Capítulo 9
Después simplemente se sentó recostado en la verja metálica y cerró los ojos pensando en qué le diría al pelinegro por el beso cuando este le pidiera una explicación.
En ese momento la puerta se abrió dejando ver a la persona que no quería enfrentar en ese momento. Uchiha Itachi estaba delante suyo con el ceño fruncido y mirándole fijamente.
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-¡No quiero~! ¡No te me acerques!-gritó el rubio mayor mientras se alejaba aún más del moreno.
-No te resistas tanto o será peor.-dijo tranquilamente su atacante.
-¡No me toques!-volvió a gritar retrocediendo pero chocó con la puerta de la habitación.
-Ya eres mío.-comentó el otro mientras se lanzaba a él y lo tiraba al suelo.
-¡Nooooooo~!-siguió gritando mientras forcejeaba. Al hacer eso, y teniendo al moreno encima, hizo que su camisa se abriera completamente dejando ver su delicado pecho.
Al darse cuenta de ello el moreno no pudo evitar quedarse viendo mientras el rubio se sonrojaba como un farol de feria. Antes de que pudiera gritarle otra vez la puerta se abrió de repente produciendo un gran estruendo al chocar contra la pared.
-¡¿Se puede saber que es todo.... es-te... rui...do?!-gritó un azabache entrando por la puerta pero terminó la frase de manera entrecortada por lo que veían sus ojos. Detrás suyo se encontraba su hermano mayor que vio la siguiente escena.
Sai.... su estúpido, imbécil, idiota, inepto, etc.... de su primo......estaba encima de su..... recalquemos, SU …. adorable, tierno, impulsivo, alegre,etc ....rubio....Deidara....
Ahora la pregunta era:
¡¿QUÉ DEMONIOS ESTABA HACIENDO EL IMBÉCIL DE SAI SOBRE EL RUBIO MIENTRAS ESTA TENÍA LA CAMISA ABIERTA Y UN GRAN SONROJO EN EL ROSTRO?!
Retrocedamos un poco para saber qué es lo que pasa.
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FLASHBACK
En una estancia reinaba el silencio. Las cuatro personas presentes se miraban algo incómodas entre si. Llevaban más de media hora allí sentados y ninguno de los presentes se había dignado a decir palabra alguna.
Finalmente se oyó un suspiro y una voz se hizo oír en aquel lugar.
-¿Qué hace Sai-sempai aquí?-preguntó el rubio menor.
-Vivo aquí.-respondió este con una sonrisa y voz divertida.
-No me refería a eso.-se quejó el rubio haciendo un lindo puchero.
-Jeje, tranquilo Naru-chan. Lo que pasa es que Gaa-chan me contó todo.-respondió este mientras pasaba su brazo alrededor de los hombros del pelirrojo y lo atraía hacia su persona.
El mediano de los hermanos Namikaze se sonrojó levemente por ese acto mientras que recibía un par de miradas fulminantes que le hicieron estremecer levemente.
-No me miréis así. No tuve mas remedio que contárselo ¿vale?-dijo este para luego suspirar.
-¿Cómo que no tuviste más remedio?-preguntó ahora el rubio mayor.
-Pues...
-Escuché a Gaa-chan y Naru-chan hablando, lo arrastré hasta el almacén del gimnasio y le interrogué.-le interrumpió el moreno, diciendo lo último en un tono insinuante.
-¿Interrogar? Yo creo que debió de ser un muy buen interrogatorio ¿o no?-comentó con sorna el rubio menor. Ese comentario hizo sonrojar al pelirrojo de sobremanera.
-Ejem. Eso no es lo importante aquí.-murmuró el implicado mientras que el moreno sonreía con gracia.
-Vale, vale. Entonces.... ¿Qué tienes pensado hacer?-le preguntó el rubio menor al moreno.
-Mmm... pienso ayudaros.-respondió como si nada.
-¿Por qué?-preguntó ahora el rubio mayor.
-Porque me parece divertido.-comentó con una sonrisa burlona.
-Pero...
-No lo intentéis.-interrumpió el pelirrojo al kitsune.- No hay manera de entender lo que piensa. Creedme. Ya lo he intentado yo antes.-aclaró al ver la cara de sus hermanos, para luego suspirar.
-Vale...-accedieron los otros dos mientras una gota les resbalaba por la sien.
-Por cierto...-comenzó a hablar el menor.-... ¿Qué te pasó con Itachi-san?-preguntó, haciendo que los presentes miraran al rubio mayor.
-¿Eh? ¿Por qué la pregunta?-preguntó mientras se sonrojaba levemente.
-Han estado actuando raro desde que han llegado.-respondió.
-Eso es verdad.-corroboró el moreno recordando la actitud que había tenido el Uchiha mayor.
-No ha pasado nada.-rebatió el rubio mayor.
-El sonrojo te delata Dei-nii.-dijo el menor.
-Realmente no ha sido nada.-volvió a negar. No estaba dispuesto a decir nada delante del moreno. Le daba mucha vergüenza, puesto que se trataba de un familiar del moreno mayor.
-Pues te lo sacaremos a la fuerza.-comentaron en un susurro unísono ambos menores con voz de ultratumba dirigiéndose hacia el mayor.
El rubio no pudo evitar que un escalofrío le recorriera la espina dorsal y miró con algo de temor a sus dos hermanos menores.
Estos con una gran sonrisa maliciosa se fueron acercando cada vez más hasta que se le lanzaron encima y terminaron encima del rubio mayor.
El moreno miraba divertido la escena: Deidara tumbado en el suelo con sus dos hermanos encima desvistiéndole mientras no dejaban de mirarle de esa forma maliciosa.
No se sabe como, el mayor consiguió quitarse a esos dos de encima y con la camisa a medio abrir salió corriendo en dirección a la puerta.
-¡Sai detenle!-gritó/mandó el pelirrojo.
-Haaii~-respondió el moreno todavía divertido.
-¡No quiero~! ¡No te me acerques!-gritó el rubio mayor mientras se alejaba aún más del moreno.
-No te resistas tanto o será peor.-dijo tranquilamente su atacante.
-¡No me toques!-volvió a gritar retrocediendo pero chocó con la puerta de la habitación.
-Ya eres mío.-comentó el otro mientras se lanzaba a él y lo tiraba al suelo.
-¡Nooooooo~!-siguió gritando mientras forcejeaba. Al hacer eso, y teniendo al moreno encima, hizo que su camisa se abriera completamente dejando ver su delicado pecho.
Al darse cuenta de ello el moreno no pudo evitar quedarse viendo mientras el rubio se sonrojaba como un farol de feria. Antes de que pudiera gritarle otra vez la puerta se abrió de repente produciendo un gran estruendo al chocar contra la pared.
-¡¿Se puede saber que es todo.... es-te... rui...do?!-gritó un azabache entrando por la puerta pero terminó la frase de manera entrecortada por lo que veían sus ojos. Detrás suyo se encontraba su hermano mayor que vio la siguiente escena.
Sai.... su estúpido, imbécil, idiota, inepto, etc.... de su primo......estaba encima de su..... recalquemos, SU …. adorable, tierno, impulsivo, alegre,etc ....rubio....Deidara....
Ahora la pregunta era:
¡¿QUÉ DEMONIOS ESTABA HACIENDO EL IMBÉCIL DE SAI SOBRE EL RUBIO MIENTRAS ESTA TENÍA LA CAMISA ABIERTA Y UN GRAN SONROJO EN EL ROSTRO?!
Y aquí es donde nos encontrábamos inicialmente.
La estancia se quedó en completo silencio. Sasuke podía sentir el aura oscura que comenzaba a emanar del cuerpo de su hermano. Naruto y Gaara se miraron y se sintieron un poco culpables, después de todo el que su hermano y Sai estuviesen en esa situación había sido cosa suya, y estaban seguros que en menos de un minuto Itachi iba a estallar puesto que Sai seguía sobre el rubio mayor.
Ambos hermanos se miraron y disimuladamente asintieron.
-¡Estúpido Sai!.gritó el pelirrojo mientras golpeaba al mencionado. Lo cual provocó que este cayera al suelo.
-¿Por qué me golpeaste Gaa-chan?-preguntó este confundido mientras se sobaba la cabeza por el golpe y se arrodillaba en el suelo mientras le miraba con un ojo cerrado.
-¿Y tú qué se supone que hacías?-le reclamó este enojado.
-Pero si tú me dijiste que lo parara.-replicó el moreno mirándole.
-¡Pero eso no significa que te le quedases viendo, idiota!- le gritó molesto.
Sasuke miraba esto sin entender mucho de la conversación. Itachi había dejado de emanar esa escalofriante aura para mirar con confusión a los medianos de las dos familias que seguían discutiendo. Deidara había aprovechado esa discusión para abrocharse la camisa y levantarse pero sin mirar a Itachi en ningún momento puesto que le daba vergüenza. Y Naruto sonrió divertido pero luego su expresión cambió a una inocente y de repente se abrazó al brazo derecho del azabache.
-Nee~ Ya no peleéis.-dijo haciendo un lindo puchero. Los demás le miraron aunque el azabache se quedó embelesado no solo por su carita sino por el agarre en su brazo.- Gaara-nii, nosotros le pedimos a Sai-sempai que hiciese eso por lo que no debéis pelear.-finalizó dulcemente.
-¿A qué te refieres Naruto?-preguntó el moreno mayor. No tenía ganas de hablar por lo que su voz sonó algo molesta, pero viendo que su ototo no iba a decir nada por estar en el paraíso, tubo que hacerlo él.
-Es que... Dei-nii no nos quiso decir algo y…. cuando intentamos que nos lo contara.... intentó huir. Solo le pedimos a Sai-sempai que le detuviera.... pero que terminaran así solo fue un accidente cuando Dei-nii intentó seguir huyendo.... ¿Estás enojado?-respondió a la pregunta tímidamente para luego preguntarle con algo de temor y con los ojos levemente aguados, como si estuviese a punto de llorar. Ante esa dulce visión para los tres morenos era como si una flecha les hubiese atravesado el corazón.
-N-no es nada de eso.-dijo rápidamente el mayor de ellos.
-So-solo estábamos algo sorprendidos.-dijo ahora el azabache.
-¿De verdad?-preguntó dulcemente mientras les miraba con sus ojitos brillantes.
-Cla-claro.-dijeron ambos al unísono. Ante esto el rubio sonrió tiernamente haciendo sonrojar un poco a ambos hermanos. Cabe decir que el rubio no había soltado el brazo del azabache en ningún momento de aquella conversación.
“Qué bueno que es actuando” pensaron sus dos hermanos mientras veían como los dos hermanos miraban sonrojados al rubio que sonreía deslumbrantemente. Una gota les resbaló por la sien ante lo fácil que había sido.
“Hmp. Naru-chan si sabe manejarlos” pensó esta vez el moreno mediano con algo de gracia.
-¿Y qué era eso que queríais saber de Deidara?-preguntó el azabache sacando a esos tres de sus pensamientos. El mencionado se tensó ante esa pregunta mientras que el moreno mayor le miraba con una sonrisa al ver su reacción.
-A mí también me gustaría saberlo.-comentó sin dejar de mirar al mencionado.
-Etto...-el lindo kitsune no supo qué responder y miró a su pelirrojo hermano en busca de ayuda. Este se encogió de hombros sin saber tampoco que decir, hasta que vio como Sai sonreía de forma divertida, lo cual no le gustó puesto que eso significaba que se le había ocurrido algo que no le iba a gustar.
-Nee~ Naru-chan.-le llamó Sai.
-Dime.-respondió mirándole.
-¿Estás bien así?-preguntó con sorna. El rubio le miró sin entender hasta que se dio cuenta de un pequeño detalle. Sasuke estaba allí. Sasuke estaba a su lado. Tenía agarrado el brazo de Sasuke contra su pecho. No había soltado a Sasuke des de hace un buen rato...
De repente su cara adquirió un fuerte color rojo mientras soltaba al azabache rápidamente.
-¡LO SIENTO MUCHO!-gritó para luego salir con gran rapidez de la habitación.
Todos se quedaron unos segundos en shock por la acción del menor de los Namikaze hasta que el azabache se acercó y golpeó a Sai.
-¡Eres idiota!-le dijo para luego salir igual de veloz para alcanzar al rubio.
-¡Auch!-comentó simplemente el moreno.
-Definitivamente eres idiota.-comentó el prelirrojo soltando un leve suspiro de resignación.
-No deberías hablar así de tu novio, Gaa-chan.-comentó el aludido como si nada. El de ojos aguamarina se sonrojó de sobremanera y después de golpearlo hasta dejarlo con un gran chichón en la cabeza, echando humo de este y desmayado en el suelo, se marchó echando él humo por las orejas.
Ambos mayores se quedaron viendo las dos escenas. Tanto la que habían protagonizado el rubio y azabache menor como la de ahora entre el pelirrojo y el moreno. No pudieron evitar que una gota les resbalase por la sien.
-¿Des de cuando son pareja?-preguntó el moreno.
-Des de esta tarde.-comentó el rubio.
Al responder el ojiazul se dio cuenta de que ahora estaba completamente a solas con el mayor. Sai no contaba puesto que estaba desmayado en el suelo. Al percatarse de ese echo se tensó levemente e intentó alejarse del mayor, puerto que des de no sabe cuando ahora estaba a su lado... demasiado cerca.
-¡¿Qué demon-?!-no terminó de gritar puesto que el moreno le había empujado de repente con el resultado de que estaba sobre el sofá con el ojinegro encima mientras este le besaba apasionadamente.
El moreno había aprovechado la sorpresa del rubio para colar su lengua dentro de esa dulce cavidad y comenzar a explorarla entera. Una vez se aburrió de ello comenzó a jugar con la lengua del contrario. El rubio no podía evitar gemir y que de su boca saliese algo de saliva por el candente beso que le estaba robando el moreno. Además este no había dejado las manos quietas, sino que las estaba paseando por el torso desnudo del rubio.
¿Cómo y cuando había desabrochado su camisa? El rubio no lo sabía pero en ese momento su mente no conseguía razonar del todo por lo que no le dio mucha importancia y dejó que le hiciese lo que quisiera.
Poco después se tuvieron que separar a causa de la falta de aire y ambos se miraron a los ojos, perdiéndose en los del contrario.
Estaban a punto de volver a besarse cuando oyeron un leve quejido no muy lejos. Ambos voltearon para darse cuenta de que el moreno estaba despertando y les miraba con una sonrisa mientras se sobaba el golpe.
-Lo siento. Ya me voy.-dijo mientras se levantaba.
El rubio se sonrojó de sobremanera para luego empujar al mayor de encima suyo haciendo que este cayera de sentón en al piso.
-¡Pervertido!-gritó para luego salir huyendo de la habitación.
-Sabes Sai...-comenzó el mayor.
-¿Si?
-Estoy de acuerdo con Sasuke y Gaara.-volvió a hablar mientras se levantaba.
-¿Con qué?-preguntó sin entender.
-Con lo de que eres idiota.-finalizó mientras suspiraba para luego salir de la habitación. El moreno solo se encogió de hombros para luego salir también y dirigirse al comedor a cenar.
Una vez estaban todos sentados la señora Uchiha parecía de lo más feliz. Ella podía percibir la felicidad en la cara de Sai cuando miraba al pelirrojo, además del sonrojo de este que luego pasaba a ser uno de leve molestia. Podía ver el nerviosismo del rubio mayor al sentir la miraba fija de su hijo mayor sobre él, el cual de tanto en tanto suspiraba algo frustrado.
Finalmente lo que realmente llamó la atención de la mujer fueron los menores. Sasuke parecía levemente deprimido mientras que Naru algo divertido al mirarle pero de tanto en tanto se sonrojaba. La mujer estaba realmente feliz. Le agradaban muchísimo esos lindos hermanos y esperaba tenerlos en su familia.... incluso si ella tenía que actuar para conseguirlo.
Su marido solo la observó con algo de temor al ver el semblante de la pelinegra... la sonrisa que estaba mostrando en ese momento no presagiaba nada bueno... o al menos, algo de lo que ni él ni sus hijos podrían librarse.... Solo esperaba que fuese lo que fuese todo terminara bien.
......Continuará......