Y me dijo: “Yo te voy a proteger.” Con el rostro tan serio que no me cupo duda que lo haría.
En mi vida he tenido varias novias y, este último año, dos novios. Yo siempre he dado el primer paso en cada una de ellas, siempre he tomado la iniciática para mejorar la relación y siempre he cuidado a mi pareja como el tesoro más preciado. Pero esto ya se acabó. Me cansé de ser el guardián protector; es hora de sentirme protegido y por eso tomé la decisión de encontrar a alguien para quien yo sea lo más preciado.
Y lo encontré. Lo conocí en el café que está a la vuelta de la empresa. Es el encargado del local y es adicto al café americano igual que yo. Es un amor de persona y, creo que yo le gusto mucho porque ya llevamos 2 semanas saliendo.
No tenía la intención de contárselo a los chicos, pero una noche estábamos sentados alrededor de la mesa cenando cuando me llamó; una cosa llevó a la otra y todos terminaron enterándose de lo nuestro.
-¿Cómo lo conociste? –Quiso saber Zelo, y le conté.
-¿Y es adicto, igual que tú, al café? Pobre –Opinó Youngjae.
-¿Cuántos años tiene? –Preguntó al final Daehyun.
Esa era la parte a la que no quería llegar.
-Es un poquito mayor que yo.-dije mirando mi comida en el plato.
-¿Cuánto? –Yongguk ya no revolvía los tallarines indiferente.
-Sólo un poco.-dije sin agregar más.
Sabía que los chicos me miraban y no quería decírselo, así que comí con más energías. Cuando me levanté a buscar más para repetirme, Yongguk me detuvo de un grito.
-¡¿Cuánto Himchan?! –Él no era una pizca de tonto.
-Tiene 41 ¿contento?
-¿¿¿Cómo??? –dijeron todos al unísono.
-Son 18 años de diferencia ¿Qué problema tiene?
-¿Que “Qué” problema tiene? Aish. –Sin terminar la comida Yongguk se levantó y entró a su habitación.
-Debe haber algo malo en tu cabeza, hyung. –le espetó Youngjae, quien también se perdió en su cuarto.
Zelo y Daehyun comieron rápido lo que les quedaba y sin decir palabra levantaron los platos y se retiraron.
El único que se quedó conmigo en el salón fue Jongup. Creí que también diría algo negativo de todo esto, puesto que su rostro estaba tan triste y contrariado, que le dije:
-Uppie, si quieres también te puedes ir a tu cuarto. Estaré bien solo.
-Hyung, no estés triste ¿No debería estar feliz?
-¿Por qué dices eso? Estoy feliz. –Le aseguré.
-¿Qué tiene él para que lo hayas escogido?
-¿Ah? –Su pregunta me sorprendió bastante- bueno, ammmh. Le gusta el café. MUCHO. –recalqué esa parte.
-¿Significa que si a alguien le fascina MUCHO la carne yo tengo que ser su novio sólo por eso?-me interrumpió.
-No, claro que no, déjame terminar. –Este chico no sé dónde quiere llegar. –Es bueno conmigo, no tiene hijos, es agradable y me cuida y protege.
-¿Eso es importante?
-Ahora he decidido que Sí, es importante. Más que la edad.
-Bien, entonces… -creí que estaba todo dicho pero…-Hyung, déjalo. Yo te voy a proteger. Elígeme a mí.
-¿¿Qué?? –Esta vez fui yo el sorprendido.
-Sí. No tengo hijos, puedo hacerme adicto al café y lo más importante es que te puedo cuidar y proteger.
-Jongup no se trata de eso.
Su rostro era extremadamente sincero ¿Acaso es una broma de mal gusto? Me hace dudar.
-Sí, hyung. Sí, se trata de eso. Créeme yo te puedo hacer más feliz que él.
-Ya déjalo Uppie. Me estás asustando.
-Soy serio, hyung. Dame una oportunidad.
-Ya estoy con él, lo siento.
-Rompe con él entonces. Siempre me has gustado.
-¿Y por qué esperaste hasta ahora? –inquirí molesto.
El tema no era mi nueva relación, ahora el tema es por qué Jongup me dice todas estas cosas.
-Después de tu última pareja nos dijiste a todos que pasaría bastante antes de querer a alguien a tu lado de nuevo. ¿Y ahora vienes y sales con este señor viejito?
-No le digas así.
-Le digo como se me antoje. Si querías alguien que te protegiera, pues habérmelo dicho.
El chico me tenía anonadado. No sabía qué decir, ni qué hacer. Pude, fácilmente, levantarme molesto e irme a mi cuarto, pero me quedé allí. Inmóvil frente a él.
-Soy serio, hyung. –Repitió –te voy a conquistar y haré que termines con él. –y dicho esto tomó su plato y después se perdió por el pasillo al cuarto.