pregunto si todas las mujeres lo serán. Ya estuvo, no me casare con mujeres jamás…
-¿Qué te paso Sasuke? –me pregunto Gaara.
-Si, parece que te dieron una paliza una banda de gorilas –dijo mi castaño amigo.
-La verdad, la historia no esta tan alejada de la realidad.
Y le platique lo de la oficina de Tsunade.
-Pero que grosero con la abuela Tsunade.
-Lo dices por que a ti no te muele a golpes Konohamaru.
Él es mi otro mejor amigo, Sarutobi Konohamaru, es compañero de clases de Hanabi, conoce a la directora desde hace muchos años y por tanto le llama abuela, escuche que su padrino es el padre del idiota de Naruto.
-Era de esperarse –dijo Sai con una de sus desesperantes sonrisas.
-¿Por qué? –pregunto Hanabi.
Estabamos todos sentados bajo la sombra de un haya comiendo nuestros obentos.
-Hay que ver a Sasu-chan
-…
-…
-…
-…
-…
-Tiene la menstruación…
Y mientras yo perseguía al imbécil de Sai los demás se reían a carcajadas, kuso.