- ¡D-deja me en paz, bruja! – lloraba un pequeño niño rubio de ojos zafiros – d-deja me o le diré a mi papa – lloraba el pequeño
- Ja… de verdad piensas que funcionara, monstruo, tu padre está ciego – dijo la mujer, de grandes pechos, que llevaba un vestido costoso – no puedes hacer nada – decía mientras agarraba los hilos de cabello del mejor
- ¡Ay…! – grito el menor – d-d-deja me… - continuo llorando
- A veces me apetece quitarte esos ojos… como pueden monstruos como tu tener ojos tan lindos… - dijo la mujer – Eres tan odioso…
El menor temblaba de miedo, esa mujer era lo peor que había visto, le agarraba en los cabellos, le cortaba la piel… y luego decía al papa del menor que él no estaba bien y necesitaba de un psicólogo… era pura envidia… quería todo del pequeño, sus ojos, sus cabellos, su dinero…
Naruto se levanto y fue hasta unas porcelanas de la mujer, la odiaba tanto… lo hacía sufrir tanto… pego en una porcelana y empezó a romperlas. El ruido se escucho por todo el lugar, la mujer se viro hasta el rubio para ver qué era lo que este rompía y se lleno de rabia
- ¡Naruto… monstruo… que has hecho!!! – le grito su madrasta – ya veras, pedazo de ***** - la mujer llego hasta Naruto, le dio una bofetada, luego se levanto y fue a por algo en la habitación del menor, cuando regreso…
- ¿Mira, odioso monstruo, sabes que es esto? – dijo mientras alzaba un objeto de suma importancia para el menor – ahora mira bien lo que hare, y nunca más me vuelvas a mirar mal o hacer lo que has hecho – la mujer pego en un oso de peluche, era un regalo de su preciada madre, era su objeto más importante. Le pego con una mano por la cabeza y otra por las piernas y – ZASH – lo rompió en dos, haciendo que el pequeño sufriera un ataque en el corazón, le dolía como nunca
- ¡B-br-bru-bruja!!!!!!!!!!! – grito el pequeño con un nudo en la garganta por el dolor en el alma que sentía – ¡Te odio bruja! ¡Te odio! – continuaba pero fue interrumpido por otra bofetada de su madrasta
- Demonio, nunca más, pero nunca más, me vuelvas a llamar de bruja, si no, hare mucho peor que eso… - y se fue
Unas horas después con Naruto y Minato
- P-papa… n-no quiero a esa bruja c-como madrasta… - le dijo el menor
- Pero que dijes, pequeño, ella es muy buena persona, nos trata muy bien y-- - dijo pero fue interrompido
- ¡E-eso es mentira!! – empezó a llorar el menor – ¡ella… ella rompió mi peluche! La odio!
- Querido, llegue – dijo la mujer, que llego de sus “compras” con sus “amigas” – ah! ¿Naru-chan que te paso? – dijo “afligida” y abrazo el pequeño, pero que en realidad le daba demasiado asco – pobrecito no llores
- C-calla te bru— ¡te odio! ¡T-te odio! – dijo el pequeño, llorando desesperadamente, pero luego huyo a su habitación
- ¿Qué le pasara…? – dijo Minato triste, pensando que en realidad era su culpa por no pasar más tiempo en casa
- No debe ser nada cariño, ya sabes cómo son al entrar para las próximas edades – dijo mientras daba un beso en los labios del hombre, lo que en realidad también le daba asco
- Bueno… - dijo el mayor
- ¡Llegue! – dijo Deidara que acababa de llegar del colegio – hola padre… hola… señora… - dijo
- Oh querido, no tienes que decirme señor, dime “mama” – dijo la mujer con una grande falsidad pero que no era notoria
Pero… Deidara pensaba que algo andaba muy mal, principalmente por normalmente no “haber motivo para que Naru-chan odiara a esa señora” pero no, el no conseguía descubrirlo, tal vez a Naru-chan solo no le gustaba la señora… pero… Deidara también lo pensaba por veces… pensaba porque esa señora emanaba una aura tan falsa y llena de odio y ambición, por veces pensaba que era solo su imaginación, y por otras, que era solo un engaño, pero algo no andaba mal y él lo descubriría.
- Voy a mi habitación a hacer la tarea – dijo el peli largo – nos vemos
- Que te vaya bien – dijo Minato
- Sip… - respondió y desapareció en el corredor
- Minato, voy a hacer una llamada, no te importa si te dejo sin “compañía” para la película por 3 minutos?
- Claro que no… ve… - dijo algo desconfiado el rubio mayor pero no le dio tanta importancia
- Gracias – dijo, mientras desapareció en las sombras como Deidara lo había hecho. Pego en el celular y marco un número – ¿Estas? ¿Podemos hablar? – dijo para el otro lado de la línea
- Si… - le respondieran del otro lado
- …creo que ya di más o menos el sabor a mis “caramelos” al pequeño – dijo maliciosamente
- ¿Lo golpeaste? – preguntaran del otro lado
- Si… y también le rompí algo importante para el… - le respondió
- ¿Sabes algo más sobre aquel nuestro asunto? – preguntaran
- Aun no, pero creo que pronto lo sabré. Oye… - dijo
- Dime – contestaran
- No sé porque pero… creo que el hijo mayor, ya desconfía de algo… tenemos que darnos prisa… - dijo la mujer, con seriedad en la voz, lo que hizo el hombre del otro lado de la línea, quedar algo preocupado
- ¿B-bueno… no creo que un niño de 10 años lo descubra o sí? – pregunto preocupado
- Para decir la verdad, no lo creo, pero el también no es idiota como el menor, y si nos demoramos, más tiempo tendrá para pensar en el asunto… - dijo, finalmente soltando el verdadero problema
- ¿Bueno, todo depende de la información que conseguires, no? – dijo arrogantemente
- Ja… de verdad eres un… yo cargo los problemas todos no? Ya sabes que si vuelvo para aquel lugar, te mato, y además… quisiera que después de que esto termine todo, llevaras al menor de los rubios para allá… le sabrá bien… - dijo odiosamente
- Como usted desee – dijo del otro lado – ¿pero primero…eso, no?
- Claro que si, idiota – dijo la mujer
- Y a ti te encanta… - dijo, cortando la llamada
Después de algún tiempo, Naruto se dirigió a la habitación de su hermano
- Deidara-nii-chan… - dijo
- Oye Naruto… tengo algo que preguntarte – llamo el mayor
- ¿…que? – pregunto el menor
- ¿Te agrada nuestra madrasta? – pregunto finalmente
- N-no… - respondió el menor, casi dejando escapar unas lagrimas
- ¿Porque…? – pregunto el mayor, finalmente mirando Naruto a la cara
- E-ella me bate… y-y me rompió el peluche que me r-regalo mama… - respondió el menor llorando
- ¿Qué? ¿Porqué no me lo has dicho? ¿Lo has dicho a papa? – dijo el mayor sorprendido y preocupado
- Lo he dicho a papa… pero el dijo que ella era muy buena… - dijo finalmente
- Aquí hay cosa… no creo que esa mujer le guste papa… mucho menos que nosotros le gustemos… lo averiguare… y Naruto… intenta no hacerla enfadar, no quiero que te bata… - dijo el mayor – la pesadilla terminara…
Eso creía Deidara… pero la pesadilla de los dos hermanos… acabava de empezar…