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Arréglame por ArielHellishKoneko

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Notas del fanfic:

Este Relato fue escrito especialmente para San Valentín y para el concurso de MundoYaoi

Notas del capitulo:

La historia como los personajes son ficticios, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. 

“Arréglame”

 

 

Miró por la ventana al vendedor de algodones de azúcar que paseaba por la calle. Ese día los algodones llevaban un  pequeño corazón pegado en la bolsa. Sonrió y siguió mirando a las personas caminando por la calle. De alguna forma sentía un poco de envidia. Él había celebrado alguna vez “San Valentín” pero aun así se sentía algo celoso de las personas que paseaban con una sonrisa y su pareja de la mano. Él quería eso. Quería pasear de la mano con la persona de la que estaba enamorado.

Se alejó de la ventana y miró a habitación. Fue hacia el librero y tomó un comic, se subió a la cama y abrió el comic en una página al azar, comenzó a hojearlo sin prestar atención a los diálogos. A veces los dibujos de las historietas lograban hacer que dejara de pensar en “su amor imposible”. Lograban alejarlo un poco de la realidad. Se perdió en un dibujo de un hombre azul y musculoso que llevaba el nombre de “Dr. Manhattan”, fue también en ese instante que sintió que aprisionaron sus pies y lo jalaron lejos de la cama.

-¡Matt!- gritó un chico de cabello negro, ojos cafés, piel pálida y sonrisa de oreja a oreja. –Vamos, Matt, deja ese comic.

Matt sonrió y dejó el comic en la cama.

-Fuiste muy brusco, Adam- regaño Matt mientras se acomodaba en el suelo y enredaba un mechón de cabello color azul en su dedo.

-¿Yo?- preguntó fingiendo inocencia –Yo nunca podría ser brusco contigo

Matt sonrió y se jaló el mechón de cabello.

-Claro- contestó con sarcasmo.

Adam lo miró y se llevó una mano al pecho mientras hacía una pose dramática.

-¡Pero si yo te amo, Matt!

Matt se sonrojó hasta las orejas y se atragantó con su saliva. Adam sonrió y se acercó al otro.

-Ya sé que también te gusto, pero nuestro amor nunca podrá ser.

Matt bufó y le tiró una patada a Adam. Se abrazó las piernas y frunció la boca. Su corazón latía fuertemente y aun podía sentir el calor en sus mejillas. Ese era su amor “prohibido”, su mejor amigo. Y el idiota de su mejor amigo no se había dado cuenta que él tenía esos sentimientos.

-No te enojes, Matt, sabes que solo bromeo.

Esa era la frase que mas odiaba, “solo bromeo”, siempre lograba que su corazón latiera fuertemente y después decía eso, quitándole importancia y haciendo que Matt quisiera golpearlo hasta dejarlo inconsciente.

-Da igual, eres un idiota, Adam.

Adam fingió sollozar.

-Eso es tan cruel.

Matt volvió a soltar un bufido y se levanto del suelo.

-¿Qué vamos a hacer?- preguntó mirando las películas que había revueltas con los libros y los comics del librero.

Adam sonrió y encendió la televisión.

-Mis padres van a llegar hasta muy tarde y mi hermana se va a ir a dormir con sus amigas- se acercó a Matt y lo abrazó por los hombros –Envidio tu cabello, quisiera tenerlo de color rojo con negro, pero mis padres no me dejan.

-Es porque sacaste muy malas calificaciones.

Adam bufó y se separo de Matt.

-Tal vez no me quede bien. A ti te quedo bien el color porque eres más pálido que la leche.

Matt bufó y sacó una película de entre un montón, en la portada había un niño con una calabaza en vez de cabeza.

-Quiero ver esta- ordenó enseñándole la caja a Adam, este sonrió y asintió con la cabeza.

-Esta película es genial, de mis favoritas.

Matt sonrió y se subió a la cama, se quitó los zapatos y le sonrió a Adam.

-Ve a hacer palomitas y trae algo de beber, esclavo.

Adam frunció el ceño y le enseñó la lengua, puso la película en el DVD y salió del cuarto casi corriendo. Matt sonrió y tomó el control del DVD y empezó a acomodar las almohadas de la cama para que ambos pudieran ver a gusto la película. Se levantó y apagó la luz, escogió el idioma de la película y dio “enter” en iniciar. Detuvo la película antes de empezar. Quería esperar a Adam para poder ver la película juntos. Unos minutos después la puerta se abrió, Adam apareció con un tazón de palomitas y dos cartones de jugo.

Matt se levantó de la cama y ayudo a Adam, acomodaron todo en la cama y se sentaron a ver la película, trataba sobre un espíritu vengativo que representaba el Halloween. A mitad de la película Matt ya se estaba quedando dormido, Adam lo despertaba sacudiéndolo cada vez que se recarga para poder dormir. La película era vista solamente por el pelinegro mientras que el otro se dormía cada cinco minutos. Fue cuando la película se acabo que Matt se despertó con suficiente energía como para quedarse despierto toda la noche.

-Eres una niña, Matt- se quejó Adam terminándose el jugo de naranja.

-No es mi culpa, la película era aburrida.

Adam lo miró por un momento con el ceño fruncido.

-Retráctate paletita azulada.

Matt sonrió y se estiró en la cama. Adam se acercó y comenzó a revolverle el cabello energéticamente, hasta lograr que el otro se enojara y lo empujara fuertemente.

-¡Deja mi cabello!- gritó Matt enojado

Adam se echo a reír, Matt bufó molesto y se acomodo el cabello sintiendo los nudos que el otro acababa de provocar. Antes de que pudieran volver a discutir el sonido de un motor hizo que Adam se quedara callado con los ojos abiertos como platos.

-Mierda- murmuró parándose para apagar la televisión –Mierda, mierda, mierda.

Matt sonrió un poco pero antes de que pudiera decir algo Adam lo había jalado para quedar acostados y con las cobijas mal puestas.

-¿Porqué…

Adam le tapó la mano con la boca y puso un dedo sobre su boca indicándole que guardara silencio. El sonido del motor se desvaneció y el silencio volvió a reinar. Por un momento Matt pensó que solo estaba siendo víctima de una broma. Se escucho abrirse la puerta principal y Adam apretó el agarre que mantenía en Matt.

Matt no intento quitar la mano de Adam de su boca, simplemente cerró los ojos y fingió que dormía. Se escucharon unas voces fuera de la habitación. Adam quitó la mano y fingió que estaba dormido. La puerta se entreabrió y se escucharon unos murmullos por un momento antes de que esta se volviera a cerrar. Los sonidos murieron unos minutos después.

-Se supone que volverían tarde- murmuró Adam levantándose y comenzando a acomodar las cobijas.

Matt entreabrió los ojos y se quedo viendo a Adam por un momento, sonrió tristemente y acomodó la almohada bajo su cabeza. Pensó que tal vez todo sería más fácil si fuera lo suficientemente valiente para decirle sus sentimientos a su amigo, pero era más que obvio que nunca se atrevería. Adam se dejó caer de nuevo en la cama, el otro sonrió y un sentimiento de tristeza y un nudo en la garganta se hicieron presentes.

La vista de ambos se fue acostumbrando a la obscuridad y pronto la podían ver un poco mejor. Matt tomó un mechón del cabello de Adam y lo acarició por un momento provocando que el otro volteara a verlo. Siguieron callados por un buen momento. Matt siguió acariciando el mechón de cabello, tenía tantas ganas de besar a su amigo en ese momento que le parecía un gran logro no abalanzarse sobre él y estampar sus labios en los contrarios.

-¿Qué piensas, Matty?- susurró lentamente.

-No me digas así, suena muy…

-Suena lindo- interrumpió levantando la voz -¿En qué piensas?

 -Que necesito un psicólogo, tal vez un psiquiatra.

Adam soltó una pequeña risa y se giró para quedar frente a Matt, a pesar de la obscuridad podían verse casi perfectamente.

-¿Por qué necesitas un psiquiatra?

-Estoy loco, tengo sentimientos raros.

Adam chasqueó la lengua y se acerco un poco al otro.

-Yo podría arreglarte.

-¿Tú?- preguntó soltando una risa –Claro, Adam.

-Puedo hacerlo, podría arreglarte.

Matt sonrió un poco y agacho la vista, se mordió los labios y comenzó a jugar con sus pies. Sus sentimientos no era algo que se pudiera arreglar. Se quedaron un momento en silencio. Adam chasqueo de nuevo la lengua y Matt saltó levemente. Tragó saliva y pensó que ese era el momento perfecto para confesar sus sentimientos. No tendría oportunidad como esa y si era rechazado era obvio que no lo echaría de la casa.

-Matty-

Adam suspiró y Matt posó su mano en la mejilla de este.

-Arregla esto- murmuró acercándose lentamente hasta lograr besar los labios del otro. Tan solo tenerlos unidos provoco que miles de sentimientos explotaran en su interior, como fuegos artificiales.

Mantuvo esa posición por unos momentos hasta que sintió que era suficiente y se separo.

-Me gustas, Adam- murmuró pegándose a la pared.

Adam no contestó, se mantuvo callado un largo rato. Matt sintió un nudo en su garganta y sus ojos se volvieron borrosos. Incluso una grosería sería mejor que esa indiferencia. Fue como si no hubiera pasado nada. Como si lo que acaba de hacer no tuviera el más mínimo significado.

-Al menos di algo- susurró al borde de las lágrimas.

Adam parpadeó un par de veces y se lamió los labios.

-Matty…yo…

-Es horrible ¿Verdad?

Matt se mordió los labios tratando de no llorar, Adam se acercó y tanteando tomó el rostro del otro, se acercó un poco mas y lo besó.

-Es genial- murmuró separándose por un instante y volviendo a besarlo.

Matt abrió los ojos como platos y alejó al otro.

-¿Qué haces?

-También me gustas, Matty, o al menos eso creo.

-¿Crees?

Adam soltó una leve risa y volvió a besarlo, Matt no lo empujó, esta vez correspondió el beso de manera más enérgica. Se besaron por unos minutos hasta que los labios se les comenzaron a partir. Se separaron con la respiración un poco agitada. Se sonrieron y se dieron un beso casto.

-¿No te molesta?- preguntó Matt con algo de pena.

-Te dije que te arreglaría ¿No? Eso es lo que hago.

Matt soltó una pequeña risa y buscó la mano de Adam por debajo de las cobijas.

-Feliz San Valentín- murmuró Adam sonriendo.

-Feliz San Valentín- contestó Matt algo burlón.

Entrelazaron sus dedos y una vez más unieron sus labios.

 

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado.

Un review me haría feliz. 

 

GRACIAS POR LEER.


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