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En una noche larga se pueden hacer muchas cosas... por cristina_onoka

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Notas del capitulo:

Es mi primer lemon de 2min y no sabía muy bien como hacerlo.

No todas las veces empiezan con un par de copas. Al menos, no esa vez. Estábamos en aquella discoteca, celebrando el éxito de nuestro nuevo álbum. Todos los miembros del grupo estaban bailando con ganas en la pista. Todos, excepto él. Mientras yo me tomaba algún refresco barato de los que vendían en la barra (solamente quería refrescos, el alcohol me subía rápidamente) él solamente miraba a la gente bailar, mover sus caderas junto a esa persona especial, en la pista de baile. Me aburría. Ya me había tomado cinco zumos de naranja horribles, y no estaba dispuesto a gastarme más dinero en zumos de naranja que saben peor que los cartones mojados. SIn pensarlo, me dirigí hasta donde estaba él, y con la mano lo llevé hasta la pista de baile. Él se mostró muy tímido al principio. Normal, jamás habíamos salido a bailar juntos. Incluso yo al principio no sabía muy bien qué hacer. Me solté... quería mostrarme alegre para que ambos pudiéramos disfrutar del momento. Y tras unos minutos, él también parecía haberse soltado y disfrutar del momento. Verle sonreír de esa manera... provocaba mariposas en mi estómago. Y con la música de fondo, cada vez nuestros cuerpos estaban cada vez más pegados, tanto, que podía sentir su aliento en mi cuello... Oh sí... ese aliento era increíble... cada vez me ponía más... cada vez más, hasta el punto de besarle allí, en público, sin importarme el lugar ni la situación. Y a él tampoco le importó, pues dejó que el beso continuara. Ese beso ardiente, pasional... cada vez me encendía más... le arrastré hasta una esquina de la discoteca, y allí nuestros besos continuaron, a pesar de que no solo eran en nuestros labios. Íbamos alternando: mientras yo le besaba el cuello, él gemía o me besaba los lóbulos. Y cuando él atacaba mi cuello, era yo el que gemía. Mis manos se paseaban por su torso, por debajo de la camiseta. Ese cuerpo... me calentaba cada vez que lo veía, pero esa vez... 
Taemin: Deberíamos... deberíamos parar... - dijo después de dejar mi cuello de lado y con gemidos que querían escapar de su boca.
Minho: Pero yo no quiero terminar...
Él, al oirme, gimió. Y ese gemido me encantó... Realmente quería continuar. Taemin... me encantaba, siempre me había gustado, y ahora que tenía la oportunidad de hacer lo que siempre había querido hacer, no la iba a desaprovechar.
Minho: Vamos... al baño...
Y sin responder, se desplazó torpemente hasta los servicios. No había nadie. Estábamos de suerte. Cerré con pestillo la puerta para que nadie entrara. Y al girarme para volver a contemplar al chico que amaba, él se abalanzó sobre mí para besarme ardientemente en los labios, cosa que me encantó. Disfrutaría de la situación... Saltó para rodearme con las piernas y yo lo estampé contra la pared para poder sujetarlo con mayor facilidad, apoyando mis manos en su trasero, tierno y sensual... Sus besos pasaban de nuestros labios a mi cuello y lóbulos. Eso me hacía gemir como jamás lo había hecho. Y a Taemin le excitaban mis gemidos, pues cada vez que lo hacía yo, él gemía conmigo. Yo también quería pasar mis labios por sus diferentes zonas, así que le besé de la boca al cuello, pasando mi húmeda lengua por su cuello, sus mejillas, sus lóbulos... Quería quitarle la camiseta, y al hacer el gesto, él me paró con un golpe seco con la mano.
Taemin: Aqui... aquí no... - consiguió decir entre gemidos - Mejor vamos... vamos al auto...
Sonreí con mis labios pegados a los suyos. Tenía razón, no podíamos hacerlo allí, en el baño público. Él salió primero, para fingir que había estado solo en el baño, y pasados cinco minutos salí yo, al parking, en busca de mi amado Taemin. Entré en el auto, como si simplemente hubiéramos entrado para marcharnos de la fiesta. Y después de cerrar las puertas completamente, me abalancé sobre él, tumbándolo completamente en los asientos de detrás. Y ya si que no pude más, le saqué la camiseta naranja que llevaba. Ver ese torso desnudo... me excitaba un montón. Empecé acariciándolo, mientras que mis labios se ocupaban de su cuello. Él solamente gemía, pero con eso hacía que todo mi cuerpo se encendiera, haciendo que no quisiera parar jamás. Él, como pudo, me quitó mi camiseta, y mi abdomen desnudo rozó el suyo, haciendo que ambos gimiéramos... Oh... esos gemidos... eran increíbles... Como pude, por culpa del poco espacio del auto, le quité los pantalones y los calzoncillos, dejándolo completamente desnudo. Ese cuerpo perfecto... eso hizo que mi miembro tuviera una pequeña erección, cosa que a él le gustó, pues, cambió de posición, haciendo que esa vez el que estuviera tumbado fuera yo. Con torpeza, me sacó los pantalones y los calzoncillos, dejándome igual que él. Con la mano derecha, me acariciaba el miembro, mientras que con la otra me tocaba el torso. Eso sí que me hacía gemir... y él decidió pasar a un punto más, al punto de meterse mi miembro en su boca. Subía y bajaba la boca, y yo lo acompañaba con pequeños movimientos de cadera, pequeños movimientos que a medida que pasaba el tiempo aumentaban de velocidad, tanta, que acabé corriendome en la boca de Taemin... Levantó el rostro, y al verle con la boca llena de mi semen, quise lavársela un poco con un beso.
Minho: Ahora... ahora haré que te... que te corras tu también... - dije después de todos mis gemidos... Aquello me había encantado, pero la cosa no había terminado, él también se iba a correr, costara lo que costara. Con dos dedos le quité un poco del semen que todavía le quedaba en la boca y se los metí en esta, pidiéndole que me los lamiera, que los dejara llenos de saliva, saliva que me encataba probar siempre que podía. Mientras me lamía los dedos, cerraba los ojos, y con movimientos sexys movía mis dedos por su boca. Oh, sí, oh, dios... esa imagen quería que se me repitiera eternamente... mi miembro se elevaba cada vez que veía esa vista suya...
Taemin: Date prisa... al meterlos... - dijo después de sacarse mis dedos de su boca.
Sonreí maliciosamente. Él me lo había pedido, así que lo tumbé totalmente, con el trasero para arriba. Y sin muchos miramientos, le metí los dos dedos lamidos por él en su entrada. Él gritó, seguramente por el dolor que sintió. Entonces sentí un poco de pena, y aflojé mi movimiento de dedos para causarle menos dolor. Delicadamente, metía y sacaba los dedos con tal de dilatarle la entrada.
Taemin: Date... prisa... -dijo gimiendo, unos gemidos que me encantaba oir.
Saqué mis dedos de su entrada, y despacio metí mi miembro dentro suyo. Gritó, pero más flojo que la vez anterior. Y yo, con movimientos lentos de cadera, movía mi miembro dentro suyo, haciendo que ambos gimiéramos. Y al aumentar la velocidad, también aumentaron nuestros gemidos. Con una mano empecé a masturbarlo, para que el clímax llegara al mismo instante en ambos. Las embestidas que daba eran cada vez más fuerte, igual que el placer que sentía al hacerlo... Cada vez más fuerte... Oh sí... me corrí dentro suyo, y él lo hizo en mi mano, dejándola blanca por toda la cantidad de semen que soltó. Y nuestra relación terminó con un gemido largo, uno que nos estremeció a ambos. Ya con mi miembro fuera de él, me tumbé encima suyo, con la esperanza de tranquilizar mi respiración. Ahh, aquello me había encantado, y esperaba repetirlo en otra ocasión. Nos vestimos y salimos del auto, que lo habíamos dejado perdido. Fuimos hasta casa cogidos de la mano. Y cuando quise entrar en mi habitación para dormir un poco, Taemin me abrazó por detrás.
Taemin: La noche no ha terminado... - dijo susurrando - Ahora el que se correrá dentro del otro seré yo...
Me empujó a mi cama, me sacó la camiseta y me besó de esa forma tan apasionada que me encanta...
La noche sería larga, pero a su lado, puede que incluso se me hiciera corta...


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