Carta de suicidio: Yo si te amaba…
MiyaviXReo
<< ¿Cómo es posible que hayamos llegado a esto? ¿Cómo es posible que he llegado al punto de usar una muñequera para que no se vean los amargos cortes en mi piel? ¿Por qué si tanto te amo me das así la espalda?...
No se como paso a ser esto, nuestra historia comenzó siendo hermosa… Era una bella tarde de domingo, te estaba viendo a lo lejos, traías un libro en la mano.
Estaba a unas cuantas bancas alejado de ti pero podía verte con claridad. Los lentes te daban un aire bastante encantador a mi gusto que me llamaba a querer hablarte. De pronto giraste a verme, sonreíste y te dirigiste a donde yo estaba y me comenzaste a hacer plática.
Yo estaba realmente encantado y nervioso, me temblaban las manos y las rodillas. Te diste cuenta y reíste “Tu risa es hermosa…” acariciaste mi cabello y dijiste que no estuviera nervioso. Sonrojado asentí, me causaba emociones desconocidas el hecho de que estuvieras ahí, mirándome a mí.
Comenzó a llover y nos fuimos a refugiar debajo de un árbol y ahí me atreví a tomar tu mano. Al sentir el contacto me miraste y sonreíste.
Fue ahí cuando “lo nuestro” inicio, tuvimos una relación bastante dulce, me tratabas con el cariño y la seriedad necesarios. Yo realmente te ame.
Después de un año y medio de relación comenzaste a ser muy frio conmigo, te fuiste alejando de mí, ya no me besabas, no me tocabas, ya no dormíamos en la misma cama. No me mirabas….
El dolor que me embargaba por tu cambio de actitud era bastante grande… Comencé a cortar con una frecuencia que daba miedo, salía con mis primos a embriagarme. Pero a ti no te importaba, nada te importaba…
“- ¡Un día de estos me vas a encontrar tirado en el suelo en un charco de sangre, y ahí, a ver que vas a hacer!-“las peleas ya eran bastante frecuentes entre los dos, casi de todos los días…
“-Puedes morirte y a mi no me importaría, ya no significas nada para mi Reo”
Sentí como se rompió en mil pedazos mi corazón, aun te amaba como el primer día, ¿Te gusta verme llorar y derramar sangre por ti?
Pero ya no mas Miyavi. Hoy dejo de sufrir por ti y por todo. Hoy cumplo mi palabra: Me vas a encontrar tirado en el suelo en un charco de sangre y no vas a poder hacer nada porque yo ya no te importo, ya no me amas…
Adiós Miyavi, quiero qu sepas que te ame hasta el ultimo minuto… Tal vez nos veamos en otra vida… y me encantaría volver a ser tu pareja
Con amor
Reo…>>
Reo tomo con la mano derecha su amiga de 6 pesos (n/a: su navaja. Lo explico porque una tipa de mi escuela leyó esto y no entendió eso -.-U) y la dirigió a su brazo, justo debajo de la muñeca, donde se encuentran las venas. Tomo aire y presiono la navaja a punto de dar el jalón definitivo.
La puerta de entrada de la casa se abrió dejando ver a un despreocupado y aparentemente feliz Miyavi que traía una misteriosa cajita negra en las manos.
- ¿Reo? ¿Estas en casa? – y lentamente se fue acercando al cuarto donde Reo estaba a punto de darle fin a su vida.
Presa del pánico, dio el jalón, dando paso de salida al brillante liquido rojo. El final casi llegaba. Cuando el cayo al suelo en el charco que se estaba formando, la puerta se abrió, dejando que el intruso viera esa horrible escena de su novio inconsciente a punto de morir.
Con una prisa y preocupación impresionante se acerco a el, saco su celular y marco un número pidiendo ayuda. Mientras la ayuda llegaba con su mano derecha presionaba el brazo herido de su amor y con la otra acariciaba su cabello.
-Reo todo lo que te dije era mentira… No fue mi intención… Amor, cásate conmigo, yo aun te amo…- Las lagrimas caían por su rostro sin consuelo alguno, mientras repetía con tono quebrado “Reo, cásate conmigo… por favor perdóname… te amo…” Cuando el ambulancia llego ya era demasiado tarde, Reo ya había muerto y con el cualquier esperanza de felicidad en el.
Cuando se llevaron el cuerpo de Reo, Miyavi quedo con una tristeza y soledad enorme. A los 15 minutos descubrió la carta, empapada en lágrimas y un poco salpicada de sangre… Le llamo bastante la atención que recordara así cuando se conocieron. Tenía un lindo recuerdo de ese día.
-Pero… yo si te amo…-
Y con ese pensamiento decidía darle fin a su inútil existencia y poder ver a su amado aunque fuera en otro mundo
Fin… Tal vez…