Había estado estudiando toda la noche. Ese maldito examen lo tenía frustrado, exhausto y estresado. Tenía que aprobarlo y no era por otra cosa más que por su orgullo, porque justamente el día anterior había discutido con su padre por eso, le demostraría que no era ningún tonto.
Entró decidido al salón de clases, se sentó en el fondo en donde no tendría ninguna distracción molesta. Cuando tuvo la prueba enfrente no hizo más que concentrarse.
Pudo respirar tranquilamente cuando vio su resultado un perfecto 95, ahora se encontraba más que satisfecho. Y de repente el cansancio se presentó en el y sin que se diera cuenta se durmió profundamente.
El sonido de algo lo despertó, miró desconcertado al lugar en que se encontraba, se tallo los ojos y su celular sono de nuevo. Lo miró y aun confundido lo tomo, diez llamadas perdidas y un mensaje y todo era de una sola persona.
Jiyong.
Lo primero que hizo fue abrir el mensaje, lo leyó y enseguida salió rápidamente del salón de clases.
Te necesito ven a mi casa ahora.
Apenas podía respirar pero había llegado, tocó el timbre varias veces pero nadie le abrió, suspiro frustrado y giro la perilla, estaba abierto y se asustó por ello. Busco con la mirada a Ji pero no lo encontró.
─ Jiyong ─ grito pero nadie respondió.
Decidió ir al piso de arriba. Subió rápidamente las escaleras, donde fue directamente al cuarto de Ji y cuando entro en el quedo con la boca abierta.
Las cortinas estaban corridas dejando a oscuras la habitación apenas iluminada por la velas que se encontraban alrededor, estas desprendían un agradable aroma haciendo que Seung se sintiera de pronto relajado.
Y de repente sintió un par de manos en su cintura, y ahí fue cuando se dio cuenta que su pequeño había preparado todo eso para él.
─ ¿Estás seguro? ─ Fue lo único que atino a preguntar.
─ Solo si es contigo.
Ambos sonrieron.
Seung tomo a Ji de la cintura y lo acercó a él hasta que no hubo ni un espacio que los separe, lo beso con ternura olvidandose de todo caminaron hasta que chocaron con algo.
Ahora se encontraba entre la cama y el cuerpo de Seung, mientras que este lo besaba lenta y profundamente.
Las manos de Jiyong se colaron bajo la camiseta de Seung, acariciando lentamente la piel del vientre para ir luego en busca del torso, mientras que el mayor todavía encima de él, comenzó a recorrer todo el cuerpo del más pequeño.
Sin abandonar ni un segundo su boca, siguió acariciando todo lo que estaba a su paso haciendo gemir a Ji entre besos.
Seung se separó mientras le sacaba a Jiyong la camiseta, lo miraba embobado había esperado por mucho tiempo para que eso pasara.
La mano del pequeño rozó el excitado miembro de su hyung por encima de la ropa, arrancándole un delicioso gemido que no se molestó en silenciar, le gustaba sentir el tacto de Ji sobre su piel, era cálido y le provocaba un suave hormigueo por todo el cuerpo.
Seung devoró por completo cada rincón del cuello, saboreó con lujuria los pezones, haciendo que se endurecieran cuando hizo presión en ellos con su boca, bajando cada vez más, para seguir acariciando todo con su lengua y acabar parando para jugar con el ombligo.
Cuando se hubo entretenido bastante en aquella zona, continuó su descenso y mordisqueó los muslos de Jiyong por encima de la ropa, evitando deliberadamente la zona más sensible.
Se separó y se entretuvo quitándole lentamente los pantalones y los boxers, dejando al descubierto la masculinidad de su pequeño y mirándole con descaro. Empezó a quitarse él también la ropa, de manera lenta y sensual. Jiyong se incorporó un poco, admirando el cuerpo que iba quedando desnudo ante él.
─ Seung…
Jiyong tomó la mano del más alto, lo acercó a su boca, donde humedeció los dedos de manera sensual, cuando hubo terminado, Seunghyun sin perder el contacto visual tanteó en busca del trasero de Ji e introdujo un dedo lubricado en su interior.
─¿Te duele?─ preguntó, sin atreverse a moverse.
─No─ dijo gimiendo.
Seung más tranquilo, empezó a mover su dedo en círculos, entrando y saliendo poco a poco. El segundo dedo le causó algo más de molestias, pero enseguida se habituó cuando su hyung empezó a moverlos con delicadeza, y cuando el tercer dedo hizo su intromisión, Jiyong gimió de dolor.
─¿Quieres que me detenga?─ pregunto preocupado.
─Estoy bien, sigue.
Seunghyun tomo su miembro e introdujo despacio la punta de su erección en el cuerpo del pequeño. Jiyong clavó las uñas en la espalda de su novio y dejó escapar un gemido ahogado.
─¿Estás… bien?
─Sí ─ respondió después de un jadeo.
Dolía un poco, pero era soportable se movió un poco, indicándole que podía seguir.
El mayor empezó moviéndose muy lentamente, deslizando su mano por el vientre de Ji, hasta llegar a su erección, que masajeó con cuidado, distrayéndolo para mitigar el dolor. Cuando le pareció que los sonidos que emitía eran de placer empezó a profundizar y a moverse más rápido dentro de aquella estrecha cavidad.
─Aah…
Gimió cuando su hyung se aferró a sus caderas y le alcanzó en algún punto interior que le hizo sacudirse de placer. Otra nueva embestida acertó en el mismo lugar, haciendo que el pequeño se contrajese en un espasmo de placer.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Jiyong cuando Seung empezó a besar y a lamer su cuello donde alcanzo el orgasmo, manchando el vientre de ambos. Al instante también el mayor terminó, viniéndose en el interior de su novio mientras éste contrajo su entrada a causa del éxtasis.
Seung se dejó caer al lado de Ji para después abrazarlo protectoramente, le acariciaba sus cabellos mientras que el otro disfrutaba del contacto que le proporcionaba. Seung se separó para ver a su pequeño a la cara.
─ Te amo
─Lo se...Yo también te amo.