Capitulo 5: Agonía eterna.
En la oscura profundidad de su pequeño cuarto baño, la perilla de la puerta se movía y se movía, el demonio estaba por entrar. Una agonía comenzó a apoderarse de él, esa agonía propia que uno siente cuando se está en total oscuridad y no sabes que hay oculta en ella. Esa bendita agonía que estaba consumiendo su alma y que cada vez más se carcomía su ser dejándolo solo en su miserable tormento.
-Amo…-llama el demonio detrás de la puerta, sin dejar de mover la perilla incesantemente- Abra la puerta…-el tono de voz del demonio era suplicante- Amo, ¿he hecho algo malo?, ¿he sido un mal sirviente?- el ser deja de gira la perilla y ahora comienza a rasguñar la puerta fuertemente- lo siento, lo siento, lo siento, lo siento…-repetía el demonio con un voz aguda y algo infantil.
El chico solo se quedó sentado en aquel rincón oscuro, aun abrazado a sus piernas, temblando en silencio, mirando la puerta con temor, el terror brillaba en sus iris amatistas, el demonio seguía rasguñando la puerta, con cada minuto los rasguños eran más fuertes, la puerta comenzó a temblar por la fuerza de los rasguños. El chico rezaba para que el demonio no el entrara, pero él sabía que tarde o temprano ese ser iba a entrar, aun así guarda la falsa esperanza, de que tal vez y solo tal vez, no lograría entrar.
-¡AMO!- grita el demonio fuera de sí, dejo de rasguñar la puerta para poder patearla y golpearla repetidas veces, las bisagras de la puerta temblaban, hasta el punto de que estas comenzaron a agrietarse- ¡¡USTED ES TAN CRUEL, MUY CRUEL, ES UN MAL AGRADECIDO!!!-Los gritos del demonio retumbaban en toda su casa, la voz aguda de ese demonio, esa voz chillante taladraba los oídos de él chico.
-¡¡HAGO TODO POR USTED!!- esa voz chillona y taladrante resonaba en el pequeño cuarto- ¡¡ES UN MAL AGRADECIDO!!- la puerta temblaba a causa de los golpes, se agrietaba cada vez más, el pequeño se abrazaba más a sí mismo, tratando de ser más pequeño, mas menudo, para estar lo más lejos de la puerta. Las bisagras estaban a punto de ceder ante los golpes del demonio.
-“Estas a punto de morir” – resuena la voz chillona en la cabeza del pequeño- “Morirás tan a patéticamente, tu vida ha sido un desperdicio…”
No… no ahora-susurra el niño mientras se tapa los oídos- no, no, no…-repite una y otra vez mientras la puerta seguía retumbando, la oscuridad se distorsiona ante él, caras desfiguradas nacen de la nada, caras que lo atormentaban y aterrorizaban. Parecía que el sonido de los golpes se hacían cada vez más lejanos, pero la voz aguda del demonio aun estaba presente y cada vez se hacía más fuerte.
-¡¡¡AMO ABRÁ LA PUERTA, AMO ABRÁ YA MISMO!!!- la puerta comenzó a romperse-¡¡¡¡AMOO ABRÁ YAAAAAA!!!! –grita el demonio, comenzó a patear la puerta, la puerta estaba completamente agrietada, pedazos de madera comenzaron a volar por el baño, algunos pedazos rosaron la piel delicada del pequeño, pero él no se percató de esto. Las voces de su cabeza, las caras desfiguradas, los gritos del demonio, lo llevaban a un abismo de locura. El hilo de su cordura se estaba deshilachando poco a poco.
Él estaba colgando en la nada, a punto de caer en un gran abismo sin fin, en un abismo de locura, los sonidos se consumían, dejando un profundo hueco en el vacío, las voces del demonio y las de sus cabezas se combinan en sus oídos. Se vuelven gruñidos feroces en su mente. Las caras deformadas comienzan a gritar alaridos, se encontraba en el punto donde parecía caer a la nada, ya el hilo que lo mantenía cuerdo se había roto, su cuerpo estaba gritando piedad, su alma estaba quebrada, la puerta estaba a punto de ceder, ya no quedaba nada en su mente, solo la profunda sensación de que se estaba perdiendo en un mar oscuro de locura.
-Ayuda…-pide el pequeño en un susurro- ayuda por favor… - la puerta finalmente cede, el demonio corre hacia el chico, lo agarra por el cuello y lo eleva, poniéndolo contra la pared, apretando cada vez más su cuello, el chico estaba perdido en su mente, no sentía las manos es tdel demonio en su cuello, solo se guiaba por las ilusiones que sus ojos mostraban ante él. Los gritos agudos esas caras no lo dejaban escuchar nada y las voces de su mente se burlaban de él y de su desgraciada suerte.
-Es un mal agradecido amo, es un bastardo sin igual…-dice el demoniaco ser mientras apretaba más el cuello del chico-¿hago todo por usted y así me agradece??-la mirada del demonio se volvía cada vez más maniaca y macabra, miraba al pequeño como si fuese su presa- es tan cruel, muy cruel… - el demonio apretaba sus dientes de la rabia- ¡¡¿¿amo no va
Decir nada, acaso no va hacer nada por su vida??!!-aprieta más su cuello-¡¡¡DIGA ALGO AMO!!!
-….- El pequeño estaba sumido en lo más profundo de su propia mente, no sentía nada, no veía nada más que sus propias ilusiones, no escuchaba nada más que los gritos y voces de su propia mente, perdido en su locura, sumergido en su propio dolor, comenzó a sollozar con fuerza, sus ojos cristalinos por las lágrimas miran hacia el demonio, pero su mente le hizo pensar que era otra cara deformada más- Perdóname…- suplica el chico a esa “cara deformada”- Perdóname, te lo suplico.... Perdona ser tan miserable, perdona mi alma inservible…-su voz se quebrada totalmente-perdóname…
-Amo…-el demonio comienza a soltar el cuello del pequeño- sabía que usted no era un mal agradecido…-el demonio sonríe con un aire victorioso- claro que lo perdono…-deja el cuello del pequeño y acto seguido abrazo al chico, poniéndolo contra su pecho, sus brazo helados como el hielo cubren el pequeño cuerpo del chico.
-....-El chico no sintió los brazos del demonio, solo pudo sentir como toda su mente se quebraba en pedazos, el pequeño cierra los ojos lentamente, cae inconsciente en los congelados brazos del demoniaco ser.