Capítulo 2: ¿Gemidos?
Se levantó cuando ya eran las 12 del día, muy tarde. Pero era sábado, tenían libre ese día para hacer lo que se les diese la gana. Muy perezosamente se paró y se estiró un poco, estaba con la parte de abajo del pijama y arriba nada, porque a mitad de noche le dio mucho calor y se la sacó. Salió de la habitación medio dormido y chocó con el sillón de la sala.
-¡Aish, quién dejó ese sillón ahí! –Gritó mientras le daba una patada al sillón.
-El sillón no tiene la culpa de que tú no abras los ojos aún. –Se escuchó la voz desde la cocina, era Taeyang. Estaba tomando un café sentado mientras se reía de Seung Ri.
-De todas formas, es un muy mal lugar para poner un sillón. –Hizo un puchero mientras se acercaba a la cocina y sacaba una botella de agua-. ¿Dónde están los demás, hyung?
-Pues, Daesung salió no sé dónde y ya sabes, GD con TOP deben andar por ahí, es sábado, siempre salen a un lugar distinto… -se rió mientras miraba al menor quien tomaba agua.
-Esto… Hyung, ¿harás algo hoy? –Le preguntó curioso mientras se ponía una camiseta.
-Pues, estaba invitado a almorzar donde una prima y…
-¡No! –Gritó el menor interrumpiéndole- No vallas… yo no sé cocinar y no quiero morir de hambre- Le rogó mientras le tomaba el brazo y jugaba como si fuera un niño.
-Seung Ri, ya estás grande, deberías saber hacer algo para comer. –Le dijo el otro mirándole.
-No seas así, hyung. Soy el más pequeño de todos, deben ayudarme –le regañó.
-Vale, vale, me quedo, pero deja de gritar –le dijo mientras se paraba y buscaba las llaves-. Vamos.
-¿Dónde? –Preguntó el menor algo dudoso.
-Pues a comprar, ¿quieres almuerzo o no? Si quieres que cocine hay que comprar las cosas. –Les respondió mientras caminaba a la puerta-. Vístete rápido, espero en el auto.
-¡Ommo! Voy ahora mismo, espérame –Le gritó mientras entraba a la habitación para buscar ropa.
Después de esperar casi media hora a que Ri bajara porque según él “tiene que estar hermoso todos los días”, pudieron salir con dirección a un supermercado. Entraron después de firmar algunos autógrafos que le pidieron los fans.
-¡Ommo! ¡Hay que llevar esto! –Dijo Ri llamando la atención del mayor, era un chocolate.
-Ri, tú eres el que más va al gimnasio y, ¿piensas comer un chocolate? –le golpeó con el chocolate en la cabeza mientras seguía caminando con el carro- Necesitamos algo nutritivo.
-¡Como esto! –Le mostró una bolsa de patatas mientras sonreía.
-Eso no es saludable… -se rió el mayor.
-“Eso no es saludable” –le imitó poniendo cara de tonto mientras rodaba los ojos-. Entonces señor, lo sé todo, dígame qué cosas sin son saludables.
-Pues, brócoli, oh quizás zanahorias, verduras… o manzanas… -El mayor ponía cosas en el carro mientras Ri caminaba atrás mirando lo que echaba con cara de queja.
-Si dije que quería almuerzo, quiero algo bueno, arroz puede ser… ¡no quiero solo verduras! –Reclamó parándose delante del carro de brazos cruzados.
-Tienes que comer verduras para crecer sano… -intentó explicarle, pero el otro se rehusó.
-¡Yo ya estoy grande! –Le dijo mientras caminaba dándole la espalda.
-A mis ojos todavía eres un bebe.
-Aish, ¡vuelve a llamarme así y te las verás! –Le dijo entrecerrando los ojos haciendo que el otro se riera.
-Vale, no te enoje. Te haré un poco de arroz… -sonrió mientras sacaba una bolsa de arroz.
-Aigo, ¡por eso eres el mejor hyung que he visto! –Le agarró los cachetes mientras se reía.
-Es solo porque te doy de comer. –Reclamó mientras se acercaba a la cajera para pagar.
La cajera se puso muy colorada al ver a aquellos dos delante de ella comprando. Los miró de reojo porque le daba algo de vergüenza mirarlos de frente, era joven y muy linda.
-Ustedes… son más lindos en persona… -dijo la cajera llamando la atención del par, Taeyang solo hizo una leve reverencia para decir gracias.
-Aigo, todos lo dicen, ¡de verdad debo ser muy hermoso! –Soltó Seung Ri mientras Taeyang le daba un golpe.
-Tú eres muy egocéntrico. –Le retó el mayor.
-No… de verdad es muy lindo… -La cajera le miró y luego sonrió.
-¡Ommo! No me di cuenta antes, lo siento, pero tiene unos ojos maravillosos –le soltó el panda haciendo que la mujer llegara a ponerse morada de la vergüenza.
-Es suficiente. Vámonos. –Le dijo el mayor mientras pagaba y le daba las gracias a la cajera.
Salieron mientras el panda sonreía y firmaba autógrafos al igual que Taeyang. Llegaron al estacionamiento y el mayor se puso a guardar las bolsas en el auto.
-Siempre intentas coquetearle a todas las mujeres, cuando te guste alguien de verdad, no te creerá nada. –Le dijo el mayor mientras se subía al auto.
-¿Quién dijo que tendría a alguien definitivo? Ya sabes, soy el panda, las mujeres mueren por mí y yo muero por ellas. –Sonrió mientras ponía una mano en su pecho como si se sintiera orgulloso.
-Tú no cambias. –Se rió el mayor mientras comenzaba a conducir.
Cuando llegaron a la casa, el menor intentó ayudar a Taeyang, pero solo logró romper un par de platos así que el mayor lo mandó a limpiar el lugar mientras el cocinaba.
Estaba intentando pasar la aspiradora por la alfombra mientras que en la tele del living se reproducía su canción “What can i do”
-Cielos, me veo irresistible en ese video. –Se paró a mirar cuando sintió una almohada en su cabeza.
-Dije que ordenaras no que hablaras de cómo te ves. –El mayor se acercó y el otro solamente se quejó.
-Aish, dejemos que los demás limpien cuando lleguen, ¡ellos están afuera disfrutando! –Dejó la aspiradora tirada mientras se cruzaba de brazos.
-No seas así, yo tampoco quiero cocinar, pero lo tengo que hacer porque tengo a un niño que cree que soy su nana.
-¿Quieres un masaje? Doy unos muy buenos sabes… -le dijo mientras comenzaba a tomarle los hombros.
-Olvídalo, solo comamos.
Almorzaron mientras comentaban algunas cosas entre risas y luego se pusieron a ordenar, en realidad Taeyang ordenaba y Seung Ri caminaba detrás de él como si estuviera haciendo cosas. Estaban sentados en el sillón cuando llegaron los demás.
-¡Ya! ¡¿Dónde estaban?! –Gritó el Maknae parándose y apuntándoles con el dedo.
-¿Tienes que ser tan escandaloso? –Le regañó el líder entrando y viendo a su amigo sentado en el sillón.
-Young Bae, ¿no tenías que hacer hoy? –Le preguntó mientras se sentaba a su lado.
-Gracias a ustedes tuve que quedarme con eso. –Se rió mientras apuntaba al menor.
-¿No van a decirme dónde estaban? –Preguntó nuevamente viendo entrar al mayor de todos y Daesung detrás.
-¿No has escuchado el dicho “la curiosidad mató al gato”? –Le dijo el mayor mientras se reía.
-Lo tomaré como que estaban por ahí teniendo cochinadas Ji Yong hyung y tú –le dijo menor haciendo que el líder le mirara y Seung se sonrojara.
-Aish, no digas esas cosas –le reprendió el mayor
-Como si fuera mentira. –Repuso mientras Daesung le cerraba la boca y sonreía.
-Suficiente conversación, es hora de dormir –el rubio sonrió y luego se fue rápidamente a su habitación, disimuladamente Seung entró a su habitación y cinco minutos después Ji Yong también.
-Que te valla bien, Ji Yong hyung. –Le dijo el menor sonriendo mientras se iba a dormir.
Después de un rato viendo tele Taeyang se aburrió así que decidió irse a la cama a dormir. Entró en la habitación y se encontró con Seung Ri acostado boca abajo, sin camiseta, intentado con su mano llegar a la espalda
-¿Qué haces? –Preguntó el mayor mirándole algo curioso.
-Wow, Young Bae hyung, ¡ayúdame! –Le dijo rápidamente cuando lo vio- me pica mucho la espalda, ¿puedes rascarme? Creo que me picó algo.
-No soy tu sirvienta. –Le respondió sentándose.
-No seas así… por favor, hyung~-le rogó- Juro que luego te lo compensaré
-Aish, las cosas que tengo que hacer por ti –no se rehusó más y se dispuso a rascarle la espalda al menor.
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Ji estaba abrazado a la cintura del mayor quien le rodeaba con el brazo. Todo muy tranquilo, callado, pero de repente su tranquilidad fue interrumpida por… ¿gemidos? No necesariamente de ellos. Ambos se miraron y se pararon para ir a la sala de la casa. Una vez en la sala escucharon los sonidos más fuertes.
“¡Ahí! Oh, se tiene genial… ¡Un poco más abajo! ¡ah, sí! ¡Más, más! ¡Rayos, lo haces muy bien! ¡A la derecha, un poco más arriba! ¡Sí! ¡Ahí justo ahí, de nuevo, de nuevo!
Ambos chicos se miraron algo atónitos con lo que escuchaban y vieron a Daesung salir con la misma cara observando.
-Hyungs, si ustedes no son… entonces… -el rubio los miró y ambos se miraron entre sí y observaron la única habitación que quedaba.
-N-no puede ser… -Ji se acercó a la puerta y puso su oreja en la puerta mientras Seung y Daesung se acercaban también.
“Vamos, hyung, ¡puedes hacerlo más fuerte! ¡Ahí! ¡Oh, Sí!
-¡¿Qué rayos pasa aquí?! –El mayor de todos entró en la habitación rápidamente haciendo que Daesung y Ji cayeran al piso mientras observaba al Maknae acostado boca abajo sin camiseta y a Young Bae sentado al lado, con toda la ropa puesta en su lugar rascándole la espalda.
-Asih, me pica la espalda, Hyung, ¿por qué hacen tanto escándalo?- Reclamó el menor mientras se sentaba en la cama y TOP quedaba algo asombrado.
-Nosotros… gemidos… ustedes… -Daesung simplemente los miraba.
-¿Qué rayos estaban pensando? –Young Bae se paró rápidamente y los miró mientras Ji se ponía en pie.
-Nada, Young Bae, nada… -Ji empujó a Seung para que salieran de la habitación- Solo ha sido un mal entendido…
-Aquí los únicos que producen gemidos por otras razones son ustedes Hyungs. –Dijo el Maknae refiriéndose a TOP y Ji.
-Vale, vale, nos vamos ahora. –Daesung cerró la puerta mientras Ri rodaba los ojos y se ponía la camiseta del pijama.
-Como seas, gracias Young Bae hyung, te compraré un helado. –Le dijo mientras sonreía y se acostaba a dormir.
-Acabo de pasar una vergüenza por tu culpa, tendrás que pagar caro.
-Exageras.