Capítulo 17: El gato siendo cazado
-AAAgh… AAAAGHH…-gime con cierta fuerza aquel demonio, mientras era embestido por su amo, el niño sonriendo empujaba su miembro con fuerza en el interior de su demonio, como un gesto algo travieso, junto a su miembro había introdujo un pequeño vibrador redondo, haciendo aún más estrecha la cavidad de su demonio- AAAAGH AMO!..aaaaaghhh!.... usted es tan cruel…. Aaaaagh, ponerme…aaaaaagh eso, fue muy cruel…aaaaaaghhhh….
-Pero vaya que los disfrutas…-susurra el niño sonríe con mucha prepotencia- aagh… te estas poniendo muy estrecho, me correré…-susurra el niño cerrando sus ojos, sin dejar de embestir a su demonio- pero, te hare “sufrir” un poco…-se relame los labios, el niño lo embiste con tal fuerza, que el vibrador se va justamente en la zona donde se encontraba el punto G de su demonio, sumándole las increíblemente fuertes embestidas de del no tan pequeño, el demonio comenzó a delirar.
-AAAAAAAAAAAAAAAAGH, AAAAAAAAAAAAAAAGH!...AAAAAAAAAAMOOOO!..AAAAAMOOOOO!...-grita con voz placentera, sin aviso se corre con fuerza manchado las sabanas la cama, poco después siente el semen caliente de su amo derramarse en su interior- aaaghh…-gime al sentir aquel semen tan caliente correr por sus muslos, siente como su amo saca su miembro, sin decir nada se acuesta a su lado y se duerme. El demonio hace un pequeño esfuerza y saca el vibrador (que aun vibraba) de su interior, ese ser cayo rendido en la cama, se dispuso a mirar a su amo, el cual se encontraba totalmente dormido.
-Amo…-susurra el demonio- se ve tan hermoso así…-se sonroja y con la punta de sus dedos acaricia las mejillas de su amo, con cuidado arropa el cuerpo de yugi muy cuidadosamente, luego toma del suelo la camisa manga larga de botones color blanco de su amo. Le quedaba muy pequeña, tanto que las mangas le llegaban a los codos y los botones no le abrochaban, no le importo, le importaba la hermosa fragancia de su amo que desprendía esa camisa.
¿Cómo había terminado en la cama de su amo, “haciéndolo” tan salvajemente?, oh pues su querido y amado amo lo “castigo” por haber destrozado la casa. Su amo, era lo que más le obsesionaba, estaba completamente “enamorado” de él, bueno no sé si enamorado sea la palabra indicada. Pero en fin, el punto es que el demonio no vivía sin su amado amo. Por eso se enfureció tanto cuando un notó en la camisa del niño (que ahora llevaba puesta) un olor muy distinto al suyo. Un perfume, un perfume de mujer.
-Una mujer…-susurra aquel demonio con rabia y desdén- ¡¡una mujer!!- aprieta los puños, hasta hacerlos sangrar, hizo rechinar sus dientes y miro a su amo con mucho enojo- ¿¿¿acaso una mujer le complace más que yo en la cama, acaso necesito pechos para excitarle o es acaso que quiere tener hijos??? –lágrimas, si… lágrimas de rabia bajaban por sus mejillas- ¿¿¿¿acaso valgo tan poco para usted???....
Más el niño no decía nada, estaba profundamente dormido, el demonio se acercó a él y puso sus manos alrededor del cuello de su amo, como si fueses a ahorcarlo, pero sin hacer presión, mientras lágrimas de rabia y frustración bajaban lentamente de sus mejillas, mirando con el ceño fruncido al niño que dormía bajo de él.
-¿No lo ve?...-susurra el demonio mientras hace algo de presión haciendo que yugi se remueve un poco- ¿No ve cuanto lo amo, no ve que lo amo sinceramente y usted me trata como mierda?...-dice con los dientes apretados- ¡¡¡¡acaso tengo que serle más benevolente y obediente para que me trate como se debe!!!...-el demonio deja de apretar el cuello de niño, dejando marcas rojas en él, no muy notorias, ese ser se acuesta en el pecho de su amo, acurrucándose en él, llorando de rabia- Amo Yugi, te amo… te amo no quiero que me trate así…o sino…
Tendré que matarlo…
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El psiquiatra no conocía el nombre de su paciente, no conocía nada más que el expediente del mismo, nunca había visto su imagen, solo conocía su historia. Y con solo saber eso, era suficiente para obsesionarlo, para hacerlo caer en un abismo de casi locura, no lo conocía, ni siquiera le habían dado una foto, solo conocía la enfermedad que perseguía a su paciente sin nombre. Intento averiguar su nombre, claro que lo hizo. Pero nadie le dio razón de nada, parecía que ese paciente que tanto le obsesionaba…
-No existe...- susurra aquel psiquiatra mientras apretaba en sus dientes la colilla de su cigarro sin encender, aquel psiquiatra se mueve de un lado a otro, impaciente y frustrado- ¿Cómo alguien con su caso no tiene registros?...-se preguntan, mientras su televisión que se mantenía prendida, dio el anuncio: “Se ha determinado que un asesino en serie anda libre por las calles, se le aconseja que tenga cuidado ya que no salga a horas muy alta de la noche…”
-Agh…-suspira quejándose y sin prestar atención al aviso del tv, lo apaga con el control, para luego lanzarlo lejos- tomare aire fresco…-susurra el psiquiatra, aplasta con su pie el cigarro que tenía en su boca, sin decir nada sale de su consultorio muy lentamente.
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Era de mañana, la luz del sol llegaba a todos los rincones de la ciudad, pero sus rayos no alcanzaron a un rincón de está, un pequeño callejón, cuyas paredes estaban manchadas de sangre, en el suelo cubierto de una manta azul estaba en un cadáver femenino. Una joven de cabellos castaños y ojos azules, con su cuello cortado de lado a lado, sus brazos rotos en 4 partes, sus piernas dobladas en posiciones realmente sorprendes, aquella joven no parecía una joven, parecía una muñeca de trapo arroyada por un camión.
El detective pegasus miraba la lona azul fríamente, no le perturbaba la escena, había visto muchas escenas así, los psicópatas no eran algo nuevo. Lo que lo perturbo muy profundamente fue encontrar en el cuerpo de la joven una nota escrita con su propia sangre las siguientes palabras:….
“Me divierte observarte…”
Mientras los investigadores y policías rodeaban la escena, el detective se mantenía pensativo, pesando metódicamente todo lo sucedido, una pregunta llego a su mente. Una pregunta que le helo los huesos, trago en seco y miro hacia la nada.
-¿Me he vuelto su presa…?-susurra en voz baja.
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El niño abre los ojos lentamente, se encuentra solo. Se levanta de la cama, se arregla los pantalones y va hacia su baño. Mas una mirada insistente obliga a detenerse, se voltea tranquilamente y ahí lo mira, su demonio sentado en una silla, mirando a su amo con mucha frialdad y de una manera bastante metódica.
-¿Qué sucede?...-susurra el niño.
-¿Con quién…?...-se levanta- ¿Con quién me engañas?...