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Trato Demoniaco por himeko-san

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Notas del capitulo:

He aqui el final..

siento que voy a llorar..;w;

...muchas gracias por todo..

por sus comentarios, por sus animos..

por todo..

..... Muchas gracias..

Disfruten el final...

Hasta al proxima..^^

Capítulo 24: ¿Es el comienzo?... (PARTE 2, ¡FINAL!)

-¿Yami, que haces aquí?...-pregunta el niño, levantándose. Camina unos pasos y se pone frente al demonio. Miro sus ojos rojos como la primera vez, los miro con curiosidad y asombro, los miro como si fuesen una joya única. Poso su mano en la mejilla fría de su demonio y le dedico una última sonrisa- ¿Por qué te aferras tanto a mí a pesar de todo lo te he hecho?...

-Amo, se lo suplico…-el demonio comenzó a derramar lágrimas de angustia-Recuérdeme, recuerde quien soy…-suplica el demonio llorando lágrimas de sangre, mientras tomaba con cuidado el rostro del niño-Ya es momento para que despierte de este largo sueño, por favor… habrá los ojos…

-¿Abrir los ojos?...-el niño levanta una ceja confundido mirando al demonio, totalmente extrañado ante sus palabras-¿Qué quieres decir?

-Amo… Todo es una ilusión, nada de lo que usted cree o piensa que es, en verdad paso. Todo ha sido producto de su mente desvariada, todo fue un simple sueño que duro varios años…

Abre tus ojos….

El demonio coloco sus manos en la cabeza del niño. Se miraron a los ojos, los ojos del demonio brillan en un color rojo sangre. Ante los ojos del niño, todo se vuelve negro,  el suelo y las paredes a su alrededor se desvanecen, siente su cuerpo totalmente ligero y se deja caer a un abismo de oscuridad infinita.

Ante sus ojos fragmentos de recuerdos se amontonan en el vació de aquella oscuridad infinita….

……

Se ve a un niño, pequeño de cabellos cortos, de tres colores diferentes, sentado en el suelo de un  bosque frondoso. Aquel pequeño niño no parecía mayor de cinco años, tenía unos preciosos ojos amatistas como joyas, esos ojos mostraban alegría. El pequeño jugaban con algo entre sus manos, ese algo lo tenía entretenido. Tanto que soltaba una que otra vez una risa inocente.

-Yugi…-Llama una mujer, hermosa y alta, de cabellos negros y hermosos ojos amatistas parecidos a los ojos del pequeño. Aquella bella mujer se acerca al pequeño niño y se pone a su lado, se arrodilla justo a su lado y pone delicadamente su mano en el hombro de aquel pequeño niño- Hijo, ¿Qué haces aquí, con que juegas?....

-¡Mira mami!...-Dice el niño de manera animada, mientras le muestra a su madre que tenía oculto entre sus manos. Era nada manos que el cadáver de una pobre ardilla con el cuello dislocado. Las manos del pequeño estaban manchadas de la sangre de ese animal, por lo cual se sobre entendía que el niño había sido el responsable-¿Acaso no  es bonito?...- La madre del pequeño se horrorizo enormemente al ver lo que había hecho su niño. Rápidamente su mirada de horror fue cambiada a una de rabia y enojo. Toma con fuerza las manos del niño, arrebatándole aquel animal muerto de las manos de su hijo.

-¡¡¡MAL NIÑO, ESO NO HACE!!!-grita esa mujer fuera de sí. Comenzó a pegar al niño con violencia e ira desmedida. El niño lloraba y suplicaba a su madre detenerse, pero la mujer no escuchaba nada. Solo golpeaba el niño con fuerza, hasta que sus propias manos dolieron.

¡¡¡Mami, para por favor… seré buen niño, seré un buen niño!!!

….

La voz de aquel pequeño niño se hace lejana. Aquel recuerdo se hace borroso y desaparece lentamente. Vuelve aquel vació lleno de oscuridad infinita, aun lo lejos se escuchaba el llanto desesperado de ese niño, que suplicaba que su madre se detuviera. No recordaba aquel momento, de hecho había olvidado el rostro de su madre, no tuvo tiempo de analizar nada, pues del vació llego otro recuerdo, como si fuese un rayo de luz en media de tanta oscuridad.

….

Era el mismo niño de antes, pero un poco más crecido y con el pelo más largo. Se encontraba sentado contra una pared, abrazado a sus piernas fuertemente. Sollozando con fuerza, tenía moretones en varias zonas de su cuerpo. Aquel día ese niño había sido brutalmente golpeado por sus compañeros. No fue a su casa, aún tenía su uniforme escolar, estaba en las afueras de un viejo parque, llorando amargamente en soledad.

-¿Por qué lloras?...-escucha la voz de un niño, ese voz tenía algo raro. Como un acento, un acento impropio del lugar donde vivía. El niño levanto su mirada para encontrar a otro chiquillo como él. De su misma edad, de piel morena como la tierra, ojos rojos como la sangre  y como él tenía varios moretones en su piel- ¿Por qué lloras, pequeño?...-Vuelve a preguntar, con ese acento tan particular para el niño.

-Unos niños…-susurra el pequeño mirándolo fijamente al niño moreno-Me pegaron, por ser distinto a ellos….

-¿A ti también?...-Pregunta aquel niño pelirrojo, mientras se sienta a su lado regalándole una suave sonrisa de tristeza-a mí  me paso igual, me pegaron por hablar de manera extraña. Me decían que era un rarito y que debía de volver a mi país….

-¿De qué país vienes?...-le pregunta el chiquillo, sonriendo cálidamente  viendo al chico de ojos rojos.

-Soy egipcio, vengo del Cairo…-el pequeño moreno sonríe suavemente mirando al chiquillo- ¿Dónde estudias?...

-En la primaria de Domino…-susurra suavemente el niño.

-¡Yo igual!...-le dice animado el pequeño moreno sonriendo muy cálidamente-¿en qué sección estas?

-En la B…

-Yo estoy en la A, pero… Hare que me cambien de sección, para estar contigo…-dice el moreno sonriendo tomando suavemente la mano del pequeño de ojos amatistas, sorprendiéndolo- Me llamo Atem, ¿Cómo te llamas tú?...

-Yugi…-susurra aquel pequeño niño, mirando sorprendido a su compañero.

-Bueno Yugi, desde hoy somos amigos…-dice animado- ¡No vamos a estar solos nunca más!..

-¿Es… una promesa?...-susurra el chiquillo con voz temerosa.

-Es mi promesa…-se acerca y besa su mejilla- y nunca voy a romperla…-dice con aire tierno, ambos niños entrelazan sus dedos con la mano del contrario. Ambos aprietan su agarre suavemente. Desde ese día esos pequeños se volvieron amigos. No importa cuando golpes ellos llevaran, no importaban ya los abusos, ahora no serían tan dolorosos…

Porque tendrían a alguien con quien compartir ese dolor…

Ya no estaban solos…

……

Como el recuerdo anterior. Este desaparece lentamente hasta perderse  en la oscuridad inmensa de aquel lugar tan oscuro. Se sentía confundido, temeroso y muy extrañado, no recordaba nada. Todo lo que veía era nuevo para él y eso le daba mucho miedo porque sabía nada aún, su cuerpo estaba pesado y sentía como caía lentamente en una realidad que el desconocía. Como si estuviese despertando de un sueño muy largo, muy pero muy largo. Ante el aparece otro recuerdo, ahora más claro que los anteriores, un recuerdo más tangible.

….

Se muestra un cuarto pequeño. Con una cama, dos taburetes y un closet. Con solo una ventana a un lado de la cama. Los mismo niños de antes, pero ahora no eran niños. Sinos dos adolescentes  ambos de quince y dieciseis años respectivamente, el chico de ojos amatistas era un año menor que aquel moreno. Ambos chicos estaban en la cama, el egipcio estaba encima del menor, haciéndole cosquillas. Ambos reían animadamente, aquello era uno de los pocos momentos de paz que ambos tenían en el infierno que eran sus vidas.

-¡¡Yugi, que sensible eres!!-Decía animadamente el chico de ojos rojos, mientras le hacía cosquillas al su amigo menor.

-¡¡Para jajajaja Atem jajajajaja!!-ríe animadamente, retorciéndose de la risa-¡¡Basta, jajajajajajajaja!!!!

-¡Yugi!-dice el moreno sonriendo, se detiene bruscamente y lentamente se acerca al rostro del niño, quedando muy cerca uno del otro-Yugi…-se acerca otro poco, junto sus labios con los del aquel chiquillo. Fue un beso inocente, un beso simple y castro. El menor, lentamente se abraza al moreno. Lentamente enredando sus brazos en la nuca de aquel moreno. Después de un momento se separaron, mirándose a los ojos fijamente.

-Te amo…-susurra aquel chiquillo.

-Y yo a ti…-le responde el moreno, se volvieron a besar. Ahora de maneras más apasionada. Una cosa lleva a la otra, sus cuerpo llamaban la piel del contrario,  sus cuerpos se acercaron más y más. El moreno se deshace de su propia camisa, tirándola lejos y vuelve a besar los labios de su pequeño, metiendo suavemente sus manos bajo la camisa de su chiquillo. El chiquillo abre tímidamente sus piernas y las enreda en las caderas del mayor. Justo en ese momento, se abre la puerta del cuarto del menor, era nada menos que su padre y madre que habían regresado temprano del trabajo.

-¡¡¡MALDITO!!!...-dice fuertemente la voz de su padre, el chiquillo se aparta rápidamente del moreno, quien solo podía mirar sorprendido a los padres de su amado chiquillo. Todo sucedió en apenas un intervalo de tiempo,  el padre del chico menor se acercó al moreno, lo toma por los cabellos y comienza a sacudirlo,  dándole repetidos golpes en el vientre y estómago. La madre del chico se mantenía atrás, recostada en el marco de la puerta, sin hacer o decir algo. Dejando que su esposo

-¡PAPA, DEJALO EL NO TIENE LA CULPA DE NADA!-el chico sujeta el brazo de su padre deteniéndolo, su padre suelta a Atem tumbándolo  en el suelo. Se voltea y toma a su hija del cuello.

-¡¡¡TU NO ERES MI HIJO!!!-aquel hombre que llamaba padre, lo tomo fuertemente del cuello y lo tumbo en el suelo, comenzó a pisotearlo con fuerza, cegado por su propio odio.

-¡¡¡DETENTE PAPÁ, DETENTE!!!...-gritaba el chico, llorando de dolor.

-¡¡¡SUELTELO!!!-grita el moreno, jala la camisa de aquel hombre y  lo aleja de menor.

-¡¡NO ME TOQUES!!- aquel hombre, saca de su bolcillo una navaja afilada, sin pensarlo la sumerge en el hombro del moreno, provocando un grito de dolor de parte de él.

-¡¡AAAAHHH!!...

-Atem…-susurra el niño, mientras derramaba un par de lágrimas. Algo en su mente se distorsiono por completo. Todo se volvió un mar negro, ya no sentía su cuerpo ni sus acciones. Pareciera que todo iba a en cámara lenta. Como si su alma hubiese dejado su cuerpo solo durante un tiempo. El chico se levanta lentamente del suelo, jala a su padre por los hombros y después de forcejear un poco, el chico le rebata la navaja de las manos. Sin ni siquiera mirarlo a los ojos, el chico comenzó a apuñarla  a su padre repetidas veces en el estómago. Sangre caía de la boca de su padre, su cara, sus manos todo su cuerpo se llenó de la sangre de su padre, fue un momento de total desconcierto. Tanto como el moreno que veía incrédulo como su chiquillo mataba  a sangre fría a su padre frente a él como para la madre del chico, la cual ahoga gritos de horror. Como si un hechizo se rompiera, el niño suelta a su padre y este cae muerto al suelo. Lo había apuñalado más de 15 veces, lentamente curva en sus labios una sonrisa en verdad demencial y se voltea mirando a su madre.

Ella trato de huir, más el menor fue más rápido y la atrapo, jalando sus cabellos fuertemente tiro su cabeza para atrás y con la misma navaja con la cual mato a su padre, corto el cuello de su madre de tajo, de lado a lado.  Cortando de manera limpia su cuello, la dejo caer y pronto el suelo comenzó a llenarse de aquel liquido rojo carmín, el chico río como todo desquiciado y sin piedad comenzó a pisotear fuertemente el cuerpo de la fue alguna vez su madre. El moreno después de salir del shock,  se levantó lentamente, su hombro sangraba por la herido causada por el padre del chico. Pero eso parecía ser el menor de sus problemas ahora. El moreno se colocó tras el chico y con suavidad lo abraza por detrás, fuertemente ocultando su cara en su espalda.

-Yugi…-susurra-detente…-aprieta más su abrazo, el chico como por arte de magia se detiene, se queda quieto y suelta suavemente su navaja, la cual cae lentamente al suelo. El niño comienza  a llorar en silencio, mirando lo que había hecho.

-Los mate, Los mate….-susurra el niño, llorando-Soy un monstruo…

-¡No, no lo eres!...-lo voltea y lo sujeta por los hombros-Yugi, tu no mataste a nadie…-susurra suavemente el chico moreno mientras acaricia suavemente las mejillas de su amante- Ellos no están muerto, solo te han abandonado… se han ido para siempre y te han dejado conmigo…-el chico se separa de yugi, va hacia la cama y toma dos mantas, con una tapa el cuerpo del padre y con la otra el cuerpo de la madre, vuelve acercase al chico sonriéndole-¿Ves?, no están…-dice tratándolo de convencer-ellos te han abandonado, tú no has hecho nada…

-Ellos…-susurra el chico mirando al moreno- me…abandonaron….

-Sí, eso es…-sonríe el moreno-Te abandonaron, te abandonaron yugi… repítelo, repítelo otra vez…

-Mis padres me abandonaron, mis padres me abandonaron, mis padres me abandonaron, mis padres me abandonaron…

-Eso yugi, no se te olvide… -el moreno lo abraza suavemente, ocultando la cabeza del niño en su pecho- No se te olvide…

-¿Soy un buen niño, Atem?...-susurra el niño aferrándose a la camisa del moreno.

-Sí lo eres yugi, eres un buen niño… un buen niño….

….

Atem… ese nombre, ¿Quién era el?, en sus recuerdos parecía que lo amaba y que ese tal Atem lo amaba a él, ¿Quién era, porque no podía recordarlo?, todo era tan confuso. Pero había algo en ese Atem que le parecía familiar, como si ya lo hubiese visto antes. Su demonio llego a su memoria, pronto su mente comenzó a compararlos encontrando varias similitudes. Sería que Atem era su….

Otro recuerdo se materializo frente a él…

….

Esa sensación se hizo más fuerte con el tiempo. El chico de ojos amatistas se encontraba en el baño de chicos, parado frente al espejo sosteniendo entre sus manos una navaja. Ya no aguantaba los abusos, algo en su interior le gritaba que pusiera fin a todo lo que rodeaba, que hiciera pagar a todos los que le habían hecho mal. Apretó con más fuerza la vestidura de la navaja, mordió suavemente sus labios y miro con rabia el reflejo del espejo frente a él. Tenía ojeras enormes, su piel estaba mortalmente pálida y sus cabellos largos hasta la cadera estaban desordenados y enredados.

-hoy le pondré fin a todo…-susurra el niño mirando con rabia su reflejo, se da la vuelta y lentamente sale de aquel baño. Aun sujetando con fuerza la navaja, ese día acabaría con todo y todos…

….

El treinta y uno de Marzo de 2003, Domino City sufrió una de sus mayores tragedias. Un estudiante de la preparatorio de Domino había asesinado a sangre fría a 18 de sus compañeros y había herido a otros 20. Solo usando una navaja vieja y todo lo que se pusiera encima.  Aquel estudiante  responsable de todo, se llamaba Yugi Motuo, tenía apenas quince años de edad. El joven fue llevado ante la policía y lo diagnosticaron con esquizofrenia y otros trastornos mentales, fue la sensación en las noticias. Noticias que Atem escucho.

El moreno quedo deshecho por completo, lágrimas de angustia caían de sus  ojos mientras escuchaba las noticias de la tarde. “Joven estudiante mato a 18 de sus compañeros, será encerrado en una institución mental por un tiempo indefinido. Se cree que no tiene remedio…”

¿Tiempo indefinido?, eso sonaba a nunca. Nunca volvería a ver a su chiquillo, nunca…

Estaría solo de nuevo…

Solo…

…Solo…

……..

¡¡¡SOLO!!!

No toleraba esas palabras, no iba a volver a quedarse solo nuevamente. Desesperado el moreno se levantó de su sofá. Por suerte  su Padre no estaba, fue al despacho de su padre, con cuidado abrió uno de los cajones de su escritorio y saco de una pequeña caja de madera una pistola. Lloraba agónicamente, de una manera silenciosa. Mordió suavemente sus labios de pura tristeza.

-Yugi… no puedo vivir sin ti…-susurra el chico llorando angustiosamente apretando el arma entre sus manos-¡¡¡YUGI, NO ME DEJES SOLO!!!-grita el moreno, tomando su arma y la coloca a un lado de su cabeza. No lo pensó, solo jalo del tillo. El martillo golpeo contra la bala y esta se disparó. Atravesando su cabeza sin ningún problema. Dejando un enorme manchón de sangre en la pared y en el suelo. Su cuerpo cayó pesado en el suelo, con sus ojos abiertos de par en par. Y en sus mejillas caían las últimas lágrimas de tristeza.

…..

-¿Atem… donde estás?...-susurra aquel chico mirando el techo gris de su celda. Había pasado un día allí y aun su amado atem no lo visitaba, lloraba en silencio. ¿Por qué ahora él lo dejaba solo?, en eso escucho las voces de dos policías. Los presto atención cuando escucho el nombre de su novio en su conversación.

“Hoy ha sido un día de tragedias, ese loco mato a esos alumnos y luego, un chico del mismo instituto, ¿Cómo se llamaba….? ¡Si, ya me acorde!, se llamaba Atem Hatalili o algo así. En fin, ese pobre muchacho se suicidó… de seguro entre las victimas estaba su novia…”

….

….

¿Se…. Suicidó?...

El chico se levanta de su cama, quedo en silencio un largo rato y luego… comenzó a gritar con fuerza, a gritar con locura y dolor en su voz. Gritaba lleno de ira y de impotencia. Su voz sonaba aguda y taladrante, tanto que uno de los policías tuvo que ir a su celda para calmarlo, pero no importa cuánto reclamara ese oficial, el chico seguía gritando y gritando. Harto de su comportamiento el oficial entro en la celda del chico levantando su cachiporra para golpear al joven, pero este antes de que lo golpeara tomo su cachiporra, miro con rabia al oficial y se la arrebato. Antes de que el policía sacara su arma, el chico había comenzó a golpearlo en la cabeza repetidas veces, hasta que pudo romperlo el cráneo. Pero no se detuvo allí. Siguió  golpeando su cabeza hasta volverla solo musculo y hueso. Tal y como empezó se detuvo. Respiro hondo y luego tomo las ropas del policía, lo desvistió por completo y luego se las coloco encima. Toma su largo cabello y se lo amarro improvisadamente,  para luego colocarle la gorra del policía, miro hacia los lados, nadie lo había visto. Salió de su celda y muy tranquilamente salió de la jefatura de policía.

Para cuando descubrieron su ausencia ya era bastante tarde. El chico estaba en lo profundo del bosque, se había quitado el uniforme ajeno. Solo se quedó con los pantalones, con el cierre y el botón del pantalón abiertos. No tenía camisa puesta y andaba descalzo. Llego a parar en un viejo edificio abandonado, sin muchos problemas entro en él. Camino por un viejo pasillo y llego a una habitación,  se metió en ella y se sentó en medio del cuarto, tapo su rostro con sus manos y comenzó a llorar agónicamente, con fuerza y dolor.

¡¡¡Atem, no me dejes aquí solo…!!!

….

La oscuridad se desvanece seguidamente con el recuerdo. Estaba de nuevo en aquel teatro,  el fuego estaba consumiendo los últimos cuerpos,  el techo estaba lleno de humo y hollín. Estaba aún frente a su demonio, el cual lo miraba con lágrimas rojas cayendo de sus ojos. Ahora todo cobraba sentido. Todo había sido un largo sueño, miro a un lado de él y se vio reflejado en una espejo de utilería. No era un niño, era hombre alto, pálido y lleno de ojeras, cabello largo hasta la cadera. Tenía una camisa blanca rota y unos pantalones negros sucios, en sus brazos tenía varias cicatrices y en su cara también. Volvió a mirar a su demonio, el cual solo lo miraba en silencio con una mirada de súplica.

-Es cierto…-susurra el hombre mirando al demonio sonriendo tristemente-Solo he estado soñando…-el niño cae de rodillas y toce un poco, el humo comenzaba afectarle-Yami…-mira a su demonio- no… tú no eres Yami, tú eres Atem…-el hombre sonríe muy tiernamente mirando a su demonio-mi amado Atem…

-Amo…-susurra el demonio, cayendo de rodillas frente a yugi, con cuidado lo abraza suavemente. Acurrucándolo entre sus brazos-Por fin, por fin me has recordado… mi Yugi….-susurra aquel demonio abrazando más fuerte a quien fue alguna vez su chiquillo.

El hombre se acurruca en el pecho de su demonio como alguna vez lo hizo en el pasado, cerró suavemente sus ojos y toce un poco fuerte. Su mirada se desvanecía, estaba llegando lentamente su final-Atem…-susurra el hombre acurrucado en sus brazos-lamento haberte recordado solo al final…-el hombre vuelve  a toser fuertemente, aferrándose más a su demonio con fuerza.

-No…no, yugi no….-susurra el demonio abrazando más fuerte a yugi, llorando sangre-¡¡no te vayas otra vez!!...-dice suplicando el demonio, el hombre sonríe tristemente  aferrándose con fuerza a su demonio-no, por favor…

-Sabía que hoy sería mi fin, pero estoy tan feliz…-susurra el hombre, mientras lentamente se desvanecía-por que comparto mi final contigo, mi amado Atem….-el hombre va cerrando los ojos lentamente-…Gracias….-susurra el hombre derramando una lágrimas, mientras cierra sus ojos lentamente.

-Yugi… Yugi… Yugi….

….

¡¡¡YUGI!!!

Se oye el grito de dolor de un demonio que se volvió un rugido de dolor, el demonio se aferró con fuerza al cuerpo de su antiguo amo, mientras su grito se volvía un fuerte rugido de ira y tristeza combinadas. A lo lejos se oye un fuerte golpe en las puertas del teatro, las cuales se abren  con fuerza, rompiendo el silencio, las llamas se despliegan con fuerza y humo se escapa lentamente por las puertas. Mientras el demonio rugía derramando lágrimas de sangre que se resbalaban por sus mejillas y cae en el cuerpo de su amado.

….

….

….

Escucha un sonido a lo lejos, que se va acercando. Era un “bit” repetitivo, el cual se hacía cada vez más cercano. Lentamente abre los ojos y una fuerte luz entra en ellos, haciendo que los volviera a  cerrar por un minuto, luego vuelve abrirlos lentamente, miro con atención el lugar donde estaba, era un cuarto blanco, en su totalidad, estaba acostado en una cama blanca, trato de moverse y vio que estaba atado por unos cinturones de cuero marrón. Tenía una máscara respiratoria, estaba confundido. ¿Qué había pasado, donde estaba y porque estaba allí?...

Miro como alguien entraba a su cuarto. Eran dos mujeres, al parecer enfermeras. Ellas no se habían dado cuenta de que él estaba despierto. Presto atención a lo que ellas conversaban mientras colocaban algunos objetos que no supo que eran. “Es una lástima…” escucha como dice una de las enfermeras “Los bomberos solo pudieron salvar a tres personas. ¡¡Había cincuenta personas en ese teatro, entre ellas niños pequeños!!!...”dice la enfermera horrorizada “Lo bueno es que la policía atrapo a este maniaco homicida…” la enfermera la mira de reojo “ahora pagara por lo que hizo….”

 

…..

El psiquiatra se sienta frente a su escritorio, saca de su bolcillo una grabadora y la enciende, aclara un poco su voz y comienza a hablar.

-Soy el psiquiatra Marcos Leandras,  psiquiatra oficial del joven Yugi Motuo. Este joven se escapó a los 15 de la jefatura de policía de Domino City, hace más de diez años después de haber cometido un genocidio entre sus compañeros. Este joven presenta desde la niñez problemas  esquizofrénicos y psicopáticos que jamás fueron tratados por sus padres. Se cree que también es responsable de la muerte de sus padres, cuyos cadáveres fueron encontrados en su casa poco después de haber cometido el crimen en su escuela. El joven Motuo estuvo prófugo durante diez años, oculto en un viejo psiquiátrico abandonado en lo profundo del bosque de Domino City.  Durante este periodo de tiempo el joven Motuo sufrió una “regresión” de su  pasado o eso pude entender en la breve entrevista que tuve con él hace unos días, en donde su mente creo la ilusión de que él volvía a ser un niño, pero ahora siendo atormentado por un “demonio” de nombre Yami. Creo que este demonio fue besado en su viejo amigo de la infancia Atem Hatalili, el cual murió a causa de un disparo que el mismo se provocó. También se imaginó otros tres demonios cuyos “atormentados” eran niños, cuyos nombres eran Ryou, Joey y Malik. Los demonios no existieron, pero los nombres de los niños que él se imaginó eran nombres de algunas víctimas que asesino en su escuela hace diez años. El paciente está hospitalizado en el hospital de Domino City desde hace tres días desde que fue descubierto en el teatro escolar de Domino. Será llevado hoy a instituto mental y estará allí por tiempo indefinido…

El psicólogo se levanta suavemente, toma su grabadora y la apaga. Se acomoda las ropas,  toma su portafolio y guarda su grabadora en su bolcillo, deja su oficina en silencio y se va de allí sin decir ni una palabra más.

…..

Miraba el techo blanco de la habitación del hospital, no tenía puesta esa molesta mascara respiratoria, pero seguía atado a la cama. Habían pasado tres días, tres largos días. El hombre suspiro largamente, ese día lo llevarían a una institución psiquiátrica por “tiempo indefinido” , para él… eso sonaba a jamás. No le sorprendía tanto terminar así, en verdad que no. Desde pequeño sabía que su final no iba a ser bueno. Miro como una enfermera entro a su cuarto. Una linda chica rubia, esa enfermera toma algunas sabanas que estaban en una mesita junto a él, la chica le dedica una fugaz mirada, nada más. Parecía que él no estaba ahí para ella. Eso ya era normal para él, todos en aquel hospital lo miraban con temor y odio. Estaba acostumbrado ya, solo esperaba el momento de poder irse, irse lejos de ese hospital para ser encerrado en otro lugar aún peor. Mira a la chica la cual estaba parada delante de  las cortinas de la única ventana de ese cuarto. El hombre sé quedó mirando aquellas cortinas y pudo reconocer algo en ellas.  

La enfermera por simple casualidad miro por otro breve segundo al hombre, pero su mirada quedo fija en el al ver que él tenía una sonrisa en sus labios, una sonrisa en verdad tranquila e infantil. La enferme quedo totalmente extraña ante eso, después de pensarlo un rato, la chico decidió preguntarle…

-Disculpa…-susurra- ¿Por qué sonríes?....

-…-El hombre hace más amplia su sonrisa, después de un rato de silencio le responde cortésmente a la enfermera.

…Atem me ha dicho que soy un buen niño….

…..

En una casa cualquiera, de una familia cualquiera. Un padre enciende el televisor justo en el canal de noticias. La reportera daba un anunció de último minuto…

“Noticia de último minuto: Paciente con trastornos mentales se ha escapado del hospital de Domino City. En su escape mato a dos doctores e hirió de muerte a una enfermera. La enfermera sobreviviente antes de ser atendida declaro lo siguiente… “Alguien lo ayudo… alguien le quito las ataduras que lo mantenían en la cama…” explica la enfermera herida. Aunque las cámaras de seguridad mostraron al paciente escapar solo del hospital. La policía investiga, se aconseja a todos los ciudadanos no salir de sus casa a partir de las nueve de la noche y mantener las puertas y ventanas bien cerradas, el fugitivo es peligroso y se piensa que está armado. Más información al regreso...”

 

…..Fin....

 

 

 

 

 

 

 

Epilogo.

Fragmentos de Recuerdos.

Dos jóvenes se encontraba sentados bajo la sombra de un árbol, estaban en medio del bosque de Domino, solos en total tranquilidad. El menor que poseía ojos amatistas tenía en su regazo acostado a un chico de cabellos rojizos y de piel morena, el menor lo miraba con cariño mientras acariciaba sus cabellos tiernamente. En ese momento una idea pasa por la cabeza del menor y este muestra algo de tristeza en su mirada.

-Atem…-susurra el menor viéndolo sin dejar de acariciar sus cabellos.

-mmm…-el moreno abre sus ojos viéndolo-¿pasa algo yugi?....

-Si un día yo muriera o desapareciera para siempre…-susurra-¿Qué harías tú?...

-Me mataría…-susurra tranquilamente el moreno mirándolo a los ojos-una vida sin ti, no vale la pena vivirla…

-¿Y si tu murieras?...-susurra el niño devolviéndole la mirada.

-¿Si yo muriera?, bueno…-piensa un rato el moreno y luego sonríe-Pues, iría al infierno y hablaría con el diablo, por el tiempo que sea necesario para poder ser uno de sus demonios y volver a aquí, para buscarte….-le sonríe suavemente- Así tu solo tendrías que esperarme un poco…

-Jajaja…-el menor ríe un poco-que cosas tan raras dices…-el menor se acerca  a sus labios lentamente-Pero si es así…yo…-susurra cerca de los labios del moreno- yo te esperare…-besa suavemente los labios del mayor cerrando con cuidado sus ojos.

 

Fin… 

Notas finales:

MUCHAS GRACIAS POR HABER LEIDO HASTA AQUI...

..MUCHAS GRACIAS !

...nos leemos pronto..owo...

hasta la proxima...

byeeee


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