Cuando se sentó en aquel lugar sintió un frío de inmediato recorrer su espalda. Miro a su costado, el banco vació pegado al suyo contra la pared del aula, estaba vacío. Subió el cierre de su campera y trato de escuchar lo que decía el profesor. Pero sin saber por qué no lograba apaciguarse, una ansiedad latía dentro de él mientras no paraba de mirar de reojo el banco vacío. El sonido del reloj de la pared al contar los segundos socavaba sus oídos.
Movía frenéticamente el lápiz en sus dedos tratando de concentrarse. Era su primer día en ese colegio y no quería que le llamaran la atención por distraerse. Pero hacía mucho frío ahí y él no lograba concentrarse.
_ Lu Han- llamó el profesor.
_ ¿Sí?- pensó que le iban a regañar.
_ ¿Puede escribir en coreano verdad?
_ S-si- respondió algo más aliviado.
_ Bien, si hay algo que no entienda no dude en preguntar.
_ Gracias…
Tomó un respiro y sostuvo su lápiz para comenzar a escribir lo que decía el pizarrón. Mientras lo hacía sintió que alguien toco su hombro. Exaltado miro hacia el banco vació, luego hacia atrás pero sus compañeros estaban muy ocupado escribiendo y apenas le miraron cuando él lo hizo.
La ansiedad que le invadió en aquel instante apenas le dejaba respirar. No podía continuar así, ya casi temblaba del frío que tenía y su respiración era agitada.
_ Profesor ¿puede ir al baño? No me siento bien.
El profesor lo miro y lo vio pálido.
_ ¿No prefieres ir a la enfermería?
_ No, solo necesito un poco de aire y agua.
_ Bien… pero si no mejoras ve a la enfermería.
_ Sí- se levantó de inmediato y salió en dirección al baño.
Una gota de sudor frío caía por su frente, él podía jurar que alguien le había tocado el hombro. Incluso, aunque no quisiera admitirlo, sentía que alguien le miraba desde ese banco vacío.
Mientras caminaba por aquel pasillo miraba las copas de los arboles agitarse con el viento de ese día tormentoso. La misma sensación le volvió, como si alguien caminara detrás de él. Aunque sabía que estaba solo no podía dejar de sentir aquello.
Cuando vio la puerta del baño corrió hacia adentro y la cerró con fuerza detrás de él. Se detuvo ahí unos instantes tratando de calmarse, con la mano en el pecho intentaba respirar.
Fue hasta los lavamanos y abrió uno de los grifos de agua, tomo agua con sus manos y se enjuagó el rostro. Ya más sosegado levantó su mirada hacia su reflejo en el espejo y vio detrás de él a un joven. Profirió un grito ahogado del susto y casi se cae al suelo.
_ Por favor, dime si puedes verme. Dime si estoy aquí- dijo una voz masculina.
Pero cuando el miraba hacia atrás no veía a nadie, estaba solo. No obstante, al lado de su reflejo en el espejo estaba él mirándolo con mirada suplicante y asustado.