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Back in time, Back in love ( Atrás en el tiempo, de vuelta en el amor) por Sakkura Princess Yaoi

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Notas del fanfic:

Pues como ya finalice Corazón de Hierro, me puedo permitir traerles esta nueva historia, en la cual tengo a mi mente trabajando desde hacia tiempo. Es una idea que nació queriendo poner de tercera en discordia a la ex Peggy Carter y así demostrar que pese a todo el Capitán seguría escogiendo a Tony *U*

Notas del capitulo:

Ojala les guste mi nuevo proyecto, en lo personal ya tenía ganas de algo así y como dentro de mi escaza búsqueda no lo he hallado, me decidí a escribirlo!!!

Aquí una foto de la apariencia de Tony para su viaje:

TONY

Y la de Steve

STEVE

 

pdta: En el cap dos se explica el por que el cambio de look de Steve.

CAPITULO UNO Aniversario

—¿Entonces quieres mover la cita con el Señor Avid, también para  dentro de dos semanas?—pregunto Virginia mientras anotaba en su Tablet.

—Si.— contesto sin verla, mirando atento algo en sus pantallas de computadora.

—¿Y los cambios de la torre también se pospondrán?

—Si…

Virginia paró de escribir notando que el castaño no le prestaba la mínima atención- ¿Puedo vender tus autos de colección y donar el dinero a Greenpeace?— preguntó cuidadosamente.

—Si, está bien…

—Transformaremos la torre Stark en un asilo de ancianos.

—Que bien…

—Luego Natasha y yo los entretendremos teniendo sexo y se mostrara a todos…

—Que interesante…

—¡Oh Steve! ¡Que sorpresa verte aquí!—exclamó mintiendo.

—¿Steve?— levantó la  vista el genio.

—Así que de eso se trata…— habló su secretaria moviéndose para mirar lo que Tony; en las tres pantallas se veía lo mismo, fotos del capitán… fotos bastante viejas con su traje de militar. —¿Pelearon otra vez?— preguntó delicadamente, después de conocerlo desde hacía años, y ver su cambio en los últimos dos… había descubierto lo único que le alteraba y le causaba cambios de humores notables: Steve Rogers.

—No, para nada… es solo…— comenzó a hablar perdiéndose otra vez en las viejas fotos.

—¿Es solo…?—en ese momento el celular del millonario empezó a sonar y este activó sus manos libres poniéndose de pie… Al parecer ya sabía quién lo llamaba.

—¿Entonces ya lo tienes?— preguntó— Si estoy seguro de ello… esta es la decima vez que me lo preguntas… —se quejó—… Pepper te encargo todo…—dijo abandonando el lugar dejando a una muy preocupada y  curiosa  rubia.

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—Bruce, te lo pedí a ti porque te tengo confianza, no te vayas a echar para atrás…—hablaba mientras bajaba en el elevador hasta su estacionamiento privado.—  Bruce…—suspiró parándose antes de abrir la puerta de su auto— Se que parece una mala idea… pero tienes que aceptarlo, la mayoría de mis ideas así empiezan… Pues si él lo decide así… así será, y yo me conformare con verlo feliz… ¡¿De que hablas?!—exclamó fuerte subiendo por fin al auto— Yo siempre he sido así de bondadoso y humilde, no sé de dónde sacas que puedo se ególatra…Bien… te veo haya… —habló colgando, al tiempo que dejaba atrás el centro de industrias Stark.

Mientras conducía camino a su torre, pensaba en cómo se había dado toda aquella situación llevaba planeándolo hacia más de un mes, pero apenas hasta el día de ayer, que supo que lo que planeaba sería posible, fue que se dio cuenta de lo que en realidad iba a hacer, pero ya se lo había propuesto y no habría cambios… además, aun no podía sacarse aquella triste mirada azul de su mente.

 

FLASH BACK

Tony se encontraba en la recepción de una nueva y enorme casa de playa donde se estaba mudando con su novio de diez meses el Capitán América.

—Olvidaba lo extenuante que es mudarse— se quejó el castaño dejándose caer en una sala con vista al mar.

—Tu no cargaste nada…— le recriminó Steve que aun sostenía una vieja caja entre sus manos.

—Si… pero darte ordenes es cansado…

—Bueno pues eso tampoco me agrada mucho…

—¿A no?— preguntó con una traviesa sonrisa el genio— Porque yo conozco ciertas situaciones en las que amas que te manden….— pronunció causando que un sonrojo cubriera las mejillas del súper soldado.

—Como sea, ¿Ocuparas el sótano para tu taller verdad?

—Y para tu gimnasio… pero si quieres guardar las cosas viejas que de seguro llenan esa caja, sube al ático, allí están las piezas que tendré pero que no utilizare. 

—¿Si no las utilizas para…?—suspiro pensando que después de ese ajetreado día lo que menos quería era entrar en un debate con Tony y subió las escaleras de dos en dos.

Después de un rato Anthony pensó que tardaba mucho así que subió a ver en que tanto se entretenía. Entró despacio asomándose por la puerta al no escuchar ruido, entonces se topó con  el capitán acuclillado frente a la caja que antes llevaba, de perfil pudo ver como sostenía algo en sus manos, la mirada azul del rubio parecía más cristalina, triste… llena de culpa… no estaba seguro realmente… Entonces se escondió  tras unas cajas y despacio le dio una orden a JARVIS.

—Señor Rogers, tiene una llamada, respóndala en la planta baja.  —se escuchó decir a la máquina.

Steve dejó lo que veía, parándose y dando un suspiro salió de allí, rápidamente el genio caminó hasta llegar a la caja, y aunque en un principio vaciló, abrió el pequeño paquete de cartón notando lo que estaba encima, el objeto que el capitán observaba con tanto sentimiento.  No era otra cosa que una foto… redonda en una pequeña brújula, la foto de… miró a su alrededor notando todas las cosas que guardaba allí… de su tiempo…de su época.

Y por alguna razón algo dentro de su corazón  empezó a doler, guardo todo como estaba y bajo las escaleras. Fingiendo que no había visto aquello.

FIN DEL FLASH BACK

Pisó el acelerador, mientras una y mil ideas cruzaban por su mente, la verdad era que ya había pensado en eso antes, cuando empezó a conquistar al rubio, sin embargo, el pasado era  pasado o era lo que se había dicho. Aunque ahora… era diferente, si quizá Steve le quisiera a él, pero, ¿Qué pasaría si los tuviera a los dos? A él…y a Peggy Carter, se iría de su lado… eso pasaría. Steve se había acostumbrado poco a poco el presente, pero eso no quitaba que dejara de extrañar los 40´s, y a Peggy.

Quizá era idiota lo que estaba haciendo, pero no podía estar con alguien que amara a alguien más, claro eso nunca le había importado antes, pero antes nunca había estado celoso, antes nunca hubiera permitido que un hombre se adentrara en él… antes su corazón estaba acorazado y seguro dentro de su pecho.

—Y no en las manos de un anciano anticuado.— vociferó en voz alta, dando un giro rápido al volante, entrando en el estacionamiento de la torre Stark.

Estacionó el auto y subió a su elevador de uso exclusivo, pero en lugar de marcar el último piso como siempre hacía, saco una tarjeta metiéndola en una hendidura usada para las tarjetas de identificación, ante esto el elevador comenzó a descender a un nivel bastante profundo, cuando las puertas se abrieron permitieron ver un enorme laboratorio, ampliamente iluminado. En el había varias maquinas, bajó unas escaleras que separaban dos niveles, viendo al Profesor Bruce Banner con la cabeza prácticamente metida dentro de una enorme máquina que parecía una bola de cristal con las que las adivinas leen el futuro.

Se acercó lentamente por atrás de donde estaba agachado el científico en lo que era la base de la máquina para darle un pellizco en el trasero debajo de la bata blanca que llevaba.

—Stark…—le regañó dejando su trabajo de lado.

—¿Y como vamos Doc? ¿Todo listo?

—Estaba arreglando los últimos detalles del regreso, pero si, esta todo listo. —Afirmó quitándose unos guantes blancos.

—Genial…— sonrió el genio como si el gesto le doliera, mientras contemplaba aquella enorme máquina.

—¿Sabes que Fury te matara cuando se entere?

—Nos matara…

—A mi aunque quiera, sabemos que no puede hacerlo…— negó observando también la imponente creación.—Tony…

—No vayas a decir que me estoy equivocando.

—No iba a decir eso…— negó avanzando hasta una computadora— esta es una cosa con la que el hombre ha soñado desde… siglos atrás… y tu… ¿La usaras para esto?

—Es algo pequeño… imagínate si fuera usado para algo mayor… — habló sentándose también abriendo varios de sus paneles electrónicos. – Bruce, después de esto, será destruida… puede evitar nacimientos, crear alteraciones inimaginables…

—¿Y tu viaje no?

—Me encargare de que no pase nada catastrófico. — contestó viendo varias gráficas.

—¿Entonces cuánto tiempo tenemos?

—Cómo yo lo veo… diez días…

—Me parece muy poco.

—No lo puedo alargar más, lo ideal de hecho son seis días, si lo ampliara más abría grandes posibilidades de que ya no pudieran regresar.

—Si es que él quiere regresar…— murmuro el genio. — Entonces lo haremos mañana—sentenció.

—¿Mañana? Pero…

—Todo esta listo…

—Sí, pero Tony aun…

—Mañana es el día perfecto— habló girándose para ver a su amigo con una sonrisa de lado.

—Stark, supongamos que todo sale bien, que Fury no descubre que usamos tecnología de SHIELD, que le ocultamos algo tan importante como esto, que no alteras nada… Si él la elige, ¿Estarás bien?

—Si la elige… te llevare conmigo de bares y centros nocturnos por un mes, no importa cuantas flechas quiera clavarme Legolas…

—Es tu decisión—le dijo el científico antes de voltearse hacia otros paneles para que ambos ultimaran los detalles de él invento.

____________________________________________

 

Al día siguiente eran las ocho con cuarenta de la noche y Steve esperaba en el mirador de la torre Stark, su peinado había cambiado a uno más moderno, su ropa; una chaqueta negra, camisa blanca y unos vaqueros ajustados, con una pequeña sorpresa bailándole en la mano dentro del bolsillo de la chaqueta.

Esperaba a Tony, cada vez que cumplían un mes, al genio se le ocurría alguna locura, pero esta vez esperaba ser el quien le sorprendiera, no sabía cómo había llegado a amarle tanto, pero lo hacía, discutían mucho, eso era cierto, pero así como era su relación, era perfecta… nunca se había sentido así… le amaba con locura. Y esperaba ansioso cual era la sorpresa ahora que cumplían un año…

Miro las estrellas y dio un hondo respiro, para enseguida soltar el aire en  un soñador suspiro.

—Eres patético… pareces una adolescente enamorada…— se escuchó la voz del castaño a sus espaldas y dándose la vuelta se topó con él, traía un traje azul con un singular gorro, y zapatos muy diferentes a los usuales.

—¿Tony que llevas puesto?—preguntó a lo que el genio camino sonriendo.

—Solo… un traje… ¿no me vas a decir que no luzco fenomenal?— preguntó dándose una vueltecilla rápida.

—Claro…te vez genial… aunque según tu… siempre te vez maravilloso, ¿no?— interrogó jalándole hacia el cuando lo tuvo al alcance.

—Haz cambiado mucho Capi…— pronunció tomando con fuerza la solapa de la chaqueta del rubio.

—¿De quien es la culpa?

—Mía no…nunca lo es…— aseguró antes de besarle de manera demandante, fundiéndose en un abrazo bastante pasional.

—¿Y cual es la sorpresa para esta noche?— le preguntó alegre sin soltarle, notando como los gestos del otro cambiaban ligeramente como si estuviera preocupado.

—Una muy especial…—sonrió con algo de pesar, mirándole a los ojos, y Steve casi pudo palpar la duda en ellos.

—Tony… ¿Qué…?

—Sígueme…—le interrumpió jalándole de la mano, llevándoselo al elevador.

—¿Me vas a decir que significa tu atuendo?— le dijo mientras entraban al   ascensor.

—Cuando veas tu sorpresa…— respondió metiendo la tarjeta. — Steve… Tu… ¿estás enamorado de mi?— preguntó sin verlo marcando varios números en el panel del aparato.

—Claro que si Tony… pero… ¿Qué te pasa?

—Nada… solo preguntaba…— Ante esta escueta respuesta el rubio le volteó comenzando a besarle, no es que se aprovechara, pero había descubierto hace tiempo, la única manera de descubrir los secretos que tan celosamente guardaba su pareja.  Las manos del castaño se enredaron en su cuello, lo colocó contra la pared, moviendo inquieto sus manos por la cintura y espalda, al tiempo que sentía las del otro enredando sus cabellos.

Se besaban y dejaban ligeros espacios para respirar y luego volver al ataque, las piernas del multimillonario se elevaban envolviéndole, y él se deleitaba saboreando sus labios y lengua a los que se había hecho adicto.  Cuando escucharon un ligero pitido que por el estado en el que estaban creyeron que era imaginario, las puertas se abrieron dejando ver a un Bruce con bata, y una Tablet en la mano que los miraba con paciencia.

—¿Cómo están las cosas Bruce?— preguntó Stark aun en los brazos del rubio que le fue soltando lentamente, por la pena, y con las mejillas rojas.

—Bien, ya todo está calibrado, perfectamente listo y revisado al menos cien veces.

—Genial.

—¿Bruce es parte de la sorpresa?— preguntó confuso el capitán siguiendo a Tony que salía del elevador a lo que pudo vislumbrar como un laboratorio subterráneo.

—Feliz aniversario capitán— le sonrió Banner, sentándose tras un escritorio con varias pantallas en él.

—Gracias…—atinó a corresponder, siguiendo a un Stark que metía tres maletines a lo que no pudo definir más que como una bola de cristal gigante.

-Stark, ¿Qué haces?, ¿Qué es eso?, ¿Qué esta en esos maletines?

—Esto… — señaló la máquina—es tu regalo, lo que hago es darte una feliz sorpresa, y los maletines tienen dinero… aproximadamente unos… cinco millones de dólares impresos antes de mil novecientos cuarenta y seis.

-¿De dónde…? ¿Para qué quieres eso Stark?

—Lo necesitaremos…—respondió simplemente para voltear a ver a Bruce— Enciende la fuente de poder y cronometra la fecha con el tiempo de regreso— pidió saliendo de la esfera para llegar con el capitán.—Tenemos que subir ahora.

—Tony, antes por favor, ¿Explícame que…?

—¿Confías en mi?

—Claro… pero…

—Entonces solo sube conmigo anciano.— pidió haciendo que le siguiera, Steve aceptó resignado y acostumbrado a las excentricidades de su novio. Stark cerró la puerta por la que habían entrado, haciéndole una seña a Bruce para que terminara el proceso.

—¿Qué hacemos Tony?

—Viajar…

—¿Viajar? ¿Es una especie de tele transportador o algo así?  

—Diría más bien… ah… — miró a otro lado- Una máquina del tiempo o algo así.

—Tu ropa… billetes del cuarenta y seis… Stark… tú no… — le miró sorprendido, asustado, enojado, uniendo todo.

—Un beso Capi… —habló el castaño colocando sus manos en los hombros de su novio— A dónde vamos quizá ya no pueda volver a hacerlo— y entonces le besó; despacio, con suavidad, mientras a su alrededor una serie de luces y sonidos extraños hacían resonar el laboratorio.

 

—Se fueron…—pronunció el doctor quitándose sus lentes notando la maquina vacía— lo lograron… o eso creo…—suspiró bajando hacia donde la maquina analizándola de arriba abajo. — Espero que sepas lo que haces Tony— dijo en voz alta poniéndose su palma contra el cristal que estaba ligeramente caliente.

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado. Gracias por leerme!

Comentarios, sugerencias, criticas, todo es bienvenido!!! :D


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