-Hola Bebé, ¿dónde estás?
-Hola Puppy, pues estoy en casa de una amiga, ¿por qué? ¿sucede algo? – la voz del castaño sonaba intrigada
-No, sólo que ya estoy aquí
-¿Aquí dónde?- ahora estaba confundido. No sabía a qué lugar se refería su novio que estaba.
-Pues aquí, en Seúl. Tontito. Ven por mí. Estoy en el aeropuerto.
-¿¡QUÉ?! ¿Pero cómo? –Se levantó de un salto del sillón en el que estaba sentado – ya voy- después de esto, cortó la llamada.- Krystal, lo siento pero tengo que irme –hizo una pequeña reverencia- pero Jonghyun llamó y dijo que ya está aquí en Seúl y quiere que vaya por él.
-No te preocupes-sonrió-, anda, ve a por tu Puppy-mientras decía esto, sostenía las manos de Taemin entre las suyas.- Es un bonito detalle de su parte el venir desde Japón a visitarte -ambos se mostraban felices y con un brillo en sus ojos-. No le hagas esperar demasiado.
-Muchas gracias – dicho esto, dio media vuelta y salió a buscar un taxi que lo llevaría al aeropuerto.
En todo el trayecto de la casa de Krystal hasta el aeropuerto, no paraba de sonreír y la vista no la despegaba de la ventana, mirando el exterior y como los edificios se volvían franjas horizontales y poco a poco se alejaban.
Las ansias y el nerviosismo de volver a ver a su novio después de casi dos años de no verlo, estaban por acabar con su paciencia y con el enorme apetito que traía desde que salió de casa de Krystal.
Los aviones cruzando los cielos lea avisaban que se acercaba, cada vez más a su destino.
-Ya llegamos, joven- le avisó el taxista, sacándolo de sus ensoñaciones.
Pagó lo que el taxímetro le había señalado y se despidió con una reverencia y un “gracias” para luego cerrar la puerta y entrar al enorme edificio color metálico que estaba justo frente a él.
Al entrar, se dio cuenta que había más personas de las que había imaginado encontrar dentro de un aeropuerto, incluso llegó a pensar que jamás encontraría a su amado hasta que después de haberse parado arriba de una de las sillas de la sala de espera, pudo ver a lo lejos a una pequeña figura, de cuerpo bien formado, piel morena y cabello castaño pero con algunas partes teñidas de rubio y un par de perforaciones en las orejas; sabía que era él, su novio al que por dos años, la única comunicación que mantenían era vía telefónica y por internet. Le extrañaba demasiado, quería volver a estar entre sus brazos, besarlo hasta que les faltara el aire. Bajó con algo de dificultad y pasando de entre la multitud hasta aquél pequeño pero musculoso cuerpo.
-Hola Puppy- abrazó por la espalda a su novio y apoyando la mandíbula sobre el hombro- ¡te extrañé demasiado! No vuelvas a irte por tanto tiempo o juro que me iré contigo –dejó un corto y cálido beso en el cuello. Jjong giró para encontrarse con ese par de esferas color caramelo que tanto le fascinaba y anhelaba cada noche y por las mañanas verlos, su amplio sonreír y ese largo pero suave cuello que extrañaba besar.
-Te extrañé bebé. Prometo no volver a irme y acepto tu amenaza de venirte conmigo. –le sonrió de la misma manera. Rodeó con la pequeña cintura de su novio con sus brazos. Necesitaba sentirlo nuevamente cerca, saber que ya no estaba sólo hablando por teléfono o viéndose a través de la cámara. Tomó entre sus manos el rostro de Taemin y juntó sus labios sobre los del otro. Suaves, tal y como los recordaba, dulces, ese peculiar sabor a banana milk que le enloquecía. Se separaron pero sin despegar las frentes, encontrándose las miradas. Ambos sonrieron. –Ya me quedaré contigo para no volver a dejarte, y sabes una cosa, vendí la casa de Japón, el automóvil y todo fue para ya no tener nada que me atara a estar allá y sólo estar para ti, aquí en Corea.
-¡¿QUÉ?!-se separó de una manera no tanto brusca pero sí hizo que Jjong se asombrara por la manera en que lo hizo- que hiciste ¿qué?
-Vendí la casa y el automóvil, no sé por qué te sorprende- claramente, Jjong no sabía que sucedía con Taemin, sólo eran cosas ‘materiales’. Nada de importancia.
-P-pero… fue lo que te dejaron tus padres después de que fallecieron, ¿cómo te atreves a actuar como si no fueran gran cosa? A lo mejor se los vendiste a algún desconocido que planea hacer quién sabe cuántas cosas con la casa y el auto –agitaba los brazos como buscando respuestas a las interrogantes que cruzaban por su cabeza.
-Bebé…-se acercó y lo acunó en sus brazos mientras acariciaba su cabello- sabes que esa casa sólo me trae tristes recuerdos además, no le vendí la casa a cualquier persona que me hiciera una jugosa oferta, sino a mi viejo amigo Jinki. Así que no está en manos de un extraño. Vamos, necesito descansar un poco y comer algo que estoy que muero de hambre – le separó y sujetó de los hombros. Sonrió- ¿sabes que te amo demasiado y que no permitiré que alguien te lastime?- besó la sonrojada mejilla de Taemin
-¡Puppy!- se apartó un poco y le miró con las mejillas sonrojadas- sabes que siempre que me dices eso hacen que me sonroje y no me gusta que me veas así- bajó la mirada y, con la punta del pie, trazaba las líneas de los tabiques que formaban el brillante piso de la sala
Posicionó una mano debajo de la bailla de Taemin, haciendo que éste levantara la vista y se encontrara con la suya- no me importa si te pones color tomate, quiero que quede claro lo mucho que te amo y que en ésta vida, no habrá nadie que cuide de ti más que yo y bueno, Key pero él no viene ahora al tema pero vamos, que ya quiero comer lo que Key preparó de bienvenida- tomó a Taemin de la mano pero éste no se movió ni un centímetro- ¿Qué sucede? ¿porqué no te caminas?- le miró desconcertado
-Omma Key no preparó nada…- bajó la mirada- fui yo – esto último lo dijo en un susurro, apenas audible para JongHyun
-¿Hablas en serio? – Hizo que le viera- pues mucho mejor, así sabré qué tan rico cocina mi futuro esposo- besó de nueva cuenta la roja mejilla y, tirando de la mano con suavidad, hizo que caminara. Taemin no despegaba la vista del piso, sabía que si la levantaba, su novio se reiría de su aún timidez después de tanto tiempo pero a JongHyun le parecía tierno ese gesto, le hacía verse más lindo de lo que es.
Saliendo del aeropuerto encontraron un taxi disponible. Apenas estaban por meter las maletas a la parte de atrás, cuando alguien también había visto ese mismo taxi y se acercó a ellos.
La mirada de JongHyun y la persona recién llegada se cruzaron. Al más bajo no le agradó para nada la otra persona, y sabiendo que ellos habían ganado el taxi, no entendía por qué optaba por quitárselo.
-Hemos visto éste taxi primero. Espera a que llegue otro- su voz era firme con mezcla de agresión. La mirada era aún más fuerte, penetrante. No soltaba la manilla de la puerta
-Tu novia es hermosa- le guiñó el ojo a Taemin mientras éste se escondía en el pecho de su novio. Seguido de esto. Se marchó no sin antes decir algunas palabras- no estoy interesado en el taxi, sólo quería conocer de cerca a tu guapa novia.- se alejó despidiéndose con un ligero movimiento de mano