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I Remember por Gaara_Uchiha

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Notas del capitulo:

¡No morí! Sigo aquí y les traje el tercer capítulo. Espero que lo disfruten. 

 

Capítulo 3

 

Sus marrones ojos se abrieron en demasía ante lo que estaban observando, que él recordara, ese definitivamente no era el departamento de Yong Guk ¡Por supuesto que no! El lugar en el que se encontraban se hallaba prácticamente en ruinas; la pintura de la pared desteñida, una que otra grieta en el piso, y lo polvorientos que estaban los muebles, bastaban para deducir que ese lugar no había sido habitado en años. La mira de Him Chan se paseó por toda la zona, detallando cada uno de los objetos que se encontraban ahí, para después de unos escasos minutos, en los que el silencio había reinado, dirigir su vista hacia el muchacho de cabellos violetas, dándole a entender con la mirada que quería una explicación.

 

—En la mañana mi padre me llamó—Comenzó a decir, clavando su vista en la del pelinegro, quien asintió con la cabeza, indicándole que estaba prestándole atención—Quiere que acabe con alguien...—Him Chan denotaba confusión en cada una de sus facciones ¿Qué tenía él que ver con eso? era la pregunta que rondaba por su mente, la cual el mayor no tardó en contestar—Ese alguien eres tú—Cuando terminó de decir esa frase, el de cabellos oscuros no pudo evitar entreabrir su boca, un escalofrío recorrió su cuerpo y supo inmediatamente que lo que estaba sintiendo en ese instante era pánico—No voy a hacerlo... Si es lo que crees—No había pensado ni por un momento en que el mayor haría tal cosa, pero escucharlo de su boca le tranquilizaba, al menos un poco.

 

El ambiente había vuelto incómodo de un momento a otro, Bang frente a Kim, sin pronunciar palabra alguna, bajo la atenta mirada de los otro cuatro chicos, que se mantenían alejados de los dos mayores y no se atrevían a decir nada en lo absoluto.

 

—Yo debo irme...—Por fin alguien se dispuso a interrumpir aquel incómodo silencio, había sido Dae Hyun, quien después de aclarar un poco su garganta, hizo una seña con su mano derecha, indicando que se estaba despidiendo, y terminó por salir de ahí, ni Him Chan ni Yong Guk hicieron caso a la acción del rubio, por otro lado, los tres chicos restantes se miraron entre sí, como si se estuviesen preguntando entre ellos qué hacer.

 

—También debo irme...—Young Jae fue el segundo en articular esas palabras, sabiendo de sobra que no tenía que anunciarlo, puesto que los dos mayores no le tomarían importancia a aquello, es más, ni se darían cuenta, al parecer era más divertido quedarse parados uno frente al otro, mirándose fijamente sin decir nada, ignorando lo que pasaba a su alrededor. Jong Up le siguió.

 

—Hyung...—Jun Hong se había quedado sólo con ellos y aunque amara demasiado el silencio, ese le estaba perturbando de sobremanera— ¿Necesita algo más? —Fue lo único que se le ocurrió preguntar, el pelivioleta negó con la cabeza y dando media vuelta para encarar al menor, señaló la puerta con su cabeza—Entendido—Musitó el de cabellos rosados girándose para poder marcharse.

 

Ahora se encontraban completamente solos, únicamente ellos dos se hallaban allí, sus miradas se desviaron y sus cuerpos se aproximaron, tal vez por inercia, quizás por necesidad.

 

— ¿Qué pasará ahora? —Cuestionó  Him Chan sin atreverse a mirar al mayor.

 

—Ellos creerán que estás muerto—Respondió Yong Guk.

 

— ¿Y si se enteran? ¿Me tendrás encerrado aquí para siempre? —Comenzó a alterarse, demostrándolo en su tono de voz y en las expresiones de su rostro, el de mayor edad se acercó a él, a tal punto que sólo existían escasos milímetros separando sus cuerpos.

 

—Escúchame—Colocó una de sus manos en el hombro del menor y con la otra tomó delicadamente su barbilla, logrando así que lo mirara—Será sólo hasta que se me ocurra algo más—Aclaró acariciando con su pulgar la mejilla del pelinegro—Todo saldrá bien—Susurró intentando tranquilizar al otro.

 

—Van a descubrirlo, no son tontos, se darán cuenta de que no soy yo—No es que quisiera ser negativo, lo que sucedía era que aquella situación lograba ponerle los nervios de punta—Quiero volver...—Incoherencias, eso era lo que estaba diciendo ¿Volver allá y que lo asesinaran? ¿Estaba hablando en serio?

 

— ¿Siquiera estás escuchando lo que dices? —Preguntó, su tono de voz era fuerte al igual que el agarre que ahora tenía en los brazos del menor y sin poder evitarlo, terminó zarandeándolo bruscamente.

 

— ¡Yong Guk! —Gritó moviéndose desenfrenadamente, golpeando el pecho del de cabellos morados, intentando a toda costa soltarse de su agarre. En un movimiento inesperado, presa de la ira y la desesperación, Bang, sin medir la fuerza que poseía, estampó el cuerpo contrario contra la pared más cercana, dio un puñetazo en ésta, muy cerca del rostro de Him Chan, importándole poco si sus nudillos habían comenzado a sangrar y terminó acorralándolo, mirando fijamente los ojos del menor, los cuales estaba cristalinos. Pudo sentir su respiración, era agitada, su boca se abrió un poco, más no dijo nada, las palabras no salían ni aunque así lo quisiera. Llevó su mano lastimada al rostro del contrario y tomó su mentón con sutileza.

 

—No quiero perderte—Confesó, realmente le aterraba la idea de que algo malo le pasara a Him Chan, no podría soportarlo, sentía que si el pelinegro moría, una parte de su corazón se iría con él—No sería capaz de  soportarlo—Susurró al mismo tiempo que acercaba su rostro al más joven, para después posar sus labios en los de éste, besándolos lentamente, como si fuese la primera y última vez que podría probarlos. Him Chan se separó bruscamente del mayor, dejándolo un tanto        desubicado, no obstante, lo que hizo a continuación lo dejó más que perplejo: Enredó sus brazos alrededor del cuello de Yong Guk, al igual que sus piernas en la cintura del otro, para como consiguiente, dedicarse a besarlo con incontrolable pasión. Las manos del de cabellos violetas sujetaron su cintura, y sin dudarlo ni por una décima de segundo, le correspondió el beso, con igual o mayor fogosidad que el menor.

 

En un abrir y cerrar de ojos se encontraban dentro de una pequeña habitación, la cual disponía de una cama, un armario, una gran espejo y un diminuto baño. Lo único que se escuchaba era el sonido de sus respiraciones, agitadas y entrecortadas.

 

—Yong Guk... Yong Guk...—Dijo entre suspiros, se encontraba bajo el cuerpo del aludido, sus manos acariciaban la espalda desnuda de éste y sus piernas estaban entrelazadas en su cintura. Cabe destacar que no había ni una sola prenda que cubriera sus pieles en ese momento—Te amo...—Susurró muy cerca de su oído, mordiendo el lóbulo de su oreja después de pronunciar aquellas dos palabras—Ahh...—Gimió clavando sus uñas en el dorso del mayor en el momento en que éste se había adentrado en él.

 

—Y yo te amo a ti...—Musitó repartiendo pequeños besos en la cara del pelinegro, para después adueñarse de sus labios una vez más, acallando los gemidos que emitiría cuando comenzara a embestirlo.

 

—A-ahh...—Se abrazó al cuerpo contrario como si su vida dependiera de ello, mordió su labio inferior en un intento en vano de apaciguar sus jadeos, sentía que desfallecería si el mayor seguía tocando aquel punto en su interior.

 

Las miradas de ambos se encontraron, sus labios se rozaron por milésima vez y al momento de separarse, un ronco gemido salió de sus bocas.

 

Sus agitadas respiraciones era lo único que se escuchaba, sus pechos subían y bajaban, leves jadeos se escapaban de sus bocas y sus ojos estaban cerrados. Yong Guk se volteó, cayendo de espaldas en la cama, quitándose de encima de Him Chan, pasó su brazo alrededor de la cintura del alucido, atrayéndolo a su cuerpo, el pelinegro se abrazó a su dorso y abrió los ojos lentamente, suspirando pesadamente.

 

La mirada del menor se paseó por toda la habitación, percatándose de todo lo que se encontraba en ella, cosa que no se había detenido a hacer en el momento en que entró.

 

—Guk...—Susurró agitando un poco el pecho del nombrado, éste abrió los ojos y lanzó un leve gruñido— ¿Tiene un hermano gemelo? —Preguntó sin apartar la vista del portarretratos en el que se encontraba una foto, en la cual estaba Yong Guk y un chico idéntico a él.

 

—Tenía...—Murmuró, odiaba recordarlo, no porque aborreciera a su hermano ni nada parecido, sino por lo que le había pasado. El de cabellos más oscuros se dedicó a observarlo, dándose cuenta de que la expresión del otro había cambiado drásticamente, sus dedos se pasearon por el vientre del mayor y su cabeza se apoyó en el pecho de éste, no preguntaría nada más, quizás no era el momento indicado para hacerlo, se limitó a cerrar sus ojos para intentar conciliar el sueño, pero una pregunta divagó por su mente, haciéndole imposible poder descansar a gusto: ¿Qué era lo que sabía de Bang Yong Guk?

 

 

Notas finales:

Gracias a todos por leer y por dejar rws ya que estos me animan a seguir escribiendo.

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@ChocoGaaDeLimon

 

Bye~


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