Capítulo 3: Cuidando de Ri.
El sol se había levantado y con ello él también lo había hecho. Tomó desayuno con el mayor de todos y el líder, ya que Daesung estaba durmiendo al igual que Seung Ri.
-Young Bae… -le habló Ji mientras se daba vuelta a mirarlo- ¿Por qué le tocabas la espalda al Maknae anoche?
-¡Ya dije que se la estaba rascando, porque según él le picaba demasiado! –Se quejó mientras tomaba café.
-No parecías molesto haciéndolo… -Seung se rió mientras se paraba y Ji le seguía.
-Que gracioso… -Taeyang le miró desafiante y el otro simplemente se rió.
-Bueno… nosotros nos vamos… iremos a Dolce Vita y pues, adiós, Young Bae. –Dijo Ji mientras se ponía en pie siguiendo a TOP.
-¡Ya! ¡No me dejen con ellos dos solo! –Se quejó mientras miraba como salían.
Y de nuevo estaba con el Maknae y más encima con Daesung que seguramente pasaría todo el día molestándole con el menor. Ordenó un poco el living y luego se sentó en el sillón cuando sintió unos pasos. Era Daesung que se había levantado.
-Buenos días Young Bae, Hyung. –Saludó el rubio mientras se paraba al lado del sillón y sonreía.
-Buenos días, Dae. ¿Dormiste bien? –Preguntó mientras saludaba.
-Sí, la verdad después de pensar cosas extrañas sobre ti y Seung Ri me quedé pensando, pero pude dormir… -Sonrió nuevamente.
-¡Le estaba rascando la espalda! Nadie comprende. –Se quejó, nunca más volvería a hacerle algún favor al menor.
-Es que se escuchaba raro, pero no pienses mal, yo no pensé en doble sentido… -Se excusó cuando se dio cuenta que el susodicho no estaba-. Por cierto, ¿dónde está Seung Ri?
-Debe estar durmiendo al igual que tú –respondió cambiando el canal de la tele.
-Hyung, yo estaba despierto hace mucho en mi computador, ya son las dos de la tarde, Seung Ri nunca se levanta después de las una.
-Tienes razón… -Taeyang se paró y se encaminó a su habitación y el rubio partió tras él muy de cerca.
El moreno caminó despacio, pensando que si el Maknae estaba durmiendo no lo quería despertar, porque hacía más problemas cuando estaba en pie que cuando dormía. Daesung lo siguió de cerca detrás de él, curioso porque el otro no se levantaba. Young Bae abrió la puerta sin hacer ruido y muy lentamente hasta ver al otro chico.
Seung Ri se encontraba destapado, tiritando y sudando al mismo tiempo mientras su cara mostraba algo de incomodidad y hasta de sufrimiento. El mayor rápidamente entró a la habitación y se sentó a su lado mirándole mientras el rubio entraba detrás de él preocupado y se paraba al lado de la cama. Young Bae puso una mano en la frente del menor, tenía fiebre, bastante.
-¿Qué tiene? ¿Qué le pasa? –Preguntaba algo desesperado Daesung mirando al menor seguir tiritando.
-Tiene mucha fiebre Dae, hay que bajarla… -Taeyang ahora si estaba muy preocupado.
-No quedan los analgésicos que compró Ji Yong hyung la semana pasada… -Dae pensó, no quedaba nada de pastillas que pudieran servir.
-¿Podrías ir a comprar a la farmacia más cercana? –El moreno comenzó a tapar al menor para que no se fuera a resfriar.
-S-sí… vuelve de inmediato. –Dijo rápidamente mientras salía corriendo de la habitación para ir a comprar.
El mayor partió a la cocina por un pañuelo que estuviera medio mojado y un recipiente con agua. Entró nuevamente a la habitación mientras se sentaba a un lado del menor, acomodó su cabeza en la almohada y comenzaba a poner el pañuelo.
-Hyung… -el menor se movió un poco mientras intentaba despertar- Creo que voy a morir… -se quejó como si fuera lo peor que le pasaba.
-No exageres. –Sonrió Taeyang mientras le miraba- No es como si estuvieras desahuciado.
-Babo, deberías estar muerto de preocupación, de veras de me siento mal –Se quejó mientras intentaba sonreír un poco, pero en verdad se sentía muy mal, cosa que Taeyang notó de inmediato.
-Créeme que estoy preocupado… -le dijo mientras volvía a poner el paño y lo miraba algo serio.
El menor intentó quedarse quieto, pero su cabeza le dolía demasiado y no ayudaba de mucho la posición que tenía. Miró a su lado con dificultad y luego se corrió un poco hasta apoyar su cabeza en la pierna de Taeyang que estaba a su lado. Puso su mano en el muslo del mayor e intentó calmarse un poco más.
-No te aproveches –se rió el moreno mientras le tocaba la frente, la fiebre no bajaba mucho.
-Tú eres más cómodo que la almohada, hyung… -tenía los ojos cerrados, hablaba poco pero sonreía.
-Creí que te gustaba dormir a un lado de la cama como si fueras un ovillo.
-En este preciso momento la cama no es muy cómoda…
El moreno siguió con su trabajo del paño hasta que sintió la fiebre del menor bajar un poco y entonces le miró, se veía cansado. La puerta de la entrada sonó y luego la llave del agua en la cocina. Y pronto entró un Daesung con cara de preocupación. Traía un vaso de agua y en su otra mano una pastilla.
-Aquí está hyung, dásela. –Dijo mientras le daba la pastilla.
-Ri… -le movió el mayor mientras el otro abría un ojo- tómate esto… te hará bien…
El menor no hizo mucho esfuerzo y el moreno le puso la pastilla en la boca y luego intentó levantar la cabeza del menor con sus manos mientras Daesung le acercaba el agua y se la tomaba. Pasó un momento y ambos se quedaron mirando al Maknae que cayó dormido.
Había pasado gran parte de la tarde y pronto se despertó el menor. Taeyang se sentó a su lado en la cama nuevamente mientras lo veía sentarse a él también mientras sonreía. Sintieron la puerta de la sala abrirse y a un Daesung eufórico gritando.
-¡Ya era hora de que llegaran! ¡Seung Ri está enfermo y ustedes paseando! –Gritó e inmediatamente la puerta de la habitación de ellos se abrió.
-¡Seung Ri! –Gritó entrando Ji Yong a la habitación y Ri inmediatamente puso cara de querer llorar y se abrazaron.
-¡Hyung, casi muero! –Decía el menor simulando llanto.
-¡Aigoo, soy un muy mal hyung! –Se decía el líder mientras simulaba llanto también- ¡No debí dejarte aquí!
-Ji, no exageres… -entró Seung Hyun en la habitación mientras saludaba a los otros- Ri, ¿te sientes mejor?
-Sí, creo que ya estoy bien… -dijo como si estuviera pasando por momento realmente difíciles en su vida.
-Aigoo, mi panda… ¡no debí dejarte aquí solo! ¡Perdóname! –Seguía gritando Ji mientras volvía a abrazarlo-. Y encima te dejo con Young Bae y Daesung.
-Hyung, no digas así. –Se quejó el Maknae haciendo que Ji le soltara y le mirara.
-¿Qué? –No entendía muy bien.
-Dae hyung corrió hasta una farmacia por analgésicos y Bae hyung cuidó de mí hasta ahora… -le dijo mientras bajaba la cabeza
-Cuidar de él sí que debe ser trabajo… -Dijo TOP mientras se reía con Taeyang.
-Créeme que sí lo es. –Respondió riéndose.
-Ji, vamos a dormir. Ya ves que está bien… -Le dijo el mayor mientras le tocaba la frente al Maknae para asegurarse.
-Vale… -Se levantó de la cama y luego le miró- Buenas noches, mi panda.
-Buenas noches, hyung.
-No le digas mi panda. –Le reclamó TOP saliendo de la habitación- No es tuyo.
-Aigoo, señor celoso. –Le respondió riéndose.
-Yo también me iré, estoy muy cansado –Daesung cerró la puerta y salió.
Después de un rato Taeyang se puso pijama y se acostó mientras prendía la tele, asegurándose de no meter bulla para no despertar al menor. Sintió como de repente se puso a llover, hace mucho que no llovía, le gustaba mucho a lluvia así que apagó la tele y se puso a tararear “I need a girl” mientras intentaba quedarse dormido.
Se estiró por completo en la cama con esa sensación de relajación en su cuerpo y luego fue cerrando los ojos lentamente cuando sintió un fuerte trueno provocado por la lluvia e inmediatamente después sintió a Ri sentarse en la cama temblando.
-¿Te duele? –Le preguntó mientras lo miraba.
-¿Qué fue eso? –Preguntó asustado mientras le miraba, parecía aterrado.
-Truenos… -respondió aun mirándole, parecía incluso un niño.
-Me da mucho miedo eso… -miraba a todos lados cuando volvió a sentir otro muy fuerte y se lanzó como garrapata a Taeyang, realmente el ruido lo espantaba mucho.
-Ri… no vas a morir ni poco menos… -le dijo mirándole, pero el menor no se movió.
-Yo… de verdad no me gustan… -puso cara de preocupación y entonces el mayor se dio cuenta que de verdad se sentía mal- solo déjame aquí cerca, tú estás más tranquilo…
-Está bien… -le respondió y entonces Ri se acomodó en el abdomen bien formado de Taeyang mientras ponía su mano encima de su estómago para volver a cerrar los ojos. Cada vez que sentía otro trueno daba pequeños saltos, entonces Tae le puso una mano en la cabeza para calmarlo y, sintió como poco a poco, el menor dejó de saltar y entonces sonrió, sí que parecía un bebe.
El calor del cuerpo de Taeyang y su bien formado cuerpo eran perfectos para él quien dormía ahí. Sentía como incluso se llegaba a relajar y poco a poco se iba olvidando de los truenos y se quedaba dormido.