Capítulo 11: Inmensidad de un pensamiento perdido.
Hoy no te contare con mis palabras la vida de un niño que se ha perdido en su propia locura, de un niño que cayo rendido ante su esquizofrenia, esta vez este relato será contado por las propias palabras de este niño. Amado/a lector/a, te dejo aquí, sigue solo en este cuento hasta el final, no temas por mí que yo volveré, solo aguarda un poco y nuestros caminos volverán a encontrarse. Mientras toma un vaso de agua, acomódate en tu silla y deja que este niño te cuente a través de sus palabras lo que ahora es su vida.
Hasta pronto amigo/a mía/o…
POV Yugi.
Ha comenzado otro día, no veo el cielo desde este cuarto sin ventanas, tan podridamente oscuro y desolado, ¿pero que puedo esperar desde esta pútrida madriguera donde vivo?, relamo mis labios secos, ahí lo saboreo: sangre seca. Sonrío con mucho placer, esta sangre la reconozco donde sea. La sangre de mi sirviente, he despertado con una sonrisa de oreja, no puedo evitar estremecerme cada vez que recuerdo lo de anoche, su sangre goteando como un delicioso manjar agridulce con un irresistible toque amargo. Mis mejillas se enrójense, siento mi respiración algo agitada, un calor que me quema se apodera de mí, un calor que quema lentamente mi alma, quiero sangre.
-aagh…-suelto un pequeño gemido, siento entre mis piernas mucho calor, me siento apretado ahí abajo, miro a mi alrededor y veo que estoy en soledad como siempre, sonrío podré darme algo de placer antes de levantarme de la cama-….mm…-llevo mi mano hacia mi entrepierna y comienzo a apretar y acariciar mi miembro endurecido- aaagh…..aaaaaaaaaagh…….-se siente tan bien, imagino como una gran cantidad de sangre corre por mi cuerpo desnudo, pueda sentirla en mi piel desnuda correr lentamente, ¡¡¡que placer tan toxico y mordido!!! , pero es tan aditivo como cualquier droga, un placer sin comparación alguna.
-AAAAgh….aaaaAAAAGHHHAaaaagh….-no controlo mis gemidos y no deseo hacerlo, deseo disfrutar este momento tan placentero, del placer mordido que me posee no deseo soltarlo, todos nos embriagamos con una droga distinta, para mi esa droga es la sangre roja y oscura, llego a ese punto donde mi cuerpo tiembla, donde mi respiración se vuelve cada vez más corta y donde mis latidos se hacen insoportablemente rápidos.
-A-a-amo…-escucho, esa voz oscura la conozco muy bien, abro mis ojos y lo veo, mi estúpido sirviente sonrojado de oreja a oreja, no lo veo bien pero sé perfectamente que hay una erección en sus pantalones, mi sirviente me mira sin poder creerlo lo que ve mientras yo sonrió con burla, que patético se ve así.
-…. Aagh….dame…aaagh…un minuto….aaagh…-digo entre gemidos, pero la burla no se escaba de mi voz, me acaricio más rápidamente, mis gemidos se vuelven gritos de placer, antes de perder toda cordura veo como ese enfermo sirviente mío se pone rojo completamente y se muerde el labio inferior-….AAAAAAAGHHHH!..AAAAAAAAGH!...- me corro en mis pantalones, que bien se sintió aquello y si le agrego la mirada atónita de mi demonio, creo que nada puede llegar a ser mejor.
-…Amo…-susurra mi sirviente, trata de decir algo el muy estúpido pero no puede, sonrío con burla y me siento en la cama después de recuperar algo de aliento, lo miro divertido, que demonio tan extraño, perturbarse por algo así, ja… no sé si reírme burlonamente o solo mirarlo con sorna- Perdone…. Molestarlo, pero… ya es tarde y debe ir al colegio.
- Pues déjame solo, me has visto hacer algo tan privado y debo de conservar algo de mi privacidad ¿no crees?...-me levanto de mi cama, mis pantalones están abiertos, oh que divertido es ver como se sonroja ese demonio de pacotilla, se puso tan nervioso está temblando y lo veo desde aquí, no me dice nada y sale de aquí casi corriendo cerrando la puerta tras él, puedo apostar todo mi dinero a que va a tocarse en el baño.
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Y hasta ahora mi demonio no me ha visto a los ojos, es divertido y lo disfruto como nadie, pero dejare a ese demonio de lado, cada vez que pienso en el solo puedo reírme con burla. Ya estoy mi clase, el viejo profesor da una clase interminable sobre la cultura maya, me entretengo imaginándolo en medio de un sacrificio maya para el dios del sol, y yo estaría gustoso de ser quien le arrancará el corazón palpitante del pecho, y luego chupar la sangre de este hasta dejar su corazón totalmente seco y arrugado como una pasa, saboreo mis labios pensando en eso y me lleno desdicha al enfrentarme a la realidad de que hay muy pocas posibilidades que eso pase. Pero se vale soñar ¿no es así?
-Yugi…-llama la voz del copo de nieve, volteo y lo miro con indiferencia, me sonríe con inocencia, que dulce niño. La inocencia enmarcada, que belleza debió haber sido para su demonio (creo que se llamaba bakura ¿no?) habérsela quitado en una sola noche sin piedad- ¿hoy comemos juntos?
-Claro…-respondo en voz baja, sonriendo de una manera burlesca, este niño me divierte.
El tiempo pasa muy lento esta mañana o eso es lo que deseo creer, me quedo contemplando el maravilloso cielo de este día, hoy las nubes tienen un toque gris y el cielo se ve casi descolorido, es bellísimo, ante mis ojos veo como el cielo enferma de tristeza y soledad, tal vez con algo de suerte vea cuando estalle en lágrimas armagas, soltando fuertes gritos de agonía disfrazados como truenos, que hagan temblar el suelo que está bajo mis pies. Quizás, solo quizás hoy el cielo ha visto mi corazón y se ha asustado tanto, que ahora le teme la gran soledad que mi ser trae, tal vez por eso las nubes se han vestido de luto, quizás por eso el cielo se ha desanimado y ha dejado que la amargura lo destiñe poco a poco.
El grito de la campana anuncia que el receso ha llegado, copo de nieve se ha levanta y me ha extendido su mano, yo lo miro con algo de indiferencia y finjo una sonrisa amable, tomo con delicadeza su mano pálido y el me arrastra hacia afuera, yo solo encamino mis pies hacia donde él va, mientras mi mirada se pierde en el movimiento circular de sus cabellos blancos, sonrió con cierta sorna y un poco soez, me divierte la inocencia de este niño, me divierte esa sonrisa que finge ser dulce. Me divierte este niño, es mi deseo poder quitarle esa inocencia tan burda, poder quitársela de un solo tajo y quitarle la venda de sus ojos lleno de esperanza para que vean lo podrido de este mundo.
Más mi sonrisa no dura, veo a lo lejos justo en un banco muy alejado de mi monótona escuela, ese niño rubio (creo que se llamaba Joey…o no sé) junto a su demonio de ojos azules, a su lado estaban el demonio de copo de nieve, suspiro obstinado, el día se ha vuelto más largo e insoportable en cuestión de segundos.
-Hola chicos…-saluda alegremente copito de nieve, mientras yo me quedo mirando a los dos demonios y al niño rubio con obvia indiferencia, ellos me miran, el demonio de cabellos blancos me mira con algo de asco, no puedo evitar reírme de esa mirada y sonreír con todas mis ganas, me divierte esas miradas- gracias por venir….
-No fue nada…-responde con un tono falso de amabilidad el rubio, sé que es falso, he usado ese tono durante años con la gente que detesto. Es solo otro maldito niño consentido- hola yugi-kun…
-…Hola “rayito de sol”…-digo con ironía en mis palabras, veo como frunce su seño y mi sonrisa regresa con fuerzas.
-No lo llames así….-dice el demonio de ojos azules mirándome con una mirada llena de frialdad, le devuelvo una mirada de burla haciendo que este se enfureciera, ¡¡oh como amo esto!!
-Hola enano…-me saluda el demonio de pelos blancos con una mirada algo burlesca y un poco divertida ¿te he divertido?, ¿he sido tu payaso esta vez?, oh que desgracia la mía, o mejor dicho la tuya, pues voy a dejar de divertirte ahora mismo querido demonio…
-Hola Hisopo usado…- responde con burla en mis palabras, el demonio de pelo blanco me mira con rabia y desdén, me divierte su ira, son demonios pero no logran hacer que mi ser tiemble.
-Yugi-kun, por favor basta…-me dice copo de nieve tratando de que pare con mis ofensas, oh que tierno intento querido copito, pero te aseguro que esto no va acabarse ahora, no con esas tres miradas de odio sobre mí y menos dejare de burlarme de esas miradas.
-Bueno no me sorprende ese comportamiento de un niño de tan bajos recursos como tú…-dice rayito de sol, sonrío de oreja a oreja, me acerca a él lentamente y el da un paso atrás, su demonio de ojos azules se interpone con una mirada de odio hacia mí…
-No te acerques…
-No se preocupe…-digo con un tono burlesco, sonriendo con todo mi burla- solo quiero que sepa, que si se atreve de burlarse de mi procedencia….una muerte terriblemente dolorosa lo esperara, cuida a tu amo, que ahora yo añoro su sangre, saboreare mis labios cada día esperando que su sangre sea mía….-me burlo con sorna de la cara de rabia que ha puesto ese demonio de ojos azules.
-Yugi-kun…-escucho la voz de copito detrás de mí- pare esto, por favor…
-….-Lo miró, nuevamente mi mirada se vuelve gélida y mi sonrisa se desvanece, me doy vuelta y comienzo a caminar, no luchare más. Dejare todo en paz por hoy, solo por hoy…
-Lárgate cobarde…- o tal vez no, la voz de ese “rayito de sol” hace que cambie mi idea, me volteo mirándolo con rabia, en ese momento un pequeño perrito comienza a ladrarme, miro a esa molesta criatura, oh pobre animal, será mi objeto de amenaza.
-……….-Sonrió de una manera mordida, toma la perro entre mis manos y ante la mirada de ese rubio oxigenado, le rompo el cuello a ese perro, el suelta un larga alarido de dolor, la mirada de ese rubio se llena de pavor, tomo al animal por las patas, y lo alzo, abro dejo mi boca y dejo que la sangre de ese perro caiga en mi boca, la sangre de los animales es dulce, muy dulce.
-Oh por dios…-suelta en un susurro ese rubio, su voz esta aterrorizada, lo sé muy bien, saboreo la sangre de ese perro tan molesto, las gotas de sangre caen rápidamente, manchando mis mejillas y mi nariz, con mi mano aprieto más el cuello de ese perro, haciendo que su sangre salga a chorros, pronto su sangre deja de salir, lo he dejado seco jajajajaja....
Suelto el cadáver de ese perro, fijo mi mirada en ese asqueroso rubio quien me contempla con terror absoluto, ¡¡que divertido ha sido!!, saboreo la sangre de ese perro en mis labios lentamente mientras mi mirada se nubla en un placer intensó, una ganas tremendas de corta su piel me atormenta, me llena de placer el horro de su mirada, no puedo contenerme más y me río, me río con ganas de su horror, ¡¡¡que placer tan intenso!!
-JAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJ!!!...-río, río con fuerza ante las miradas asqueada de los demonios y las mirad de horror de esos niños, me río ante de su temor, de su horror-¡¡¡¡jajajajajajajaja….ja…!!!- un cambio abrupto dejo de reírme y mi cara se torna seria mirando a ese rubio con rabia y odio- vuelvas a burlarte de mí y créeme….que el destino del perro te parecerá piadoso comparado con el tuyo….
Me dio la vuelta, salgo de allí caminando lentamente, dejando en silencio aquel lugar. El timbre anuncia que el receso acabo, cuando entro entró a clases el copito de nieve me mira con susto y algo de remordimiento, no se atreve a verme, sonrío con burla ante eso y paso el resto de clase sonriendo de esa manera mirando hacia afuera de la ventana, tenía razón ha comenzado a llover ya mismo, la lluvia es fuerte e intensa, los truenos retumban en el salón, hacen temblar algunos y yo me contengo las ganas de reír, suena el timbre con fuerza se acabó las clases por hoy, pero cuando iba a levantar, la maldita voz del profesor me detiene.
-Joven Motuo…-me dice el maestro mirándome con indiferencia- usted se queda después de clases….
-De acuerdo…-respondo con rabia, ahora tendré quedarme con este viejo…Esperen, me quedare solo con él, la escuela estará totalmente vacía y de seguro a nadie le importara la vida de este anciano, sonrío con mordidamente mientras relamo mis labios, hoy probare la sangre de un viejo, ¿A qué sabrá?, ¿será distinta?, ¿tendrá una textura diferente?, ¿o tal vez un color más oscuro? , Estoy impaciente. De solo imaginarlo, hace que mi corazón se acelere y mi respiración se acelere un poco, mi sonrisa se amplía aún más cuando notó que el salón se ha quedado completamente vacío y solo quedamos ese anciano y yo.
“….Hoy tu sangre tocara mis labios, hoy tu piel será rebana lentamente y tus ojos quedaran vacíos de toda mi vida, hoy será el día en que me bañe en sangre mientras la lluvia opaca tus gritos….”