“Nos encontramos, nos conocemos y nos enamoramos para luego separarnos. Así es como evolucionan muchas historias tristes”.- Samuel Taylor Coleridge.
Sus ojos viajaban de pintura en pintura, dibujo a foto. La improvisada galería tenía más el aspecto de un taller-departamento. Fue un tanto inesperada aquella entrevista, pero por un arte de esa calidad, era mejor no perder el tiempo.
- ¿Estos los dibujaste a lápiz?- Pregunto el escritor. Park JungSoo, un escritor de la revista “Splash”, que se encontraba en medio de su entrevista a un joven prodigio del arte.
- ¿Gano algo más si respondo ese tipo de preguntas?- El estudiantes-artista Kim HeeChul, se expresaba sin mas. No se guardaba sus opiniones, ese era su carácter, y no le interesaba como lo vieran los demás.
- No se trata de mérito o algo así. – Guardo silencio un momento.- ¿dibujabas mucho de pequeño?
- Algo así. ¿Para qué revista dijo que trabaja?
- “Slpash”. Las ilustraciones hoy en día están muy de moda...
- Mis dibujos son muy diferentes a los de los demás.- Interrumpió algo molesto el estudiante cruzándose de brazos.- Además, para mi es más divertido trabajar de modelo.
- Ciertamente...- JungSoo pensó bien sus palabras. – Tus dibujos han sido los mejores que he visto hasta ahora.
JungSoo, o LeeTeuk como lo conocían sus conocidos y el pseudónimo bajo el cual escribía, vagaba lentamente de imagen en imagen, hasta que se detuvo frete a una pintura. Esta tenia el mar, una playa, se distinguía una silueta humana.
- Háblame un poco sobre éste.- Solicito el escritor refiriéndose al cuadro que observaba atentamente.
- ¿Escribirás sobre él? No me gusta explicar mis creaciones.
- Seguramente por eso no apareces en muchas revistas. – Contesto agudamente. – Y... ¿piensas responder?
- Ah...- Heechul miro la pintura un momento.- Ese cuadro es, al que más cariño le tengo. Refleja parte de mi vida.
- Debo decir que también es el que más me gusta
- Eres el primero en afirmar eso. Todos los demás preguntas cosas estúpidas como: ¿Cuál es tu plato favorito? O ¿Cuál es tu color favorito?...- Se levanto de su silla y se coloco a espaldas del escritor.- Y su nombre ¿era? Tampoco lo recuerdo.
- Te entregue mi tarjeta al llegar. – Respondió seco. HeeChul se dirige a buscarla. Le queda mirando dubitativo un momento.
- ¿Eeteuk? ¿Qué clase de nombre es ese?
- Es el nombre con el cual escribo. Park JungSoo es mi nombre.- Se da vuelta y le sonríe amigablemente a Heechul. Este último solo asiente y alza una ceja.
La noche ya estaba encima y afuera corría una brisa fresca, mas el ambiente dentro el restaurante era ideal y agradable. La mesa se encontraba al lado de un gran acuario que ocupaba toda la pared y ambos se encontraban cómodos en su mesa.
- ¿Esto esta permitido?- preguntó Heechul con asombro
- Los periodistas no ganamos tanto, pero este es mi primer trabajo importante.
- Ahh...- exclamo coqueto – Por eso eres diferentes a todos los demás.
- Se podría decir que soy más escritor que periodista.- Aclaro con entusiasmo. – Pero yo invito la cena. Pide lo que quieras.
- Ehh.. Pareces un hombre de negocios.- Respondió Heechul, totalmente contrario a lo que Leeteuk esperaría.
- Descuida, todo entra en la cuenta. Pide lo que quieras.
- ¿De verdad? – Pregunto removiéndose en su asiento como un niño pequeño. – Wooaah...- Sonrío infantilmente. Tomo el menú en sus manos y llamo al servicio.- Traiga uno de estos, uno de esos, eso sin picante y otro mas de esto- Hablo mostrándole al camarero el menú. Acto al que Leeteuk rió por su entusiasmo.- Y una botella de Dom Perignon.
- ¡Oye! ¡Oye! Lo de todo no incluía alcohol. ¡Oiga...! – intento llamar de vuelta al camarero.
- Pues yo invito eso entonces – Dijo Heechul volviendo a su actitud algo altanera.- Tómalo como un regalo por su primer trabajo importante.
- ¿Cuánto cuesta una botella?
- No lo sé. Pero ha de ser bastante cara supongo.- Se levanto de su asiento y recibió la botella de manos del mesero. Con gran habilidad la destapó y sirvió ambas copas de la mesa.- Listo
- Ahhhgg...- Leeteuk bajo su cabeza – Ahora tendremos que beberlo... Pero yo pago.
- Vaya que es extraño Sr. Park.- Dijo Heechul mirándolo a los ojos.
- Creo que tú eres aún más raro. – Pronuncio Leeteuk para sí. Heechul ya se encontraba por brindar con su copa, pero Leeteuk le detiene.- Ah, espera. No puedes beber. Aún eres menor de edad.
- Aahg...entiendo – Dijo Heechul molesto y bajando su copa.- Los niños debemos tomas jugo de naranjas.- Dijo irónicamente tomando un vaso de jugo de la mesa.- Tendrás que bebértelo solo.
- Pues claro. Es demasiada cara como para desperdiciarla.
- Ps... ¡Salud! – Dijo elevando su vaso
- ¿Por qué brindamos?
- Por su primer gran trabajo.- Dijo inclinando su vaso. Acto que Leeteuk respondió juntando su copa. ¡CHIN! (sonido de copas chocando)
La noche transcurría tranquila y la cena pasaba de forma totalmente normal.
- ¿Alquilas aquel departamento?
- Lo hace la agencia.
- Entiendo.- Leeteuk dio un bocado a su comida. - ¿Sueles dormir en ese lugar? Me refiero si vives ahí...
- A veces.- Heechul se acomodo en la silla. – Usualmente me quedo en hoteles... o con amigos.- Miro a Teuk a los ojos.- Me acuesto con cualquiera- Dijo sin mesura.
- Veo que llevas una vida muy liberal.- Dijo Leeteuk levantando la mirada.- ¿Faltas mucho a la escuela?
- ¿A qué viene eso? No me sermonee. – Se cruzo de brazos
- No intento sermonearte. Pero aún eres un estudiante. Por lo menos termina tus estudios.- Heechul se vio incomodo ante tales afirmaciones.- Por cierto... con respecto a ese cuadro...
- ¿El cuadro?
- Aquel del mar y un muchacho. – Completó entusiasmado.
- ¡No está a la venta! – Respondió seco.
- No me malinterpretes. Me preguntaba si era alguna playa cercana...
- ¡No es asunto suyo!- Volvió a contestar pero esta vez levanto un poco más la voz.- No pregunte acerca de ese cuadro.
- Vale, evitaré preguntas de tu vida privada... ¿Sales con alguien?
-...- Heechul alzo una ceja como preguntándose por la contradicción que acababa de cometer aquel extraño escritor.- Pues no.
- ¿Por qué no?
- Sabe... Usted es bastante atractivo.- Leeteuk que estaba bebiendo de su copa, al oír estas palabras se atora y tose fuertemente. Luego se ríe. - ¿Qué es lo gracioso?
- Es lo último que esperaba escuchar, eso es todo. En serio.- Hubo un momento de silencio.
- Debe de tener mucho éxito.
- La verdad es que no. No soy como tú.
- Ahora no estoy de moda.
- Claro, claro. – Rió bajo.- Soy un sujeto normal, tú eres un modelo profesional además de artista. Espérame un momento, voy al baño. – Se levanta de la silla y se dirige a los baños.
- ¡Señor Park! – Llamó Heechul antes de que se fuera. Leeteuk se dio vuelta.- No, no es nada. – Leeteuk lo miro a los ojos un instante y se dio media vuelta para retomar su camino.
La mente de Leeteuk ordenaba los hechos anteriores. Era un joven bastante peculiar. Parecía no preocuparse de la impresión que daba a los demás, era algo irreverente, pero agradable. Y a pesar de sus constantes bromas subidas de tono e insinuaciones, le pareció alguien que valía la pena conocer. Además de que era bastante atractivo... un momento, ¿qué acababa de pensar?... el alcohol ya debía estar haciendo estragos. Debía ser más cuidadoso. Se miró al espejo un momento, no se veía mal. Quizás fue un lapso pasajero de su mente que divagaba. Levanto la mirada para volverse a mirar, pero se sorprendió al ver a Heechul a sus espaldas.
- ¿Qué?- Leeteuk lo miro un instante. - ¿También tenías que ir? – Heechul no responde, solo se lo quedó mirando fijamente. - ¿Paso algo? – La mirada de Heechul pasó de fría a una mirada más insinuante y provocativa. Leeteuk prefirió ignorarlo. Se dirigió a los urinales, Heechul se quedo en el mismo lugar. Leeteuk se relajo, y se disponía a hacer lo suyo, pero se dio el susto de su vida cuando las manos de Heechul se colaban por sobre las suyas y las de su miembro expuesto. - ¡Oye! ¿Qué diablos estás haciendo?- Heechul lo miro a los ojos y solo dibujo un sonrisa en su rostro. Ambos escucharon que alguien se acercaba. Heechul se deslizo a uno de cubículos de un lado y llevo a Leeteuk con él de los hombros. Entro y cerró con llave.
Heechul deslizo sus manos y bajo completamente los pantalones de Leeteuk, quien aún torpe por el susto y la sorpresa, no reaccionaba rápido. Heechul besaba el cuello de Leeteuk, mientras este intentaba alejarlo con las manos pero el reducido espacio se lo impedía. ¿Qué diablos ocurría con este chico? ¿Era acaso un sueño? Heechul se encontraba desabrochando los botones de su camisa. Leeteuk bajo la mirada y Heechul le dio una de las más bellas sonrisas que Leeteuk había visto. ¿Cómo podía sonreír así en un momento como este, en esa situación?
-¡No!-Exclamo Leeteuk alterado.- ¡Para!
-...- Heechul se detuvo un momento y lo miro a los ojos.- No tengas miedo.
Entre la adrenalina y los efectos del alcohol, Leeteuk se olvido del mundo y de si mismo. Heechul le miro a los ojos con lujuria y Leeteuk le devolvió una mirada parecida. Heechul, termino con la camisa de Leeteuk y besó nuevamente el cuello de Leeteuk, luego comenzo a bajar por el pecho de este. Beso su pecho, y se detuvo a lamer uno de los pezones. Leeteuk acomodo su espalda sobre la pared del baño y así obtuvo mayor equilibrio, por lo que puso una mano en la cabeza de Heechul, indicándole que prosiguiera. Heechul entendió de inmediato y siguió besando y lamiendo hasta llegar al borde del bóxer que llevaba el escritor. Peso por encima de la tela la punta del ya despierto miembro del mayor.
- ¡Ahg--! – Leeteuk ahogó un gemido y jaló de la cadena del inodoro por si alguien aún se encontraba en el baño. Luego con su mano libre tapó su boca. Para cuando se dio cuenta, el menor ya se había desecho de sus bóxer y se encontraba “acariciándolo” con ímpetu. Leeteuk sintió que ya era demasiado, e intentó alejarse, pero ya se encontraba contra la pared. Hechul beso la punta del erecto miembro de Leeteuk y comenzo a lamerlo sin temor. La mente de Leeteuk quedó en blanco, ya no pensaba en nada. Era tal el placer que sentía que ya no se preocupo por nada. Y aún con su mano en su boca, de vez en cuando se le escapaba un gemido, que terminaba despareciendo en el vacío de los baños.
- ¡Y-ya! – Dijo Leeteuk entre jadeos. Sabía que si continuaba se vendría sobre el muchacho. Pero Heechul pareció no importarle y continuó con su labor. – P-por fav-vor.- Rogó, pero ya era demasiado tarde y Heechul tenía parte de su semen en la boca y el resto en la mano, la cual lamió frente a Leeteuk sin mayor reparación en la intención de este. Heechul lo miró a los ojos, y volvió a sonreír como en un principio. Leeteuk solo cerró sus ojos para olvidar todo. Pero olvidarlo sería algo que jamás podría ocurrir.