Capitulo 2: Voces agudas.
-Es un placer volver a verte de nuevo, parece que te ha gustado este relato. Me alegro, tenia muchas ganas de contar esto, ¿sabes? querido/a amigo/a hay muy pocos dispuestos a escuchar. La mayoría de los humanos hemos olvidado el arte de escuchar, ahora solo nos concentramos en nosotros mismos, viviendo la vida como si no fueses acabarse nunca, olvidando errores en vez de enfrentarlos. Lo lamento, me he ido por las ramas. ¿En donde quedamos la última vez?....
Ah si...
Mientras la lluvia derramaba sus lagrimas sobre su piel inmaculada y pálida, dejando un rastro hecho con sangre, arrastraba a ese extraño y peculiar ser. Era pesado, no era un chico muy fuerte, le costaba mucho llevar ese cuerpo tan pesado. Su espalda dolía y sus piernas le suplicaban que dejara a ese "estorbo", pero el se negaba abandonar a ese ser. No podía dejar a una "persona" (o eso pensaba que era) herida en la calle y menos bajo esa tormenta tan fuerte. Cada minuto que pasaba la lluvia se volvía mas violenta, Los rayos iluminaban su rostro empapado.
Como una ilusión, el chico noto a lo lejos su casa, una sonrisa sincera nace de sus labios tan finos como hojas de papel, tan delicados también, agarra fuerte al ser que llevaba arrastrando hace rato- Ya pronto estarás bien- dice la voz del chico, comenzó a caminar mas rápidamente, sus piernas gritaban del dolor, igualmente su espalda. El juraba que podía sentir como su espalda poco a poco se rompía a la mitad, más no se detuvo y siguió caminado mas rápidamente. Llego a la puerta de su casa, con el ruido de un fuerte trueno abre la puerta y se mete junto con su invitado tan peculiar, el chico da los últimos pasos y deja el pesado cuerpo en el sofá de su sala de estar.
Miro al suelo y ve que había un camino de sangre que comenzaba en su puerta y terminaba en su sofá, sin peder tiempo, fue hasta el baño y saco su botiquín para emergencias. Llego nuevamente con el ser que ahora reposaba en su sofá, con cuidado de no lastimarlo le quita el manto negro que cubría su cuerpo. El chico se quedo mirando al extraño sin apartar su vista de el. Tres grades heridas cercenaban la carne del pecho, aun abiertas emanaban una gran cantidad de sangre, pero eso no fue lo que llamo la atención del pequeño. Claro que no.
Su apariencia solo era descrita por una palabra: Bizarro.
Sus cabello era negro azabache, pero en las puntas eran rojo escarlata y algunos mechones de su pollina eran rubios, solo unos cuentos, no demasiados. su piel era Mortalmente pálida, hasta podría decirse que era de un color gris, debajo de las tres heridas se veía difícilmente un pentagrama de una estrella de 5 puntos, con algunas palabras ilegibles por la sangre de sus heridas, sus labios eran negros completamente, parecían estar pintados, pero no... los labios de ese ser eran negros naturalmente. Las uñas de sus manos eran negras en un tono grísea ció, eran tan largas que superaban el tamaño de sus propios dedos, y hablando de sus dedos, estos eran largos y huesudos.
Una apariencia.... que para un niño como el, era sumamente bizarra y extraña.
Ahora te hago esta pregunta querido/a amigo/a, dime, si fueras un niño como el (que por cierto, jamás te dije su edad, ¿verdad?, pues tiene apenas 12 años) y a esa edad tan temprana, vieras alguien así frente a ti, dime.... ¿esa imagen no se quedaría en tus recuerdos?, por que siendo honesto, a mi si se me quedaría grabado en la mente haberme encontrado a alguien así. lo recordaría siempre, justo antes de dormir, en una noche muy oscura o cuando cae una gran tormenta, a imagen de alguien así de bizarro vendría a mis recuerdos, formando una imagen en mis pupilas, como una pesadilla que se niega a ser olvidada. Bueno, déjeme estas cosas de lado, prosigamos con el relato ¿vale?...
Se quedo en shock durante unos segundos muy largos, pero luego pudo salir de su estado, para luego comenzar a curar las heridas de ese hombre, pues si, aquel ser tan raro resultaba ser un hombre, uno muy delgado y algo demacrado. Le costo mucho parar el flujo de sangre, uso varias toallas para detener el sangrando, pero cada vez que lo intentaba, más sangre salía. Luego de varios intentos, puedo por fin logra controlar la sangre. Con varias gasas de presión, envuelve el pecho de ese hombre, cuidado que sus heridas no empeoren.
Estas heridas...-dice el chico mientras termina de vendarlo- parecen las marcas de unas garras muy grandes...-ríe ante su propio comentario- pero, ¿que cosas digo?, no puede existir algo con garras tan grandes...-el chico guarda la cosas que había utilizado dentro del botiquín, mira detrás de el y ve los 6 o 7 pañuelos que utilizo para controlar el flujo de sangre, todos pintados de rojo completamente, resoplo un poco cansado y cerro los ojos- luego tendré que lavarlos muy bien...
Mira nuevamente al ser que estaba en su sofá, ahora va notando que ese ser estaba completamente desnudo, nada cubría su cuerpo, solo el manto negro tapaba su intimidad pues el pequeño solo habia descubierto el pecho de ese ser. Un poco sonrojado, se va de la sala, deja el botiquín en el baño y se dirige a su cuarto. Saca de su armario un par de sabanas y de su cama saca una almohada. Regresa con el extraño, cierra sus ojos con fuerza, con un color rosado pintado en sus mejillas de porcelana, quita por completo el manto negro que lo cubría y enseguida lo arropa con las sabanas de su cuarto, seguidamente pone debajo de la cabeza del "invitado" su almohada.
Listo...-musita el niño mirando a su "invitado" por así decirlo- espero se mejore-sonríe con honestidad, ahora ya sacado de su principal preocupación, comienza a ser conciente de su alrededor. su casa, era pequeño por fuera, pero muy grande por dentro (o eso es lo que sentía), su casa era silencios y oscura, solo había una ventada en toda su casa y nunca entraba mucho sol por ahí. Su "hogar" (si así podía llamar a ese nido de desesperación donde vivía) era un lugar tan pesado, que a veces y solo a veces le costaba respirar.
Centra su vista nuevamente en el extraño, justamente en su rostro dormido, tenia una expresión muy tranquila y llena de paz, el silencio de su "hogar" le permitía escucha solo 3 cosas: su respiración, la respiración del extraño y las gotas de lluvia que chocaban en su techo. se quedo mirando el rostro de ese ser un largo rato, solo mirándolo.
Se ve...-dice en un murmullo- Muy tranquilo....
"Si tienes razón..." Dice una voz que proviene desde lo profundo de la cabeza del chico, una voz aguda, chillona, muy molesta al oído.
"Tan tranquilo..." dice esa misma voz chillona "Que no sentirá si le rebanas el cuello ahora..."
El chico se asusta y su piel empalidece, su mirada comienza a recorrer cada rincón de su casa, las paredes ante sus ojos se movían, ese lugar a cada segundo se volvía mas grande, mas oscuro, mas silencioso. Comenzó a desesperarse, el pequeño puso las manos en sus orejas tratando de que ningún sonido entrara en ellas. una gota de sudor atravesó su frente, mientras su piel entera comenzaba a erizarse.
"¿¿Que sucede niño??" - dice una voz distinta, esta voz era mas grave- "¡¡¡¿¿¿Tratas de ignorarnos otra vez???!!! "
"¡¡¡¡Pero que niño tan mal educado!!!! " -dice nuevamente la voz chillona- ".¡¡Hay que darle una lección!!"
No, no, no, no...-repite el niño en voz baja mientras cierra los ojos, su cuerpo temblaba, el miedo atravesaba su alma como una bala- ¡¡¡cállense, cállense, cállense!!...-grita el niño mientras sale corriendo a su cuarto, sin destapar sus oídos. De una patada abre la puerta de su cuarto, destapa sus oídos solo para buscar en sus cajones, tiraba la ropa al suelo, tiro un cajón en el suelo y comenzó a buscar en le siguiente mientras las voces reían fuertemente dentro de su cabeza.
."..Niño idiota!... ahora veras!.." -grita la voz gruesa- "¡¡¡VERAS LO QUE SE SIENTE AL PERDER LA CABEZA!!!"
Las dos voces, la chillona y la gruesa, comenzaron a gritar, a gritar con fuerza, de una menra desgarradora, intensa , histérica. esas voces rebotaban en sus oídos, esos gritos desgarrados perturbaban su ser entero, decía incoherencias, insultos, blasfemias miles de otras. El chico estaba desesperado, no encontraba lo que buscaba, si no lo encontraba pronto esos gritos acabarían con el, esos gritos harían que el cediera ante ellos. Respiro aliviado cuanto por fin lo encuentra, su reproductor de discos junto con sus audífonos, enseguida se los pone y enciende su reproductor, peno la primera canción a todo volumen y por suerte era una canción de Hard Metal.
Esperaba que la musica ahogara los gritos de esas voces, pero cada vez que subía el volumen de la canción la voces gritaban mas desesperadamente, de una forma mas aguda, mas histerias y desquiciante, esos gritos lo llevaban la. locura, estaba sudando frío, su cuerpo entero temblaba. sus ojos emanaban lagrimas de temor, quería que se callaran, quería que esas voces callaran de una vez.
Estaba la borde, no podía mas, sentía como caía lentamente en un abismo de locura, pero justo antes de caer hacia la nada...
Hubo silencio, las voces no estaban, solo quedaba el sonido de la canción que escucha en sus audífonos, suspiro casi derrotado, estaba cansado, no podía mas. Cerro sus ojos, se recostó en una pared, se sienta en el suelo llevando sus rodillas a su pecho y se duerme en esa posición. ¿Te has sorprendido un poco?, la vida guarda sorpresas amigo/a mío/a, muchas años de soledad puede llevarte la locura, a la desesperación y si no tienes cuidado, al abismo.
Largas Horas pasan , el pequeño abre lentamente sus ojos amatistas, ¿había salido el sol?, no lo sabía era algo difícil de saber, en su "hogar" siempre estaba oscuro, no importaba si era de día o de noche, todo ese lugar permanecía lúgubre como un cementerio, se quita sus audífonos y junto a su reproductor los pone en el suelo, se levanta, sentía un fuerte dolor en el cuello. Fue hacia la sala, recordó a su invitado y se pregunto si ya había despertado. cuando fue a ver a su sofá, noto con gran sorpresa que el extraño ya no estaba
-Tú...-dice una voz profunda, gruesa y muy fuerte detrás de el.
El chico se voltea inmediatamente y ve frente a sus ojos a aquel extraño, ese ser tapaba su cuerpo desnudo con la sabana del chico, por fin pudo ver el color de sus ojos, eran rojos carmesí, rojos como sangre, tenia una mirada fría, sanguinaria y muy penetrante, esa fuerte mirada estaba centrada en el chico, mirándolo como si fuera un pequeña presa, como si fuera un alma a punto de ser destruida. El chico dio un paso atrás, estaba temblando, ese hombre era muy amenazante y bastante alto, el chico apneas le llegaba al pecho, su cuerpo comenzó a temblar aun mas cuando ese extraño se coloco justo frente a su rostro.
-Tú- repito nuevamente ese ser- me salvaste....